EL MANUSCRITO COOKE
El Manuscrito
Cooke fue redactado a principios del siglo XV en inglés, aunque algunos
investigadores lo hacen remontar al año 1490. Fue publicado por primera vez en
1841 bajo el título de Historia y Artículos de la Masonería. Probablemente
todavía en uso en el siglo XVII, contiene una parte normativa dividida en nueve
artículos y nueve puntos, precedida de una narración mítica de los orígenes de la
Masonería, cuya estructura sirvió de base al pastor Anderson para redactar sus
Constituciones de 1723.
Demos gracias a
Dios, nuestro Padre Glorioso, creador del Cielo y de la Tierra y de todo lo que
está en ellos y que Él conoce [en virtud] de Su Gloriosa Divinidad. Él hizo
todas las cosas para ser obedecido, y muchas de ellas en beneficio de la
Humanidad; les ordenó someterse al hombre, porque todas las cosas que son
comestibles y de buena calidad [sirven] para el sostén del hombre. Y también ha
dado al hombre inteligencia y habilidad en diversas cosas, y el Arte, por medio
del cual podemos viajar por este Mundo para procurarnos la subsistencia, para
hacer muchas cosas por la Gloria de Dios y también para nuestra tranquilidad y
provecho. Si debiese enumerar todas estas cosas, sería demasiado largo de decir
y de escribir.
Mostraré una de
ellas, aunque me deje otras: esto es, de qué modo comenzó la Ciencia de la
Geometría, y quiénes fueron los creadores de ella y de otras Artes, como se
revela en la Biblia y en otras Historias. Voy a narrar, como he dicho, cómo y
de qué modo comenzó esta digna Ciencia de la Geometría.
Has de saber que hay
siete Ciencias Liberales, y luego sabrás por qué son llamadas de esta manera; y
por qué de estas siete primeras derivan todas las Ciencias y Artes del Mundo, y
especialmente por qué aquella, la Ciencia de la Geometría, es el origen de
todas.
En cuanto a la
primera, que es llamada el fundamento de la Ciencia, es la Gramática, que
enseña al hombre a hablar y a escribir en modo justo. La segunda es la
Retórica, que enseña al hombre a hablar decorosamente de manera justa. La
tercera es la Dialéctica, y ella enseña al hombre a discernir lo verdadero de
lo falso, y es llamada comúnmente Arte o [Filosofía]. La cuarta es llamada
Aritmética, y enseña al hombre al Arte de los números, para calcular y contar todas
las cosas. La quinta es la Geometría, que enseña al hombre los límites y la
medida y la ponderación de los pesos de todas las Artes humanas. La sexta es la
Música, que enseña al hombre el Arte del canto en las notas de la voz y del
órgano, de la trompa, del arpa y de todos los demás instrumentos.
La séptima es
la Astronomía, que enseña al hombre el curso del Sol y de la Luna y de las
restantes Estrellas y Planetas del Cielo. Nuestro principal fin consiste en
tratar del primer fundamento de la excelente Ciencia de la Geometría, y de
quiénes fueron sus fundadores; como dije al principio, hay siete Ciencias
Liberales, es decir, siete Ciencias o Artes que son libres en sí mismas, las
cuales siete viven solamente por medio de la Geometría.
Y la Geometría
es, como se dice, la medida de la Tierra: "Et sic dicitur a geoge pin Px
ter a Latine e metrona quod est mensura. Unde Geometria i mensura terre vel
Terrarum", o sea, que la Geometría es, como he dicho, Geo, la tierra, y
metron, medida, y, así, el nombre de Geometría es compuesto, y se llama medida
de la Tierra.
No te
maravilles de que haya dicho que todas las Ciencias viven sólo por la Ciencia
de la Geometría, porque ninguna de ellas es artificial [que presuponga, como la
Geometría, al artifex]. Ningún trabajo que el hombre haga es realizado sino por
medio de la Geometría; una importante razón: si un hombre trabaja con las
manos, trabaja entonces con cualquier tipo de utensilio, y no hay ningún instrumento
hecho de cosas materiales de este Mundo que no provenga de la Tierra y a la
Tierra retorne, y no existe instrumento, esto es, utensilio para trabajar, que
no posea proporciones. Y proporción es medida, y utensilio, o instrumento, es
Tierra. Por ello puede decirse que los hombres de este Mundo viven por el
trabajo de sus manos.
