DEFINICION DE LOS ULTIMOS TIEMPOS SEGUN LA DOCTRINA
TRADICIONAL DE LOS CICLOS COSMICOS:
GASTON GEORGEL
Antes que nada, conviene precisar aquí lo que hay que
entender por el término: "Los Ultimos Tiempos", y situar por tanto
estos "Ultimos Tiempos" en el desarrollo providencial de la historia
del Mundo.
De hecho, los "Ultimos Tiempos" actuales deben
clausurar el gran ciclo cósmico de 64.800 años que los Hindúes denominan
"Manvantara", o Era de Manú; más exactamente, el Manvantara
representa el ciclo de una humanidad de la cual el Manú es el regente. Además
se dice que nuestro Manvantara no es el primero, sino el séptimo del Kalpa, o
ciclo de un Mundo, y se añade que será seguido de los siete Manvantaras
futuros. Consiguientemente, el próximo "Fin de los Tiempos",
corresponde exactamente al Centro temporal del Kalpa todo entero puesto que se
sitúa, por una parte, a: 7x 64.800 años=453.600 años de su origen y, por otro
lado, a: 7x 64.800 años de su final. De donde esta primera conclusión: ¡que el
verdadero "Fin del Mundo" no es para mañana! Y la segunda sería que
la expresión "Ultimos Tiempos" significa: los últimos tiempos del
Manvantara, bien entendido que la duración de estos "Ultimos Tiempos"
varía según las diferentes tradiciones, como se verá en su momento; pero antes,
hay que responder a la objeción inevitable que se presenta aquí, a saber que
los sabios modernos atribuyen a nuestro mundo una edad fabulosa, pudiendo
cifrarse por millardos de años, en lugar de los 453.600 años que nos propone la
doctrina de los ciclos. Esta discordancia disonante se explica sin embargo muy
bien si, como he mostrado en otro lugar, se tiene en cuenta el hecho de que
para los Antiguos el tiempo era cíclico (o circular), mientras que, para los
sabios modernos, el tiempo sería rectilíneo. Partiendo de ahí se puede
establecer una relación matemática que permite pasar de la cronología cíclica
tradicional a la cronología rectilínea moderna, y viceversa: así queda
desechada la objeción precedente. Pero, en este mismo dominio, a saber, la
duración del mundo, se encuentran aún otras opiniones que es preciso señalar.
Es así, por ejemplo, cómo ciertos exégetas nos proponen una interpretación
literal de la Biblia lo que les lleva a creer esto, sobre lo que es inevitable
sonreír: "Según la cronología bíblica, cronología digna de confianza,
¡Adán y Eva fueron creados el año 4026 antes de nuestra era!"
("Despertad", 8-4-1969). Otros, por contra, toman muy en serio las
cifras fantásticas de la tradición hindú, pero René Guénon ha mostrado que los
innumerables ceros que en ella aparecen no tenían probablemente otro fin que
extraviar a los curiosos. Por añadidura, no hay en nuestro mundo del tiempo y
del espacio, otro ciclo mayor que el Kalpa, cuya duración global (comprendidos
los siete Manvantaras futuros) sería en total de: 2 x 453.600 = 907.200 años.
Los otros períodos más vastos que son considerados en la tradición hindú deben
entenderse en un sentido puramente simbólico, y no literal.
Hechas estas observaciones, hemos de volver al problema
de la duración de los "Ultimos Tiempos" en las diferentes tradiciones.
Según la tradición hindú, el Manvantara, o ciclo de una
humanidad, se divide, sea en cinco Grandes Años de 12.960 años cada uno, sea
también en cuatro Edades de duración decreciente (que son proporcionales a los
números 4,3,2 y 1, cuyo total vale 10) y que corresponden a las cuatro edades
tradicionales de la tradición latina: Edad de Oro, Edad de Plata, Edad de
Bronce y Edad de Hierro. En cierto sentido, es pues esta última Edad de la
actual Humanidad, la Edad de Hierro de Ovidio y de Virgilio, que los Hindúes
denominan el Kali-Yuga (o Edad sombría), la que representaría el conjunto de
los "Ultimos Tiempos", en la Biblia es el episodio de la confusión de
lenguas el que marca el principio de éstos, mientras que el Diluvio corresponde
a la travesía cataclísmica entre el cuarto y el quinto y actual Gran Año.
Tal es pues la duración más larga que se puede considerar
para los "Ultimos Tiempos", a saber, la de la Edad de sombra que es
de 6.480 años. Pero la tradición griega, de la que informa Hesíodo en "Los
Trabajos y los Días", subdivide esta última Edad en dos "Razas":
primero, la "Raza de los Héroes" (que pereció sobre los muros de
Troya), después la "Raza de Hierro" que habría comenzado hacia el año
1100 antes de nuestra era.
¿Se trata de la tradición judía? Entonces es al profeta
Daniel al que hay que consultar: él nos ha dado, en efecto, acerca de la
estatua de pies de arcilla vista en sueños por el rey Nabucodonosor, una buena
descripción -simbólica evidentemente- de los "Ultimos Tiempos".
