ENTREVISTA
A DANIEL FONTAINE, DE LA GRAN LOGIA NACIONAL FRANCESA
Revista
INDICE, julio-agosto de 1976.
-Señor Fontaine. ¿puede
decirnos de dónde procede la masonería?
-El origen de las
corporaciones o de los “constructores” se pierde en la noche de los tiempos.
Los iniciados que construían el templo, lugar sagrado por excelencia, conocían
los secretos de la metafísica que fundamenta este tipo de construcción, pero
digamos que en Occidente la masonería especulativa, tal como la conocemos en
la actualidad, desciende de las hermandades de la Edad Media. Estas fueron las que
levantaron las catedrales de Francia y Europa, protegidas por la Orden del
Temple y por ciertas exenciones fiscales o franquicias en las ciudades; de ahí
procede su nombre de “franc-masones” o free-masons”.
-¿Y por qué estaban
protegidos por esta Orden del Temple?
-En Occidente, la Edad Media
se caracteriza por la tentativa de restauración de lo que llamamos la
sociedad tradicional, estructurada
jerárquicamente desde la “cumbre”. En ella estaban situados los sacerdotes
que ejercían una influencia directísima sobre la caballería, es decir, a la
Orden del Temple constituida por diversas categorías de caballeros -entre
ellos, los monjes-. Estos, a su vez, ejercían una gran influencia e inspiraban
a los artesanos, a partir de iniciaciones de oficio. El Temple protegía, por
tanto, a todas las hermandades que trabajaban para ellos -albañiles,
carpinteros, talladores de piedra, herreros, etc.- en los caminos y en los
lugares de trabajo, e incluso contra los abusos de los cobradores de impuestos.
-¿Siguen existiendo
franc-masones de este tipo?
-Naturalmente. Se han
perpetuado en los gremios que aquí llamamos “compagnonage” y en los que actualmente
podemos encontrar a los mejores especialistas del país, que conservan
incólumes las costumbres e iniciaciones del oficio. Son ellos los que suelen
encargarse de las construcciones más delicadas. Ultimamente han construido el
puente de Tanquarville en Normandía. Su drama es que hoy por hoy viven en el
pasado, sin renovarse, faltos de inspiradores como sucedía en la Edad Media.
-¿Qué lazos ligan a estos
gremios con la franc-masoneria actual?
-Los historiadores creen que
cuando se destruyó la orden de los Templarios, sobre el año 1314, algunos de
sus miembros recibieron asilo en el seno de las hermandades que antes habían
protegido. Se convirtieron así en los primeros masones aceptados. De esta
masonería especulativa quedan huellas en documentos como el “Marise Chapel
Lodge” o las Cartas de Estrasburgo y Colonia que datan de los siglos XV y XVI,
y en Londres un pastor apellidado Anderson redactó lo que entre nosotros
llamamos “landmarks”, ley y constitución de todas las masonerías regulares.
Los “landmarks” configuran los límites que no debemos franquear.
-Habla usted de una
“masonería regular”. ¿Hay otra irregular?
-Sí, y se trata de un fenómeno típicamente
latino. Los “landmarks” prescriben que no puede haber sino una logia por
país, y para que esta sea “regular” debe estar reconocida de antemano por
otras tres grandes logias ya constituidas, así como responder a ciertos
criterios creencia en Dios, presencia de la Biblia en los templos, prohibición
de hablar de política o religión en el interior de los lugares sagrados,
estricta observación de los reglamentos antiguos, usos y costumbres de la
masonería etc.
Masonería “irregular” no
existe en los paises anglosajones o escandinavos. Los reyes de Inglaterra y
Suecia han sido siempre los Grandes Maestres de Honor en sus países. Lo mismo
ocurre con los presidentes de EE. UU. Esto debería cambiar la visión que los
países latinos tienen sobre este asunto. Los masones “regulares” estamos a cien
leguas de distancia de las masonerías ateas y politiqueras.
-Pero ustedes no están
excomulgados actualmente por el Vaticano...