Muchas otras
pruebas te he dado sobre por qué la Geometría es la Ciencia de la que viven
todos los hombres razonables, pero esta vez no lo dejaré al largo proceso de la
Escritura.
Y ahora procederé
con mi argumento; comprenderás que de entre todas las Artes del Mundo, [la más
importante] es el Arte del Hombre; el Arte de la construcción tiene la mayor
importancia y la mayor parte en la Ciencia de la Geometría, como está escrito y
dicho en la Storia, en la Biblia, en el Polycronicon, una crónica ilustrada, y
en la Historia de Beda, en De Immagine Mundi y en el Ethimologiarum de Isidoro,
en Metodio, obispo y mártir, y en muchos otros; digo que la Masonería es el
principal [Arte] de la Geometría, como pienso que bien puede decirse, porque
fue la primera en ser creada; como se dice en la Biblia, en el libro I del
Génesis, capítulo 4. Y también todos los Doctores mencionados lo dicen, y
algunos de ellos más abierta y simplemente [respecto] a como está dicho en la
Biblia. El Hijo directo de la estirpe
de Adán, descendiente de las siete generaciones de Adán, antes del Diluvio, fue
un hombre llamado Lameth, que tenía dos mujeres; de la primera, Ada, tuvo dos
hijos: uno llamado Jabal y otro Jubal. El mayor, Jubal, fue el primer fundador
de la Geometría y de la Construcción y construyó casas y es llamado en la
Biblia "pater habitancium in tentoriis atque pastorum", es decir, padre
de los hombres que viven en tiendas, o sea, en casas. Y fue maestro de Caín y
jefe de todos sus trabajadores cuando hizo la Ciudad de Enoc, que fue la
primera ciudad nunca construida y que Caín entregó a su hijo y la llamó Enoc. Y
ahora es llamada Ephraim.
Y la Ciencia de
la Geometría y de la Masonería fue por primera vez empleada e inventada como
Ciencia y Arte, y por ello podríamos decir que fue el origen y el fundamento de
todas las Artes y las Ciencias, y este hombre, Jabal, fue llamado "Pater
pastorum". El maestro de la Historia y Beda, De Immagine Mundi,
Polycronicón y muchos otros dicen que por primera vez él hizo la repartición de
la Tierra, de modo que cada hombre pudiera individuar (conocer) su campo y su
trabajo. Y dividió también rebaños y ovejas, y por eso podemos decir que fue el
primer fundador de esta Ciencia.
Y su hermano
Jubal o Tubal fue el fundador de la Música y del canto, como afirma Pitágoras
en el Polycronicón, y el mismo Isidoro en sus Etimologías; en su I libro dice
que fue el primer fundador de la música y del canto, del órgano y de la trompa,
y que encontró la ciencia del sonido por los golpes de los metales gracias a su
hermano Jubalcaín.
La Biblia dice
en verdad en el capítulo IV del Génesis que Lameth tuvo de otra mujer llamada
Zillah un hijo y una hija. Sus nombres eran Tubalcaín, el hijo, y la hija fue
llamada Naamah y, como dice el Polycronicón, fue la mujer de Noé; que esto sea
o no verdad, no lo sabemos.