Reaparece en este texto la sucesión de las cuatro Edades de los Antiguos, y yo
he mostrado ("La Era futura y el Movimiento de la Historia") que las
proporciones de las duraciones eran las mismas, pero en sentido inverso, que
las de las cuatro partes de la estatua. En cuanto a la duración global de este
período judío de los "Ultimos Tiempos" (que Daniel no da), es
teóricamente de 2.592 años (o sea, 26 siglos en números redondos). Se trata,
entiéndase bien, de la totalidad del período hasta el "fin de los
Días", y no solamente de la duración de los cuatro "Reinos":
Caldeo (un siglo), Persa (dos siglos), Griego (tres siglos) y Romano (cuatro
siglos), cuyo conjunto representa el "Milenio pagano" al cual
sucederá, con una intersección de alrededor de un siglo, el Milenio cristiano
del Apocalipsis. El principio del Ciclo de Daniel (o período de los Ultimos
Tiempos en la Tradición judía) se sitúa a principios del siglo sexto a.C., y,
coincide así con el comienzo de la Historia clásica y se ve que su comienzo es
más reciente que el de la "Raza de Hierro" de Hesíodo. Nos
resta, en fin, hablar de la tradición
cristiana: aquí, ninguna dificultad, puesto que según el Evangelio, los Ultimos
Tiempos han comenzado con la Ascensión, cuando Cristo ha remontado al Cielo, y
durarán hasta su Retorno, al "Fin de los Tiempos". Los primeros
cristianos han creído por cierto, durante mucho tiempo, que ese Retorno del
Cristo glorioso era inminente. Por el contrario, ciertos eruditos, e incluso
teólogos, han rechazado este evento último de la vida de la Iglesia hacia un
porvenir lejano, si no indefinible. La verdad, que puede deducirse de los
textos escriturarios, y especialmente de la Profecía evangélica relativa a la
destrucción de Jerusalén, así como del Apocalipsis de san Juan, esta verdad es
simple: la duración teórica de los "Ultimos Tiempos" sería, para los
Cristianos, de 2.000 años (o sea, del 30 al 2.030 aproximadamente). Estos 2.000
años representan pues el final de la Edad sombría hindú (o Edad de Hierro de
los Latinos), y consecuentemente, del Manvantara todo entero.
En resumen, el próximo "Fin de los Tiempos"
vendrá a clausurar (hacia el año 2.030 de nuestra era), no solamente los 2.000
años de historia de la Iglesia, sino también los 65 siglos de la Edad de Hierro
y al mismo tiempo los 65 milenios (en números redondos) de la presente
Humanidad; ¡pero eso no será el "Fin del Mundo"! Por otra parte, hay
que saber que los períodos cada vez más cortos que representan los
"Ultimos Tiempos" pueden subdividirse a su vez en fases secundarias,
de modo que, poco a poco, lo que se
puede aún llamar "Ultimos Tiempos" queda limitado hasta reducirse a
algunas decenas de años.
El "Fin de los Tiempos" se situaría así, como
acabo de decir, en los alrededores del año 2.030 de nuestra era, luego en un
porvenir relativamente próximo: no se dejará sin duda de objetar, a este
respecto, o bien que esta fecha es puramente imaginaria, o bien, al contrario,
que se trata de un "secreto" que no habría debido ser desvelado.
Lo que puede responderse, es que esta fecha no es secreta
desde hace mucho tiempo. Sin remontarnos hasta los Padres de la Iglesia que
atribuían ya 2.000 años de vida a la Iglesia, haré notar que el "Fin de
los Tiempos" ha sido anunciado muy claramente, explícitamente, en la
"Profecía del Rey del Mundo" publicada por el escritor ruso F.
Ossendowski, en su libro "Bestias, Hombres y Dioses"(Ed. Plon, París,
1923). Esta profecía, de origen mongol, decía, en efecto esto: "en el año
quincuagésimo (tras el 1891), solamente tres grandes Reinos aparecerán, que
perdurarán durante 71 años. A continuación, habrá 18 años de guerras y de
destrucciones. Entonces los pueblos de Agharti saldrán de sus cavernas
subterráneas y aparecerán sobre la superficie de la tierra.
Ya que la última fase designa el "Fin de los
Tiempos", se ve que la fecha de este sería: 1891+50+71+18= 2030.
Por otro lado, la Profecía de los Papas, llamada de
"san Malaquías", cuya clave numérica (basada sobre el número 111) ha
sido encontrada por Raoul Auclair, daría: 1143+8 veces 111 =2031.
Se puede concluir que tal es la fecha aproximada del
"Fin de los Tiempos", y se convendrá en que es prodigiosamente
optimista y que su divulgación no puede trastornar a nadie, ¡muy al contrario!
(Capítulo de: Gaston Georgel,"Chronologie des
Derniers Temps", Archè, Milán, 1986.
Otras obras del mismo autor:
"Les Rythmes
dans l´Histoire", Belfort, 1937; 2ª edición, Besançon, 1947; 3ª ed.,
Archè, Milán, 1981.
"Les Quatre Ages de l´Humanité", Besançon,
1949; 2ª ed., Archè, Milán, 1976.
"Le Cycle Judéo-Chrétien", Arché, Milán,
1983).
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