martes, 9 de julio de 2013

Reencarnación (Extracto de una carta de R- Guenon)


René Guénon: extracto de una carta a A. K. Coomaraswamy (1)

 

"...En cuanto a su artículo sobre la reencarnación, me parece magnífico todo lo que propone, y con seguridad será un trabajo muy útil. En lo referente al fondo mismo de la cuestión, la imposibilidad de un retorno al mismo mundo proviene de que implicaría una limitación de la multiplicidad de los mundos (o estados de existencia, pues en el fondo es lo mismo) y, por consiguiente, una limitación de la Posibilidad universal. Esto, por supuesto, concierne al ser verdadero, y significa que éste no puede manifestarse dos veces en el mismo estado; esto no es, en suma, sino un caso particular de la imposibilidad de una repetición cualquiera en la manifestación universal, en razón misma de su indefinidad. Ahora bien, ello no quiere decir que no haya algo que pueda "reencarnarse", si se quiere emplear la palabra, pero se trata simplemente de los elementos psíquicos, que no tienen nada que ver con el ser verdadero (que ha pasado entonces a otro estado), y que vienen a integrarse en la manifestación de otro ser, como igualmente lo hacen los elementos corporales; propiamente hablando, no es de "reencarnación" de lo que se trata entonces, sino de "metempsícosis" (en cuanto a la palabra "transmigración", designa propiamente el paso a otro estado, y esto se aplica al ser verdadero). Esta transferencia de elementos psíquicos explica los pretendidos "casos de reencarnación" o de "recuerdos de vidas anteriores" que a veces se comprueban (por lo demás, ¿qué es lo que podría "recordar", ya que, incluso en la hipótesis reencarnacionista, se trataría siempre de una nueva individualidad revestida por el ser, y la memoria pertenece evidentemente a la individualidad como tal?).

Por añadidura (dejando a un lado, por supuesto, las razones sentimentales invocadas por los modernos, que no poseen ningún interés doctrinal), la creencia en la reencarnación puede ser considerada como debida en parte a la incomprensión del sentido simbólico de ciertas expresiones. Aunque la comparación pueda parecer extraña, pienso en otro hecho que tiene exactamente la misma causa: es la creencia en la existencia de ciertos monstruos y animales fantásticos, que no son sino antiguos símbolos incomprendidos; así, conozco a personas que creen firmemente en los "hombres con cabeza de perro"; la "Historia Natural" de Plinio está llena de confusiones de este género... He tratado ampliamente este asunto de la reencarnación en "L'Erreur Spirite", indicando además las distinciones que deben hacerse entre los diferentes elementos constitutivos del ser manifestado. Desde el momento en que se trata de una imposibilidad, está claro que no puede haber excepciones; por otra parte, ¿dónde se detendrían éstas exactamente? A propósito de ello, le señalaré algo bastante curioso: la propia Mme. Blavatsky había comenzado por no admitir la reencarnación de una manera general; en "Isis desvelada" solamente consideraba un cierto número de casos de excepción, reproducidos exactamente de las enseñanzas de la H. B. of L., a la cual estaba vinculada por entonces. Una posibilidad que constituye solamente una excepción aparente es el caso de un ser que, no estando ya realmente sometido a la muerte (un jîvan-mukta, en consecuencia), continuaría por ciertas razones su existencia terrestre (y no volvería, como los pretendidos "reencarnados") utilizando sucesivamente numerosos cuerpos diferentes; pero es evidente que se trata de un caso que está completamente fuera de las condiciones de la humanidad ordinaria, y que por otra parte un ser semejante ni siquiera puede realmente ser llamado "encarnado" en modo alguno".

 

NOTAS:

 

1. La presente cara, fechada el 13 de septiembre de 1936 en El Cairo, apareció publicada en el Cahier de L'Herne, nº 49, dedicado a René Guénon (París, 1985). No la reproducimos completa, y nos limitamos a exponer aquí la parte dedicada al tema de la reencarnación. Traducción: G.E.T.V.

 

 

 

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