La
búsqueda del Sí mismo
(Atmâ-Vichâra) autor: Ramana Maharshi
¿El
sentido del “yo” no es natural a todos los seres, puesto que lo enuncian
corrientemente en expresiones como : “Yo venía”, “Yo iba”, “Yo hacía” o “Yo
era”? Por la reflexión descubrimos que el “Yo” es identificado con el cuerpo
porque los movimientos y funciones similares son lo propio del cuerpo. ¿Pero el
cuerpo puede ser esta “consciencia del Yo”? El no existía antes del nacimiento,
está compuesto de los cinco elementos está ausente durante el sueño, y
finalmente, se convierte en un cadáver. No, eso es imposible. Ese sentido del
“yo” que emana del cuerpo es por otra parte denominado ego, ignorancia,
ilusión, impureza, o si individual. El
propósito de todas las Escrituras es esta búsqueda(del Si mismo). Se
dice que la aniquilación del sentido del ego es la Liberación. ¿Cómo se puede
desde entonces permanecer indiferente a esta enseñanza? El cuerpo, que es tan
insensible como un trozo de madera, ¿puede brillar y actuar en tanto que “yo”?
No. Por consiguiente dejar de lado ese cuerpo insensible como si fuera
verdaderamente un cadáver. No murmuréis incluso “yo”, sino investigad con
agudeza en vosotros lo que es ese “yo” que brilla ahora en vuestro corazón.
Bajo la ola incesante de los diferentes pensamientos, surge la consciencia
continua, ininterrumpida, silenciosa y espontánea del “Yo-Yo”, en el fondo del
corazón. Si se lo aprehende y se permanece tranquilo aniquilará completamente
el sentido del “Yo-Yo” en el cuerpo y desaparecerá el mismo como
alcanfor quemado. Los Sabios y las Escrituras proclaman que esto es La
Liberación.
El
velo de la ignorancia no puede nunca ocultar completamente el Sí Mismo ¿Cómo
podría hacerlo? Incluso el ignorante no puede dejar de decir “Yo”. Ese velo
oculta solamente la realidad de “yo soy el Si Mismo” o que “yo soy pura
Consciencia” y hace confundir el “yo”
con el cuerpo.
El Si
Mismo resplandece por si mismo. No hay ninguna necesidad de darle de algún modo
una imagen mental. El pensamiento que lo concibe es él mismo una condición
limitativa porque el Si Mismo es el Esplendor que trasciende oscuridad y luz;
no se lo puede concebir con el mental (manas).Tal imagen entraña una
limitación, mientras que el Si Mismo brilla espontáneamente en tanto que Absoluto. Esta búsqueda del Sí
Mismo por la meditación adoradora cambia hacia el estado de reabsorción del
mental en el Si Mismo y conduce a la Liberación y a la Felicidad absoluta. Los
grandes Sabios han declarado que la Liberación no podía ser alcanzada mas que
con la ayuda de esta investigación adoradora del Sí Mismo. El ego bajo la forma
del pensamiento “yo”(ahankâra) siendo la raíz del árbol de la ilusión,
su destrucción abate la ilusión lo mismo que se abate un árbol cuando se le
cortan las raíces. Este método simple de aniquilación del ego es el único digno
de ser denominado bhakti (vía de amor), jnâna (conocimiento), yoga
(unión) o dhyâna (meditación).
En la
consciencia “Yo soy el cuerpo” están
contenidos los tres cuerpos[1]
constituidos por las cinco envolturas[2]
. Si este modo de consciencia es eliminado, todo el resto cae por ello mismo;
todos los otros cuerpos dependen de él. No es necesario eliminarlos
separadamente porque las Escrituras declaran que solamente el pensamiento es el lazo que los retiene.
Finalmente, las Escrituras afirman que el mejor método es someterle a Él, el Si
Mismo, el mental o lo mental bajo la forma del pensamiento “yo” y, guardando
una tranquilidad absoluta, no olvidarse de El.
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