jueves, 7 de octubre de 2021

VARIOS (Nicolás Gómez Dávila)

VARIOS

Las cohortes disciplinadas de “rebeldes” desfilan en nuestro tiempo, entre las ovaciones frenéticas del público y bajo la protección de las autoridades civiles y eclesiásticas, mientras que los conformistas huyen perseguidos y conspiran en solitarios desvanes.

Los náufragos perdonan más fácilmente al piloto imprudente que hunde la “nave” que al pasajero inteligente, que predice su deriva hacia el escollo.

El lujo es vulgar cuando es ostentación de dinero, no cuando es ostentación de lo noble, lo imperial, lo sacro.

Pocos reparan en la única diversión que no hastía: tratar de ser año tras año un poco menos ignorante, un poco menos bruto, un poco menos vil.

Las únicas enseñanzas importantes son las que no puede transmitir sino el tono de voz.

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El hombre paga el poder que adquiere sobre el mundo entrgando el sentido de las cosas.

Para hacer la teoría del viento hay que renunciar añl misterio de un torbellino de hojas secas.

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La noche vuelve canto los agrios gritos del día.

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La paradoja es convergencia de proposiciones contrarias en una misma frase.

Lo paradójico es divergencia de una realidad única en varias expresiones en conflicto.

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“Haber vivido mucho” suele significar meramente la asidua frecuentación de prostíbulos.

Puesto que a todo discurso se le puede negar sus postulados, solo es válida apologética la seducción moral de una vida, la seducción intelectual de una idea , la seducción estética de una prosa.

Al que pregunte con angustia qué toca hacer hoy, contestemos con probidad que solo cabe una lucidez impotente.

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La teoría se equivoca limitando la realidad a las categorías que permiten manipularla.

La práctica se equivoca procediendo como si la teoría no se equivocara.

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El alma se le muere pronto a quien no tuvo infancia campesina.

A la ética actual le distingue de la ética el intento de proclamar virtudes los alófonos de la codicia.


TRADICIÓN (Nicolás Gómez Dávila)

TRADICIÓN

Es prudente respetar los viejos catecismos, para evitar la vulgaridad y los crímenes del pueblo que estrena opiniones.

La originalidad necesita adosarse a la continuidad de una tradición.

Solo una cosa no es vana; la perfección sensual del instante.

Frente a la claridad hija del análisis que substituye a una totalidad confusa una multiplicidad sistemática, existe una claridad que proviene de la intuición global del objeto, más semejante a la visión que el pintor transmite del cuerpo desnudo que al inventario del anatomista.

El espíritu no camina con pasos regulares: brinca, al contrario, de evidencia en evidencia.

Meditar es traducir un instante de lucidez en el idioma de una época y en el  léxico de un gremio.

A los abruptos dilemas de la inteligencia la historia contesta con soluciones que los burlan.

La sensación de infinito se consigue solo en lo inmediato.

Cuando cobra total seriedad, la meditación metafísica culmina en relato autobiográfico.

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Al mundo solo le rescata de su causalidad horrenda, de su bruta existencia empírica, la visón que se instala en la misteriosa suficiencia de cada objeto aislado, como se instala el amante en la maravillosa suficiencia de su amor.

La sabiduría en este siglo, consiste ante todo en saber soportar la vulgaridad sin irritarse

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Solo la quietud y la rutina nos entregan la pulpa de las cosas, de las esencias, de los seres.

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La conciencia de nuestra dependencia, de nuestra impotencia, de nuestra insignificancia, la conciencia, en fin, de nuestra condición de creatura, nos salva de la angustia y del tedio.

Para quien se postra el mundo fluye en una secreta primavera.

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Para educar el alma es necesario someterla a la presencia de los mismos muros, a la paz rutinaria y monótona del mismo paisaje bajo el mismo cielo.

En ciertos instantes colmados Dios desborda en el mundo, como fuente repentina en la paz del mediodía.

Las iluminaciones que orientan la vida del espíritu son las repentinas fulguraciones de trivialidades.

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Si un vacío físico no lo convence de la desaparición de una cosa, el hombre se obstina en verla presente mientras persista su espectro.

En el mundo contemporáneo las yerguen aun su apariencia intacta, pero el siglo succionó implacablemente su savia. La espesa pulpa de las cosas, de momento en momento, se corrompe, se pudre, se disipa.

El hombre se instala ciegamente en la terrestre solidez de su destino, cuando la substancia del mundo fluye hoy por una secreta herida hacia la nada.

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Solo es realmente importante lo que al mero espectador parece gesto trivial.

Llámese como se quiera, el modo como Dios me es, es el modo como me soy a mí mismo.

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Las experiencias espiritualmente más hondas no provienen de meditaciones intelectuales profundas, sino de la visión privilegiad de algo concreto.

En el larario del alma no veneramos grandes dioses, sino fragmentos de frases, gajos de sueños.

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Indicios de civilización sólo son la claridad, la lucidez, el orden, los buenos modales, de la prosa cotidiana.

La inquietud es consecuencia de una fe excesiva en la estabilidad de las cosas.

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La violencia no basta para destruir una civilización.

Cada civilización muere de la indiferencia ante los valores peculiares que la fundan.

Lo que requiere lucha para ser conseguido muere de ser alcanzado.

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El escritor tradicional no se ocupa de la tradición a que pertenece, porque no duda de la legitimidad de su genealogía.

El escritor tradicionalista, en cambio, imita cuidadosamente a sus presuntos antepasados, para parecer de la misma familia.

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Una tradición no es un supuesto catálogo de virtudes que se enfrenta a un catálogo de errores, sino un estilo de resolver problemas.

La tradición no es solución petrificada, sino método flexible.

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El papel del cristianismo en el mundo es la mayor preocupación del nuevo teólogo.

Singular preocupación, singular preocupación, puesto que el cristianismo enseña que el cristiano no tiene papel en el mundo.

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La humildad no desarma como símbolo de sumisión anticipada, sino como revelación repentina de un universo donde mandar es grosero y vulgar.

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Siendo la lucha por la libertad la más noble de las empresas, el hombre se envilece en una sociedad libre.

El alma se ablanda y se corrompe donde todo se puede decir y todo hacer. Lo esfuerzos viriles, las atestiguaciones peligrosas, las tensiones trágicas, se extinguen, para que el hombre, eximido de la compulsión a ser noble, se rinda a la natural vileza de sus instintos.

Acostumbrado finalmente a tolerar sus contrarios, los principios se convierten en claudicaciones elocuentes.

El precio de la libertad es una perpetua apostasía.

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La salvación social se aproxima cuando cada cual confiesa que solo puede salvarse a si mismo.

La sociedad se salva cuando sus presuntos salvadores desesperan.

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Solo lo trivial nos ampara del tedio.

El mal solo tiene la realidad del bien que anula.

El hombre moderno no ama, sino se refugia en el amor; no espera  sino se refugia en la esperanza; no cree, sino se refugia en el dogma.

La desnudez sensual es la florescencia del pudor.

Si los dominicos, para convertir a la muchedumbre, aconsejan hoy el fusilamiento popular de ricos, en vez de la combustión inquisitorial de herejes, los jesuitas por otra parte, con el fin de adaptar el cristianismo al mundo, en lugar de paliar como ayer las codicias burguesas proponen cohonestar las envidias proletarias.

Criticar el dualismo, confundiendo el que distingue con el que contapone, prohíja la pronta transformación del cristianismo en un inmanentismo naturalista.

Los monismos son representaciones dranáticas, donde el drama es embuste y sombras chinescas los actores.

Un solo concilio no es más que una solo voz en el verdadero concilio ecuménico de la Iglesia, que es su historia total.

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Los desaciertos sociales del cristianismo, en la última centuria, se originaron en el error de adaptar su conservatismo ingénito a la defensa de condiciones sociales provenientes de un proyecto revolucionario adverso a su doctrina.

El cristianismo sufre las consecuencias de haber custodiado el proceso de industrialización de una sociedad democrática.

Después de conversar con alguien “bien moderno” vemos que la humanidad se evadió de los “siglos de fe” para atascarse en los de credulidad.

Clérigos y periodistas han embadurnado de tanto sentimentalismo el vocablo “amor” que su solo eco hiede.

Hay almas que la absolución no limpia, sino que empuercan las absoluciones.

Las familias suelen ser células purulentas de estupidez y desdicha, porque una necesidad irónica exige que el gobierno de tan elementales estructuras requiera tanta inteligencia, astucia, diplomacia, como el de un estado.

Autoridad es la característica propia a lo que nos subyuga, como la poesía de Homero o el genio de Platón.

Autoridad no es lo que logra mandar, sino lo que no es concebible que se le desobedezca sin demencia,

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La necesidad de la gracia procede menos de nuestra incapacidad para cumplir la ley que de la esterilidad de su cumplimiento.

No es de la impotencia de la voluntad, sino del fracaso de sus obras, de donde surge la urgencia de la gracia,

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La sociedad racional no se opone a la “tradicional” como lo coherente a lo ilógico.

Sino como lo animal a lo humano.

“Racional”, en este contexto, significa ahitarse sin decencia y copular sin trabas.

Los rebeldes a una tradición, o no cuentan, o resultan más leales a la tradición que sus fieles presuntos.

La tradición no es texto sino manera de leerlo.

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El que cree en Dios no necesita someter as una coherencia arbitraria el caos del mundo.

El orden mora detrás de nuestras evidencias discrepantes,

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Dios es la realidad que el deísta pierde y que el panteísta recupera.

Como ideal supremo, la libertad es el primer paso hacia el nihilismo final,

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Comoquiera que la materia de un conocimiento que se pretende inmediato es más importante que su forma, debemos distinguir de la mística teísta lamística naturalista y la mística personalista: de la experiencia de la realidad de Dios la experiencia de la incorrupción del mundo y la experiencia de la eviternidad del yo.

La mística teísta es incorruptible; pero la mística naturalista se pervierte en panteísmo, cuando la conciencia extática identifica el esplendor de la creación intacta con el esplendor mismo del creador; y la mística personalista se pervierte en gnosticismo, cuando la conciencia ensimismada identifica la eviternidad del alma con la eternidad de Dios. 

Las actitudes panteístas son menos culpables que las gnósticas, porque la soberbia humana se consume allí en la conflagración divina de las cosas; pero la interpretación errónea de la experiencia mística reitera el sacrilegio primigenio.

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Liberar al hombre es sujetarlo a la codicia y al sexo.

La muerte no debe ser el objeto de nuestras meditaciones, sino la base de todas.

No transmitimos finalmente, despertamos.

Los principios son la luz que ilumina nuestros pasos mientras las evidencias se eclipsan.

El gesto más que el verbo, es el verdadero transmisor de las tradiciones.

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La ciudad desaparece, mientras elmundo entero se urbaniza.

La ciudad occidental fue persona.

Hoy, la hipertrofia urbana y el centralismo estatal la desintegran en mero hacinamiento inánime de viviendas.

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No tratemos de convencer, el apostolado daña los buenos modales.

Si no heredamos una tradición espiritual que la interprete, la experiencia de la vida nada enseña.

¿ En qué dios habrán creído los que dejan de creer en él?

El método supremo sería el que nos permitiese descubrir al dios bajo el harapo.

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El honor es el escándalo de la ética.

En efecto, las noemas que el honor acata pueden coincidir con las normas universales, pero el honor nos ordena acatarlas meramente porque las asumimos como propias.

Honor es lealtad con mi deber, porque es mío.

El honor se degrada en honra, como la ética en moralismo.

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La caridad inicia la redención del sujeto, el arte la del objeto, el honor la de la relación entre los dos.

La caridad es acto del sujeto que trata a los demás sujetos como fines, el arte es el acto de aprensión que trata al objeto como fin, el honor es el acto que trata como fin la relación entre sujeto y objeto porque consiste el cumplir el compromiso asumido.

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No es la grandeza del hombre lo que me empeño en negar, sino la pretendida omnipotencia de sus manos.

Los responsables de los grandes intereses espirituales pueden ser feroces o buenos, pero no afables.

Adulterar la ética cristiana de la perfección en ética de servicio es colaborar a la transformación de la conducta ética en comportamiento legal.

La liberación total es el proceso que construye la prisión perfecta.

Las insurrecciones titánicas contra la divinidad culminan en las hebdomadarias visitas a prostíbulos de barrio.

Toda ética termina en pelagianismo, todo pelagianismo en deísmo, todo deísmo en sepelio de Dios.

El destino no es necesidad irrecusable, sino invitación desafiante a plinitud de significado.

 

 


POLÍTICA (Nicolás Gómez Dávila)

 

POLÍTICA

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El militante comunista antes de su victoria merece el mayor respeto.

Después no es más que un burgués atareado.

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La tiranía de un individuo es preferible al despotismo de la ley, porque el tirano es vulnerable y la ley incorpórea,

El pueblo no elige a quien lo cura, sino a quien o droga.

El reaccionario es el instigador de esa radical insurrección contra la sociedad moderna que la izquierda predica, pero cuidadosamente elude en sus farsas revolucionarias.

El reaccionario anhela convencer a las mayorías, el demócrata sobornarlas con la promesa de bienes ajenos.

Solo lo trivial nos ampara del tedio.

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Con la industrialización de la sociedad comunista culmina la hegemonía burguesa.

La burguesía no es tanto una clase social como el ethos de la sociedad industrial misma.

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Los fanáticos de la libertad acaban de teorizantes de la policía.

La doctrina de Fichte, por ejemplo, culmina en una teoría del pasaporte.

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Obedecer a la ley que depende la voluntad mayoritaria es obedecer al capricho, obedecer a un hombre que reconoce normas objetivas, es obedecer a la ley.

Verdadero aristócrata es el que tiene vida interior. Cualquiera que sea su origen, su rango, o su fortuna.

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Los gobernantes que representan solo a una minoría tienen que inventar la civilización para no perecer.

Los delegados de una mayoría, en cambio, puden ser soeces, chabacanos, crueles, impunemente.

Mientras mayor sea la mayoría que lo apoya, el gobernante es menos precavido, menos tolerante, menos respetuoso de la diversidad humana.

Cuando los gobernantes se juzgan mandatarios de la humanidad entera el terror se aproxima.

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El hombre actual reclama libertad para que la vileza florezca impune.

El pre-marxista es infantil, el marxista burdo, solo el post-marxista es adulto.

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El problema político es radicalmente insoluble, porque consiste en la exigencia contradictoria de imponer por la fuerza valores que se anulan  cuando la fuerza los impone.

El político traiciona igualmente, sea que admita la impotencia del bien, sea que lo pertreche de armas.

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Los periodos históricos son lapsos durante los cuales un tipo distinto de normas predomina.

Los siglos XVII y XIX fueron el periodo de las normas jurídicas. El siglo XX ha sido el periodo de las normas económicas.

Un nuevo periodo se esboza durante el cual predominarán las normas biológicas; pues la época que comienza afronta primordialmente conflictos étnicos, una presión demográfica creciente, y creciente envilecimiento de la especie,

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Hallarse a merced de los caprichos populares, gracias al sufragio universal, es lo que el liberalismo llama garantía de la libertad.

Si el reaccionario no despierta en el conservador, se trataba solo de un progresista paralizado.

Los problemas sociales son el refugio delicioso de quienes huyen de sus propios problemas.

El que no sabe dar a cada cual lo suyo resuelve dar a todos lo mismo.

Hay que agitar nuestras soluciones para que no se depositen en sistema.

El reaccionario no anhela la vana restauración del pasado, sino la improbable ruptura del futuro con este sórdido presente.

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El orden es engaño.

Pero el desorden no es solución.

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La derecha pierde el poder cuando el pueblo olvida los cataclismos de izquierda que se lo dieron.

La calidad moral del que no pierde en política debe inquietarnos.

La mentalidad moderna no concibe que se pueda imponer orden sin recurrir a reglamentos de policía.

Por culpa de las pocas tonterías en que el misoneista incurre, nadie le abona las innumerables que evita.

La condición necesaria y suficiente del despotismo es la desaparición de toda especie de autoridad no conferida por el estado.

Ser burgués es no imaginar que la industrialización pueda no ser codiciable y que sus productos puedan no ser codiciados.

Como el aparato intelectual de nuestros contemporáneos es únicamente sensible a ideas de frecuencia autorizada por los dogmas modernos, las democracias astutas comprendieron la superficialidad de la censura.

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La suficiencia colectiva llega a repugnar más que la individual.

El patriotismo debe ser mudo.

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Tres factores han corrompido, en América, la noble reciedumbre de la lengua española: el solecismo mental del inmigrante no-hispano, la facundia pueril del negro, la melancolía huraña y sumisa del indio.

Las naciones son flora parasitaria que se seca cuando termina de succionar las savias regionales.

La nación -fenómeno reciente sin bases geográficas o étnicas, pura construcción legal y política -suprime tanto la comunidad real del Kleinstaat como la comunidad ideal del Sacro Imperio.  

El peor totalitarismo no es el estatal ni el nacional, sino el social: la sociedad como meta englobante de todas las metas.

Contra la evacuación moderna del misterio afirmemos su presencia englobante.

La transformación de los gobiernos militares de facto en gobiernos militares de iure ha sido el invento político a que el hombre debe los trechos civilizados de su historia.

Madurar es descubrir que todo objeto deseado es solo la metáfora del objeto trascendente de nuestro deseo.

El anonimato de la sociedad moderna obliga a todo el mundo a pretenderse importante.

Desagradecimiento, deslealtad, resentimiento, rencor definen el alma plebeya en toda época y caracterizan este siglo.

La mayor capacidad de matar es el criterio de progreso entre dos pueblos o dos épocas.

La urbe moderna no es una ciudad, es una enfermedad.

Ser reaccionario es haber aprendido que no se puede demostrar, ni convencer, sino invitar.

 

 

FILOSOFÍA (Nicolás Gómez Dávila)

 

FILOSOFÍA

El moderno cree que la muerte es “natural”, salvo cuando le toca morir.

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Verdad es la fórmula que expresa fielmente nuestra visión de un objeto.

Siendo relación entre el objeto que se evidencia y la persona para la que es evidente, la verdad está ligada a una intuición concreta.

La fórmula deja de ser verdad para quien no puede reconstruir con ella la experiencia que la funda.

La ley es forma jurídica de la costumbre o atropello a la libertad.

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El subjetivismo solo es trascendible si lo asumimos completamente.

Cuando el sujeto se invierte hacia su centro y se interna en su espesura, un rumor de aguas vivas lo acoge en su penumbra. Allí, donde creía encontrar su extrema soledad, una objetividad insumisa se revela, una alteridad irreductible, una trascendencia victoriosa.

En la subjetividad asumida surgen la historia y Dios.

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Solo hay instantes.

Habiendo promulgado el dogma de la inocencia original, la democracia concluye que el culpable del crimen no es el asesino envidioso, sino la víctima que despertó su envidia.

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Lo racional consiste en prolongar la vida, evitar el dolor, satisfacer el hambre y el sexo.

Solo una definición semejante esclarece el discurso de los últimos siglos.

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Llamar “naturales” ciertos rasgos axiológicos facilita la confusión de lo axiológico con lo ontológico.

Los ejemplos que cita Ulpiano (Dig i,I,3) , al definir el ius natural, patentizan esa ontologización del derecho que ha pervertido el pensamiento jurídico.

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Nada que pueda sumar tiene fin que colme.

Lo importante es inconmensurable plenitud

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Donde la igualdad deja que la libertad entre, la desigualdad se le desliza.

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Si no se cree en Dios, loúnico honesto es el Utilitarismo vulgar.

Lo demás es retórica.

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Las sociedades moribundas acumulan leyes como los moribundos remedios.

El escritor de izquierdas nunca escribe una historia sino ejemplifica un esquema.

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El estoicismo, definitivamente, es la cuna de todos los errores.

(Deificación del hombre- determinismo-derecho natural-igualitarismo-cosmopolitismo-etc.)

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De cierto nivel de profundidad para abajo, la interpretación psicológica cae en la arbitrariedad pura.

Cuando la libertad deja de ser sumisión a los más altos valores de la época, para convertirse en derecho de expresar nuestra individualidad insignificante, más vale la disciplina del cuartel socialista.

El jurista tiende espontáneamente hacia el absolutismo. Las libertades son vacíos de la ley.

El afán con que hoy se le busca explicación a todo en la psicología del inconsciente, es reflejo de la angustia moderna ante la trascendencia.

Queremos que todo sea demostrable para poder llegar a la verdad sin ser intigentes.

 

 

HISTORIA (Nicolás Gómez Dávila)

 

HISTORIA

La objetividad del historiador no consiste en abstenerse de dictar juicios de valor, sino en sentenciar con acierto.

Ya vislumbramos la mezcla de prostíbulo, de ergástulo de circo, que será el universo de mañana, si el hombre no reconstruye un universo medieval.

El estilo es el orden a que el hombre somete el caos.

Gente decente, en lo intelectual como en lo social, no es la que descuella en la ciudad, sino la que tiene casa paterna en su pueblo

miércoles, 6 de octubre de 2021

Economía (Nicolás Gómez Dávila)

 

ECONOMÍA

La posibilidad de salvaguardar nuestra identidad es inversamente proporcional a la integración económica de la sociedad.

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Solo escapan a la veneración del dinero los que eligen la pobreza, o los que heredan su fortuna.

La herencia es la forma noble de la riqueza,

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El pobre no envidia al rico las posibilidades de comportamiento noble que le facilita la riqueza, sino las abyecciones a que lo faculta.

Más tedioso aún que el trabajo es su panegírico.

El capitalismo es la deformación monstruosa de la propiedad privada por la democracia liberal.

En el estado moderno las clases con intereses opuestos no son tanto la burguesía y el proletariado como la clase que paga impuestos y la clase que de ellos vive.

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Entre las contribuciones culturales del catolicismo no fue la menos valiosa su clima espiritual desfavorable a las actividades económicas.

El elogio de la codicia, disfrazado en elogio al trabajo, no floreció en tiempos medievales.