Te digo que
este hijo, Tubalcaín, fue el fundador del Arte de la Herrería y de todas las
Artes de los metales, esto es, del hierro, del oro y de la plata, como dicen
algunos Doctores, y su hermana Naamah fue la fundadora del Arte del Tejido;
hilaban el hilo y laboraban el hierro y se haían vestidos como podían, pero la
mujer Naamah encontró el Arte del tejido, que es ahora llamado el Arte de las
mujeres; y estos tres hermanos sabían que Dios se vengaría del pecado, o con el
fuego o con el agua, y pusieron el mayor cuidado para salvar las Ciencias que habían
encontrado, y se aconsejaron entre ellos; y, gracias a su ingenio, se dijeron
que había dos tipos de piedra de tal cualidad que la primera jamás podía ser
quemada, y esta piedra es llamada mármol, y que la otra piedra no podía ser
hundida, y esta piedra era llamada laterus. Y por ello idearon escribir todas
las ciencias que habían encontrado en estas dos piedras, de manera que si Dios
se vengaba con el fuego el mármol no fuera quemado, y si Dios se vengaba con el
agua la otra piedra no se hundiera. Y por ello rogaron al hermano mayor de
Jabal que construyera dos columnas con estas dos piedras, esto es, mármol y
laterus, y que esculpiera en los dos pilares todas las Ciencias y las Artes que
habían hallado. Y así se hizo, y por ello podemos decir que fueron muy hábiles
en la ciencia que se inició y que persiguió su fin antes del Diluvio de Noé:
sabiendo que la venganza de Dios se produciría, sea con el fuego o con el agua,
los hermanos 96como por una especie de profecía- sabían que Dios ordenaría una,
y por ello escribieron en las dos piedras las siete Ciencias, pues pensaban que
la venganza llegaría. Y ocurrió que Dios se vengó y hubo un tal Diluvio que
todo el Mundo fue sumergido y murieron todos menos ocho personas. Y fueron Noé
y su mujer y sus tres hijos y sus mujeres, y de estos hijos procede todo el
Mundo. Y [los tres hijos] fueron llamados de este modo: Sem, Cam y Japhet. Y
este Diluvio fue llamado el Diluvio de Noé, porque sólo se salvaron él y sus hijos.
Y muchos años
después del Diluvio, como narra la Crónica, estas dos columnas fueron halladas
y, como dice el Polycronicón, un gran doctor llamado Pitágoras encontró una, y
Hermes, el filósofo, encontró la otra, y enseñaron las ciencias que en ellas
hallaron escritas. Cualquier Crónica, la Storia y muchos otros doctos y principalmente
la Biblia testimonian de la construcción de la Torre de Babel, y está escrito
en la Biblia, Génesis, capítulo X, que Cam, hijo de Noé, generó a Nimrod, y que
éste se convirtió en un hombre fuerte como un gigante y que fue un gran Rey. Y
el inicio de su Reino fue el del verdadero Reino de Babilonia, de Arach y
Archad y Calan y de la Tierra de Senaar. Y este mismo Nimrod inició la
construcción de la Torre de Babilonia, y enseñó a sus obreros el Arte de la medida,
y tenía muchos constructores, más de cuarenta mil. Y los amaba y los tenía en
gran estima. Y esto está escrito en el Polycronicón y en otras Historias, y en
parte atestiguado en la Biblia, en el capítulo X del Génesis, donde se dice que
Asur, que era un pariente vecino de Nimrod, salió de la Tierra de Senaar y construyó
la Ciudad de Nínive y de Plateas y muchas otras, y así dice: "De Terra
illa i de Sennam egressus est Asure e edificauit Nunyven e Plateas civitatis e
Cale e Jesen quoque inter Nunyven e hec est civitas magna".
La razón quiere
que digamos abiertamente cómo y de qué modo fue fundado el oficio de la
construcción, y quién fue el primero en darle el nombre de Masonería. Y
deberías saber lo que está dicho y escrito en el Polycronicón y en Metodio,
obispo y mártir, que Asur, que fue digno Señor de Senaar, pidió al Rey Nimrod
que le enviara masones y operarios del Oficio que pudieran ayudarle a construir
la ciudad que deseaba edificar. Y Nimrod le envió trescientos masones. Y cuando
debían partir, les llamó ante sí, y les dijo esto: "Debéis acudir ante mi
primo Asur para ayudarle a construir una ciudad, pero vigilad de que esté bien
dirigida; os voy a dar un encargo provechoso para vosotros y para mí. Cuando
lleguéis ante este Señor, procurad ser tan leales hacia él como lo sois
conmigo; haced como si fueseis hermanos, y permaneced lealmente unidos; y que aquel
que tenga mayor habilidad enseñe a su compañero y se guarde de guiarle contra
vuestro Señor, para que así yo pueda recibir mérito y agradecimiento por
haberos enviado ante él y por haberle enseñado el Arte". Y ellos
recibieron el encargo de su patrón y Señor y llegaron ante Asur y construyeron
la ciudad de Nínive, en el País de Plateas, y otras ciudades entre Cale y
Nínive. Y de este modo, el Arte de la construcción fue engrandecido e impuesto
como ciencia.
