AGUSTÍN LÓPEZ: NOTA
BIO-BIBLIOGRÁFICA SOBRE HENRY CORBIN
Henry Corbin nació en
Paris en 1903 y murió en 1978. Ocupó la cátedra de islamismo de la Sección de
ciencias religiosas de la Escuela práctica de estudios superiores de la
Sorbona, sustituyendo a su amigo y maestro Louis Massignon; fue fundador y
director del Departamente de iranología del Instituto franco-iraní de Teherán;
colaborador asiduo del Círculo Eranos, en Ascona; profesor de historia de la
teología y la filosofía islámicas en la Universidad de Teherán; fundador de la
Universidad San Juan de Jerusalén, centro internacional de investigación
comparada; fundador y director de la Bibliothéque Iranienne que publicó
numerosos textos filosóficos en árabe y en persa inéditos hasta entonces, etc.
La obra de Henry Corbin es
inmensa, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo, y,
aunque centrada en el islamismo iranio, aborda también otros temas y autores
relacionados con el destino transcendente del hombre; en efecto, notables son
sus escritos sobre Lutero, Hamann, Boehme, Swedemborg, Oetinger, Barth, etc., es
decir, sobre la tradición espiritual protestante. Fue uno de los primeros en
ocuparse del existencialismo y la fenomenología en Francia y tradujo por
primera vez a Heidegger al francés.
"El mérito inmenso de
Heidegger -dirá Corbin- fue haber centrado en la hermenéutica el acto mismo de
filosofar". Y esta preocupación central por la hermenéutica la conservará
Corbin al enfrentarse con lo que constituye el núcleo indiscutible de su tarea
intelectual: la exhumación del legado filosófico islámico-iranio y, más
particularmente, shiita. Ediciones de antiguos textos inéditos, traducciones
del árabe y del persa y numerosos estudios comparados forman el legado
corbiniano en el que destaca -en palabras de J.A. Antón- "su inusitada
penetración intuitiva para captar la médula transcendente de los textos, lo
que hace de su obra una síntesis excepcional entre rigor científico y
discernimiento espiritual"
Es prácticamente
imposible, en el espacio de que aquí disponemos, tratar de situar a Corbin
dentro del "pensamiento tradicional" con un mínimo de rigor y
precisión. Podría decirse que representa una trayectoria convergente pero
distinta a la definida por Guénon, Schuon, Coomaraswamy, etc. Un estudio
comparativo a fondo de ambas perspectivas está -que sepamos- todavía por hacer.
Fredérick Tristan asociaba a Guénon con la vía seca y a Corbin con la vía
húmeda. De forma meramente sugerente u orientativa, podríamos hablar
comparativamente -y con las debidas reservas- de un cierto
"esencialismo" guenoniano frente al "existencialismo"
corbiniano; si la perspectiva de Guénon se centra, por decirlo así, en el
Principio inmutable, la de Corbin lo hace en el devenir que actualiza al
Principio.
Con la brevedad que las
circunstancias exigen, queremos no obstante deshacer lo que entendemos es un
equívoco que acompaña con frecuencia a este autor. Nos referimos a las
etiquetas de "mera erudición", "saber universitario",
etc., que con frecuencia se le cuelgan a su obra. Si bien es cierto que Corbin
se movió siempre en los ambientes universitarios, que sus criterios
expositivos formales se ajustan a los cánones más estrictamente académicos
(como también ocurría, por otra parte, con A.K. Coomaraswamy, por ejemplo) y
que en su entorno se mueven personajes más o menos fronterizos entre la
filosofia académica y el esoterismo, incluso desde una ojeada superficial a
sus obras, puede percibirse el abismo que separa a Corbin del orientalismo
"oficial": el ta 'wil, el término árabe que mejor se ajusta a
hermenéutica y el eje en torno al cual Corbin despliega su tarea, implica
"reconducir cada fenómeno a su fuente, a su arquetipo" y "en ese
camino hay una multiplicidad de niveles hermenéuticos que corresponden a otros
tantos niveles del ser". Adentrándose en esa diversidad de niveles de interpretación,
Corbin deja atrás el análisis legalista y literalizante para penetrar en la
profundidad espiritual, forzosamente oculta en la dimensión simbólica de los
textos. Tampoco está de más recordar que Corbin no ha ahorrado sus críticas,
sin la menor sombra de ambiguedad, a la secularización y occidentalización del
mundo islámico tradicional, así como su propuesta de una "caballería
espiritual" -esencialmente idéntica a la "élite intelectual"
que proponía Guénon- como respuesta a la caótica situación engendrada por la
modernidad. Si quienes se encuentran más familiarizados con Guénon -y los
autores que se sitúan en su órbita- son capaces de superar las diferencias
terminológicas y se plantean una comprensión global de la obra de Corbin sin
actitudes hipercriticas hacia aspectos fragmentarios o más o menos secundarios,
es posible que encuentren en Corbin una importante fuente para enriquecer su
propia perspectiva.
Renunciando, en todo caso,
a condensar su pensamiento, nos limitaremos a señalar que los dos polos de su
atención son, por una parte, las tres ramas de la tradición abrahámica y, por
otra y fundamentalmente, el mundo iranio tanto preislámico como islámico.
Corbin subraya la continuidad entre todas estas tradiciones desde la
perspectiva del común sustrato gnóstico que, según él, constituye su esencia
primigenia. Pero es siempre el Islam iranio, el shiísmo, el centro de su
esfuerzo intelectual; y dentro del shiísmo, sus dos ramas fúndamentales: la
duodecimana y la ismailí. Corbin no infravaloró, naturalmente, el sufismo, pero
ve en la gnosis shiíta el origen del esoterismo y la mística islámica.