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Toda revolución victoriosa fracasa finalmente, porque las virtudes del pueblo no son propias al pobre sino a la pobreza.

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Pobre voluntario o rico involuntario.

Lo demás se agria.

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La reacción explícita comienza a finales del XVIII; pero la reacción implícita comienza con la expulsión del diablo.

Si se aspira tan solo a dotar de un número creciente de artículos a un número creciente de seres, sin que importe la calidad de los seres, ni de los artículos, el capitalismo es la solución perfecta.

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Las infancias rurales predominaron hasta ayer.

¿ Pero que podemos esperar de quien no atesora un olor de tierra húmeda en el alma?

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El alma se le muere pronto a quien no tuvo infancia campesina.

La aberración moderna consiste en creer que solo es real lo que el alma vulgar puede percibir.

Ningún trabajo deshonra, pero todos degradan.

La mentalidad moderna ignora que en el nivel metaeconómico de la economía la intensidad de la demanda crece con la intensidad de la oferta, que el hambre allí no aumenta con la carencia sino con la abundancia, que el apetito se exacerba allí con la saciedad creciente.

La fealdad de un objeto es condición previa de su multiplicación industrial.

 

Ciencia (Nicolás Gómez Dávila)

 

CIENCIA

Ciencia es lo que no llega a la intimidad de nada.

El católico actual mira las “ideas científicas” con veneración estúpida.

La decadencia de la religión en nuestro tiempo se debe a un embobamiento creciente por la ciencia, cuya frontera de facto se desplaza permanentemente, aun cuando dentro de límites de iure inviolados e inviolables.

Los técnicos en una sociedad civilizada comerían en el comedor del servicio.

La universidad educa en cuanto enseña al joven a apasionarse por todo lo que le será inútil más tarde.

Al que pregunte con angustia que toca hacer hoy, contestaremos con probidad que hoy solo cabe una lucidez impotente.

Educar no consiste en colaborar al libre desarrollo del individuo, sino en apelar a lo que  todos tienen de decente contra lo que todos tienen de perverso.

Educar no es transmitir recetas, sino repugnancias y fervores.

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Toda demostración desilusiona, como todo sueño cumplido.  

La incertidumbre es el clima del alma.

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Las matemáticas son la poesía del principio de identidad.

 

jueves, 23 de septiembre de 2021

La muerte (Guérad Chauvin)

 

Ba-Ba de la mort.

Gérard Chauvin. Pardès.Puiseaux 2002

(Selección de textos)

 


PRIMERA PARTE

CAPÍTULO I

LAS CERTEZAS TRADICIONALES...

PROBLEMAS MODERNOS

En la Antigüedad, el verdadero Hombre no conocía ni el amor a la vida ni el horror a la muerte; no se alegró de su aparición y no y no temía su desaparición.

(Tchouang-tseu. 1)

En el flujo irreversible de un ciclo vital y ante la muerte, lo propio de la juventud es la despreocupación, la de la madurez es la gravedad. Por último, la vejez y su soledad deben hacer más aguda la  consciencia de nuestro singular destino, y más urgente asegurar serenamente su salida. "El viejo tiene la muerte ante sus ojos... el joven lo tiene a sus espaldas", advierte un proverbio "fuera de tiempo".

1. Chuangtseu,Εuνre complète, trans. Liou Kia-hway, Gallimard, París, 1985, p. 67.

Si el recién nacido entra en este mundo "por la cabeza", el moribundo, en una extraordinaria "inversión" de todo su ser, se prepara para dejarlo "con los pies por delante "2. Expirar en  este bajo mundo, orientado por las reglas del ars moriendi, es pues el último saber vivir; una prenda de buena fe, de buena voluntad, y un viático para el viaje "más allá".

Pero los "ideales progresistas" han distorsionado la relación del hombre con la muerte, oscureciendo el sentido del deber con el que los antiguos podían acompañar los moribundos y apoyar sus primeros pasos póstumos. Es cierto que no podemos preocuparnos por una verdad  a la que no se le da crédito... El hombre del siglo no sabe que uno "entrega el alma" después de haber adquirido sus obras, y antes de su juicio, y piensa estar a la altura de la muerte , que, sin embargo, es ante todo "su" muerte. También, cuando se enfrenta a ella, oscila entre la indignación, la revuelta y la despreocupación, indiferencia real o fingida.

Sin mencionar siquiera las "lágrimas de cocodrilo", uno se siente consternado por la atmósfera de vergüenza y falsedad en la que el acompañamiento de los moribundos y de los difuntos. Los ancestrales, rigurosos y eficaces ritos mortuorios, han sido sustituido por un soso  "ceremonialismo"  mundano sentimental, con sus mezquinas convenciones. La muerte es devaluada y despreciada, en el mejor de los casos un mal al que hay que acomodarse, en el peor de los casos una injusticia, incluso permitiendo -¡suprema ironía!  - culpar a un "Dios cruel" al que no se le debe nada, ¡ni siquiera la vida!

Para la mente escéptica y hastiada, la muerte ha perdido su significado. Caracterizado por "la represión y la negación masivas "3 , es como si fuera un tabú. El "mundo" no aprecia casi  oírla evocar, al menos con la la gravedad que le corresponde... "El simple hecho de evocar la muerte tiene el efecto de hacerla mentalmente presente, tan cercana que se hace imposible eludir la inevitabilidad de nuestra propia muerte. Por eso [...] generalmente  adoptamos la postura de evitar en lo posible ese tema de conversación.

2. En algunas tribus africanas, el aseo del recién nacido se realiza con la mano derecha, de arriba abajo ; la del muerto, con la mano izquierda, de abajo hacia arriba; un buen ejemplo de reversibilidad entre la vida y la muerte. En la Muerte Madrina, relatada por los hermanos Grimm, una aparición luminosa a la cabeza de un moribundo anuncia su curación, a los pies, su muerte próxima.

3. Leo Matos, en Question de, " La Mort et ses Destins ", n° 71, 1987, p. 5.

4. Raymond Moody, La vida después de la vida, Robert Laffont - J'ai lu, Pars, 1977, p. 18.

Conceptualmente, en efecto, todo opone la muerte a las distracciones efímeras,al culto del cuerpo y del placer, a una falsa idea de "juventud. " Esta "irreflexión" institucionalizada cierra el cielo, expulsa el mito, aplana el imaginario, exacerba el individualismo (el individuo colectivizado, si se quiere), profanando todas las cosas: la vida, la muerte, el amor e incluso virtudes, que se han vuelto incomprensibles.



En el fondo, el hombre apresurado sabe bien que no puede escapar de los "ultrajes del tiempo" y de la muerte, pero le da a esta última un carácter abyecto o innoble que no tiene 5. La muerte del "otro" también está ahí para recordarnos, de vez en cuando, la inevitabilidad de nuestra propia... Al menos se podría reconocer esta razón de su existencia. Sin embargo, este "otro yo mismo" parece que se ha quedado mudo. Ya no "dice" nada a nadie; una engorrosa carga, es insignificante. Pero todo tiene un precio. Aplastado y distorsionado por una ideología falaz, hipnotizada por los prodigios

5. No más que el nacimiento, que en sí mismo suele ser un trauma mοrtίfero, ya que La similitud "nacimiento-muerte" ha sido claramente establecida, especialmente por Stanislas Grof. Tanto desde el punto de vista macrocósmico como microcósmico, "es la la misma modificación que es la muerte o el nacimiento, según el estado o ciclo de existencia en relación con el cual se considera (...) La "muerte" a un estado y el "nacimiento" a otro estado (son) como las dos caras opuestas e inseparables de una misma modificación del ser": René Guénon,L'Homme et son devenir selon le Vêdânta, Ed. Traditionnelles, París, 1972, p. 139; La Grande Triade, Gallimard, París, 1957, p. 56, nota 3.

que mantienen la perspectiva de un futuro feliz, libre de enfermedad, sufrimiento y muerte,por tanto sin límites, "el hombre moderno se olvida de su muerte y se arriesga, a su vez, a morir en soledad "6.  Incluso diríamos: en la peor de las soledades, la que genera el amargo sufrimiento de no haber podido  satisfacer deseos insaciables. Hoy en día, a menudo morimos de frustración, remordimientos, celos, resentimientos... En otras palabras, ¡morimos mal!

La pérdida de significación de la muerte 7 se manifiesta en un espectacular colapso de las defensas psicológicas individuales y colectivas. Desde hace más de medio siglo, los psiquiatras han relacionado la represión de la muerte - en otras palabras, la negación del "sentido" de la vida - a la decadencia psicosomática de nuestros contemporáneos. "El miedo a la muerte es el más típico factor traumático en la conformación de una psicosis senil. "8 Miedo, además, poco admitido, al menos públicamente, porque sería sería reconocer a la muerte algún tipo de legitimidad, que por el contrario se niega. Uno llega a preguntarse", escribe Philippe Ariès, "si una gran parte del de la patología social actual tiene su origen en la evacuación de la muerte fuera de la vida cotidiana. "9

En una sociedad que se ajusta al orden de las cosas, la actitud media es otra. Sea cual sea el modo de aprehensión de lo sagrado, lo mitológico teológico o filosófico, el imaginario y la praxis social integran la muerte. La sociedad tradicional no sólo no la expulsa, como una especie de "cosa", vergonzosa e impura, una incongruencia, pero siempre la concibe como coextensiva con la vida.

Así podemos medir que el tabú de la muerte o, lo que es lo mismo, la proclamación existencialista" de su negación, es proporcional a la grado de aculturación espiritual, de desmitificación si se prefiere. El hombre moderno se ríe fácilmente de lo que no conoce, y y reprime lo que teme. Pero, de hecho, todo miedo es "una forma del miedo a de la muerte", como dice Arnaud Desjardins 10. Esta sabia observación debería hacernos reflexionar.

6. Louis-Vincent Thomas, Les Chairs de la mort, Sanοfi-Synthélabο, París, 2000, ρ. 135.

7. "Lo peor que puede pasar en una sociedad es que ya nada tiene sentido" (J. Hersh). "Nada", es decir, ni nacimiento ni muerte.

8. LYo Matos, op. cit. p. 6.

9. Philippe Ariès, Essais sur l'histoire de la mort en Occident, Seuil - Points-Histoire, París, 1975, p. 188.

10. Arnaud Desjardins, Pour une mort sans peur, La Table Ronde, París, 1983, p. 45.

La sociedad tradicional conoce la verdadera naturaleza de la muerte. Lo demuestra a través de la recreación cíclica del mito, mediante el discurso sagrado, el canto y el mimo sagrado que acompañan al difunto durante los ritos funerarios, hasta el final del duelo 11. La "presentación" de la muerte actúa como una terapia espiritual excepcional, que permite vislumbrar el sentido de la vida. Jugando a la muerte, reproduciendo incansablemente, generación tras generación, la el mito de la Muerte, a la manera teatral-ritual de los "misterios", equivale a experimentarse a sí mismo frente a ella. Porque, en definitiva, se trata de aprehender, más allá de los velos de nuestra conciencia del mundo, la realidad de una de nuestro ser... La realidad incondicionada, es decir, "inmortal". La conciencia de esta inmortalidad del núcleo cardíaco del alma es el principal factor que determina nuestra actitud general hacia la muerte, así como hacia la vida. ¡No! el hombre no trata de negar la muerte "elaborando el mito de la inmortalidad" (E. Morin). Por el contrario, lo trasciende al reconocer la realidad sobrenatural y divina de la que el mito le recuerda que está hecho.

El hombre moderno, dominado y cegado por los poderes que impregnan hasta las capas más profundas de su naturaleza, se rebela en vano, como la imagen de una ola que se niega a morir, sin saber que "como agua del océano, es inmortal" 12. Ignorando la impermanencia del mundo, el hombre malinterpreta el contenido de su propia identidad. Apasionado,volátil, inestable, caprichoso, se niega a lo que , en el fondo, no puede morir. Su infelicidad y rigidez existencial, su  encierro habitual, su "inferioridad", son, por desgracia, el resultado de una credulidad sin límites en los ropajes quiméricos de su propia existencia.

Los enfoques modernos de la muerte, filosóficos, socio-históricos, antropológicos, médicos y psicológicos, o psicoanalíticos quizás se han hecho necesarios en un mundo que está experimentando una  ocultación intelectual y espiritual, pero siguen siendo parciales y problemáticos. . No pueden pretender responder válidamente a la pregunta del "cómo",  más allá de sus respectivos campos de investigación -constatar los fenómenos psicosomáticos,

11. La imitación de la muerte, o del difunto (a menudo utilizando una máscara), es una práctica Los yorubas nigerianos, así como los antiguos romanos.

12. D Marc-Main Descamps, en Question de, op. cit. 18.

13. Enfoques representados en particular por V. Jankélévitch, E. Levinas, E.Morin, Ph Ariès,Louis-Vincent Thomas, E.Kübler Ross, M. Fromage etc.

, ético y ritual - básicamente se abstienen de responder al "por qué". Así, para Jean-Marie Brohm, que parafrasea la perspectiva sartriana de Vladimir Jankélévitch: "Morir es ...] en primer lugar convertirse en nada en absoluto, para pasar de algún lugar a ninguna parte, del ser a la nada, del todo a la nada. " 14 De igual manera, para Louis-Vincent Thomas, un reconocido académico, la muerte es "la antítesis de la vida"... Los ejemplos podrían multiplicarse.

No negamos el interés documental de los trabajos realizados en las últimas décadas por los especialistas,  ni el de algunas de sus  reflexiones. Por todo ello, no admitimos el "existencialismo", neoestoico,, epicúreo o nihilista que caracteriza y "da forma", en este campo como en otros cien, el "pensamiento moderno".

Para los mundos tradicionales, la muerte no es "nada", ni siquiera, "menos que nada" Es, en todas partes y siempre, el "paso" accidental, pero también providencial, de un "modo de vida", de un "estado" o de un "conciencia" a otra 15. Ciertamente, la muerte, como fenómeno marca la desintegración psicofísica de los elementos que constituyen el el individuo (¡no la "persona"!), ya que el nacimiento marca su agregación.Pero no se trata de una "nadización", como también leemos, precisamente porque lo humano no es reducible al individuo ni mucho menos.

Sin embargo, nada nuevo. Hace veintitrés siglos, para el griego Epicuro la muerte "no nos preocupa en lo más mínimo". Para el romano Séneca, un contemporáneo de Cristo, "Después de la muerte, todo termina, incluso la muerte". Esta negación de la noción universal de una continuidad póstuma del alma (sea o no coextensivo con el de "salvación", de "redención"), se redistribuirá el Renacimiento, para florecer en los círculos "enciclopedistas" y hasta Feuerbach. Para Feuerbach: "La muerte es un fantasma, una quimera, ya que sólo existe cuando no existe" (Muerte e inmoralidad). Para Freud Será una "fantasma", … lo que viene a ser lo mismo. Sin embargo, el problema de la muerte resurgió a finales del siglo XVIII con, por ejemplo, el poeta inglés Thomas Gray (Elegía escrita en un cementerio de la campiña)

14. Prefacio a Louis-Vincent Thomas, Les Chairs de la mort, op. cit. 27, y P. 60 para la siguiente cita. Con el mismo espíritu, para G. Bachelard: "La muerte es primero una imagen y sigue siendo una imagen".

15. Conciencia: del lat. scire, conocer; sinónimo, en el contexto, de (co)nacimiento: lat. nascere. (Morir bien) es saber nacer a la muerte.

y especialmente los románticos, Novalis, Madame de Staël, Shelley y , Friedrich, ΗόΙderΙin... después, con Schopenhauer ("filósofo de la muerte", para Ph. Ariès), Lamartine... Más tarde, con Hugo 16, Mallarmé, luego Rilke o Maeterlinck. Por último, con la filosofía heideggariana 17 y los avatares existencialistas, Sartre, Camus o incluso Cioran 18, a través de la angustia expresionista, el nihilismo surrealista y el "viva el nihilismo y el "¡viva la muerte!" de los nacionalistas españoles. En el ocaso de su vida, Maurras (fallecido en 1952) confió, en una fórmula que algunos místicos no negarían, que había... "amado la muerte ".

En cuanto a la actitud de los vivos hacia "los" muertos, y su percepción de de "la" (o "su") muerte, no podemos considerarla como una "obsesión como una "forma obsesiva del inconsciente" (punto de vista psicoanalítico) más que en el contexto de una sociedad que ha perdido su alma con su anclaje espiritual y mitológico, una sociedad descompuesta, sin legitimidad del juicio. El mundo moderno, desquiciado y convulso, no es más que una "máquina infernal" que produce flujos continuos de imágenes y palabras que son vanas, ilusorias, engañosas y, para decirlo sin rodeos mortíferas. Si uno nota una "fantasía", una "neurosis", un "trauma de muerte ", 19 la causa no debe buscarse en las sociedades primitivas y tradicionales. Una sociedad basada en lo sagrado, "religioso" en el verdadero sentido de la palabra, asume sus responsabilidades. Marx, Freud y sus apologistas progresistas han concebido la religión como una patología. Para el primero, es "el suspiro de la criatura en la angustia"; para el segundo, es "la neurosis obsesiva de la humanidad". Para el sociólogo hegelo-marxista Edgar Morin, la religión "segrega el optimismo que, a través de los ritos de la inmortalidad (que él califica

16. Para el autor de Dieu et de Lis fin de Satan, que era una obra de vejez: "La muerte es la unidad que recupera todas las cosas. "... ¡Intuición notable! El grandioso funeral de Hugo de exaltación laico-patriótica, un momento de intensa e indulgente emocionalidad colectiva hacia la muerte.

17. Ser es estar "libre para la muerte". Este enfoque es coherente con las enseñanzas tradicionales de Oriente y Occidente. Para el último de los grandes filósofos europeos (con Edmond Husserl), la angustia existencial ante la muerte se transforma libremente en un movimiento de estar fuera de uno mismo ("éxtasis"). Para Sartre, en cambio, la muerte, ignorada, despreciada, extranjera “externada” puesta fuera de ella misma. Anonadada. ella no es más… Al menos se quiere persuadir… y ¡ persuadir a los otros!

18 “Contra la obsesión de la muerte, los subterfugios de la esperanza, como los argumentos de la razón resultan ineficaces (Cioran,Précis de descomposition, 1949)

19 Edgar Morin L’homme et la mort, Seuil, Points-Essais, Paris 1976, p 42 ss

 

por otra parte, de  "pobre entretenimiento"), permite al individuo superar su angustia". A partir de entonces, la religión sólo sería una "adaptación que traduce la inadaptación humana a la muerte" 20. Pero, ¿de qué manera el hombre "integral" (no sólo el hombre-individuo) estaría fundamentalmente "desadaptado" a la muerte? Esto es lo que nuestro pensador ¡no dice!



Lo que contradice la perspectiva freudo-marxista es la observación La observación del propio Morin de que el "trauma de la muerte" aumenta con  la afirmación de una "individualidad" (en una supuesta dialéctica de conflicto individuo-especie). Sin embargo, como sabemos, Las sociedades primitivas, arcaicas y religiosas ignoran en gran medida la individualidad. La relación con lo sagrado, y por tanto fundamentalmente con la vida y la

20. Morin, que sueña con un "comunismo universal", se opone a la "salvación inmortal" de los espirituales, la moral de una "salvación con los pies en la tierra", sustentada en la "amortalidad iológica" que deja augurar la investigación científica moderna... Esto es ignorar el poder "ilusorio" y por tanto suicida de de esta última.

muerte, no es el del "individuo", sino el de la "persona". En estas sociedades, la persona es lo irreductible, singular y totalizador para el que la comunidad es el marco formativo y normativo. El hombre religioso no es ni "neurótico", ni "reprimido", ni "angustiado"... Él se contenta con  "ser". Por la misma razón, la noción de inmortalidad no es la "afirmación de la individualidad"... sino la de "personalidad": huella inalterable de lo divino en dicho "individuo" humano.

Es porque ha perdido la memoria de su propio "centro" y su "verticalidad "que el individuo colectivizado del mundo moderno se desarrolla sin freno neurosis y patologías fantasmáticas. De hecho, el hombre moderno es débil, enfermo... y sin personalidad (se supone que el ego exacerbado ocupa su lugar). Por el contrario, es innegable que para una sociedad basada en la conciencia de lo sagrado y en los deberes rituales, en el “sacrificio regenerador, ¡ignora el suicidio por “depresión” y los estados neurasténicos! El árbol siempre será juzgado por sus frutos. Al querer expulsar a la muerte, el hombre se expone a expulsarse de la vida.

Anonadar la muerte es despreciar la génesis... Por lo tanto, también es una forma insidiosa de negar a "Aquel" o "Aquella" que da, mantiene y recupera la vida. Es negar el Ser o la Causa de las cosas. Esto es lo que está en juego de la antigua confrontación entre "creencias antiguas (Áncient Befiefs) y supersticiones modernas", según la expresión de Martin Lings.

Más allá del cruce crítico21 del istmo entre la vida y la muerte (o entre la muerte y la vida), postulamos, por nuestra parte, que los "estados conscientes" de (muerte) no son ni más ni menos "reales" que los "estados conscientes " de (la vida). El reconocimiento de esta similitud de interfaz valida, a nuestros ojos, cualquier discurso sobre la muerte: la muerte indiferente, colectiva y anónima “otros" ("ceguera a la muerte de otros", como E. Morin)... Lo que nos afecta, personificado, hablante y dolorosamente repetido, de nuestro "prójimo"... La "mía", finalmente, terriblemente única e "increíble", según la palabra de Goethe.

21.  "Crítico", porque corresponde a una modificación muy brusca del ser que "se retrae tanto más brutalmente cuanto que no está preparado para ello.



CAPÍITULO II

EN LOS ORÍGENES

Muere antes de morir.

(Angelus Silesius.)

Sólo los muertos pueden saber lo que significa estar muerto.

(Α.Κ. Coomaraswamy.)