Los primeros
antepasados de nosotros, los masones, tuvieron esta responsabilidad, como está
escrito en nuestros Deberes, y también como lo hemos visto escrito ya en
francés, ya en latín, y en la historia de Euclides; pero ahora diremos de qué
manera Euclides llegó a tener conocimiento de la geometría, así como está escrito
en la Biblia y en otras historias. En el capítulo 12 del Génesis se dice que
Abraham llegó a la Tierra de Canaan y nuestro Señor se le apareció y le dijo:
"Os daré esta Tierra a ti y a tu descendencia", pero hubo una gran
carestía sobre la Tierra y Abraham tomó a Sara, su mujer, con él, y marchó
hacia Egipto en peregrinación, y mientras duró la carestía ellos permanecieron allí.
Y Abraham, como dice la Crónica, era un hombre sabio y un gran Doctor y conocía
las siete Ciencias y enseñó a los egipcios la Ciencia de la Geometría. Y este
digno Sabio Euclides fue su alumno y aprendió de él. Y ellos le dieron por
primera vez el nombre de Geometría, pues antes no tenía este nombre. Así, se dice
en las Ethimologiarum de Isidoro, en el libro 5, capítulo I, que Euclides fue uno
de los fundadores de la Geometría, y que le dio este nombre porque en aquel
tiempo había un río en Egipto, el Nilo, que creció hasta tal punto en la tierra
que los hombres no podían habitarla.Por eso, este digno estudioso, Euclides,
les enseñó a hacer grandes muros y fosos para retener el agua, y ellos, con la
Geometría, midieron la tierra y la dividieron en muchas partes, y cada uno
cerró su parte con muros y fosos, y por eso la tierra se hizo fértil y dio todo
tipo de frutos y de jóvenes, de hombres y de mujeres; pero eran tantos los
jóvenes que no podían vivir bien. Y los gobernantes, Señores del País, se
reunieron en Consejo para ver cómo ayudar a sus hijos que no habían encontrado
sustento. Y en este Consejo estaba este digno Docto Euclides, y cuando vio que
no podían decidir sobre la cuestión, les dijo: "Tomad a vuestros hijos y
ponedlos bajo mi mando, y yo les enseñaré una ciencia tal que vivirán con ella
de los Señores, a condición de jurar que me serán fieles, y yo haré esto por
vosotros y por ellos". Y el Rey y todos los Señores se lo garantizaron. Y
ellos llevaron a sus hijos ante Euclides para que les dirigiese a su placer, y
él les enseñó este Arte, la Masonería, y le dio el nombre de Geometría, a causa
de la división del terreno que había enseñado a la gente en el tiempo de la
construcción de las murallas y los fosos, e Isidoro dice, en el Ethimologiarum,
que Euclides la llamó Geometría. Y él les dio el deber de llamarse uno a otro
Compañero, y no de otra manera, porque pertenecían a un mismo Arte y eran de
sangre noble e hijos de Señores. Y que el más hábil debía ser el guía en el
trabajo, y ser llamado Maestro, y le atribuyó otros cometidos que están
escritos en el Libro de los Deberes. Y así ellos trabajaron con los Señores de
la Tierra, y construyeron Ciudades, Castillos, Templos y Palacios. En ese
tiempo los hijos de Israel que habitaban en Egipto aprendieron el Arte de la Masonería.