-Claro, pero las diferentes
bulas papales han tenido diversas motivaciones; primero, por razones políticas
en la etapa de los Estuardo; después, porque numerosos eclesiásticos
pertenecían a las logias y mantenían en secreto nuestros trabajos. Finalmente,
la masonería francesa pasó de ser una orden de iniciación a una sociedad de
pensamiento, que fue suprimiendo al correr de los años todo lo que permite el
reconocimiento de una Gran Logia: supresión de la creencia en Dios, de la
Biblia, modifícacion o eliminación de ritos, etc., así se insertaba en el
lndice de las masonerías... En el siglo XVIII no existía sino el Gran Oriente,
seguido de la Gran Logia de Francia, que debía naufragar en análogos avatares
y tampoco ser reconocida. Tuvimos que esperar hasta 1913 para que un reducido
grupo de masones franceses regulares creara la Gran Logia Nacional Francesa,
cuya sede está en Neully-sur-Seine, para que Francia fuese reconocida en el
mundo entero.
-Concrétenos la
problemática masoneria-Iglesia en estos momentos.
-Es imprescindible precisar que aparte de los
católicos romanos ninguna iglesia del mundo prohibe a sus miembros participar
en tareas masónicas, ni siquiera los ortodoxos.
Hemos
hablado del aspecto político de la excomunión. En Francia, la Iglesia y el Gran
Oriente se han combatido duramente. El Gran Oriente es el culpable de
que en el siglo XIX se produjese la escisión Es evidente que todo cristiano que
se adhiere a la masonería queda ipso facto excomulgado...; sin embargo, la
masonería “regular” mantiene relaciones con Roma e incluso hay un padre
jesuita -el padre Riquert- que se encarga de los contactos entre Roma y
nosotros.
-¿Tienen
ustedes problemas con el Estado?
-Probablemente
ejercerá sobre nosotros una vigilancia discreta. Estamos inscritos en el Registro
de Asociaciones de la Prefectura de Policía y en la guía telefónica... En
serio, solamente los regímenes “totalitarios”, de derechas o de izquierdas,
prohiben la masonería. Los hombres que se fijan como meta el pensar
objetivamente y en total libertad constituyen un peligro para este tipo de
poder. Y aquí me gustaría aclarar que la masonería española procedía del Gran
Oriente y, en consecuencia, era liberal y atea. Podríamos preguntarnos si su
participación en la lucha política no fue la causa de su prohibición: no creo
que hubiese sucedido lo mismo con una masonería regular.
-En todo
caso la actuación de la masonería española durante el periodo republicano
suscita bastantes críticas...
-Repito
que si la masonería no hubiera descendido a la arena política, si se hubiera
mantenido en su lugar, aún perviviría; de esto a pensar que el extinto general
Franco hubiera ocupado el puesto de Gran Maestre hay un mundo.
En
cualquier caso, si la masonería debe renacer algún día en España seria
importante que se inscribiera en el marco de la regularidad para que pudiera
beneficiarse de nuestros trabajos, que son estrictamente espirituales y no buscan
sino el bienestar del hombre y la
humanidad.
-Aclárenos
un poco estas diferencias espirituales y materiales entre “regulares” e
“irregulares”...
-Todas las
obediencias regulares y tradicionales son ante todo espiritualistas; desde la
configuración de nuestros templos hasta nuestros trabajos y el respeto al
pasado. ¿Puede usted pensar que un ateo construyera una catedral, con todo el
extraordinario mensaje que una edificación de este tipo transporta? Los
intelectuales de izquierda que se proclaman marxistas hacen siempre un paralelo
entre la identidad de puntos de vista de Marx y Freud, pero nadie ha citado
las palabras de éste último cuando afirmó haber comprendido bastante de la
doctrina marxista, salvo el materialismo que le resultaba incomprensible. Para
nosotros todo creyente en Dios puede llegar a ser masón. En nuestras filas se
agrupan católicos, protestantes, ortodoxos, musulmanes, judíos, etc. Vivimos
una época esencialmente materialista y debemos hacer todo lo que este en
nuestras manos para unir todas las fuerzas espirituales del mundo. Los
“irregulares” no piensan como nosotros, eso es todo.
RITOS, INICIACION, LOGIAS
-Entramos en un tema peliagudo que vamos a intentar bordear: se
trata de sus trabajos. ¿Puede usted decirnos para qué sirven las logias o
talleres?...