EL MITO

Para E. Morin, "si la muerte no tiene ser", es real sin embargo... Pero, ¿cómo sabe el sociólogo ateo que no tiene ser? ¿Lo sabe, mejor que los santos que la "viven", qué "es" o "no es" la muerte? ¿Lo ha experimentado en su vida durante un solo segundo? Participando, como la vida, en el Ser divino, la muerte tiene, por el contrario ¡toda su "razón de ser"!

Las xilografías que abren cada uno de los capítulos reproducen los dibujos de Hans Holbein en El simulacro de la muerte. Trechsel frères, Lyon, 1538.

Recordemos, pues, según las doctrinas tradicionales y Platón, que el "ser" de una cosa es aquello que, en ella, no es susceptible de ningún cambio de estado. El "ser" de una cosa es lo que, en ella, no es susceptible de ningún cambio de estado, lo que es compuesto y cambiante, lo que pasa de un estado a otro, de un nacimiento a una muerte, de una muerte a un nacimiento, estando solo "en devenir". Ahora, la muerte y la vida son siempre y en todas  partes  lo mismo. Por lo tanto, se puede argumentar que la una no tiene menos ser que la otra, y es la noción de "inmortalidad" la que reconciliará, al trascenderlas, estos dos lados de cada existencia trascendiéndolos... Son números, por otra parte, los mitos que atestiguan la inmortalidad de la muerte. El Ángel de la Muerte (como todos los ángeles) es inmortal, aunque debe entenderse de forma relativa, como que se dice que el infierno es "eterno".1

Otro punto doctrinal a destacar: la confusión bastante habitual de la muerte y el mal. La muerte no es el poder corruptor al que el alma carnal es receptiva, sino el cambio de estado inducido por una transgresión, permitida a su vez por el estatus único del Hombre hecho a semejanza de Dios, por tanto, a priori "inmortal". "Introducido en el mundo por el pecado", como dice San Juan Crisóstomo,"Es la primera y más grave consecuencia. Sin embargo, retirar la serpiente, símbolo de la tentación de transgredir y por tanto símbolo del mal es superar la muerte. Por lo tanto, debemos tener en cuenta este tema tan frecuente en nuestra cultura religiosa, de una recuperación de la inmortalidad por el dominio de las potencias sensibles que actúan sobre el alma carnal y viva  (la Eva bíblica). Un tema recurrente en el arte cristiano, especialmente durante el Renacimiento. -

Si se reconoce el valor intrínseco del mito, y se deja de considerarlo como la proyección prerracional de los miedos que nuestra imaginación humana puede nutrir, entenderíamos cómo la muerte "es" lo que ella testimonia. La muerte y la vida testimonian igualmente la propia relatividad de la existencia, frente a la realidad absoluta e infinita de Aquel que da la vida y la muerte. Esto es lo que E. Morin se abstiene de pensar; el mito ("metáfora "o "ilusiones", dice él) siendo, para él y por petición de principio un "tipo de explicación arcaica".

La realidad de la muerte se confunde con la prehistoria in illo tempore del tiempo cíclico de la creación. Los mitos y las tradiciones lo enseñan y

-1. En términos estrictos, Dios solo es absolutamente inmortal, y Dios solo es.La inmortalidad relativa de la muerte presupone una reintegración final, una aniquilación, una redención (apocatástasis). Es seguro de que la muerte "morirá" a su vez, y para siempre.

 proporcionan así todas las respuestas necesarias en cuanto al significado real de la vida y la muerte, ya que la concepción de la una no va sin la de la otra. Son casi unánimes en plantear la inmortalidad original del hombre o de una humanidad primitiva, y atribuyen la apariencia de la muerte a alguna transgresión, violencia, error de juicio, olvido o ausencia... El Ser  Creador, hasta ahora familiarmente presente, se retira al Cielo; o de nuevo, El Cielo se disocia de la Tierra. Retirándose a sí mismo, vela su luz a la vista de los hombres, decreta la mortalidad y el sufrimiento a modo de expiación. Cuando el hombre aparentemente no es responsable, entra en juego un principio intermedio, a menudo zoomórfico. Esta es el caso, en el África negra, de los Gallas de Kenia, donde la abubilla celeste desnaturaliza el mensaje que Dios destina a los hombres y que garantiza su inmortalidad. Reencontrando una serpiente y le ofrece revelar el secreto de la inmortalidad, a cambio de la carroña que la serpiente está a punto de devorar. . La astuta serpiente gana la renovación anual de su piel...pero el hombre se vuelve mortal, putrescible como la carroña de toda criatura inferior. En muchos mitos de África oriental y occidental, el camaleón psicopompo "de siete colores", símbolo de las corrientes cósmicas en torno a las cuales se enrolla la creación, desempeñan un papel similar. Por su naturaleza ambigua, disfraza la buena noticia de la inmortalidad......y el hombre pierde su estatus existencial privilegiado.

Un mito de los indios de las llanuras (kiowas) cuenta que en el primer día de la creación, el cuervo estaba celoso del águila cuyas plumas eran más hermosas que las suyas. Se enfadó y lanzó una pesada piedra  en un lago, prediciendo que si no subía a la superficie los hombres morirían... El resto es fácil de adivinar.

Varios mitos dicen también que si la mortalidad cayó sobre el hombre, las divinidades" conservaron para ellas la inmortalidad que poseía originalmente por derecho propio. Así, en la epopeya de Gilgamesh: "Cuando los dioses crearon la raza humana, le fijaron el destino de morir, y mantuvieron la inmortalidad en sus manos. "

El origen de la muerte es muy generalmente la sanción inmediata de la de las malas acciones de los propios hombres, ya sea la violación de un de una prohibición, una debilidad (pereza, sueño) 2, o una discordia

2. Según el mito camerunés los hombres inmortales obedecían a un Dios que no duerme jamás y que les prohibía dormirse a ellos mismos, ¡Ay! Un día uno de ellos no resistió al sueño, y la muerte se instaló desde entonces sobre la tierra

 

entre maridos, hermanos, esposas celosas, esposa y suegra, y (véase el mito de Dipo, en la perspectiva evocada por Sófocles). El incesto, el egoísmo, los celos, la lujuria, la crueldad y la injusticia, son casi siempre las causas de la mortalidad humana. En una historia ruandesa, la Muerte, celosa de la felicidad humana, busca la forma de de poner fin a sus privilegios. Dios, irritado, ordenó que permaneciera encerrados en sus casas hasta que lo expulsara. Pero una anciana, demasiado curiosa, desobedeció. Salió de su casa y se encontró con la Muerte en un campo. Esta última consiguió convencer a la anciana para que la escondiera en su vientre. , para escapar de Dios. Este se presentó a la anciana, preguntándole si había visto a la Muerte... A pesar de sus negaciones, Dios sabía muy bien que estaba mintiendo, y esto fue la  desgracia de la humanidad: "Te has tragado a la Muerte", le dijo, "y no , se irá de los cuerpos de los hombres".

Los hombres tuvieron entonces que "inventar" (en el sentido literal de poner en práctica) Ritos  para dominar las fuerzas elementales psico-anémicas liberadas por la descomposición de los cuerpos, y para asegurar el giro la cohesión espiritual de la comunidad.

En otro mito africano, relacionado con el mito griego de la caja de Pandora, Dios entrega a los humanos un paquete, prohibiéndoles abrirlo. Pero la mujer, por curiosidad, no puede resistirse... Ella abre el paquete y la enfermedad y la muerte se escapan. En un ejemplo similar , Dios propone a la primera pareja humana, así como a la cósmica para elegir entre dos paquetes. Fatalmente equivocada, la mujer la mujer no hace la elección correcta... ¡y la inmortalidad se queda con la serpiente! Es decir, a la propia Muerte.

En otros mitos, la muerte existió desde el primer hombre, pero durante mucho tiempo fue estuvo reservada a los ancianos, que morían al en paz y a su tiempo, renacieron directamente en Dios. . Un fatídico día, uno de ellos se rebeló y se negó a dejar este mundo. Dios estaba tan enojado que permitió que la Muerte golpeara a cualquier persona, en cualquier momento y de cualquier manera. Este fue el origen de de "malas muertes": accidentes, enfermedades, epidemias, asesinatos, guerras.

Entre los maoríes de Nueva Zelanda, el origen de la muerte se asocia explícitamente asociada al sexo femenino, que a veces llaman "la casa de  los muertos". Para el Dios del Cielo (Rangi), que se une a la Tierra para crear Tane, en el origen del pueblo maorí, "el asiento de la desgracia está abajo, el de la vida está arriba"; y advierte a todos su descendencia de hombres y mujeres : "No viviréis eternamente como el sol, las estrellas, sino que morirás como mueren las cosas del mundo inferior, para que  llorado". En otra versión, el origen de la muerte se atribuye al propio Tane, particularmente torpe en sus primeros abrazos sexuales.

Otro mito con tintes "solares" se enseña en las Nuevas Ηébridas (Vanuatu). Qat, cuya madre era una Roca (como el griego" Thanatos, no tenía padre), compró la Noche (Qong) en un lejano” isla" lejana  a los pies de los "cielos", después de que sus once hermanos  había hecho todas las demás cosas posibles durante el día. También aprendió cómo dormir y devolver la luz del día con la ayuda de un cuchillo de obsidiana. A continuación, creó hombres y mujeres de madera y arcilla, dándoles vida, bailando al son del tambor. La araña Marawa, queriendo imitarlo, colocó figuras antropomórficas en la tierra, pero eran de madera ordinaria. Así que, ¡después de seis días! Las desenterró podridas, este fue el origen de la muerte.

LA PROMESA CRISTIANA

DE LA ABOLICIÓN DE LA MUERTE

"YHVH tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para que lo cultivara y mantenerlo. YHVΗ decidió ordenar: 'De todos los árboles del Jardín podéis comer, pero del Árbol no podéis comer. pero del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal 3 no comerás; porque el día que  comas, morirás". (Génesis 2:15-17.)

A esta advertencia imperativa le sigue la formación de Eva (el alma viviente)  y la transgresión inducida por las sugestiones de la serpiente demiurgo. Entonces, "YΗV'Η envió a Adán fuera del Jardín del Edén, para cultivar el suelo de donde lo había sacado", poniendo así fin a su la inmortalidad. Sólo el Aliento de Vida (el Espíritu Santo) restablece a Dios: "Que el polvo vuelva a la tierra de donde salió, y que el Aliento vuelva a Dios que lo dio. " (Eclesiastés 12:7).



3. Es decir, de un conocimiento dúall, no devuelto a la Unidad, a la inmortalidad absoluta,del que proceden todo el conocimiento, toda  vida y toda muerte proceden in divinis.

21

No obstantes, Jesucristo, Hijo de Dios, experimentó la "muerte al pecado"Por la humanidad pasada, presente y futura. Esto no significa que El acto de fe en la virtud redentora de Jesucristo (unida a la gracia bautismal) suprima la fatalidad de la mortalidad corporal.., pero borra la mancha del pecado original del "viejo Adán", predisponiendo virtualmente a la inmortalidad integral de la carne (cuerpo y alma) prometida en el el " Reino de Dios".

Atrayendo sobre él la ira y el rigor de su Creador, el hombre llama a la muerte, y ésta a su vez impone un esfuerzo a todas las potencias del alma… dicho de otra manera, consentir un sacrificio. Lo qué los humanos deben cumplir ahora para renacer a su estado original, estado inmortal, es así como el eco repetitivo del Sacrificio único que es la "creación en Dios".



CAPITULO III

MUERTE DEL CUERPO

Estés donde estés, la muerte vendrá a ti, aunque estés en

en torres fortificadas. (Corán 4, 78.)

No suscribimos la opinión de L.-V. Thomas para quien "la muerte es un proceso,

, no un estado" 1, pues es a la vez uno y otro. Este punto de vista reductor niega a la muerte su significado y lleva a considerarla como "una agresión una agresión, brutal y arbitraria... una monstruosidad solitaria" según   las palabras de V. Jankélévitch. Es, por el contrario, "sensata", en cuanto se admite que el proceso psicobiológico de descomposición, de reabsorción elemental, corresponde internamente a los cambios de niveles y estados del alma 2.

Como tal, la muerte de una criatura, a fortiori la de un humano, nunca es anodina o sin efecto; como cualquier nacimiento a este mundo, "resuena"

1. Louis-Vincent Thomas, La Mort, P.U.F.-Que Sais-je?, París, 1991, p. 17.

2. Este proceso de disolución-reintegración es descrito con sencillez y precisión por Sogyal Rimpoché: El libro tibetano de la vida y la muerte, La Table Ronde, París, 1993, p. 330 y ss.

 en las profundidades del universo... Se suele ignorar que matar o causar un daño irreparable, acorta la duración real de la vida, que ayudar a la más insignificante de las criaturas, ayudándola a vivir, así como a morir, la prolonga. Sin embargo, aún hoy, como cuenta  Sogya Rinpoché, la gente de las regiones del Himalaya sigue comprando animales destinados a ser matados y comidos, sólo para liberarlos. Esta admirable práctica se considera igualmente beneficiosa para los vivos y los difuntos.3

El proceso de la muerte, que no confundimos con la "realidad" de la muerte -definida como el paso crítico de un estado del ser a otro- comienza antes mismo de nacer. Desde el embrión, el feto ve el desarrollo de las células necesarias para la reproducción típica de la especie, , pero también, en paralelo, la decadencia de otras células. Si esta poda se viera obstaculizada, la supervivencia de las células aberrantes llevaría a   impases anatómicos. La vida, cada vez "única", es en cierto modo una especie de "elección" entre una multitud de mortíferas.

Como inexorablemente, sean cuales sean las técnicas de ralentización del proceso,  el proceso de alteración biológica continúa durante toda la vida, afectando a todas las funciones, especialmente las neuronales los órganos y sentidos correspondientes. En Francia, se calcula que el 15% de la población mayor de 85 años tiene demencia. senil. Actualmente, dos millones de estadounidenses están afectados por la demencia degenerativa del Alzheimer, que era casi desconocida ¡hace un siglo! La gestión medicalizada del envejecimiento, combinada con la implacabilidad de la terapia, se está topando con "respuestas" imprevistas (¡pero no invisibles!) de la vida. No querer o no saber "morir a tiempo ", el hombre moderno corre el riesgo de hundirse en el doloroso estado de una agonía vegetativa casi indefinidamente prolongada, perjudicando así a su interés final, que es movilizar los recursos de su conciencia para abordar su vida póstuma con pleno conocimiento de causa. Su vida póstuma.

3.  ¿Qué se puede decir, en cambio, de las prácticas quimio-médico-farmacéuticas de los psicópatas "conscientes"  que enferman y mutilan horriblemente a millones de animales en discretos laboratorios insonorizados ... En nombre de qué “ciencia”, si no es demoníaca, ¿y de qué “Derechos” humanos?

LA AGONÍA

Tras la muerte, suele haber un periodo de agonía (griego αgôn, .); es el estado de un moribundo en el último extremo. La agonía, cuya duración es variable, se caracteriza por la inmovilidad Y la alteración de los rasgos, un gemido ruidoso  del que el paciente no parece siempre tener consciencia, visión borrosa, aspecto opaco de la  córnea, pérdida de voz y del habla, livideces y sequedad de

la lengua y los labios, la pequeñez y la intermitencia del pulso, la extinción  gradual del calor del animal desde la periferia hacia el centro. La respiración parece, a primera vista, terminar la última, y es por esto Sin duda que, en todos los idiomas, la palabra expirar es sinónimo de morir; pero, en realidad, el corazón merece el epíteto que la ciencia le ha dado, ultimum moriens. La agonía puede ser tranquila, pero a veces el enfermo está agitado por movimientos compulsivos más o menos violentos, el delirio puede ser continuo o intermitente . Se produce un periodo de calma que precede la terminación fatal. " 4

ETAPAS Y SIGNOS DE LA MUERTE

Los especialistas coinciden, en general, en definir cuatro etapas de

la muerte:

-Muerte aparente: síncope o coma más o menos prolongado; puede ser provocada

por un anestésico, por el efecto de las drogas, por la embriaguez, por la hipotermia

embriaguez, hipotermia, etc. Los niños, al nacer, están a veces

en un estado de aparente muerte.

- Muerte clínica: abolición de la actividad cardíaca o respiratoria.

La no irrigación (anoxia) del cerebro no debe superar, en

De 5 a 8 minutos de media.

- Muerte vegetativa: el funcionamiento de los órganos puede ser mantenido artificialmente, mientras que la

actividad cerebral se detiene. Se habla de

coma excedido.

- Muerte total o biológica: efectiva cuando mueren las últimas células.

mueren.

Los signos visibles de la muerte son:

- El enfriamiento: primero afecta a la cara y a las extremidades de los miembros

, progresa una media de un grado por hora. Un calor

4. Nouveau Larousse illustré, bajo la dirección de Claude Augé, en 7 volúmenes, s.d. (hacia 1910)

Puede persistir una veintena de horas en la región hepática. Este ritmo puede ser más rápido en los niños, los ancianos y los accidentados,

más lento en el caso de enfermedades y hemorragias cerebrales.

- La rigidez natural difiere de la causada por una muerte violenta y repentina,, así como la obtenida por congelación. Afecta primero a la cara, el cuello y luego al tronco y las extremidades. Se generaliza después de unas doce horas; entre uno  y tres días después de la muerte, cuando comienza la putrefacción, desaparece.

- Las livideces aparecen en forma de manchas, hacia la quinta hora. La paleta cromática da información sobre la causa de la muerte.  Los labios stán marcados con un borde marrón rojizo. La pupila se vuelve ovalada y la córnea está cubierta por un velo mucoso.

- La deshidratación provoca una pérdida de peso de aproximadamente 1 Kg.por día.

- Hinchazón: la fermentación pútrida produce agua (que se evacua por los orificios naturalesEn flujos marrones nauseabundos), dióxido de carbono, metano, nitrógeno, amoníaco, sulfuroso Estos gases provocan hinchazón, especialmente del abdomen y y el escroto, y transforman la carne flácida en en masas fétidas.

A finales del siglo XIX, en respuesta a la conmoción causada por los persistentes rumores de entierros prematuros, se construyeron "casas mortuorias" en varios países : Alemania, Bélgica, Países Bajos, Gran Bretaña... Los cuerpos fueron depositados allí, vigilados de cerca por parte de los guardias, hasta que se notó el inicio de la putrefacción. Con planes de apoyo, estos establecimientos fueron descritos en 1883 por el Pr. E. Bouchut, en su Tratado sobre los signos de la muerte.

Hoy en día, en el caso de la muerte cerebral, mientras los órganos vitales (corazón, pulmones) siguen funcionando -la mayoría de las veces con asistencia mecánica- dos electroencefalogramas/cardiogramas planos de treinta minutos, con un intervalo de cuatro horas, deben ser registrados. Esto asegura que la actividad vascular y eléctrica se ha detenido. No obstante, cabe señalar que "en caso de fallecimiento de un paciente en un estado de supervivencia artificial, es muy difícil determinar el momento exacto de la muerte" 5. Además, los avances en las técnicas de

5. Jean-Pierre Bayard, Le Sens cachéé des rites mortuaires, Dangles, Saint-Jean-de-Braye, 1993, P. 54.

reanimación permiten que cada vez más sujetos "vuelvan" del estado de muerte clínica, lo , que no deja de plantear una serie de nuevas cuestiones éticas y legislativas, especialmente en relación a la extracción de  órganos

PROOCESO DE DESCOMPOSICIÓN/REABSORCIÓN

Las células nerviosas no sobreviven a unos minutos de anoxia, seguido rápidamente por las células hepáticas, renales y glandulares, mientras que  Los epitelios 6 sobreviven de dos a tres días. Algunos órganos, Aunque perjudicados y funcionales, "mantienen su forma anatómica antes de reducirse a una papilla infecciosa que llenará, temporalmente, el cráneo el tórax, el abdomen" (J. Ruffié). "El hígado desaparece hacia la tercera semana semana, el corazón y el útero entre el quinto y el sexto mes [...] Por lo general, es después de 12 a 15 meses cuando aparece el esqueleto provisto aún de tejido, ligamentos, tendones, vestigios de los grandes vasos más o menos parasitados. Es necesario esperar de 4 a 5 años, , por término medio, para que los huesos se desunan (desintegración). Su destrucción por descalcificación y disolución en el agua de lluvia [...] puede extenderse en el intervalo de unos pocos años a varios siglos según la naturaleza del suelo. Los dientes son los últimos en desaparecer; son capaces de sobrevivir durante miles de años. " 7

AUTOPSIA

Del griego autos, si mismo, y opsis, vista, esta palabra (casi un sinónimo de de "introspección") designaba originalmente la visión intuitiva de lo divino dentro de uno mismo... En su sentido materialista actual, la autopsia cadavérica o la necropsia se considera una base de la anatomía patológica, y en medicina forense, es un medio para arrojar luz sobre la causa de la muerte.

La autopsia debe realizarse preferentemente antes de que transcurran veinticuatro horas y se haya iniciado el proceso de descomposición. Sin embargo, los avances en la investigación biológica significa que ahora es posible llevar a cabo exámenes rigurosos sobre cadáveres en estado de descomposición avanzada

6. Tejidos celulares que recubren el cuerpo y revisten el interior de los órganos huecos.

7. Louis-Vincent Thomas, La Mort, op. cit. p. 24; sobre este tema, del mismo autor: Le cadavre,Complexe, Bruselas, 1980.

. Clásicamente, distinguimos las aberturas del cráneo, el raquis, el tórax el pecho y el abdomen. A principios del siglo pasado, estas operaciones se describían así:

"Apertura del cráneo. Después de haber cortado el pelo, se hace, penetrando hasta el hueso, se realiza una incisión transversal que se extiende de una oreja a la otra pasando por encima de la cabeza. De este modo, se obtienen dos solapas, que se separan con el bisturí. Cuando el cráneo está desnudo, se practica mediante la sierra o el martillo, se hace un corte circular, que debe pasar un poco por encima de los arcos superciliares, la raíz de los arcos cigomáticos y la protuberancia externa del hueso occipital. Se retira el casquete craneal, se cortan las adherencias y la duramadre, y el cerebro está desnudo.