Y luego, cuando fueron conducidos fuera de Egipto, llegaron a la Tierra de
Behest, que ahora se llama Jerusalén. Y el Rey David inició la construcción del
Templo de Salomón. El Rey David amaba a los Masones, y les dio derechos como
antes no tenían. Y en la construcción del Templo, en tiempos de Salomón, como
se dice en la Biblia, en el 3º Libro Regum in tercio Regam, capítulo quinto, Salomón
tenía ochenta mil constructores a su servicio. Y el hijo de Tiro era su jefe. Y
en otras crónicas y en otros libros de Masonería se dice que Salomón les
confirmó el encargo que David, su padre, había dado a los masones. Y el propio
Salomón les enseñó en formas poco distintas de las usadas ahora. Y de allí esta
importante ciencia fue llevada a Francia y a otras Regiones.
Hubo en un
tiempo un digno Rey de Francia llamado Carolus Secundus, esto es, Carlos II, y
este Carlos fue elegido Rey de Francia por la Gracia de Dios y por su estirpe.
Y este mismo Rey Carlos era masón antes de ser Rey, y cuando llegó a Rey amó a
los masones y les tuvo en gran estima, y les dio deberes y reglamentos conforme
a su designio, y algunos de ellos todavía están en uso en Francia; y él mismo estableció
que deberían reunirse en Asamblea una vez al año para hablar entre sí, Maestros
y Compañeros, y para [deliberar quién] había de guiarles y [para enmendar]
todas las cosas equivocadas. Y poco
después san Adabelio llegó a Inglaterra y convirtió a san Albano al
Cristianismo. Y san Albano amaba a los masones y les dio por primera vez
encargos y usos en Inglaterra. Y les fijó un tiempo conveniente para pagarles
el trabajo. Y después hubo un importante Rey en Inglaterra llamado Athelstan, y
su hijo más joven amaba la Ciencia de la Geometría, y sabía bien que el Arte
manual del Oficio practicaba la Ciencia de la Geometría como los masones, por
lo que los [reunió] en Consejo y adoptó la práctica de esta ciencia a la especulación,
porque en la especulación era maestro y amaba a la Masonería y a los masones. Y
él mismo se hizo masón y les dio encargos y nombres que todavía están en uso en
Inglaterra y en otros Países. Y estableció que [los masones] deberían ser
pagados razonablemente por su trabajo, y consiguió un decreto del Rey que [sancionó]
el derecho a que se reunieran en Asamblea cuando creyeran que ha pasado un
período razonable, y que vinieran [a escuchar] a sus Consejeros, como está
escrito y se enseña en el Libro de nuestros encargos y deberes, por lo que dejo
ya el argumento. Los Hombres de bien, por este motivo y de este modo, [hicieron
así que] la Masonería comenzase.
Ocurría a veces
que los grandes Señores no tenían grandes posesiones, así que no podían ayudar
a sus hijos nacidos libres, porque tenían muchos, y por eso se aconsejaron
sobre cómo podían ayudarles, y establecer que pudieran vivir honestamente. Y
les enviaron a Sabios Maestros de la importante Ciencia de la Geometría, de
modo que ellos, con su sabiduría, pudieran dar a los hijos una honesta manera
de vivir. Por eso uno de ellos, llamado Englet, que fue un muy agudo y sabio
fundador, estableció un Arte y lo llamó Masonería, y así, con su Arte, instruyó
a los hijos de los grandes Señores a requerimiento de los padres y con la libre
voluntad de los hijos; cuando fueron instruidos con gran cuidado, después de un
cierto período, no todos fueron igualmente capaces, por lo que dicho Maestro
Englet determinó que todos los que terminaran [el aprendizaje] con habilidad deberían
ser admitidos [en el oficio] con honor, y llamó al maestro más hábil para
instruir a los maestros menos hábiles, y fueron llamados maestros por la
nobleza de su ingenio y por su habilidad en el Arte. De este modo, dicho Arte,
iniciado en la Tierra de Egipto, se propagó de Tierra en Tierra, de Reino en
Reino.