-Primeramente
es importante que desechemos la idea de que se tratan de clubs más o menos
políticos...; a mi modo de ver podríamos ofrecer una definición trial:
1) Lo que para nosotros es
importante es la búsqueda “iníciática”, es decir, que el hombre debe
realizarse espiritualmente y superarse si es posible.
2) Existe un lado moral: el
postulante debe ser libre, sin prejuicios y receptivo, de buenas costumbres y
equilibrado.
3) Tener en cuenta que
nuestra fraternidad se debe a la iniciación en sí misma.
-¿En qué consiste esa
libertad que exigen?
Libertad de espíritu.
-¿Qué significado tiene entre
ustedes “las buenas costumbres”, el “equilibrio”, la “receptividad”?
-Ser de buenas costumbres no
creo que necesite aclaraciones, pero voy a darle un sentido “económico”: el
abuso es siempre nefasto y nos hace recaer en las pasiones, encadenando nuestra
libertad. En el justo reparto de las fuerzas se halla el equilibrio. En
cuanto a la receptividad está claro que hay hombres por el mundo cerrados a
toda idea nueva, a cualquier estudio: ¿qué vendrían a hacer con nosotros? No
se trata, pues, de una traba a la libertad, sino de todo lo contrario.
-En el último punto hablaba
usted de la iniciación. ¿Puede definirnos el rito?
-Rito es
un acto cuya forma resulta de una revelación divina. El rito es una
perpetuación de la revelación que se muestra en él en su doble aspecto intelectual
y ontológico. Cumplir un rito no es únicamente describir un símbolo, sino
participar en un cierto modo de ser que tiene una prolongación extrahumana y
universal.
-¿Cuáles
son los ritos masónicos?
-Puede usted asimilarlos a
los ritos de tránsito de un estado a otro. Nosotros tenemos tres grados:
aprendiz, compañero y maestro; cada iniciación tiene un simbolismo de oficio,
al que se suma otro más universal como es el caso de la purificación a través
de los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua.
-¿Qué significa el tránsito
de un estado a otro?
-El bautismo cristiano no es
en sí sino una purificación por los cuatro elementos. Allí está el agua
lustral, la tierra en la sal colocada en la boca del postulante, el fuego en
la confirmación... En cuanto al tránsito de un estado a otro no se trata de
escalafones jerarquizados, sino de estados espirituales; y cuando un aprendiz
ha asimilado perfectamente el estado en el que se halla, es normal que acceda a
otro, en donde se dedicará a otros temas de meditación.
-¿No es utópico pensar que el
hombre puede realizar una labor extrahumana?
-Todas las religiones hablan
de un reino de Dios que no es de este mundo... No estamos hechos para vivir en
la tierra eternamente; debemos prepararnos para vivir en otro lugar y en otro
estado. Hablamos de un rito de tránsito, de paso, cuyo umbral es la muerte;
cuando nos enfrentemos a ella dejaremos de hablar de utopías.
-Esta
iniciación. ¿en qué consiste? Hemos oído hablar de delantales. de aumentos de
sueldo. de testamento...
No estamos
autorizados para revelar nada en lo que concierne a la iniciación, pero puedo
decirle que los delantales no son sino vestigios del pasado de la
francmasonería operativa que se servían de ellos para protegerse en los lugares
de trabajo. Los aumentos de sueldo son, asimismo, supervivencias del lenguaje
de la época y quiere decir que se está preparado para acceder a una clase
superior.
En cuanto al testamento, hay
en él un aspecto más “iniciático”: el profano que ingresa en nuestras filas
debe morir para el mundo y purificarse. Ante esta muerte simbólica se escribe,
efectivamente, un testamento en el que se explícita lo que se desea para la
humanidad y para si mismo. Jesucristo pidió algo semejante a los cristianos.
-Se ha
publicado una abundante literatura presentándolos a ustedes como afiliados a
una secta secreta y sanguinaria que practica sacrificios de criaturas en el
marco de unas tenebrosas “misas negras”. Suponemos que esto no es cierto
actualmente, pero ¿en algún momento de su historia se han producido hechos
semejantes?
-Nuestros
enemigos nunca descansan y su literatura es puramente sensacionalista. No se
construyen catedrales bajo el terror de los obispos o practicando misas
negras. Claro es que han existido ciertos desequilibrados como, por ejemplo.