"Apertura de la columna vertebral. Se realizan tres incisiones: una transversal a nivel del occipital: las otras dos longitudinales, a partir de la primera y que se extiende a lo largo de cada una de las caras laterales de las apófisis espinosas del de las vértebras. La piel y los músculos desprendidos de cada lado de estas apófisis. La división de las vértebras se hace mediante rachitomas, cinceles (gubias), cizallas o sierras de de forma y tamaño especiales. Se abre el canal espinal en toda su longitud, se retira la parte desprendida de las vértebras, se abre el canal de la duramadre y se saca a la vista la médula.

"Apertura del tórax y del abdomen. La incisión se realiza en la línea mediana del desde la horquilla del esternón hasta el pubis, pasando por la izquierda del el ombligo. Una placa esternal se hace cortando las costillas en su parte media con el costotomo (tijeras de podar). Esta  placa se desprende de tal manera que deje el pericardio y los pulmones intactos..." (Nouveau Larousse illustré).


CAPÍTULO  IV

LOS NDE

Desde hace unas tres décadas, unos pocos investigadores tenaces, en las fronteras  de la biología, la neurología y la psicología, han abierto y profundizado un vasto campo de experimentación que se denomina comúnmente "Near-Death Experience" (NDE), "experiencia cercana a la muerte", o "Experiencia de muerte inminente" (EMI) 1. Según un sondeo Gallup de 1982 , casi el 5% de los estadounidenses dicen haber experimentado una cosa tal , en el contexto de las operaciones quirúrgicas con anestesia general, los accidentes , enfermedades graves, casi siempre un resultado de provocó una parada cardíaca 2. Pero aquí hay nuevos límites, debidamente reconocidos por un especialista de renombre como el Dr. Melvin Morse, para quien "la experiencia de

1. Los relatos de personas que han experimentado comas de diversa duración y, en algunos casos, la muerte clínica,, fueron recogidos y analizados por primera vez por el Dr. Raymond Moody. En 1975, fecha de publicación de su bestseller, La vida después de la vida, ya estaba trabajando en 150 casos.

2. Beda, en el siglo V, relató el relato de un hombre de su tiempo cuya experiencia fue,aparentemente de este orden. Cf. Sogyal Rimpoché, op. cit. pp. 417 y ss.

la proximidad de la muerte sigue siendo un misterio. A pesar de su buen voluntad, su saber hacer y descubrimientos innegables, los experimentadores pueden traspasar los propios límites de la experiencia , es decir, grosso modo, lo que cae dentro del dominio psíquico. Los especialistas de NDE y de la psicología de las profundidades sacan a la superficie y verbalizan cosas extrañas y desconcertantes, al menos para un racionalista obtuso. Pero estas "exhumaciones" psíquicas son todavía poca cosa. Siempre se trata de un afloramiento de la conciencia, solicitado en ciertas zonas sensibles por el efecto de un traumatismo, y que son los primeros en reabsorberse en el momento de la muerte clínica. La experiencia se refiere a las envolturas externas del alma, las impresas por miríadas de imágenes-recuerdo  que  son en realidad  de "nuestro mundo".

Muchos malentendidos surgen de una confusión entre estas experiencias, tipo de introspecciones psíquicas (que pertenecen, al mismo tiempo, a la patrimonio de la humanidad y los vínculos emocionales personales), y el "viaje del alma" previsto por las tradiciones.

Las NDEs demuestran, a quien lo dude, que hay "algo" después de la muerte, pero no muestran nada que realmente vaya "más allá" del dominio psico-onírico... Como dice muy bien Sogyal Rimpoché en las NDE, "la conciencia sólo abandona el cuerpo de la persona "muerta" para "vagar temporalmente por diversos reinos". 3

Espiritualmente, esto no está exento de peligro, ya que la extensión vitalista de la conciencia se describe casi siempre como una experiencia agradable, lo suficientemente atractiva como para que los sujetos tengan a veces dificultades para aceptar su "regreso" al mundo de las contingencias ordinarias...Hay que tener en cuenta que lo mismo ocurre con ciertos tipos de sueños y y las "inmersiones psíquicas", provocadas o no por la hipnosis, que nos que nos apresuramos, a menudo y de forma bastante equivocada, a calificar de "vidas pasadas "4. Se sabe de personas se han suicidado por experimentar tales estados, otras se han hundido en una grave depresión, seducidos por los testimonios eufóricos  en una literatura especializada. Sogyal Rinpoche advierte:

3. Sogyal Rimpoché, op. cit. p. 434.

4. Véase nuestro B.A.-ΒΑ de la reencarnación, cap. VI: "Investigación experimental y psicoterapias."

"No se deje llevar por estos relatos de experiencias cercanas de la muerte  y por todo lo que puedan inspirar, y no vaya a creer, equivocadamente, que es suficiente morir paraa descansar en tales estados [...] La muerte no es ni deprimente ni seductora... "5

A pesar de la extrema diversidad de las experiencias recogidas, surge un patrón típico:

1. La experiencia comienza con una sensación de bienestar, a veces seguida de un sonido penetrante, como un zumbido o un rugido. El sujeto experimenta una sensación de "salir" del cuerpo y flotar. El punto de percepción de la conciencia se mueve por encima del cuerpo y puede deslizarse, más o menos lejos, atravesando objetos sólidos, como un muro. En este estado de ligereza eufórica, el sujeto observa con atención a las personas que están cerca de su cuerpo, sobre todo si son familiares cercanos o conocidos. Más tarde testificará su impotencia para comunicarse con ellos para tranquilizarlos,  experimentando sentimientos como la compasión o la tristeza.

2. El sujeto flota o se mueve rápidamente a través de un túnel, atraído por una por una luz muy brillante que no perturba la vista. Esta luz no su fuente "fuera" del sujeto, que se siente como fundido en ella, mientras experimenta una sensación tranquilizadora de amor, serenidad de alegría incluso; a veces se acompaña de una melodía. Si el  sujeto vuelve entonces a una conciencia ordinaria, la luz puede persistir durante algún tiempo en forma de jirones o chispas. Casi  todas las experiencias de los niños -y casi una cuarta parte de las de los adultos- tienen este  elemento luminoso con las sensaciones de acompañamiento. "Todos informan que la luz aparece en las etapas finales de la experiencia, después de haber abandonado sus cuerpos o han recorrido el túnel. "6

3. Algunos sujetos dicen estar en presencia de un "ser de luz" compasivo. Pueden ver el curso de toda su vida, sus acciones, palabras e incluso pensamientos, buenos o malos, y sus consecuencias en otros. Otros, más raros, describen la visión de lugares paradisíacos de jardines y ciudades de colores extraordinarios,

5. Sogyal Rimpoché, op. cit. p. 436 y p. 31.

6. Melvin Morse, Los niños a la luz del más allá, Robert Lafftont, París, 1992, p. 166.

en una atmósfera de luz dorada y música armoniosa. Allí pueden reunirse con sus familiares, algunos de los cuales han fallecido hace tiempo. Se trata entonces generalmente de la percepción de un límite, como un muro de luz,, que los sujetos no pueden cruzar sin el riesgo de no poder volver. "A veces se les confía un mensaje o una instrucción espiritual o moral para su futura conducta en  sus futuros tratos con los demás.

La mayoría de los sujetos afirman haber experimentado un aumento de su conciencia, a ser más receptivos, e incluso a poseer un conocimiento intuitivo de las leyes naturales. Algunos de ellos obtienen dones de clarividencia o o dones de curación antes desconocidos por ellos mismos. Muchos han cambiado su vida, abandonando las actividades mundanas habituales en favor de obras de caridad o dedicar su vida a "estudios espirituales", o pretendidamente tales; el "pensamiento" de la new age está ávido de estas pseudo "enseñanzas superiores", , a menudo de contenido banal o incoherente.

Estas experiencias no siempre son tan idílicas como nos gustaría pensar, ya que algunos sujetos informan de visiones que son francamente siniestras. Margot Grey (Return frοm Death) da estos testimonios: "Me dejé llevar por una corriente de sonido: un rumor constante de ruidos humanos. Sentí que me hundía en la corriente, que poco a poco me convertía en parte de ella y que me sumergía lentamente. Un intenso temor me invadió, pues sabía que si sucumbía a esta masa sonora cada vez mayor, me perdería [...]. Miré hacia abajo en un gran pozo lleno de una niebla gris, y había todas estas manos y brazos tratando de agarrarme y tirar de mí hacia abajo. Hubo un sonido terrible de lamentos, lleno de desesperación [...] Me hundía cada vez más profundo en la tierra. La ira reinaba y sentía un miedo terrible. Todo era gris. Había ruidos espantosos, como el rugido de bestias feroces y furiosas, que crujen los dientes." 7

Raymond Moody relata este caso, evocador de las sombras en la purgación:"Lo que podría tomarse por sus cabezas estaba inclinado hacia el suelo; ellos tenían miradas tristes y abatidas; parecían arrastrar los pies como convictos encadenados... Parecían vacíos, apagados, grises. Parecía que se pasaban el tiempo arrastrando los pies y moviéndose,

7. Citado por Sogyal Rinpoché, op. cit. pp. 430 y ss.

ignoraban dónde ir, a quién seguir o qué buscar. Cuando pasé cerca de ellos , ni siquiera levantaban la vista [...] En todas partes había esta actitud Abrumada y desesperada de gente que no sabía ni qué hacer ni dónde ir , ni quiénes eran, que ya no tenían noción de nada I...] Parecían estar buscando alguna cosa, pero el qué, yo no sé nada. "8

Se sabe, con René Guénon, que algunos días que siguen a la muerte "el tiempo necesario para el "desenlazar" de la fuerza vital, permanece. En estado "no despierto" en el caso del hombre común".9

Lo que importa, por tanto, es la correcta disolución y reabsorción del   estado psico-somático que constituye esa "apariencia de ser" que es la individualidad. La muerte es, efectivamente, un proceso de "desenlace". Como tal actúa de manera retrospectiva, en sentido contrario al proceso de manifestación que representa el transcurso del tiempo de  vida de un indiduo desde su vida intrauterina. . Pero esta vida se "retoma remontando el curso de los acontecimientos que la constituyeron". Las visiones "panorámicas", que no deben confundirse con ciertas alteraciones neurológicas (como las alucinaciones autoscópicas), a menudo relatadas por las personas que se han acercado a la muerte clínica o la han experimentado, son de la experiencia personal, no de experiencias ajenas al sujeto. Ellas  constituyen una de las primeras etapas de un proceso más o menos largo de reabsorción, comprometida desde el paro cardíaco o cerebral.

 Estas experiencias pertenecen al ámbito hipersensible, no al dominio espiritual. No se trata de un "después de la muerte" y mucho menos de una resurrección", como hemos leído. La muerte clínica y temporal, nunca es más que una especie de síncope más o menos prolongado que se la puede comparar , quizá, a ciertos estados psicotrópicos... "La reanimación resurge a una persona viva, es por lo tanto lo contrario de una resurrección" 10, señala pertinentemente V. Jankélévitch. Del mismo modo, para L ouis-Vincent Thomas: "La NDE se refiere a los sujetos que experimentan un estado de hipoxia (deficiencia de oxígeno) durante el cual se esfuerzan por hacer frente psicológicamente a las formas de ansiedad. Hay un fantasma de de la muerte y no la muerte verdadera como algunos afirman. "11

8. Ibid.

9. René Guénon, Études sur 1Ήindouίsme, Éd. Traditionnelles, París, 1979, p. 36, nota 3.

10. Vladimir Jankélévitch, La muerte, Flammarion, París, 1977, p. 344.

11. Louis-Vincent Thomas, La Mort, op. cit. p. 26, nota 5.

No hay que confundir las experiencias de reanimación cardiacal y cerebral

con los viajes del alma que conocen habitualmente, desde el momento que estaban vivos  los santos, los chamanes o lo que el budismo tibetano, en su fondo chamánico, llama delok. El budismo tibetano, en su trasfondo chamánico, llama al delok. Una palabra que designa uno que ha "regresado" de la muerte a la vida, después de haber recorrido los infiernos y paraísos, acompañados o no de una entidad angélica protectora. Esta experiencia puede durar hasta una semana, al final de la cual El Señor de la Muerte comunica un mensaje que el delok transmitirá. A veces el delok también se encuentra con personas fallecidas que le piden para transmitir algún mensaje a su familia, normalmente una exhortación a una mayor  piedad 12.

12 Cf. Sogyal Rimpoché op.ct. p.482



CAPÍTULO V

LA MUERTE DESPRECIADA

El mundo moderno envilece. Envilece la ciudad,

Envilece al hombre, envilece a la mujer,

Envilece la raza, envilece al niño.

Envilece a la nación, envilece a la familia.

Envilece incluso, ha conseguido envilecer lo que es

tal vez la cosa más difícil del mundo de envilecer:

ha envilecido la muerte.

(Charles Péguy.)

El mundo moderno reprime la muerte... Un fenómeno "absolutamente inaudito", como dice Ph. Ariès, apareció en los albores del siglo XX en los centros urbanos de Estados Unidos y la Europa del Norte "protestante". En París, incluso antes de 1914, "transeúntes" anónimos seguían los pasos del sacerdote llevando el viático, y se dirigen en su compañía a la la casa del moribundo. Hace apenas medio siglo, los creyentes se detenían para firmar sus nombres al paso del cortejo fúnebre... ya una motorizada, pero al menos se movía lentamente. Hoy en día, las manifestaciones aparentes de funerales y de duelo casi han desaparecido, incluso en los pueblos. La presencia parental alrededor del moribundo de la familia, los amigos y los vecinos, a veces incluso de desconocidos, en cuanto se anuncia la muerte; las condolencias después de un entierro convertido en expeditivo, uso de ropa oscura, velo de las mujeres, etc. Todo está “pasado de moda”. No es posible decir si la muerte fue causada por la muerte de una persona o por la muerte de un miembro de la familia. Las expresiones de dolor y el propio llanto deben estar "razonablemente" contenidos. De familiar que fue, la muerte reprimida, inhibida, se ha convertido en "indecible", "objeto prohibido"... El duelo solitario y vergonzoso es el único recurso... " señala con amargura Ph. Ariès, que continúa: "No queda nada de la noción de que cada uno debe tener de que su fin está cerca, ni del carácter de solemnidad pública que tenía el momento de la muerte. Lo que debería saberse ahora se oculta. " 1

La ideología progresista descansa, de hecho, en el desarraigo de los valores espirituales y de las formas de pensamiento identitarias. En contra de los principios culturales tradicionales que unifican y vigorizan a las comunidades, el mundo moderno mantiene la mentira de una felicidad egoísta, tanto individualista como colectivizada. ... ¿ "La Ciencia de la Ilustración de la Razón" no debía "vencer la enfermedad y la muerte"? ¡La "edad de oro" está tan lejos de estar en la cita! En este espejismo narcisista, el moribundo y la muerte se han convertido en repugnantes objetos de escándalo, un fracaso indecente. "Los discursos sobre la muerte son artificios reveladores que desactivan angustia y poner a la muerte a distancia. "2  En lugar de aplacar la angustia, diríamos que la "comprimen", tan cierto es que  el hombre moderno, que "se divierte" y  y "malgastando su vida" en mil actividades parasitarias e inútiles, ¡está muy mal en su piel! "Desde el final del siglo XIX, la muerte ha permanecido en silencio..., aunque nuestra civilización es decididamente mortífera". 3

1. Philippe Ariès, op. cit. p. 170.

2. Louis-Vincent Thomas, La muerte, op. cit. p. 43. No hay nada realmente nuevo en esto. Pascal ya denunciaba la actitud irresponsable de la buena sociedad de la época: "Habiendo sido el hombre incapaz de suprimir  la muerte, decidió que lo mejor era no pensar en ello, y este mismo hombre, que pasa tantos días desesperado por la pérdida de un cargo o alguna ofensa para su honor, el mismo hombre que sabe que va a perderlo todo con la muerte no tiene ansiedad. Es una cosa monstruosa ver en el mismo corazón esta sensibilidad por las cosas más pequeñas y esta insensibilidad  para las más grandes. "

3. Colette Estin, Contes et fetes de la mort, Beauchesne, París, 1993, p. 20. Una obra notable, a pesar de una reserva sobre los prejuicios "reencarnacionistas" del autor.

EL ESCAMOTEO INSTITUCIONAL

Si la población mundial se ha multiplicado por seis en el transcurso del Siglo XX, rara vez se considera que la de los muertos sigue la misma curva vertiginosa. Así, cada segundo hay casi dos nacimientos y dos muertes en algún lugar del mundo. Además, el descenso de la tasa de de muertes en la infancia, junto con el espectacular progreso de la medicalización y la geriatría, está aumentando constantemente la duración media de le esperanza de vida".

Se ha señalado -¡mucho antes que nosotros! - el carácter fundamentalmente anormal de de este aumento, que rompe con el orden natural de las cosas. Las leyes "kármicas" se agitan y se vuelven más aleatorias. En efecto, la prolongación artificial de la vida media se compensa por una pérdida cualitativa realmente inestimable. El hombre medicalizado sobrevive más tiempo que sus antepasados, pero intrínsecamente vive menos que ellos. Así que, básicamente, vive menos.

Un importante factor sociológico contribuye a modificar la relación del hombre con la muerte.. La muerte tiene lugar cada vez menos en el hogar, rodeado de los propios y la comunidad, sino en una habitación de hospital, que a menudo no es muy "hospitalaria", o en la mal llamada " casa de retiro "4. La propia concepción del urbanismo moderno (exigüidad delas  viviendas sociales, la congestión del tráfico, la excentración de cementerios en los suburbios lejanos, etc.) empuja en esta dirección ¿No hay algo francamente irrisorio en la visión de un de un coche fúnebre de nuevo cuño, "banalizado" en colores pastel, atascado en la indiferencia del tráfico o el exceso de velocidad en una autopista...cuando el espacio y el tiempo sólo cuentan para el dinero..

Así, el muerto, un cuerpo extraño y anónimo en un escenario falso, tiene perdió todo estatus social. Privado de función, que es el significado de la palabra " (de functio: realización; defunctus: que se cumple, pasado), ha perdido su honorabilidad, su "prestigio", como  dijo Jean-Pierre Βayard 5. Confiado por la familia a los "buenos cuidados" de los profesionales

4. En Francia, mientras que en 1964 el 63,2% de las muertes se producían en el hogar, en 1982 la cifra había descendido al 30,6%.. Hoy en día, en las grandes ciudades occidentales, el 80% de las muertes se producen en una institución. Pronto lo será aún más incongruente morir en su casa, rodeado de los suyos, que vestir vestimentas de duelo.

5 Jean-Pierre Bayard op. cit. P.142

de la muerte, Louis-Vincent Thomas dirá que el difunto se ha convertido en "obsceno y ab-sceno". Rechazando el ser de la muerte, buscando escapar de una realidad que se ha vuelto intolerable , chocante, los familiares escamotean sus moribundos y sus muertos, convenciéndose mutuamente de que la muerte es "la" solución a su "engorroso" problema. Este prοceso de la resignación familiar corresponde a la presión ideológica de un cuerpo de especialistas, licenciados, funcionarios, "gestionados" por lobby que no tienen más que hacer por la paz del alma.



El paciente está, de hecho, abandonado en manos de la institución que "toma a cargo no el individuo sino su enfermedad, un objeto aislado, transformado o eliminado por técnicos dedicados a la defensa de la salud, como otros se dedican a la defensa de del orden o la limpieza" (Michel de Certeau). Porque la muerte se ha vuelto "sucia", y es "inconveniente morir en casa", , "la iniciativa ha pasado [...] al médico y al equipo hospitalario. Son los dueños de la muerte, del momento y también de las circunstancias de la muerte" 6.

El moribundo ahora agoniza y luego muere solo, sin estar preparado para ello. a escondidas, o incluso sin saberlo los demás en la ignorancia de su estado [...] Como mucho se le reconocerá morir discretamente [...] El ideal es, precisamente, "la muerte de quien pretende que no va a morir" (Ph. Ariès). Además, el moribundo tiene prohibida la palabra . Se le trata como un menor de edad o como un ser privado de la razón. Se le niega el  derecho a saber que va a morir. Hasta el final, la gente que le rodea esconde la verdad y disponer de él [...] Es observado solo como un objeto clínico [...] Los moribundos no tienen estatus y, por tanto, no tienen dignidad.. Son clandestinos. "7

¿Qué más significativo de esta negación de la muerte que el código deontológico , que prohíbe al médico revelar al paciente un diagnóstico fatal?

La muerte se ha vuelto "obscena", se ha dicho. Por lo tanto, se acordó que debe ser presentado de manera aceptable. El fallecido debe ser "presentable; no debe impresionar ni repeler. Nada debería desencadenar reacciones emocionales "incontroladas", susceptibles de poner en causa , por un solo momento, la "seguridad" institucional.

 La vida se convierte para el hombre en un pasaje entre un hospital al que llega mundo y otro hospital del que sale, los dos momentos más importantes y significativos de su vida están siendo medicalizados técnicamente [...]