Después de
muchos años, en el tiempo del Rey Athelstano, que fue Rey de Inglaterra, sus
Consejeros y otros Grandes Señores, de común acuerdo, por graves culpas
lanzadas contra los masones, establecieron una cierta regla para ellos; una vez
al año, o cada tres años [si ello respondía] a los deseos del Rey y de los
Grandes Señores del País y del pueblo, de provincia en provincia, y de país en
país, se reunirían en Asamblea todos los masones y compañeros de dicho Arte, y
en tales reuniones los Maestros serían examinados sobre los artículos [de la
Constitución] que fueron luego escritos, y se hábiles, para ventaja de su
Soberano y para honor de su Arte. Y además se estableció que deberían cumplir
bien su encargo de emplear los bienes, pequeños o grandes, de sus Señores,
porque de ellos percibían la compensación por su servicio y su trabajo. El
primer artículo es éste: que cada maestro de este Arte debe
ser sabio y leal hacia el Señor a quien sirve; y no pagar
a ningún obrero más de lo que él piense que se merezca, distribuyendo sus beneficios
verdaderamente como quisiera que fuesen dispensados los suyos, tras haber
[tenido en cuenta] la escasez de grano y de víveres en el País, y no otorgando
ningún favor, para que todos sean recompensados según su trabajo.
El segundo
artículo es éste: que cada maestro de este Arte deberá ser informado antes de
entrar en su Comunidad; que sean [recibidos] como conviene; que no puedan ser
excusados [de su ausencia], sino sólo por algún motivo [válido]. Pero si son
hallados rebeldes [frente a] tal Comunidad, o culpables, en cualquier modo, de
daño hacia los propios Señores, los culpables en este Arte no serán perdonados
de ningún modo [y serán juzgados, y se verificará] su expulsión, y aunque se
hallen (en peligro de muerte), [o enfermos], sin riesgo de muerte, se avisará
al maestro que sea el jefe de la Asamblea, [quien deberá juzgarle].
El tercer
artículo es éste: que ningún maestro tome a un aprendiz por un período menor de
siete años por lo menos, porque en un plazo menor no puede llegar propiamente a
su Arte, y por consiguiente será incapaz de servir lealmente a su Señor y de
comprender [el Arte] como un masón debe comprenderlo.
El cuarto
artículo es éste: que ningún maestro tome para instruir, sin provecho, a algún
aprendiz al que esté unido con vínculos de sangre, ya que, a causa de su Señor,
al cual está ligado, lo distraerá de su Arte y podrá llamarlo ante sí fuera de su
Logia y del lugar donde trabaja; porque sus compañeros quizá le ayuden y
combatan por él, y de aquí podría derivarse un homicidio 96lo que está
prohibido- y también por motivo de que su Arte se inició con los hijos de
Grandes Señores nacidos libres, como ya ha sido dicho.
El quinto
artículo es éste: que ningún maestro envíe a su aprendiz, durante el tiempo de
su aprendizaje, a otro, pues ningún provecho puede salir de ello, y aunque
piense que pueda agradar a su nuevo Señor, más importante es el provecho que
podrá sacar el Señor del lugar en el cual ha sido adiestrado en su enseñanza.
El sexto
artículo es éste: que ningún maestro, por codicia o provecho, tome aprendices
para enseñarles cosas imperfectas, y que tengan mutilaciones, por lo cual no
puedan trabajar realmente como deberían.
El séptimo
artículo es éste: que ningún maestro sea visto ayudando, o protegiendo, o
siendo el sostenedor de ningún ladrón nocturno, por el cual [a causa del hurto]
sus compañeros no puedan cumplir el trabajo diario y no puedan organizarse.
El octavo
artículo es éste: que no ocurra que ningún masón, que sea perfecto y hábil,
venga a buscar trabajo y encuentre un modo de trabajar imperfecto e incapaz; el
maestro del lugar recibirá al masón perfecto y echará al imperfecto para
ventaja de su Señor.
El noveno
artículo es éste: que ningún maestro tomará el puesto de otro, porque se ha
dicho, en el Arte de la construcción, que nadie deberá terminar un trabajo
comenzado por otro, para ventaja de su Señor; así que quien lo ha iniciado
[tiene el derecho de] terminarlo a su modo, y sean cuales sean sus métodos.