Leo Taxil, que editaba un periódico -”La Marotte”- que llegó a prohibirse por
atentar a las buenas costumbres. Fue condenado a ocho años de cárcel. Logró
fugarse a Suiza y regresó aprovechándose de una amnistía. Se dedicó a la
prensa anticlerical, fue recibido como masón con el grado de aprendiz en 1 885
y al año siguiente se retractó. Publicó entonces un grueso volumen que tituló Los
misterios de la francmasonería desvelados. Muchas personas han tomado en
serio este libro. La prensa de la que usted me habla sé debe haber inspirado
en esta fuente. En todo caso, Leo Taxil confesó en 1897 su “superchería” y se
hundió en el olvido.
-¿Puede
inscribirse cualquier persona en la masonería?
-Naturalmente, siempre y
cuando el candidato responda a ciertos criterios como, por ejemplo, creer en
Dios, tener un pasado impecable y ser libre.
-Se excluye, en consecuencia.
todo tipo de delincuentes, aunque se hayan reformado.
-En efecto.
-¿Hacen ustedes proselitismo?
-No. El único que nos permitimos es el que realizamos sobre
miembros de nuestra familia o amigos que juzgamos dignos de la Orden.
-Si la masonería propugna una perfección individual, ¿para qué
haber creado las logias?
-No creemos en el hombre que puede llegar a perfeccionarse a
solas. El hombre debe ser guiado: leer todo y cualquier cosa es peligroso. En
las logias aprovecha la experiencia de sus hermanos para roturar su propio
camino, lo cual no prohibe el trabajo interior que emana de aquellas
experiencias.
-¿Esta camaradería no propicia una protección especial? Se dice
que ustedes tienen más facilidades para lograr ciertos cargos o triunfar en la
vida.
-Mucha gente quiere ingresar
en la Orden únicamente por esta razón, pero se engañan de todas todas. Claro
que hay cierta ayuda; cuando los hombres pertenecen a una misma sociedad es
humano que se echen una mano, lo mismo ocurre entre los miembros de los
Rotarios, Clubs de los Leones, ex alumnos de algunas escuelas, universidades,
etc. Sin embargo, si se apoya a alguien que lo necesita y logra el éxito, miel
sobre hojuelas: pero en el caso contrario no se le vuelve a ayudar. Esto es
absolutamente verídico, aunque la gente piense lo contrario.
-¿Qué relaciones hay entre
alquimia y masonería? Me he informado de que en las paredes de los gabinetes de
reflexión masónicos están grabados símbolos alquimistas y la palabra clave
VITRIOL, que está compuesta con las iniciales de una divisa atribuida a los
adeptos Rosacruces: Visita Interiora Terrae rectificandoque Invenies Occultum
Lapides (visita el interior de la Tierra y rectificando hallarás la piedra
escondida). ¿No cree que en nuestra época la alquimia está sobrepasada?
-En la Edad Media el iniciado
conocía todas las ramas de la iniciación. Las vidrieras de las catedrales,
sobre todo las célebres de Chartres, fueron creadas por los alquimistas: nadie
después de ellos ha logrado producir un “azul” semejante. Actualmente
conservamos todo un simbolismo alquímico en nuestras logias, paralelo
al que existe en las catedrales. Entre nosotros contamos con auténticos
alquimistas, como cabalísticos o especialistas en otras materias iniciáticas.
En cuanto a si está sobrepasada la alquimia, en lo que a mí respecta, creo que
no. No se trata de una técnica industrial, y la piedra escondida de la que
habla la divisa puede hallar eco en aquella frase de Jesucristo: “El reino de
Dios está dentro de vosotros.”
-¿Poseen
ustedes signos de reconocimiento? Se habla del apretón de manos, de los besos,
de los dedos entrelazados ante la frente...
-No puedo
hablarle de estos signos pero digamos que tienen una importancia simbólica y
que las hermandades de la Edad Media se reconocían sirviéndose de ellos.
-¿Qué
significado tiene la acacia en sus ceremoniales?
-La vida
eterna.
-Cuando un
hermano es excluido de la masonería sigue siendo masón, no es así?