El moribundo está en manos de una medicina instrumental, que no tiene como  misión  intentar que el paso de la vida a la muerte sea lo más pacífico posible, , sino prolongar hasta el extremo, , por medios técnicos, una existencia que, a partir de entonces, se convierte en sufrimiento psíquico, reemplazando el dolor físico controlado por los fármacos [...] La muerte  se ha vuelto higiénica, desinfectada, en un entorno sin alma, metálica , electrónica. De natural, ha pasado a ser tecnológica. "8

"El hombre, con su conciencia, sus aspiraciones, sus fantasías ha desaparecido totalmente . ¡Tapado! "9

6. Ph. Ariès, op. cit. p. 62 y ss.

7. Louis-Vincent Thomas, La muerte, op. cit. 69 y ss.

8. Francis Ducluzeau, La Mort dans tous ses états, Dervy, París, 1998, p. 34 y 37 sq.

9. Louis-Vincent Thomas, Les Chairs de la mort, op. cit.

MEDICALIZACIÓN MASIVA,

ENCARNIZAMIENTO TERAPÉUTICO

Agonizar en el hospital significa correr el riesgo de una muerte "programada" Es la muerte prohibida, desviada, confiscada, para la ideología y las finanzas de la orgullosa Babel médico-farmacéutica. "Sucede que el moribundo es tratado en vano, bombeado, infundido, inyectado, sobredosificado con drogas, prolongado en una existencia vegetativa, a veces horriblemente mutilado  [...] Poco importa si la persona que aún no es un cadáver r ha dejado, sin embargo, de ser una persona viva, siempre que  la eficiencia robotizada triunfe [...] El paciente ya no muere a su hora, sino a la del médico. "10

Vemos, en estas prácticas "morbosas", una forma sutil de inhumanidad. Incluso el punto de vista budista, expresado por Sogyal Rinpoché 11 , nos parece atrás de la realidad insostenible; sin embargo, tiene el mérito de plantear el problema de la elección terapéutica al final de la vida.El rechazo categórico a ser mantenido vivo por cualquier medio mecánico o químico, la libre elección de recurrir exclusivamente a los farmacopea natural  (naturopatía), o incluso el rechazo de cualquier forma de cuidado en la proximidad de la muerte, incluso para aliviar el posible dolor, debería ser uno de esos "derechos" categóricos que son escrupulosamente respetados por el entorno y la sociedad como "últimas voluntades".

La ley judía es más intransigente y justa, ya que "prohíbe cualquier degradación o tratamiento degradante del cuerpo, en particular la autopsia y cualquier encarnizamiento terapéutico" 12. Los rabinos ortodoxos incluso excluyen incluso la extirpación y el trasplante de órganos, ya que el hombre debe estar erguido ante su Señor13. Existen restricciones similares entre los gitanos.

10. Ibid, p. 108.

11. Véase Sogyal Rimpoché, op. cit. anexo II: "Cuestiones relativas a la muerte".

12. Jean-Pierre Bayard, op. cit. p. 127.

13. 13. El hombre al que le han trasplantado el corazón de un mono, ¿sigue siendo un hombre o un mono pensante?  La cuestión planteada por el rabinato ortodoxo tiene toda la razón de ser.



CAPÍTULO  VI

LA MUERTE REHABILITADA

Cuando se evoca la muerte hoy en día, suele limitarse a causas clínicas graves. La pregunta es mucho menos sobre "qué es la muerte"... "¿sino de qué murió?" Sin embargo, hay más o menos una nueva curiosidad por sus extensiones inmediatas, en la medida en que la "ciencia de la muerte" (tanatología) se ha hecho un lugar 1. Por todo ello, la muerte no puede reducirse a un proceso fenoménico, ni psicológico ni fisiológico. Es esencialmente una puerta para el alma, un alma que no se puede confundir con la "materia de un agregado residual que se beneficia durante algún tiempo de una cierta coherencia vital.

Dicho esto, sabemos que todo hombre conocerá un estado de perturbación, de confusión, de desesperación, incluso de miedo, a menudo desde la agonía, en todo caso en el momento en que la "psique" se enfrenta a las alucinaciones

1. Esto no cambia nada en el fondo. Sólo mantiene la ilusión de hacer retroceder los límites de la vida, sin comprender mejor su "sentido". Los primeros  "ilusionados"son los propios "científicos".

de la conciencia consecutiva  a las experiencias de la vida 2. Estos jirones del ego, al agregarse, toman la apariencia de entidades oscuros o agresivas . Por lo tanto, es necesario cerrarse a las sugerencias de los poderes que aprovechan la confusión para desviar

al alma de su interés último. "Toda alma dividida contra sí misma perecerá", advierte la Escritura. Las almas no preparadas para el inevitable "efecto espejo "3 por el que tendrán el espectáculo "cara a cara" de su verdadero estado, estas almas angustiadas buscarán huir de sí mismos, en vano. Esto es lo que enseña en particular el Libro Tibetano de los Muertos.

En cuanto al hombre de fe, el éxito o el fracaso depende de factores complejos , que también están en función del contexto cultural de referencia. Una cosa es cierta: ser consciente de la inmortalidad del núcleo cardiaco del alma y de lo que le espera a sus modalidades corruptibles, es una ventaja inestimable. Identificando los "demonios" por lo que son,es más fácil derrotarlos cuando llega el momento. Por ello, los hombres se han preparado  siempre para morir, dedicando a ello el tiempo de su "vejez", cuando en realidad no queda nada más que hacer, ¡o tan poco!

En la antigua China, esta preparación debía comenzar al menos a la edad de setenta años de edad y continuar durante treinta años, plazo en el que, simbólicamente, la muerte debía coger al hombre guardado sano de espíritu.

LOS ÚLTIMOS MOMENTOS

Ëlisabeth Kübler-Ross tiene el mérito de haber trazado un esquema de los estados psicológicos en los que se encuentra el moribundo.4 La conciencia repentina de la muerte es el primer paso del proceso. La súbita toma de conciencia de la inevitabilidad de un desenlace fatal suele provocar una serie de "mecanismos de defensa": rechazo categórico, revuelta, agresividad más o menos manifestada hacia los que le rodean, un sentimiento de injusticia, alternando momentos de depresión ... En palabras de Kübler-Ross, el “regateo” consiste en suplicar un indulto, ¿para ganar (?) un poco de tiempo, invocando la medicina, alguna ayuda

2 En el Tíbet, la cuestión del futuro póstumo es objeto de una doctrina particularmente elaborada. Ver nuestro Β.Α.-ΒΑ de la reencarnación Cap XIII "Βouddhísme", y cap. XIII Transmigrations

3.El "espejo roto" devuelve jirones de imágenes; esta pérdida de unidad, de integridad, de cohesión, es la causa de todas las desgracias, como enseñan muchos cuentos y mitos.

4. Véase en particular: E. Kübler-Ross, Los últimos momentos de la vida, Labor et Fides, Ginebra, 1975.

Oculta una "pulsión de vida", una "expansión del yo" Se puede verificar por un espectacular "mejora", a menudo anunciadora de un final repentino. A esta problemática negociación le sigue también una fase depresiva bastante larga , con un sentimiento de abandono Y soledad. Finalmente, en el mejor de los casos, un tiempo de resignación...la "muerte domada" ,en palabras de Ph. Ariès, familiar y sencilla, pacífica, porque finalmente se aceptó. Es entonces el momento propicio para reconciliación con el Dador de la vida, conformándose a las exigencias cultuales, cuando se reconocen.

Por el contrario, los sentimientos dolorosos que generalmente experimentan los moribundos conscientes, pero sin ninguna preparación espiritual, tienen por nombre : soledad, desorientación, angustia, miedo, arrepentimiento, culpa, resentimiento, , amargura, celos, etc. Producen contradictoriamente apego y repulsión, que sigue siendo una fuente de nuevos sufrimientos, cayendo bajo los "tres venenos" que, según la tradición budista, hipotecan el destino póstumo: la ignorancia, el deseo y la ira. "Si nos negamos a aceptar la realidad de la muerte hoy [...] lo pagaremos muy caro, no sólo a lo largo de nuestra existencia, sino  también en el momento de la muerte y después[...], Seguiremos siendo prisioneros, precisamente, de ese aspecto de nosotros mismos que debe  morir. Esta ignorancia [...] nos mantendrá eternamente en el reino de la ilusión [...j, ese océano de sufrimiento que los budistas llamamos samsara. " 5

El miedo, en general, y la huida de la muerte, en particular, tienen sus raíces en la ignorancia... La ignorancia de nosotros mismos y de la naturaleza ilusoria del mundo en el que nuestra alma imperecedera está temporalmente sumergido.

 "Vivimos (de hecho) bajo una identidad prestada, en un mundo neurótico que no tiene más realidad que la tortuga fantástica de Alicia en el País de las Maravillas. Este mundo puede parecer maravillosamente convincente, hasta el momento en que la muerte derrumba la ilusión y nos expulsa de nuestro escondite".

"Ser conscientes de repente de que toda nuestra vida, toda nuestra realidad, está desapareciendo es algo aterrador. No sabemos lo que nos pasa o hacia dónde vamos. Nada de lo que hemos experimentado

5. Sogyal Rimpoché, op. cit. p. 35, p. 39 y p. 324 para las siguientes citas.

nos preparó para esto [...] Para los buenos practicantes ... la murte no sólo es menos dolorosa y aterradora, sino que ella representa  es el momento que han estado esperando. Lo acogen con ecuanimidad, incluso con alegría. "

Es entonces cuando las oraciones son más eficaces; las nuestras, así como las de los seres queridos e incluso las de los extraños. Ni la oración ni los ritos modificarna  la "huella" de nuestro paso por el mundo onírico de la heroína de Lewis Caroll, pero influirán en el estado de espíritu en el que nos encontremos en el momento de cruzar la puerta del más allá.. De este modo, influirán en nuestro futuro.

LA AYUDA A LOS MORIBUNDOS

En presencia de un moribundo o de uno que acaba de expirar, hay que evitar la agitación, la conmoción, las manifestaciones desordenadas, nacidas del desorden que puede ser causado por el apego sentimental o inspirado por la poco  agradable visión de un cadáver. No sólo los tibetanos dicen que el difunto puede oír los llantos, los sollozos y las palabras de los seres queridos, sino también los sonidos de los truenos y el granizo…, y esto les resulta penoso. En ausencia de una comprensión suficiente por parte de los seres queridos, el moribundo puede sentir una sensación de vulnerabilidad, dependencia y humillación. La paz es el primer derecho, y los gestos elementales de respeto hacia el que ha vivido, un deber mayor... Esto dista mucho de ser así en los hospitales, especialmente en las unidades de cuidados intensivos, donde el moribundo es sometido a todo tipo de manipulaciones y tratamientos agresivos, por no hablar de la excitación y el estrés de un personal sobrecargado de trabajo. Sin embargo, "todas las tradiciones religiosas afirman que el bienestar y el futuro espiritual del que muere depende en gran medida de este derecho a morir en paz.6

En un entorno tradicional, el moribundo es siempre el objeto de atención, , lo que a veces resulta bastante desconcertante, y que siempre pretende una reconciliación del muerto con la sociedad de los vivos. . Las costumbres de la "maternidad" son, desde este punto de vista, especialmente conmovedoras. Nosotros presentamos brevemente algunos ejemplos.

6 Sogyal Rimpoché op.cit, p 250

Entre los Betis del sur de Camerún, los miembros de la familia se reúnen en torno al moribundo, que comienza acusándoles de de ser la causa de su muerte  y de ser la causa, les dice, de su enfermedad y sufrimiento.  "Todos los acusados están atados y amenazados. Sucesivamente, los hijos, las esposas, los sirvientes se retiran para consultarse. Raramente se declaran inocentes, al contrario, se declaran culpables, dicen que renuncian a sus resentimientos y devuelven la vida al enfermo [...] El paciente, a su vez, expresa su arrepentimiento por sus propios fallos, promete reparación. Todos le conceden el perdón. Por último, todos los protagonistas se sientan en el suelo, con las piernas abiertas, anidados entre sí y  todo termina con una comida común. "7

En varios pueblos del África negra, el moribundo se sienta entre las piernas de una mujer y se ocupa de él como si fuera un niño pequeño al que se le mima, mojando la cara y la cabeza . Se le habla con ternura, mientras que al mismo tiempo lo sujeta firmemente para que no se resista en el último momento. En cambio, en otros países la familia se retira y la persona moribunda se confía al cuidado de un anciano que escuche con simpatía sus confesiones. En Madagascar, el moribundo fue llevado a contemplar el sol poniente, la dirección de la Tierra de los Muertos.

"Entre los judíos modernos, tan pronto como el enfermo es abandonado por el médico, se envía a buscar a un rabino, acompañado, al menos, de diez personas . El judío repara el daño que pueda haber hecho; luego cambia su nombre, para para que el ángel de la muerte, que debe castigarlo, ya no lo reconozca; entonces da su bendición a sus hijos, si los tiene, y recibe la de su padre, si aún no lo ha perdido. A partir de ese momento ya no se atreve a quedarse solo el ángel de la muerte, que está en su habitación, podría hacerle algo de daño. Este espíritu malvado, dicen, con la espada en la mano, tiene un aspecto tan espantoso que el paciente se asusta bastante. De esta espada, que siempre sostiene desnuda, fluyen tres gotasde un licor fatal: el primero que cae le da la muerte, el segundo la segunda lo hace pálido y deforme, la última lo corrompe y lo convierte en apestoso y asqueroso. "8

7. Colette Estin, op. cit. p. 41.

8. Crapouillot n° 18, "Les sciences occultes", 1952, p. 22.

La orientación o postura del cuerpo en el momento en que se precisa el desenlace fatal, se considera en diversas sociedades como pudiendo determinar o influir en el destino póstumo. La Rationale divinorum οfficiorum del obispo William Durand de Mende afirma: "El moribundo debe estar acostado de espaldas para que su rostro mire siempre al cielo. "Lancelot a la llegada de su muerte, no dio un ejemplo... tirado en el suelo, con los brazos en cruz, la cabeza vuelta hacia el Este y Jerusalén, hacia La paz eterna.

"La tradición (budista) también recomienda acostarse sobre el lado derecho  para morir, en la posición del "león acostado". Esta es la posición en la que el Buda expiró. La mano izquierda se apoya en el muslo izquierdo. la mano derecha se coloca bajo la barbilla, cerrando la fosa nasal derecha. Las piernas están estiradas y muy ligeramente dobladas [...] Esto ayuda a la conciencia a abandonar el cuerpo a través de la abertura en la parte superior del cráneo", dice Sogyal Rimpoché. Algunos maestros y practicantes se mueren en la posición de meditación sentada... "9

Se sabe que los Pieles Rojas cantan sus propias canciones fúnebres. En algunos grupos polinesios, los hombres cavaban canoas - ataúdes en las que se tumbaban; si la muerte llegaba a la cita la operación se repetía un poco más tarde.

El asesinato, al igual que el suicidio ritual, se practicaba en algunas sociedades.sociedades. En los Andes, es el despenamiento, el "alivio". El moribundo es estrangulado con un cordón rojo, "para evitar que el espíritu maligno encerrado en su cuerpo, y que no pudo ser vencido por  el sanador, no escape con su último aliento y haga otra víctima" 10

Entre los malgaches, cuando la agonía se prolonga anormalmente, el el hijo mayor, de acuerdo con la familia, se coloca detrás del moribundo y lo abraza con fuerza para facilitar su paso a la otra vida. Entre los Ifugaos de Filipinas, el que quiere morir insiste hasta  los sacrificios  destinados a los difuntos... Se dice que inevitablemente muere poco después.

9. Sogyal Rimpoché, op. cit. p. 330 y p. 349.

10. J. Villard, en Sabine Hargous, Les Appeleurs d'âmes, Robert Laffont, París, p. 229 y ss.

LA EUTANASIA

De  griego eu: bien, y thanasia: muerte. Fue definida por Francis Bacon como "la ciencia de hacer que la muerte sea dulce, sin sufrimiento ni angustia”. La  palabra hoy en día significa el final deliberado de la vida de uno, por detención de cuidados. El Código Penal y la Orden de los Médicos prohíben la eutanasia activa, equiparada al homicidio, pero una cierta vaguedad rodea la noción de eutanasia pasiva, por el simple hecho de dejar de atender. Mientras se muestran más bien opuestas  al encarnizamiento terapéutico, les Iglesias cristianas, al igual que el judaísmo y el islam, condenan la eutanasia activa, así como el asesinato y el suicidio. El Papa Pablo VI, por la pluma del Cardenal Víllot, dio la posición de Roma:

 "En muchos casos, ¿no sería una tortura inútil imponer la reanimación vegetativa en la fase final de una enfermedad incurable? El deber del médico es más bien tratar de calmar el sufrimiento, en lugar de intentar prolongar, por cualquier medio, una vida que ya no es del todo humana y que se dirige naturalmente hacia su fin: la hora ineludible y sagrada del encuentro del alma con su Creador".

Se trata de simple sentido común, en efecto, aunque, desde un punto de vista espiritual, los sufrimientos singularmente experimentados en la proximidad de la muerte tienen su razón de ser, ya que son participan en el agotamiento de lo que los orientales llaman el "pasivo kármico" Hay que aceptarlos como lo que son, lo que supone ser consciente.

Desde 1981, los Países Bajos permiten la eutanasia en condiciones estrictas; desde 2002, Bélgica hace lo mismo. En Francia,La "Association Droit de Mourir dans la Dignité" (Derecho a morir con dignidad) tiene como objetivo el reconocimiento de un derecho lo más natural posible. En Estados Unidos, desde 1977, la mayoría de los estados reconocen el derecho de los enfermos terminales a rechazar la prolongación y el agravamiento de su situación física y psicológica y el sufrimiento psicológico. Pero, en general, el mundo médico ¡se ocupa sobre todo de las "hazañas" científicas!

El Hospice Movement , creado a finales del siglo XIX por una hermana irlandesa, Mary Aikenhead, se desarrolló rápidamente en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá. Ofrece una alternativa humanista y terapias "suaves" a las personas al final de su vida. , así como apoyo psicológico para apoyo a sus seres queridos. En la actualidad, a veces se denomina "tanatoterapia". En un entorno hospitalario convencional, St Christopher  en Londres allanó el camino en 1967, por iniciativa del Dr. Cicely Saunders, las llamadas unidades de "cuidados paliativos". Desde entonces, decenas de centros han acogido sobre todo a enfermos terminales de cáncer. La primera unidad de este tipo en Francia se creó en el hospital parisino de la Cité Universitaire, en 1987.

LAS VIRTUDES DE LA ORACIÓN, COFRADÍAS,

ABSOLUCIÓN Y EXTREMAUNCIÓN

Al contrario de lo que mucha gente piensa hoy en día, podemos ayudar a los moribundos y puede ayudar a los moribundos y a los difuntos, que también son "nuestro prójimo".  E incluso, dice Sogyal Rimpoché: "No hay mayor obra de caridad que ayudar a alguien a morir bien. "11 En el budismo tibetano, los cuarenta y nueve días que siguen a la muerte -y especialmente los primeros veintiuno- "son el mejor momento para realizar una  práctica espiritual para el difunto. De hecho, es en las tres primeras semanas que la conexión del fallecido con esta vida es más fuerte , haciéndolos más receptivos a nuestra ayuda.

Dicho esto, es posible ayudar a los fallecidos mientras dure nuestra propia vida. En primer lugar, nuestros parientes conocidos, pero también nuestros antepasados desconocidos , cuyo destino póstumo no podemos, por supuesto, prejuzgar. El medio universal de esta ayuda es la oración, unida o no a los ritos conmemorativos, tanto más eficaz cuanto que moviliza los poderes de nuestro ser en profundidad y que se dirige a aquellos con los que existe un vínculo directo, genealógico y/o espiritual. La carga psicoemocional es más fuerte en los días posteriores a la muerte, y el respeto al lugar es aún más importante en el caso de una brutal muerte traumática: accidente, suicidio, crimen. El efecto de las oraciones es amplificados cuando se dirigen a personas que han muerto en estados psicológicos y morales desastrosos : angustia, ira, celos, etc.

Añadamos que las oraciones y lecturas de textos sagrados pueden hacerse en un idioma que el fallecido no conocía. Esto es más frecuente en nuestra época Los niños a veces tienen una religión diferente a la de sus padres... si es que aún la tienen.

11. Sogyal Rimpoché, op. cit. 250 y p. 293 para la siguiente cita.

El alma del difunto sabe percibir la calidad y la profundidad de nuestro entendimiento, y comprende muy bien el significado esencial de las palabras. La lectura de textos sagrados, aunque sean poco conocidos y tomados "al azar", no es jamás sin beneficio, tanto para el difunto como para el recitador.

El final de la Edad Media fue testigo de una gran expansión del movimiento caritativo.. A las seis "obras de misericordia" enumeradas por San Mateo 12 - el mortus sepellitur, destinado a compensar el abandono de los más pobres y los que no tienen familia en las ciudades. Enterrar correctamente (ejemplo de Tobías 1, 17 y ss.)a  estos miserables se convierte en una actividad caritativa por derecho propio para muchas hermandades, y a veces incluso su razón de existir. Así, los Padres de la Muerte, o Pequeños Padres, religiosos agustinos que se dedicaban a la asistencia de los moribundos.

la Orden de los Hermanos de la Muerte, o Ermitaños de San Pablo, fue instituida en Rouan en  1620, Incluía comunidades rurales de ermitaños y hospitalarios que vivían en las ciudades: hábito de sábana, capuchón gris, escapulario donde estaba la efigie de la muerte . La orden fue suprimida por Urbano I. Ese mismo año se creó en Múnich la Cofradía de la Buena Muerte.En 1695, fue fundad en Pars, rue Notre-Dame des Champs, el Cσnvento de las Hijas de la Muerte.

Numerosas "cofradías de moribundos", laicas pero de espíritu muy cristiano, , han funcionado hasta tiempos recientes. Asisten a los moribundos, para asegurarles una "buena muerte", y ayudar a las familias más  necesitadas. Las cofradías recitan las oraciones de los moribundos y cantan durante las misas fúnebres. Los Charitables de Saint Eloi, en Béthune, han existido desde finales del siglo Xll y siguen practicando a veces en la actualidad. Con hábito negra, guantes blancos y bicornios, están cooptados. La Asociación Νοtre-Dame de la Bonne Mort, fundada por la devoción a Nuestra Señora de los Siete Dolores, fue fundada en 1865, en Tinchebray, en el Orne. Su boletín Espérance et Vie, y el Livret de l'Espérance Chrétienne,Fomentan para hacer familiar la práctica del autoexamen, las lecturas edificantes El examen de conciencia y todas las oraciones útiles para los moribundos.