Aparte de sus libros de
ensayo, la mayor parte de los cuales son recopilaciones de sus trabajos para
el Círculo Eranos, no podemos silenciar sus publicaciones de antiguos textos
filosóficos en árabe y en persa, la mayor parte de ellos inéditos, rescatados
por Corbin tras una larga y paciente labor de búsqueda entre manuscritos
olvidados por bibliotecas oficiales o privadas a lo largo y ancho del Irán. En este
sentido, su coleción "Bibliothéque Iranienne" (Teherán-Paris), con
casi treinta volúmenes, es un auténtico hito en la historia de los estudios
orientales.
Mención aparte merece la
labor de la Universidad San Juan de Jerusalén, fundada por él en 1974. Se trata
de un centro internacional de investigación comparada en torno a las religiones
del Libro, en la que colaboraron asiduamente investigadores como Gilben
Durand, Jean Brun, Marie Madeleine Davy, Antoine Faivre, Cliristian Jambet,
Pierre Deghaye, Jean Francois Marquet, Bernard Gorceix, etc. Sus trabajos se
publicaron anualmente en los Cahiers de l´Université Saint-Jean de Jérusalem
entre 1974 y 1988.
BIBLIOGRAFÍA
Ensayos:
Histoire de la
philosophie islamique, Gallimard, Paris, 1986 (Historia de la filosofía
islámica, Trotta, Madrid, 1994. La segunda parte de esta obra figura
también en Historia de la filosofía, vol. 11, Siglo XXI, Madrid, 1981.
L 'Homme et son
Ange: initiation et chevalerie spirituelle, Fayard, Paris, 1983 [El
hombre y su ángel: iniciación y caballerta espiritual, Destino, Barcelona,
1994].
L 'imagination
créatrice dans le soufisme d'Ibn 'Arabî, Flammarion, Paris, 1977 [La imaginación
creadora en la obra de Ibn 7Arabi, Destino, Barcelona, 1993].
Avicenne et le récit
visionnaire, Berg International, Paris, 1979 [Avicena y el relato
visionario, Paidós Ibérica, Barcelona, 1995).
Ternps cyclique et
gnose ismaélienne, Berg International, Paris, 1982.
L 'Homme de lumière
dans le soufisme iranien, Présence, Chambéry, 1971.
Corps spirituel et
Terre céleste: de 1 'Iran mazdéen a l'Iran shiíte, Buchet Chastel, Paris,
1981. (Cuerpo espiritual y Tierra eddxxxxxxxxxceleste, Siruela, Madrid,
1996).
La paradoxe du
monothéisme, L'Herne, Paris, 1986.
Face de Dieu, Face
de 1'homme: herméneutique et soufisme, Flammarion, Paris, 1983.
Temple el
contemplation, Flammarion, Paris, 1981.
Philosophie
iranienne el philosophie comparée, Buchet-Chastel, 1977.
En Islam iranien:
aspects spirituels el philosophiques, 4 vols., Gallimard, Paris,
1978.
La philosophie
iranienne islamique aux XVIIe et XVIIIle siécles, Buchet-Chastel, París,
1981.
L 'Iran et la philosophíe, Fayard, Paris,
1990.
Traducciones de textos
con introducciones, o comentarios (selecci6n):
L 'Archange empourprée: quinze traités et récits
mystiques de Sohravardi, Fayard, Paris, 1976.
Alchimie comme art
hiératique, L'Herne, París, 1986.
Trilogie
ismaélienne, Adrien-Maisonneuve, Teherán-Paris, 1961.
Rûzbehân Bâqlî Shîrâzi,
Le Jasmin des Fideles d'amour, Adrien-Maisonneuve, Teherán-Paris, 1958.
Haydar Amoli, La philosophie
shîite. Le texte des textes (en colaboración con Osman Yahyâ), Adrien
Maisonneuve, Teherán-Paris, 1969.
Mollâ Sadrâ Shîrâzî, Le
Livre des pénétrations métaphysiques, Adrien-Maisonneuve,
Teherán-Paris, 1964.
Artículos o trabajos
breves traducidos al castellano:
"El sueño
visionario en la espiritualidad islámica", en Los sueños y las sociedades
humanas, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1965.
"Teología a la
orilla del lago", en Cielo y Tierra 8, Barcelona, 1984.
"Para el concepto
de una filosofla irano-islámica>, en Al-Andalus 34, Madrid, 1969.
"Templo y
contemplación" (Epílogo de la obra homónima), en Axis mundi 1,
Arenas de San Pedro (Avila), 1994.
"Mundus
Imaginalis: lo imaginario y lo imaginal" (I y II) (capítulo de Face de
Dieu, Face del homme), en Axis mundí 4 y 5, Arenas de San Pedro
(Avila), 1995.
Libros o artículos en castellano sobre
Henry Corbin:
Christian Jambet, La lógica
de los orientales, Fondo de cultura económica, México, 1989.
J.A. Antón Pacheco,
"René Guénon y Henry Corbin: dos formas convergentes de enfocar lo
oriental", en Boletín de la Asociación española de
orientalistas, 1983.
J.A. Antón Pacheco,
"Aproximaciones a Eranos", en Epimelia 1-2, Buenos Aires, 1992
y Symbolos 3, Barcelona, 1992.
Para una bibliografia exhaustiva,
incluyendo artículos, conferencias, colaboraciones, traducciones, etc., véase Henry
Corbin (Cahiers de 1 'Herne 39), L'Herne, Paris, 1981. Este volumen, que
incluye textos de H. Corbin y de diversos autores, proporciona, además, una
magnífica visión sobre el sentido global de su obra.
(Publicado en "Axis Mundi", nº
5, Arenas de S. Pedro, otoño de 1995).
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