-Desde
luego. Ha sido iniciado y por tanto sigue siendo masón. El cristiano sigue
siendo cristiano incluso si no practica. En ambos casos, el hombre sigue
haciendo frente a las responsabilidades que aceptó cuando prestó juramento, con
todas las consecuencias que esto puede entrañar.
-¿Qué
lazos de parentesco se establecen entre masonería y ciencias ocultas?
-No hay que confundir lniciación-Esoterismo-Amor
al Conocimiento con el ocultismo. Los masones poseen un ideal de fe, de
conocimiento y amor y los ocultistas corren detrás de una sombra de “poderes”
casi siempre ilusorios.
MASONERÍA Y SOCIEDAD
-¿La
masonería no es una supervivencia del pasado?
-En su
forma actual ha conservado todo lo que representaba el oficio de los
constructores de catedrales, pero actualmente estamos escindidos de los
operativos y tenemos nuestra vida propia. En este sentido podemos decir que es
una supervivencia del pasado en su faceta simbólica, pero no hay que olvidar
que actualmente la masonería se muestra como una orden de iniciación.
-¿En qué
medida la masonería que participa a la vez del aristocraticismo y la igualdad responde a las necesidades de la
sociedad actual?
-La noción de igualdad me
resulta, de entrada, falsa. Los masones piensan que todos los hombres son
iguales ante Dios, pero es evidente que no todos gozan de los mismos dones...
Me enfrento totalmente contra la noción de aristocracia o nobleza, vertiente
degenerada de la antigua caballería. En la Edad Media, cualquiera, incluso un
campesino, podía llegar a ser caballero si estaba dotado de las condiciones requeridas, hoy cualquiera pude llegar a
ser masón. El sistema perece desde que se convierte en hereditario. La prueba
la tiene usted en los reyes de Francia que en sus principios eran
consagrados en Reims tras haber sido aclamados por los caballeros...
Puedo añadir que en una
sociedad tradicional el mejor de los hombres, fuera cual fuese su procedencia,
se convertía en caballero, el mejor de los caballeros en rey, y el mejor de los
reyes en Emperador. Así sucedió con los emperadores del Sacro Imperio Romano
Germánico. Naturalmente esto armonizaba las diferentes capas de la sociedad
sin enfrentarlas como sucede en la actualidad.
-¿El auténtico masón no ha
sido absorbido por el hombre de club?
Posiblemente, en algunos
casos, aunque para la mayoría lo esencial es que esos hombres estén
dotados de conocimientos profundos que pueden transmitir a las nuevas
generaciones.
-Claramente, ¿qué es la
masonería: una hermandad espiritualista y filantrópica, una sociedad de
pensamiento y estudio, una secta, un partido o una iglesia?
Ante todo una orden
iniciática que intenta la perfección del hombre y la de humanidad; pero su
pregunta es esencial porque nosotros sufrimos constantemente los contragolpes
de la época actual. En el siglo XVIII también se tenía una idea bastante
peregrina de nuestra Orden. La corte real de aquella época ha desaparecido y
nuestra Orden permanece en pie... En todas las etapas históricas hemos tenido
problemas, y, naturalmente, nuestros hombres de club, pero el cimiento sigue en
su sitio.
No somos una sociedad de pensamiento ni una secta, puesto que
somos cristianos. Por este último hecho tampoco somos una iglesia, puesto que
ya existe la nuestra.
-¿Cuentan ustedes con la juventud? ¿Qué pueden ofrecer a la
juventud actual?
-Contrariamente a lo que
pueda pensarse militan en nuestras filas muchos jóvenes..., que se sienten
solitarios ante un mundo que les angustia y en el que la violencia está de
moda. Este mundo no les ofrece respuestas a sus preguntas; nosotros les
ofrecemos equilibrio y una razón de vida.
-¿Ustedes consideran que el
materialismo ateo es una de las plagas que asolan a nuestra época?
-En
efecto, y Occidente corre el peligro de morir sumergido en una montaña de
conocimientos y tesoros que ha acumulado a través de los siglos. Los tiempos
actuales no están para luchas intestinas sino para movilizar todas las fuerzas
espirituales para transmitir un poco de luz y esperanza a las futuras
generaciones.
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