12. Dar de comer y beber, abrigar y vestir a los pobres, visitar a los enfermos y a los presos (Mateo 25, 35-36)



Las Rogativas 13 (lat. rogare, rezar, pedir) tenían lugar los tres días precedentes de la Ascensión. Estas oraciones también se rezan durante la agonía. Colette Estin 14 informa de ésta, que se remonta al siglo XIII "Pescadores, te imploramos, escúchanos. Ordena que el espíritu de tu siervo sea recibido en el seno de Abraham. Que espere con confianza

13. Una triple procesión solemne para la fertilización de los campos, cuya práctica se hizo obligatoria en el siglo V.

14. Colette Estin, op. cit. p. 350.

El Juicio de Dios. Ordena que se le distinga del número de los malvados . Considéralo digno de ser bendecido por Tu santa Diestra. Concédele el descanso eterno, oh Hijo de Dios".

En viejo francés, las recomendaciones (lat. Commendatio animae), atestiguadas al menos desde el siglo III, designaban una breve oración dicha, si posible  en el momento de la muerte. Pide a Dios que libere el alma del moribundo como Noé del diluvio, Abraham de los caldeos, Job de las pasiones, Isaac (del sacrificio) de Abraham, Lot de Sodoma y del fuego,Moisés del Faraón, Daniel de los leones, etc.: "El verdadero Padre que nunca miente, tú que resucitas a Lázaro de entre los muertos... salva mi alma de todos peligros... "

Fue entonces cuando se daba la absolución (comúnmente conocida como la "absoluta"), cuando se leían  los Salmos y el Libera. La absolución es una parte del sacramento de la penitencia. Con este acto, el sacerdote, representante de Jesucristo remite los pecados de quien los ha confesado con contrición. La absolución pone el alma en estado de gracia. La absolución se repetía a veces alrededor del ataúd, después del Oficio de Difuntos.

La absolución in articulo mortis se aplica al moribundo que ya no tiene la uso para manifestar su deseo de salvación y así confesarse.

Absolve te: "Yo te absuelvo", palabras que consagran la fórmula de la absolución. Se dice  "conceder, o rechazar un absolve te". La Absoluta también designa un rito católico de valor sacramental, practicado el Jueves Santo antes de la Misa Mayor.

El Concilio de Trento estableció que el rito sacramental de la extremaunción tiene su origen en esta instrucción de Santiago (V,14-15):

¿Está alguno de vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, y que ellosoren sobre él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor: la oración de fe salvará al paciente y el Señor lo resucitará; y si ha cometido pecados serán perdonados. "

Primero se llamó "penitencia de los muertos", luego "santa unción", y finalmente, a partir del siglo IX, la "extremaunción".

Se mencionan cinco o siete unciones, a base de un aceite de oliva, bendecido el Jueves Santo , cubriendo los ojos, las orejas, las fosas nasales, la boca y las manos, Posiblemente en los riñones y en los pies. El propósito de este rito es reducir, o incluso cancelar el tiempo de purgación del alma, allí donde son quemadas sus corteza. La extremaunción no es aplicable por lo tanto a los niños, prejuzgados inocentes.

Este sacramento, no reconocido por los protestantes reformados, dado por la el sacerdote después de la confesión y la comunión, tiene como objetivo la purificación del de la carne; puede expulsar a los demonios de un cuerpo enfermo. El aceite consagrado fortalece al moribundo, a veces incluso provoca su curación; Cuando se aplica, el sacerdote y el público recitan las oraciones de los moribundos.

Se ha observado que el "Nuevo Ritual Católico de la Unción" ha relativizado el aspecto expiatorio del rito, que parece ser una especie de desacralización, insistiendo en la ayuda de la gracia... querida por los protestantes.

Curiosamente desconocido para el público occidental, lo que se ha llamado "el libro cristiano de los muertos" (Ars bene Moriendi) se escribió, en la forma que conocemos, en 1492. El Libro del arte del Bien morir 15 describe agonía como la batalla final entre los poderes demoníacos y los espíritus angélicos que nos habitan. Cualquier cosa que pueda socavar la fe, en primer lugar, la terrible sugerencia de que el alma morirá con el cuerpo , debe ser absolutamente rechazada, con la ayuda de argumentos sencillos y probados. Para ello, seis "advertencias" deben ser dirigida al moribundo:

- Debe conservar su fe cristiana, y poner su confianza en Dios solo.

- Debe reconocer sus pecados, las ofensas que ha cometido ante Dios, y lamentarlos sinceramente.

- Si, contra todo pronóstico, se cura, debe hacer un voto de penitencia.

- Debe perdonar a los que le han hecho daño, y pedir perdón por los agravios que

ha hecho a los demás.

Debe "arreglar sus asuntos", como sus deudas y su patrimonio.

- Debe dar gracias a Jesucristo por su sacrificio redentor.

Es entonces cuando se administrará la extremaunción, con la hostia consagrada como "viaticum" (lat. viaticum, provisión para un viaje). Si el moribundo no está en condiciones de ingerir la hostia, símbolo del Cuerpo Crístico, Corpus divinorum, se le presentará; el beneficio espiritual se considera equivalente, según la fórmula: "Créelo y lo comerás".

15. Adaptación de Pierre Girard-Augry, prefacio de J.-P. Schnerzler, Dervy, París, 1986.



El Arte del bien morir desarrolla los diferentes aspectos del combate de las cinco tentaciones del diablo (la duda, la desesperación, la avaricia y la posesividad, la impaciencia y la ira, la gloria y la vanidad), y las cinco inspiraciones del ángel. Por supuesto, es aconsejable meditar en esta enseñanza tan a menudo como sea posible en la vida. Este libro ha sido comparado con el Esta obra ha sido comparada con el Libro Tibetano de los muertos que insiste sobre los "cinco venenos" del alma: apego, cólera, ceguera, orgullo y celos.



CAPÍTULO IX

FUNERALES II

 

DERROTAR LA MUERTE... DOMESTICAR LA MUERTE

La idea de que el difunto necesita cierto tiempo para "morir de verdad" es universal. Los Mosis de Burkina Faso dice incluso que hay que "matar La muerte". Debemos impedir su "regreso", ahuyentar las influencias perniciosas del que casi siempre es el vector, pues es de temer que el alma psico-sensible conservará suficiente vitalidad y memoria para sentir el deseo de volver a los vivos y satisfacer algún deseo o una posible venganza. Es para protegerse de esta contaminación psíquica que la sociedad tradicional es vigilante y escrupulosa en la realización de los ritos funerarios y fiestas conmemorativas anuales. Esto se ha llamado "muerte domesticada".

Para evitar su regreso, a veces se ata el cadáver, se le atan las piernas, se le amordaza o incluso mutilarlo... por ejemplo ¡cortándole los  pies! Los Diolas de Senegal le amenazan y pretenden Sacarle los ojos, para que no encuentre el camino de vuelta a la aldea. Se ha contado que ciertos pueblos siberianos cortaron las gargantas de sus muertos ¡para asegurarse de que no volverían a ser molestados por ellos!

Las prácticas destinadas a confundir a los muertos después de su entierro son innumerables. En Siberia todavía, los familiares salen del cementerio , evitando con cuidado el camino recorrido. Los dogones de Malí, al transportar el cuerpo a su lugar de descanso final, toman una ruta larga y sinuosa, evitando cuidadosamente el camino recorrido, haciendo cambios repentinos de dirección. . Lo mismo ocurre en Madagascar. Las almas difuntas se consideran incapaces de cruzar una masa de agua por sí mismas, el  cortejo fúnebre  puede pasar por un río, con el objetivo declarado de  impedir el regreso del muerto a su casa. En algunos países, como Dinamarca, el féretro era sacado por el techo, o por un hueco en la pared nunca a través de la puerta. Esta práctica de desvío era conocida por los antiguos judíos de , en Bretaña, Nueva Guinea, las Islas Salomón , donde los caminos estaban reservados para los muertos. En Lorena, cuenta el folclorista Paul Sédillot, uno se contentaba con "fijar un alfiler a la mortaja, o se hacía una puntada para que el difunto no pudiera salir de su de su tumba". Ciertas prácticas de inversión de los actos ordinarios pueden tener el mismo propósito, como entre los zulúes, donde los portadores del féretro entran en la casa del muerto al revés, pero también las prohibiciones de pronunciar su nombre.

Es muy común que se queme la ropa del fallecido, su ropa de cama, la camilla utilizada para transportarlo, e incluso su casa o su carromato (Gitanos). Los vascos y los gitanos tiran el colchón al fuego, a veces todo ropa y objetos. Los indios Zuni del suroeste queman sus efectos personales de la misma manera. La destrucción por incendio de la vivienda y los efectos personales es habitual entre los de esquimales, ainu, birmanos, malayos, indonesios, etc. Para ahorrar la destrucción de la casa, a veces se construye una cabaña para el anciano. Cuando el anciano muere, sólo se quema este hábitat sustituto. A veces, de nuevo, la casa del fallecido está simplemente abandonada. "Al quemar la casa, , el espíritu se desanima y ya no se reconoce a sí mismo, y así vuelve a la tumba; de lo contrario, persigue su hogar, hechiza a sus descendientes sus descendientes, hace estériles a las mujeres y marchita las cosechas; actúa por envidia, malicia u odio". 1 Entre los yorubas (Benin, Nigeria), se destruye

1 - Pierre Bayard, op. cit. p. 187

a veces el techo de la cabaña. Entre los Nyoros (Uganda), es el poste  de la cabaña que se retira y se abandona fuera del pueblo, junto con tazón del fallecido.

En España se encienden hogueras, sobre todo en los cruces, para que los recién fallecidos puedan calentarse, pero también para fijarlos en su lugar para evitar que sigan a su familia desde el funeral. Los siberianos purifican la casa del muerto durante varios días, al tiempo que protegen los caminos encendiendo hogueras.

A veces los objetos más familiares son destruidos o enterrados. Además de su cuenco, el arco de un hombre o la calabaza de una mujer a veces se rompen, son objetos "vitales" cuyas almas se identifican con las almas de sus propietarios., y por tanto potencialmente peligroso. Por la misma razón, en las sociedades que utilizan máscaras (persona), éstas se suelen quemar después del funeral

El chamán es llamado a intervenir, porque el alma del difunto se resiste a emprender solo, sin su familia y amigos, o simplemente sin guía, el viaje al más allá. Por lo tanto, debe perseguir el alma hasta que entre la piel y el palo de su tambor (que puede durar varios días), utilizando trucos para que sea aceptado por la población de de los muertos. Algunos chamanes tenían la reputación de liberar a los espíritus prisioneros del inframundo, a veces a costa de trucos que se han convertido en leyenda.

Mencionemos esta curiosa práctica en Timor, donde "se entierra un tronco de plátano  contra el pecho de una joven madre para que ella, creyendo que tiene a su hijo en brazos, para que esta , creyendo que tiene a su hijo en brazos, no acuda a reclamarlo y moleste al el pueblo "2.

FUEGO Y AGUA

Complemento del elemento ígneo, activo y purificador, el elemento acuoso es pasivo y regenerativo. De hecho, la asociación del fuego y el agua es frecuente, como en Roma, donde, a la vuelta de un funeral, se pasa por encima de un fuego después de haber sido rociado con agua. Entre los torais de Indochina, los hombres que participaron directamente en el entierro se bañan y luego quemar las hojas de tabaco en el camino al cementerio.

2. Etienne Patte, Les Hommes préhistoriques et la religion, Picard, París, 1960, p. 20.

PANEGÍRICO U ORACIÓN FÚNEBRE

 El panegírico es un elogio público y solemne, utilizado en Grecia y Roma. Los cristianos lo aplicaban a los santos y a los mártires. La oración fúnebre es un discurso religioso pronunciado para hacer elogio de un muerto y para edificación de los vivos. Los panegíricos u oraciones fúnebres de Gregorio de Nazianceno, Gregorio de Nisa, San Ambrosio, San Jerónimo del rey San Luis o incluso Bertrand Du Guesclin pasan por célebres. Jacques-Benigne Bossuet dará sus cartas de nobleza a este arte para el periodo clásico. Él pronunciará una docena  de ellas, como las de Ana de Austria (1667), de su hija Henriette-Annei de Inglaterra, duquesa de Orleans, que murió a los veintiséis años (1670), de María Teresa de Austria, Infanta de España, Reina de Francia y Navarra (1683) y y especialmente la de Luis de Borbón, Príncipe de Condé, pronunciada en Notre-Dame de Paris (1687), considerada como el modelo acabado del género. 3

Ofrecemos un extracto de la oración fúnebre de Henrilette-Anne de Inglaterra, pronunciada en Saint-Denis el 21 de agosto de 1670:

3. Voltaire que consideraba a Bossuet  el "último de los filósofos", pero no admiró menos sus cualidades de panegirista, y , como en estas palabras a d'Argentai: "Dígame por qué, desde Bossuet y Fénelon, no tenemos una buena oración fúnebre? ¿Es culpa de los muertos o  de los vivos?"

"Consideren, señores, estas grandes potencias que miramos desde tan bajo ; mientras nosotros temblamos bajo sus manos, Dios los golpea para  advertirnos. Su elevación es la causa; Él les guarda  tan poco que no teme sacrificarlos para la instrucción del resto de los hombres [...] Nosotros deberíamos estar lo suficientemente convencido de nuestra nada: pero si son necesarios golpes de  sorpresa a nuestros corazones encantados con el amor del mundo, este es lo suficientemente grande bastante terrible. ¡Oh, noche desastrosa! Oh, noche espantosa, cuando de repente resuena como un estallido de trueno rayo esta nueva sorprendente ¡La señora se está muriendo! ¡La señora está muerta! [... J En la mayoría de los hombres los cambios se producen poco a poco, y la muerte les prepara ordinariamente  para su  último golpe. La señora, sin embargo, pasó de la mañana a la noche, como la hierba de los campos por la mañana estaba floreciendo, con qué gracias, ya sabéis; por la tarde la vimos seca y esas fuertes expresiones con las que la Escritura exagera la inconstancia de las cosas humanas debían ser para esta Princesa  tan precisas y literales "

FUNERALES  MUY POCO ... ¡CATÓLICOS!

El 6 de junio de 1684, pasó una aventura bastante singular, es relatada por Gourdon de Genuillac en su monumental Histoire de Paris et des Parisiens

 

 

. "Un señor  Tricot, sargento del regimiento del rey, reclutador, y un gran alcahuete de los malos lugares, un héroe de las chicas, estafadores y de chicas, de estafadores y todos los camorristas de París ha muerto, y era necesario  enterrarlo. Todos los reclutadores, sus camaradas, hicieron un punto de honor para escoltar su convoy, al que dieron un aire de pompa militar; cuando el cuerpo se fue, vieron con pena que no tomó el camino hacia San Nicolás de los Campos, parroquia del difunto , sino la del cementerio,  donde se llevaba en línea recta: se plantaron, y a pesar de las declaraciones de los sacerdotes, que sólo habían sido pagados para esta marcha, obligaron a los portadores del cuerpo, con las espadas en la mano, a llevarlo a la iglesia; pero cuando el convoy llegó, la suiza prevenida, hizo cerrar las puertas. Gran susto dentro, gran tumulto fuera, los reclutadores amenazaron con derribar las puertas. El párroco, intimidado por toda esta multitud, ordenó que el cadáver entrara por una puerta, pero sin reposar , saliera por la otra; toda la comitiva aplaude la decisión del sabio pastor: gritan bravo, entran en triunfo, aplauden, repiten bis, en una palabra tornan en parada esta fiesta funeraria.

NECRO-ANTROPÓFAGIA

En varias latitudes, la exhumación es seguida por la ingestión de hueso en polvo del fallecido. Se mezcla con sémola, sopas, bebidas fermentadas (maíz).. Es el caso de los indios de Brasil, los somalíes y dakaniles de África Oriental, para los pueblos de Nueva Guinea. Los Yanomanis de Venezuela incineran los cuerpos, machacan los huesos que han resistido la combustión para consumirlos en comunidad, mezclados con platos o bebidas. Esto se conoce como comer a los muertos. Los Guayapis de Paraguay comen la carne asada, acompañada de hoja de palmera pero los parientes cercanos no participan

En Madagascar, se extraían tiras de carne de los cuerpos de los familiares que se secaban y se guardaban en la casa familiar. Se consume en algunas ocasiones, como las bodas. Se practica todavía la extraña costumbre de "dar la vuelta" que consiste  en reordenar regularmente los huesos de forma correcta.

Más desconcertante es la práctica del entierro temporal entre los dayaks de Borneo.La práctica del entierro temporal está vinculada al consumo, por parte de los familiares, de los roductos de la descomposición del cuerpo mezclados con arroz." 4 Marcel Granet no excluye la posibilidad de que los antiguos chinos conocieran estas prácticas caníbales.

4. Marcel Granet, Danses et légendes de la Chine ancienne, tomo I, P. U.F., París, 1959, p. 159,

Desde un punto de vista ritual, diríamos que el "devorador" incorpora literalmente al "devorado", o que este último se incorpore al primero, la víctima puede ser un caníbal él mismo. Es el principio vital ancestral del linaje que se asimila con las fuerzas que se le atribuyen. Esto supone conocer el valor de la víctima, por lo tanto  elegirla. El canibalismo aplicado a un desconocido es raro; Es lo que se ha llamado "canibalismo de la escasez" o "canibalismo alimentario".

La deνοración puede ser parcial (involucrando un órgano en particular: corazón, cerebro, hígado, pene...) o total. La carne se puede comer crudos, hervidos, a la parrilla, secos e incluso podridos. Se puede quemar, reducido a cenizas, los huesos pulverizados e ingeridos. Se puede cortar en jirones, comido con la grasa del cuerpo (Sothos de África austral)

El canibalismo es conocido en el África negra, Nueva Guinea, Indonesia, Amazonia... Se distingue entre "endocanibalismo, consumo de un pariente o aliado, del exocanibalismo”: consumo de un sujeto externo, por lo general un guerrero contrario. Cuanto mayor sea su valor en la batalla, mayor es el respeto que se le tiene a su consumo. Por el contrario, un guerrero nunca comerá la carne de una mujer (¡excepto quizás en caso de hambruna!), para no correr el riesgo de debilitar.

Entre los Tupinambas del Amazonas, "el prisionero fue llevado de vuelta al el pueblo del agresor, donde vivió en semilibertad, incluso casándose con la viuda de  del que había matado o una mujer de su familia. Unos años más tarde, le abrieron el cráneo; los hombres comieron sus entrañas hervidas y las mujeres y las mujeres bebían el caldo, pero todos y todas  comían la carne ahumada "5. El consume del falo estaba reservado para las mujeres, el cerebro y la lengua para los niños, el dedos, grasa e hígado a los invitados.

En cuanto a vomitar carne humana, ¡es una mala señal! Tanto es así que que entre los Fakalekus de Madagascar, el que vomita está obligado a reingresar lo que ha rechazado...

El término necrofagia se aplica más bien al consumo de cadáveres. Como forma de necrofilia, es entonces una patología... ¡una muy rara, sin embargo! Se dice que algunos vampiros, habitualmente bebedores de sangre fresca, puede ser necrófago, incluso autófagos

Si el autocanibalismo parece inexistente, se informa que que los fieros iroqueses obligaban  a veces sus prisioneros para auto-mutilarse para alimentarse de su carne, y también que los torturaban de tal manera que hacer esta más cercana a la caza comestible.

Se ha mostrado ampliamente que la "homofagia" no era ajena a triple noción de sexualidad - fertilidad - renacimiento. En cuanto al tema erótico-a moroso de "devorar a su compañero" (¡serán  " los ojos"!),

5. Louis-Vincent Thomas, Les Chairs de la mort, op. cit. 353 ss

y a la relación boca-pene (complementariamente a  la de la boca la boca "desdentada" del recién nacido con el pezón turgente del pecho), se ha abordado en el contexto de los estudios etnopsicológicos, en particular por Claude Lévi-Strauss. No insistimos más en el aspecto "devorador" del sexo femenino, y su analogía con la boca (habla = nacimiento).  "Devorar" al otro (ya sea a través de una fantasía verbalizada), o "ser devorado" uno mismo,  vivir o morir, es siempre sacrificarse, que es la esencia misma de nuestra razón de existir 6.

Se ha dicho que la comida funeraria "podría pasar por una sustitución oral de de las comidas necrofágicas "7 ; una especie de ingestión simbólica de  los principios vitales del fallecido incorporados a la fratia. ¿No está  este último "presente " durante la comida, hasta el punto de que a veces se le da un lugar en la mesa , con su plato y una parte (la mejor) de la comida? También sabemos que que el psicoanálisis da al asesinato y a la deνοración "totémica" del padre por su hijo o hijos. En las Islas Salomón, Los padres fallecidos fueron comidos por sus descendientes, para evitar que los espíritus malignos se apoderen de ellos.

Patológicamente, hay varias formas de homofagia... de sustitución. Se puede, como dicen Laplanche y Pontalis, coautores de un Vocabulario del Psicoanálisis, "devorar a alguien y vaciarlo sin tener contacto con él, por la sola relación que se tiene con él". él". El psicótico a menudo resulta ser un formidable ¡"bebedor de sangre"!.

 

En cuanto a la necrofilia, designa cualquier forma de práctica sexual en una tumba o en una bóveda, y, por supuesto, el acto sexual, simulado o con una persona muerta. Herodoto denunció, en su época, el vicio de ciertos embalsamadores con las mujeres muertas. Por seguridad, recomendó ¡no confiarles los cuerpos de las adolescentes y de las bellas mujeres, antes de al menos tres o cuatro días!

6. Recordemos la valencia de las palabras "sarcófago" (griego sarko phagos: que come la carne) y "ataúd", con el proceso de de asimilación nutricional. El "entierro" es una madre devorando. Qué decir del "enterrador"... tan poco sociable, además, ¡como el ejecutor bajas obras!