Esta resolución
ha sido adoptada por varios Señores y maestros de diversas provincias y
Asambleas de Masonería, y dice así:
El primer
punto: es necesario que todos los que deseen ser Compañeros del mencionado Arte
juren por Dios, por la Santa Iglesia y por todos los Santos, ante su maestro y
sus Compañeros y hermanos.
El segundo
punto: él [el Compañero] debe cumplir su trabajo diario en razón de lo que le
sea pagado.
El tercer
punto: él [debe aceptar] las resoluciones de sus compañeros en la Logia y en
Cámara y en cualquier otro lugar.
El cuarto
punto: no engañará a su Arte, ni lo perjudicará, o sostendrá afirmaciones
contra el Arte o contra alguien del Arte, sino que lo mantendrá con dignidad,
porque él puede.
El quinto
punto: cuando reciba su paga, la tomará humildemente, ya que el maestro ha
establecido el tiempo del trabajo, y el resto [por él] ordenado está permitido.
El sexto punto:
si una discordia cualquiera surge entre él y sus compañeros, deberá obedecer
humildemente y permanecer a las órdenes del maestro, o, en su ausencia, del
Vigilante [designado] por el maestro; en la siguiente fiesta religiosa se
pondrá a disposición de los Compañeros; no en un día laborable, dejando el
trabajo y el provecho de su Señor.
El séptimo
punto: Que no desee a la mujer ni a la hija de su maestro o de sus compañeros;
y si está casado, que no tenga concubina, porque podrían surgir discordias
entre ellos.
El octavo punto: si ocurre que es nombrado
Vigilante por su maestro, que sea un seguro transmisor entre su maestro y sus
compañeros; y, en ausencia de su maestro, que lo sustituya con empeño, por el
honor del maestro y para ventaja del Señor a quien sirve.
El noveno
punto: si fuese más sabio y agudo que el compañero que trabaja con él en la
Logia o en cualquier otro sitio, y si percibe que el otro debe dejar la piedra
sobre la que está trabajando por falta de habilidad, y que puede enseñarle a corregir
la piedra, deberá instruirlo, para que el amor crezca entre ellos y el trabajo
del Señor no se eche a perder.
Sobre la Asamblea de Justicia.
Cuando el
maestro y los compañeros sean avisados y lleguen a tales Asambleas, si es
preciso serán invitados a participar, junto a los compañeros y el maestro de la
Asamblea, el sheriff del Condado, o el alcalde de la Ciudad, o el Consejero más
anciano de la Ciudad en la que se celebra la Asamblea, para servir de ayuda
contra los rebeldes y para mantener el derecho del Reino.
Al principio
[entran en el Oficio] hombres nuevos que nunca han sido culpables, de modo que
no sean nunca ladrones, o [cómplices] de los ladrones, y que desarrollen su
trabajo diario por la recompensa que de su Señor reciben, y un verdadero
resumen den a sus Compañeros de las cosas que deben ser explicadas y
escuchadas, y les amen como a sí mismos. Y deben ser fieles al Rey de
Inglaterra y al Reino, y atenerse, con todas sus fuerzas, a los artículos
mencionados.
Después de esto
se indagará si algún maestro o compañero, que haya sido instruido, ha
infringido algún artículo, y allí se establecerá si ha hecho nunca tales cosas.
Por ello, vale decir, si algún maestro o compañero, que haya sido avisado [de
la acusación] antes de venir a tal Asamblea, se rebela y no acude, o bien haya transgredido
algún artículo, si esto se demuestra, deberá renegar de su [pertenencia] a la
Masonería, y no podrá usar jamás de su Arte. Y si osa practicarlo, el Sheriff
del país en el que haya sido encontrado trabajando deberá meterlo en prisión y
poner todos sus bienes en manos del Rey hasta que le sea mostrada y concedida
la gracia.
Por este
motivo, [los participantes] en esta Asamblea establecerán que tanto el más bajo
como el más alto deben ser lealmente servidores de su Arte en todo el Reino de
Inglaterra.
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