7. Louis-Vincent Thomas, Les Chairs de la mort, op. cit, p. 357.

CRIOGENIZACIÓN  Y TANATOPRAXIA

La criogenia es un método de congelación a temperaturas muy bajas, en un recipiente de acero inoxidable, desarrollado por el profesor Ettinger, de Detroit. La primera persona criopreservada, en 1967, fue un estadounidense 73 años. En la actualidad, varias empresas, apoyadas por decenas de asociaciones asociaciones, ofrecen criogenia.

La ley permite francesa aplicar la hipotermia después de dos electroencefalogramas planos. De este modo, se mantienen unos cuantos "muertos" a costa de un gran gasto (¡no es un juego de palabras!)algunos  "muertos en letargo", después de haber sustituido la sangre por una solución de plasma (cercana al agua de mar). El cuerpo se mantiene "indefinidamente" en un contenedor lleno de nitrógeno líquido que debe ¡ser  sustituido cada diez años!

Estos repugnantes experimentos se basan en la falsa esperanza de que los progresos médicos permitirán algún día reactivar los circuitos de energía vital y controlar el rejuvenecimiento celular. La promesa de la casi inmortalidad fisiológica, como la promesa de "despertar a los muertos" a la que se parece, es una de las últimas parodias que el Anticristo puede reclamar.

A la pregunta: "¿Qué pensar de la criogenia? "el maestro tibetano Dilgo Khyentse Rinpoche responde acertadamente: "Es una empresa totalmente sin sentido. La conciencia de un individuo no puede volver a entrar en el cuerpo después de que  la muerte ha tenido lugar. Creer que el propio cadáver se conserva para volver a la vida en el futuro puede, obviamente, atrapar la conciencia en un apego al cuerpo  trágicamente elevado a , y así agravar considerablemente su sufrimiento.. "5

5 Sogyal Rinpoché op.cit p.494

A modo de analogía, podemos concebir la criogenia como una inmersión petrificante del al,ma sensible en un infierno de hielo...., el peor destino que le puede llegar.

La tanatopraxia se refiere a un conjunto de sofisticados métodos de embalsamamiento , completado con cuidados cuasi quirúrgicos, para hacer "presentable" a un familiar fallecido, especialmente en casos de muerte violenta. El difunto es maquillado, vestido y presentado de forma estudiada: un niño sostendrá su oso de peluche en brazos, un presidente de empresa se sentará en su escritorio, etc. " La tanatopraxis es obra de personal debidamente capacitado, que sabe cómo bombear, infundir, si es necesario restaurar el cuerpo dañado  y también, con cremas, masajes y señuelos, darle el aire apacible de alguien que duerme [ ...] El cadáver así preparado no da lugar ni a miedo,  ni a horror , ni a rechazo. 6

SEGUNDA PARTE

EL TIEMPO DE DUELO I

LOS NÚMEROS 3 Y 7

Desde el momento de la muerte, un cierto número de días determinan de los ritos fuertes comunitarios, en correspondencia con las principales etapas por las que pasa el alma. Se acuerda, casi en todas partes, a los tres primeros una importancia especial. Este tiempo, durante el cual elementos vitales siguen siendo muy activos, es peligroso tanto para el fallecido para la comunidad de los vivos e incluso para la de los muertos.... Incluye la preparación del cuerpo y su exhibición hasta entierro o incineración. Pocas sociedades tratan el cuerpo durante un periodo de tiempo más corto, excepto en el mundo judío y musulmán donde el entierro debe tener lugar, si es posible, el día después del fallecimiento. Por otro lado los ifugaos de Filipinas sientan al difunto frente a su casa y los dejan expuestos a la vista de todos durante 24 días antes de enterrarlos en una fosa común.

Estos tres días se relacionan a veces con el mito del origen de la muerte, , lo que subraya suficientemente la importancia que se les da. En algunas partes de la América ecuatorial, se dice que el hombre estuvo tres días en la tierra para nacer como un niño, pero sucedió que fue olvidado un día de más, desde entonces, muere. Los mitos, especialmente los africanos, cuentan cómo el hombre se perdió su renacimiento. En un mito zoroastriano, el Dios que creó la primera pareja humana ordenó para no enterrar al niño que nacería de su unión y moriría, vendría después de tres días y le daría vida de nuevo. El niño murió, de hecho, poco después de su nacimiento. Los padres, para no tener que soportar la vista, violaron la orden de Dios, que entonces entró en gran ira... Desde ese día, la humanidad mortal entierra su muerto al final de este tiempo. Se añade que el alma siempre vaga tres días en las proximidades del cuerpo; en el cuarto, su viaje a la cumbre de Alborz, para ser juzgado allí.

Contrariamente a la práctica bastante generalizada de preservar los fuegos De la  extinción, o incluso de encenderlos, en China se apagan los hogares familiares 1. Durante tres días, el fallecido permanece expuesto a los visitantes

1. La leyenda en la que se basa esta singularidad está recogida por Colette Estin, Contes en  fêtes de la mort, Beauchesne, París, 1993, p. 89 y ss.

venidos a dirigir sus condolencias y llorar , antes de que el sacerdote y sus ayudantes lo vistan ritualmente. Al final de una última vigilia, el cuerpo es colocado en un ataúd (forrado de seda roja), posiblemente anidado en otro u otros, según el estatus social de la familia.El conjunto se coloca bajo una carpa, el funeral final no tiene lugar más que meses después; durante este tiempo, las ofrendas y los alimentos se colocarán dos veces al día cerca del ataúd.

"En el Tíbet se acostumbra a asegurar que el cuerpo no sea tocado o perturbado durante tres días después de la muerte" 2, especialmente si se trata de un practicante o maestro conocido. Sobre todo, se evita todo contacto con la parte inferior del cuerpo, para evitar que el difunto renazca en un mundo infeliz. Se respeta el silencio, evitando manifestaciones ostensibles de dolor.

La propia Iglesia Católica, hasta la cuestionable reforma del Vaticano II,r equirió una vigilia de tres días desde el momento de la muerte. Entre los indios zunis, el cónyuge ayuna durante tres (o cuatro) días consecutivos.

El número 3 está asociado a una gran variedad de prácticas rituales. El anciano de Ashanti (Ghana) deja caer una jarra sobre la tumba que, al romperse , libera tres guijarros. Varios pueblos africanos están familiarizados con esta esta práctica funeraria de romper una olla o una calabaza. En los yoruba (Benin, Nigeria), se le dice al alma tres veces que se vaya del pueblo. En Roma, era costumbre, al final de la ceremonia fúnebre llamar al alma del difunto por su nombre tres veces, deseándole de la paz: ¡Sit tibi terra levís! ("Que la tierra te sea leve")... Una fórmula de la que se prescindía si el fallecido era sordo. Los compañeros  y los masones, al igual que los judíos, siguen tirando tres paladas o puñados de en el ataúd bajado a la tumba. Alrededor de la pira funeraria Familias hindúes y budistas, llevando ofrendas de comida, realizar una triple circunvalación. Varios pueblos del África negra practican lo mismo en torno al ataúd, la fosa o el pueblo, en varias etapas del funeral.

En Roma, de nuevo, en el noveno día (tres veces tres), después de la comida fúnebre  (novemdíale), las familias ricas realizaban un sacrificio sobre el la tumba, abriendo, en derecho, la liquidación de la herencia. El respeto de

2. Sogyal Rimpoché, El libro tibetano de la vida y la muerte, p. 349. La Table Ronde, París, 1993,

 De este retraso, del que se encuentra la huella en el procedimiento de la elección pontificia (una especie de "renacimiento" para la catolicidad), debería impedir el regreso de las larvas psíquicas al mundo de los vivos.

El período más riguroso entre los judíos es toda la primera semana, durante la cual la familia directa debe permanecer enclaustrada, pues, según el Zohar: "Durante los primeros siete días el alma va de la casa a la tumba, y de la tumba a la casa". Este mismo tiempo se encuentra entre los Diolas de Casamance, donde una importante ceremonia marca el final de una semana de privaciones.

PRÁCTICAS, TIEMPOS Y COLORES

El duelo (lat. dolore, dolor) designa tanto el estado psicoafectivo de el "afligido" o "doliente", y su estatus social 3. De ahí que las expresiones correspondientes, como "en duelo" y "estar de duelo". En el derecho romano, se utilizaba la palabra luctus, que se ha convertido en el adjetivo obsoleto "luctuoso” (doloroso, triste, angustioso). En psicoanálisis se habla de "trabajo de duelo" para superar este estado, que a menudo se vive hoy en día de forma más depresiva que normalmente emocional. Hay una importante patología del duelo en el mundo moderno. Así pues, hablaremos de duelo "complicado" (en el sentido de que ralentiza la labor de duelo), "delirante"(para los afligidos, el fallecido sigue vivo), "melancólico”,” narcisista" (identificación del doliente con el fallecido), "maníaco", "obsesivo" e incluso "histérico".4

La reinserción de los afligidos en la praxis social se vuelve problemática y requiere subterfugios. La eliminación de los ritos impide la necesaria ruptura , lo que prolonga más el malestar.

Las condolencias, los abrazos, las lágrimas, etc., tienden a desaparecer o son reprimido. Ya no se vela por los muertos, pero se firma un registro a la entrada de la iglesia, en casa, en la funeraria o en el cementerio... Una "hoja de presencia", por así decirlo. Mostrar el propio dolor es incongruente y perturbador. Se han prohibido los convoyes funerarios a pie en las ciudades, y

3. En la antigua China, el "estado" de luto se considera una de las cinco emociones básicasjunto con la alegría, la ira, el miedo y la melancolía.

4. Las consecuencias de estos comportamientos están resumidos por L.-V, Thomas: La mort P.U.F. Paris 1991 p.101

se consideran una pérdida de tiempo en otros lugares. Además, cada vez menos personas acompañan a los difuntos a su lugar de descanso final. Los propios eclesiásticos, arrastrados por el movimiento de secularización que está socavando la sociedad, ya no hacen mucho hincapié en el destino póstumo del difunto , su encuentro con Dios, su juicio y la necesidad de rezar por él. Por otro lado, insisten, en contrapartida, sobre el sufrimiento moral de los familiares en discursos incoloros. La Iglesia se alineó así con la actitud protestante, hostil a cualquier sacralización de la muerte. En una especie de autocensura, se recomienda (¡oficialmente!) no ofender la sensibilidad de los incrédulos. No se evoca pues ni a Dios, ni a los santos intercesores, ni siquiera la esperanza del paraíso. El sacerdote o el pastor se convierten progresivamente en una especie de psicólogo especializado en consolaciones amables... En Estados Unidos, padres y "psy" suelen codearse en los funerales de sus clientes ricos.

Para “hacer luto” no se puede ya contar más que con la usura del tiempo y el debilitamiento de la memoria, estando el "análisis" (en este campo como en otros) sin sin resultados concluyentes o definitivos. Incluso ocurre que el sufrimiento del doliente aumenta con los años, hasta llegar a estados insoportables y endémicos de manía-depresión. Las prácticas tradicionales de duelo tienen siempre una dimensión sacrificial y comunitaria que las hace eficaces: vigilia, restricciones alimenticias y sexuales, desgarramiento de vestiduras gritos guturales, lamentos... Se cubre el cuerpo de cenizas, de polvo y de barro, se automutila y se infligen marcas corporales, como informó Heródoto sobre los escitas. La mujer Bete, de Costa de Marfil, pasa carbones ardientes sobre su pecho. Se golpean la cabeza contra las paredes. Las viudas y los viudos de los Diaolou se contentan con rasurarse la cabeza antes de un baño purificador. Los familiares pueden embadurnar sus cuerpos con barro o aceite. Deben comer con sobriedad, abstenerse de hablar y de parlotear. La mujer Kurumba de Burkina Faso rompe sus joyas - lo más preciado de su vida, después de treinta y tres días de viudez. Los antiguos griegos y egipcios se afeitaban las cejas. Las mujeres romanas renunciaban a sus adornos y joyas durante un año.

 En general, las mujeres en duelo no cocinan (Camerún,Indonesia, gitanos...). A menudo se imponen diversas restricciones dietéticas, incluido el ayuno completo, se prescriben a menudo. Por contra, el consumo de bebidas fermentadas es bastante frecuente, incluyendo, como hemos, como hemos visto, durante el velatorio.

Para la gente de Ruanda, los campos no pueden ser trabajados durante los ritos mortuorios, salvo lo estrictamente necesario. El ruido y los gritos están prohibidos. Las relaciones sexuales están prohibidas, como lo están entre los polinesios de Tonga. Los Anyis de Costa de Marfil dicen que, durante este periodo, el mundo se "extingue".

En general, no se habla, o sólo en voz baja, mientras el cuerpo no esté sin lavar y durante la duración del aseo; misma conducta frente a la tumba . El silencio absoluto suele acompañar a los funerales de los niños y las mujeres embarazadas (por ejemplo, entre los dogones);No está permitido quejarse ni llorar. Para Geneviève Calame-Griaule, "las precauciones tomadas pretenden evitar la publicidad de esta muerte aberrante [...] por temor a provocar otras muertes similares en el l pueblo". Prácticamente todas las tradiciones identifican explícitamente la creación con el Verbo, la Palabra divina. Dios nombra a los seres por el propio acto de su creación. Por el contrario,  Está prohibido dar el nombre de una muerte reciente a un niño recién nacido, como las Diolas de Casamance. Ciertos pueblos, como los minas de Benín, utilizan nombres sustitutivos para designar a los muertos.

En el duelo israelita, los parientes cercanos siguen estando sujetos a restricciones dietéticas (carne, alcohol) y y prohibición sexual. Se aplica el rito del "desgarro" (geriah) de la camisa o chaqueta, a la altura del corazón. Normalmente, los servicios religiosos se celebran en el domicilio del fallecido, aunque, aunque se pueden hacer arreglos. Los miembros de la familia deben permanecer en casa, pero no pueden entrar en la cámara funeraria, excepto el cabeza de familia. Una luz nocturna se mantiene encendida noche y día, los espejos están cubiertos y hay que evitar mirar la cara cara de los muertos.

Un segundo período de luto dura treinta días, durante el cual La barba, el pelo y las uñas no deben cortarse. La "camisa desgarrada debe llevarse todo el tiempo; se coserá al final.

Capítulo II

EL TIEMPO DEL LUTO II

EL PERIODO DE CUARENTA DÍAS

Ell número cuarenta indica un cambio de estado del ser, reducido a Una  cuasi-virtualidad. Como tal, simboliza el estrecho paso de la muerte A la verdadera Vida, in divinis. Los cuarenta días, después de la muerte, son un tiempo de soledad y penitencia, antes del anunciado renacimiento. Así, la Cuaresma de cuarenta días separa el Miércoles de Ceniza de La Pascua: día del gran "Paso", según el significado de la palabra hebrea.

En el mundo ortodoxo griego, el domingo, que llega en los cuarenta días días después de la exhumación y traslado al osario, se dedica a rezar las oraciones por el difunto. A partir de ese día, los vivos no tienen ya no tienen ninguna obligación religiosa particular hacia el difunto.

El relato del funeral del patriarca Jacob, que fue enterrado "al otro lado del río Jordán " por su hijo José y toda su casa en una " caravana inmensa" se recoge en el Génesis (50:1-14). Su luto duró cuarenta días, aunque los egipcios lo lloraron durante diez semanas, la duración del el funeral real. Hay que señalar que el luto fue "sólo" de treinta días para Aarón y Moisés.

"En el Año Nuevo judío, en otoño, Dios escribe el nombre de cada hombre en el Libro de la Vida, pero es sólo diez días más tarde que Él pone sello, decidiendo así definitivamente quién vivirá y quién morirá, y cómo va a morir cada uno. Este momento decisivo [...] es al mismo tiempo el Día del Juicio, y Yom Kippur, el Gran Perdón. [...] Además, para cada individuo, cada año, la penitencia, la oración y la caridad pueden hacer que el Señor reconsidere una decisión desastrosa. Se trata, pues, de un periodo austero que comienza cuarenta días antes del Gran Perdón [...] un tiempo dedicado a la devoción, a las prácticas ascéticas y al rezo de oraciones penitenciales. Un tiempo en el que el hombre piadoso debe esperar enfrentarse a Dumah, el Silencio, que no es otro que el Ángel de la Muerte". 1

1. Colette Estin, op. cit. p. 33ss.



En el Islam, cuarenta días después de la muerte, se reza una oración comunitaria  (treinta días, en el judaísmo) consistiendo en la recitación de las suras coránicas. En el transcurso del año, el décimo día de mes  de Moharram, ashura, las mujeres van al cementerio, queman  incienso o hierbas sobre  tumbas, rociarlas con agua, prenda de resurrección.Se observará que el valor numérico de  la letra nasal "m" (hebreo men árabe min)  inicial de la palabra "muerte" ( áraba mawt) La forma gráfica de esta letra representa, dice René Guenon "el ser completamente plegado sobre sí mismo" 2

Según la tradición islámica, , el "Loto del Término"- que marca el  "límite" de la Creación-esta cubierta de un número de hojas igual al de  criaturas. Cuando no quedan más que cuarenta días para vivir a cada una de ellas, una hoja cae en el Ángel de la muerte, entonces los ángeles llaman al hombre cada uno de los días que le quedan por vivir, pero es raro que los hombres les oigan

2. René Guénon,Symboles de la Science sucrée, Gallimard, París, 1962, p. 156.

Entre los gitanos, seis semanas después del entierro, los muertos son celebrados en una una comida comunitaria; está representado por uno de sus seguidores que intenta imitarle. Diversas prácticas conmemorativas (ofrendas alimentarias, velas colocadas en las tumbas...) tienen lugar a partir de entonces

En Rumanía: "Durante los cuarenta días siguientes a una muerte, una mujer "pura" retribuida la familia del difunto irá cada mañana, antes del amanecer, a   sacar un cubo de agua [...] no habiendo sido molestada por otro recipiente, que ofrecerá, en silencio, a una mujer necesitada o discapacitada, para que "el alma del muerto sea pura y brillante como el agua", y sobre todo que "no le faltará agua en el otro mundo". El último día [...] irá a la orilla del río para realizar el el último gesto ritual, (la) liberación de las aguas. Frente al sol naciente tomada como testigo, volverá a echar cuarenta cubos". 3

Los funerales de los Peuls duran cuarenta noches. Este tiempo, festivo y de purificación, marca en principio el levantamiento del luto. Entre los pueblos altaicos, la viuda puede volver a casarse a partir del cuadragésimo día. En la dirección de su difunto marido, se liberará con la fórmula: "Ahora, te abandono", con lo que concluye su antiguo estado civil.

En el budismo tibetano, los difuntos conocen, cada siete días, la prueba de la muerte y una "nueva existencia", hasta el cuadragésimo noveno día (7 por 7) que marca, como máximo, el final de la estancia en el estado intermedio (bardo). Por lo tanto, uno está muy atento en estos días, donde se hacen más oraciones, ofrendas y donaciones a los necesitados. En cada uno de los cuarenta y nueve días se colocan ofrendas de alimentos sobre la tumba del difunto.. "Este número tiene el mismo significado cíclico entre Lamaistas como el número cuarenta lo hace para los judíos, cristianos y musulmanes.  Es el tiempo necesario para que el alma de un muerto llegue a su nuevo hogar.  Es el cumplimiento del viaje. " 4

3. Jean-Pierre Bayard, Le Sens sacré des rites mortuaires, Dangles, Saint-Jean-de-Braye, 1993,p. 25.

4. Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, Robert Laffont - Bouquins, París, 1982.

Capítulo IV

CONMEMORACIÓN II

ORACIONES POR LOS MUERTOS

El Antiguo Testamento considera tardíamente la doble cuestión de La resurrección y oración por los muertos, especialmente en el segundo de los Macabeos (12, 44 sir.), escrito hacia el 120 a.C. Se trata del sacrificio y las oraciones expiatorias del rey guerrero Judas, para librar a los muertos de sus pecados.

En el Nuevo Testamento y en la doctrina cristiana primitiva, la oración por los difuntos Es explícitamente evocada y animada. Según el Libro de la Virgen, que es anterior al siglo IΧ, la adre de Dios visita el infierno. A la vista de los terribles sufrimientos soportados por las almas allí ella suplicó a su Hijo en su nombre. Así que permitió las almas vuelvan a la tierra durante cincuenta días, desde la Pascua y a los lugares y personas que conocían.

Gregorio Magno declaró que los vivos, , mediante el sacrificio de la misa, acuden en ayuda de los muertos que están en el purgatorio (misa de difuntos). El Oficio de los muertos fue creado  en el siglo ΙΧ, pero fue en 998  cuando Odilón, abad de Cluny, instituyó la conmemoración de los fieles Difuntos, que se superponía a la fiesta celta de Samain. La fiesta de Todos los Santos  (de todas las almas benditas) fue fijado para el primero de noviembre, yι la de los difuntos al día siguiente. Fue generalizado por la Iglesia romana en el siglo XIII, y , a partir del siglo XIV, las oraciones de intercesión por las almas prisioneras en el purgatorio se dicen el mismo día. El Concilio de Trento condenó al protestantismo, especialmente por su negativa a rezar oraciones dedicadas a los muertos.

ANTIGUA ORACIÓN CRISTIANA

"Oh Dios, Tú tienes poder sobre la vida y la muerte. Dios de los espíritus y Dios de toda carne, Dios que da la muerte y la vida, Tú conduces a las puertas de del infierno y traes de vuelta de él, creas el espíritu del hombre dentro de él, recibes las almas de los santos y les das descanso; cambias, transformas y transfiguras Tus criaturas, según lo que es justo y útil; solo Tu eres incorruptible, inmutable, eterno.

Te pedimos por el sueño y el descanso de este siervo, recrea su alma y su espíritu en los lugares de tus pastos, en las moradas de  reposo con Abraham, Isaac y Jacob, y todos los santos; para el cuerpo, resucítalo en el día que has señalado según tus expresas promesas, y concédele la suerte que le corresponde en los santos pastos.

Y no te acuerdes de sus pecados y maldades; que su partida sea pacífica y bendita.. Cura el dolor de los supervivientes con tu espíritu consolador y darnos a todos un final bendito.

Por tu Hijo unigénito, Jesucristo, por quien sea la gloria y el poder a Ti por los siglos de los siglos. Amén. "

EXΤRACTO DEL  OFICIO POR LOS DIFUNTOS

"En las profundidades de la Sabiduría, construyendo todas las cosas con amor a los hombres y dando a cada uno lo que le es útil, oh Creador único, haz descansar en paz las almas de tus siervos, pues en ti han puesto su su esperanza...

Dios de los espíritus y de toda carne, que venció la muerte, aniquiló el poder del diablo y dio vida al mundo, concede, Señor, a las almas de Tus siervos que se han dormido, descansar en un lugar de luz...

Oh Tú, único creador de la vida, insondable océano de bondad, el único inmortal, Santo y misericordioso, haz que los que nos han dejado sean dignos de tu Reino celestial...

O Verbo, principio de vida, Tú has vencido a la orgullosa muerte. Recibe, oh Cristo, los que se han dormido en la fe [...] Recibe en tu gracia a los fieles que han dejado devotamente esta vida y han pasado a Ti. En tu Misericordia, da descanso a los que te exaltan en todas las épocas... .

Oh Salvador, dígnate ahora hacer que los que han muerto descansen en la tierra de los mansos. [ ...] Dales descanso en el Abraham. " 2

1. "L’ Eucologe de Serapion", n° 30 (mediados del siglo IV), en Prières des Premiers Chrétiens,

textes choisis par A. G. Hamman, Desclée de Brouwer, París, 1981, p. 139.

2. Documento mimeografiado ortodoxo, s.l.n.d.



REQUIEM

La Misa de Réquiem (lat. requies: descanso) tiene como objetivo ayudar a los para completar su purificación, hasta la visión beatífica. Generalmente comprende : Introito (Requiem, etc.); Kyrie; Gradual (A Domine); Dies irae; Ofertorio (Domine Jesu Christe); Sanctus; Benedictus; Agnus Dei; Comunión (Lux aeterna). En comparación con la  misa ordinaria  se omiten el Gloria y el Credo.

Entre los Requiems más bellos o famosos están los de Palestrina (1591), Brahms y Verdi. Mozart compuso su inacabado Reqiem inacabado en Viena, en vísperas de su propia muerte, en 1791:

"Señor, dales el descanso eterno, y

hacer brillar la luz eterna para ellos.

Dios, es en Sión donde se cantan dignamente

tus alabanzas; en Jerusalén vienen a ofrecerte

sacrificios para ti. Escucha mi oración, tú,

a quien todos los mortales acudirán.

Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad. "

NECROLÓGICA y OBITUARIO 

El obituario es un registro en el que se anotan los nombres de los fallecidos A partir del siglo VI, en la cristiandad se utilizaban obituarios en latín, en los que se consignaban los nombres de los difuntos cristianos, con los nombres de los religiosos y laicos benefactores para los que se hacía memoria en el oficio. A menudo iba precedido de lectura de un martirologio diocesano. También se llamaba Obituario, Calendario, Libro o Rollo de los muertos, Libro de la vida. El más antiguo conservado es, sin duda, el de la abadía de Saint-Germain-des-Prés en París, recogido a mediados del siglo IX. Por extensión, llamamos por este nombre la palabra (o, incluso, memorial), los escritos dedicados a la memoria de o de varias personas fallecidas. En la prensa el artículo o rúbrica (necrológica)n que anuncia una o varias muertes.

El óbito (lat. obitus, muerte) designa el servicio religioso fundado para el reposo del alma de un difunto en el aniversario de su muerte. También son los honorarios pagados al sacerdote para esta celebración. Se llama capilla- obituario, reservado para este uso.

Antaño, en las provincias francesas, un campanero o algún otro de buena voluntad pasó por las aldeas tras el final del toque, una campana: "Despertaos gente que dormís/y rezad por los muertos; Despertaos gente que dormís/y rezad por los difuntos". Los que Se despertaban recitaban el De profundis. El campanero iba de casa en casa dicho de la casa diciendo : Requiescant in pace y recibía de cada familia un óbolo en agradecimiento..." 3

3. Colette Estin, op. cit, ρ. 174.



CAPÍTULO V

REPRESENTACIÓN

THANATOS, SUEÑO, SUEÑO, SILENCIO       

Para los griegos, Tánatos, la Muerte, es hijo de la Noche 1 y hermano del Sueño(Hypnos); execrada por los inmortales, su estancia se encuentra en el Vestíbulo de los infiernos. Su corazón es de hierro, sus entrañas de bronce. Fue encadenada allí por Hércules, con lazos de diamante, también se dice por Sísifo , hijo de Eolo, hasta que Marte, por la oración de Plutón/Hades,lo liberó 2. Según Homero, Sísifo había conseguido atar a la muerte trabajando por mantener la paz entre sus vecinos.

Se  representa a Tánatos bajo la figura de un niño negro, con pies retorcidos o cruzados , los ojos cerrados cubiertos con un velo, sosteniendo, como el tiempo, con una guadaña en la ano. Tánatos, como la Noche, tiene por atributo antorcha volcada, la Noche también además una urna funeraria 3  y una mariposa, símbolos de la muerte  y el renacimiento.

En cuanto  a la relación de la muerte con el sueño y el delirio, es un figura clásica de la poesía: "Los primeros momentos del sueño son la imagen de la muerte... ", dirá Gérard de Nerval. También es susceptible de una interpretación espiritual mayor. "El sueño es el padre de la muerte", advierte el Profeta del Islam en un consejo saludable, provechoso para todo hombre de buena fe. El sueño se percibe en todas partes como una especie de viaje al pais de la muerte... Además, no está exento de riesgos, ya que los espíritus malignos pueden apoderarse del alma del soñador y evitar que se reintegre a su envoltura de carne. Las oraciones rezadas a la hora de acostarse, o mientras se duerme, pueden evitar esa desgracia.

En cuanto a la conexión obvia entre la muerte y el silencio, está explícitamente atestiguada por los romanos , ya que, a la fiesta de la diosa del Silencio (Lara,

1. Ella misma es la hija del Caos y la deidad más antigua, a la que Hesíodo llama la Madre de de los dioses. Se la representa asociada a un búho y a una antorcha volcada; generalmente se lay suele ser colocada en el Tártaro entre sus dos hijos.

2. Plutón está más relacionado con las fuerzas tectónicas que con el propio Inframundo.

3. El Leteo, "río de aceite" con un flujo silencioso. Separando el inframundo de este mundo,a veces se representa por un anciano que lleva la copa del olvido.

Muta, o Tacita), en pleno invierno (18 de febrero), asociaron de los muertos.

En Occidente, la muerte se representa más a menudo en forma forma antropomórfica de un cráneo, un cuerpo demacrado o un esqueleto con una guadaña, como en la 13ª carta del tarot, es la "gran parca". A veces envuelta en un sudario, blande una flecha , dispara un arco, sostiene en su mano un reloj de arena que no deja ilusión.

La muerte a veces aplasta a un humano en sus fauces. También es un un ave de rapiña, un pájaro negro, como el que figura en la lámina  17,un genio alado, un pájaro con cabeza humana o una especie de psicopompo: serpiente, perro, caballo, ciervo... Según Apuleyo, las estatuillas con esqueletos se utilizaban con fines mágicos, identificados con el Mercurio-Hermes que dirige y transforma "alquímicamente" las almas del fallecido.

En un cuento bretón ("Peronnik l'idiot"), es una dama vestida de raso negro cara amarilla "como la de un moro" (sic) y que declara llamarse la Peste: "Para noble yo lo soy", dice, "pues mi origen data el primer pecado; y para poderosa yo lo soy, pues todas las naciones Ceden  ante mí. "4 La muerte sirve al héroe al permitirle franquear Un vado peligroso, y le revela cómo llegar a la "flor que ríe". A la lanza de diamante (que mata) y la piscina de oro (que resucita). Se toca ahí la función iniciática de la muerte, un paso estrecho y obligatorio haciala vida eterna. Todo lo "simple de espíritu" que es, Peronnik sabrá cómo componerse  ella y, finalmente, triunfar sobre ella.

En los mayas, el dios de la Muerte (Cizin) está representado bajo el rasgos de un hombre demacrado, con +orbitas huecas, dientes y costillas aparentes, y con una columna vertebral sobresaliente. Su piel está moteada con pequeñas círculos negros [...] Su tocado, su collar, y los brazaletes que lleva en los antebrazos y las piernas están adornados con tachuelas de cobre o de oro [...] Cizin aparece con frecuencia en compañía de un búho o de una rapaz nocturna El Códicede  Dresde sugiere que tenía una esposa, Ixtab ("La de la cuerda"), patrona del suicidio, que los Maya practicaban por ahorcamiento.5

Podemos poner en paralelo la figuración tarótica de la muerte, a veces medio carnosa, medio esquelética y la cabeza de terracota azteca en tierra cocida, que está medio viva y medio muerta, visible en el Museo Nacional de México.

En cuanto a la terrible deidad Yakamanta del budismo, con cabeza de toro, lleva un collar de calaveras y baila incansablemente sobre cadáveres.

CAPÍTULO VI

EROS Y THANATOS

El libertinaje y la muerte son dos chicas amables

Y la cerveza y la alcoba en fértiles blasfemias

Os ofrecen a su vez, como buenos señores,

Placeres terribles y dulces espantosos.

(Baudelaire.)

MUERTE Y FECUNDIDAD

Como señaló Mircea Eliade, "las zonas de interferencia entre los cultos de fertilidad y funerarios son numerosos. La muerte tiene muchos puntos de comparación con la sexualidad, el eros que las formas más típicas [...] se manifiesta como una especie de traumatismo ", que debe entenderse como un "desplazamiento del nivel de conciencia".  1. Ruptura del continuo existencial, arrebato, precipitación del alma hacia el centro cardíaco del ser.

La oscuridad nocturna, símbolo de la caverna matriz y de la inexistencia,se asocia tanto a la sexualidad como a la muerte. "Una noche de amor" (¡y nunca "un día"!), o "amar hasta la muerte", expresiones del lenguaje de los enamorados, ¡son bastante significativos!

En cuanto a la asociación de la muerte con la maternidad, también es evidente, ya con las costumbres de amamantar a los moribundos y acicalar de los muertos. Paralelamente a esta "muerte suave", cabe destacar la formulación psico-paroxística del ser humano desesperadamente solitario, enfrentado muerte inminente o sufrimiento extremo, literalmente "infantilizado" cuando llama, desesperado, a su madre en su ayuda... (no su padre o algún otro).

La asociación de la sexualidad, como poder (re)generador, a la muerte, se impone para cualquier sociedad y en todas las épocas. La vida es tan irresistible como la muerte es inevitable... Finalmente no se llega a saber ¡cual triunfa sobre la  otra! La historia del arte, al menos en

1. Julius Evola, Metafísica del sexo, trans. Yvonne Tortar, Payot, París, 1975, p. 110.

Occidente, además, da cuenta de un proceso pendular entre la vida

Los difuntos suelen estar asociados a los matrimonios. En Grecia, se invocaba en esta ocasión  las almas de los padres y los genios de los vientos para hacer que la unión sea fructífera. El Dispáter Galo es el dios de la muerte, también el Padre de la raza; se le distingue por otra parte de Ogmios , conductor  de las almas como Hermes.

En Roma, el "libitinario" preparaba los funerales y los presidía, suministrando lavacuerpos, plañideras, mimos y músicos; pero esta palabra está relacionada con Libitina, diosa de la voluptuosidad... de ahí la palabra "libido" y el adjetivo "libidinoso", muy sugerente. Las muertes se declaraban en el templo  dedicado a ella.

Diversas deidades del amor, bajo el doble aspecto de la sexualidad y la fertilidad,tanto en Oriente como en Occidente, eran también deidades de la muerte. Tal es el caso de Venus-Libitina, y de Hathor, la diosa egipcia del amor, que también es Sekhmet, diosa de la muerte. "Para Oriente, Kâma, Mâra y Durgâ son, en igual medida, deidades del deseo y de la muerte". 2 Podemos hablar de un efecto espejo (similitud de ser) entre el amor y la muerte, que entendemos en un sentido sagrado, no en el sentido altamente reductor de las patologías freudianas.

En la Europa eslava, especialmente en Ucrania y Bulgaria, los niños con disfraces grotescos representan la muerte y participan en parodias en forma de juegos, como la "falsa boda", también conocida en Irlanda. A veces, durante el velatorio, las parejas jóvenes, casados o no, se unen, como en África, en Madagascar, en Martinica esta práctica sin embargo es mucho menos frecuente más que con motivo del "día de los difuntos ". Los senufos de Costa de Marfil, con máscaras, mimetizan apareándose con el cadáver, hombre o mujer, montándose a horcajadas sobre él de manera grotesca. Entre los Serers de Senegal, el padre muerto es colocado en el umbral de su casa, y sus hijas lo "montan" tres veces. El objetivo es dar confianza al difunto para el viaje que le espera, pero la connotación fertilizante es manifiesta. Las mujeres lubas de los Kasai, Batekes y  Lodugans se desnudan al comienzo del período de luto, conservando sólo un cubre-sexo y

2. Julius Evola, Masques et visages du spiritualisme contemporain, Les Editions de l'Homme, Montreal, 1972, trans. Pierre Pascal, Les Édi- p. 77.

Esto los protegerá de la penetración no deseada del fallecido. Hay que tener en cuenta que El alma de un difunto puede adoptar los rasgos de un hombre apuesto que buscará aparearse con vírgenes. En Madagascar, las mujeres buscan las esteras en las que han descansado los muertos, pues

La esterilidad de uno(a) solo(a) suele considerarse peligrosa. En los s Nyamwezis (Tanzania), cuando una mujer muere estéril, se la entierra con un tronco colocado entre las piernas, diciendo: ¡Vete con el niño que es tuyo! Este sustituto protege contra la amenaza de la esterilidad prolongada. Hemos visto que Las confusas costumbres de purificación acompañan a veces la reanudación de la actividad sexual, que marca el fin del duelo. Es que la putrefacción contamina el semen de los hombres y las secreciones de las mujeres, amenazando la supervivencia de la comunidad.

En el país de Βété (Costa de Marfil), se es inhumado allí donde se enterró la placenta del día de nuestro nacimientos... No se podría "cerrar el bucle" mejor.

, En esta profusión de rituales y costumbres (imitación del apareamiento unción seminal, etc.), no diríamos, como sostenía Freud, que  Eros "lucha" contra Tánatos, sino que la muerte "llama a la vida. Todo cambio de estado, incluso limitado a ciertas modalidades de ser, implica una "depresión" del estado precedente, una repentina falta de energía, por así decirlo, y la naturaleza tiene horror al vacío.

Como precursor (desde 1955), el socio-etnólogo inglés Geoffrey Gorer ha demostrado que la relajación de las prohibiciones sexuales en la sociedad contemporánea - ¡ciertamente "libidinosa"! - acompaña un creciente tabú sobre la muerte con, entre otras consecuencias, la fascinación de su transgresión, , por lo tanto actitudes potencialmente aberrantes y fatalmente liberticidas.  Sin duda, ninguna sociedad en el pasado ha sido a la vez tan inmoral y mortífera como la  nuestra cuanto más la sexualidad, la forma mayor de la relación normativa y bipolar entre hombres y mujeres, es "trivializada" y "mercantilizada", menos ofrece un real poder de atracción...Y menos se muestre la sociedad capaz de asumir y compensar la pérdida de los suyos. Al insatisfactorio frenesí sexual corresponde la incapacidad de llorar adecuadamente la pérdida de seres y cosas.

SUICIDIO

Del latín sui, "de uno mismo", y cedere, "matar", es la acción de dar muerte "uno mismo". Se dice que la palabra fue acuñada por el abate Desfon en 1737, pero se ha señalado que "sería más apropiado decir suicidar no suicidarse, lo que es una verdadera redundancia "6.

Angte todo, hay que distinguir categóricamente entre suicidio consecutivo a un sufrimiento físico intolerable o de una profunda angustia psicológica,  el "asco de vida" (taedium vitae) y el suicidio  "por el honor", sin olvidar el suicidio "sagrado", practicado en una gran variedad de sociedades tradicionales y sobre el que volveremos más adelante

A la primera categoría, se puede relacionar el caso extremo de las "epidemias  suicidas" de las que Plutarco informó de un caso en su época, y los suicidios colectivos con el pretexto del espiritismo en ciertas sectas tradicionales. La segunda evoca el famoso hara-kiri japonés (los samurais condenados a muerte tenía este privilegio), o el espectacular suicidio por ahogamiento de quinientos discípulos de Confucio, cuando se decidió prohibir los libros de del Maestro.

Según la fórmula atribuida al Cardenal Jacobo de Portugal... Potus mori  cuan  guam fedari: "Antes morir que ser deshonrado". A esta categoría de muertes "honorables" se puede asociar el suicidio "filosófico" de los estoicos y escépticos, tanto griegos como romanos, como Hegesίas, Diógenes, Catón, Séneca y su sobrino Lucano, "poeta del suicidio". Platon , por el contrario, condenó enérgicamente el suicidio, en Las Leyes (873c), abogando por "aislar" a los suicidas en una sepultura particular,

En Roma, era bastante común que los líderes de los partidos derrotados se suicidaran por honor. Conocemos la historia del desafortunado Brutus al cual su mejor amigo, Straton, le entrega la espada con la que atravesará su corazón, Entre la gente común, especialmente en tiempos difíciles, se prefería el ahogamiento, , con predilección por el puente Fabricius que une la isla Tiberina a la orilla izquierda.

A pesar de una cierta indiferencia durante el primer milenio cristiano varios consejos nos recuerdan que el suicidio entra dentro del Mandamiento "no matarás" (non occides). Durante la herejía cátara , muchos "perfectos" violaron el derecho canónico y secular. Los cadáveres de los suicidas fueron arrastrados en un corro, boca abajo, y luego expuestos

6 Pierre Moron Le suicide P.U.F. Paris 1987 p.17

en las encrucijadas. Ya, para los romanos, las larvas de las víctimas violentas estaban asociadas a la encrucijada. Cristianamente el suicidio en la horca de Judas seguirá siendo durante mucho tiempo el prototipo muerte "fea, abominable y vergonzosa".



San Agustín (La Ciudad de Dios) no excluye el suicidio por defender su honor cristiano y su virtud; es entonces una posible forma posible de martirio. Ya en el contexto medieval, pero sobre todo en el Renacimiento la literatura cortesana exaltará con gusto el suicidio amoroso, a imagen de Tristán e Ysolda; es cierto que se puede entender desde un punto de  vista místico. Pero, ante el entusiasmo general por los valores morales de la antigüedad grécο-latina, es menos la Iglesia la que se mostrará preocupada por denunciar el suicidio que la Reforma de Lutero y Calvino, para los cuales Dios es omnipotente.

En el siglo XX, Montesquieu, Rousseau, Voltaire y Diderot conciben la muerte de sí mismo como garantía de la libertad humana, mientras que  un pastor, Paul Dumas, defiende el derecho canónico en su Traité du suicide... La Revolución abolió finalmente todas la penalidad incurrida por el suicidante.

Durante el siglo ΧΙΧ, el número de suicidios aumentó en proporciones, debido a los males de la industrialización y la pauperización. En Inglaterra y Estados Unidos se formaron clubes de suicidas, mientras que el romanticismo idealizó la muerte. Madame de Staël publicó Reflexiones sobre el suicidio en 1812. Balzac, Musset, Flaubert, Hugo o ire Maupassant, mostraron su interés por esta cuestión.

Al salir de la Primera Guerra Mundial, son los "surrealistas", Vaché , Crevel, Artaud, Michaux y otros, que ensalzarán los méritos  del suicidio, hasta J.-J. Pauvert que, en 1959, planea una provocativa "Agencia General del Suicidio"... Época en que se fundó   la revista "bestia Y malvada" Hara Kirí (¡todo un programa!), un espejo de la la juventud de los sesenta. La misma "curiosidad" se observa entre los autores de derecha, Georges Bernanos, François Mauriac y Henri de Montherlant, que se quitó la vida en 1972.

Más recientemente, Bruno Bettelheim, el psicoanalista de los niños, se suicidará, porque estaba perdiendo la memoria. "¿Ignorancia, huida u orgullo?7", se interroga Francis Ducluzeau ... Sin duda, un poco de todo esto a la vez.Ya  Plutarco informaba del suicidio de Las jóvenes de Mileto (un tema tomada por Montaigne), después de que ellas se  miraron en un espejo, tomando así  conciencia de su ineludible envejecimiento.

Aunque siguen siendo imprecisos debido a los métodos de censo empleados Y de los suicidios y "encubiertos" (consumo de drogas mortales y otros y otros "accidentes" de tráfico), las cifras muestran una cierta estabilidad en los países europeos. Hubo un descenso generalizado después de la Segunda Guerra Mundial, y un aumento a partir  de los años setenta. En Francia se registran más de diez mil suicidios al año, de un total de entre 150.000 y 200.000. intentos de suicidio, una cuarta parte de los cuales son menores de 25 años (de los cuales el 25% reincidirá). A modo de comparación De 1796 a 1830, se redactaron en París 9.000 informes de suicidio, es decir, menos de una por día, para una población, es cierto, mucho menor que hoy.

7. Francis Ducluzeau, La Mort dans tous ses états, Dervy, París, 1998, p. 32.

 

Para el conjunto del mundo “desarrollado” la media anual por cada 10.000 habitantes, se establece de menos de 1 caso a más de 3,5. A pesar del amplio material estadístico recopilado durante más de un siglo, los criterios que determinan estas disparidades y su evolución en el tiempo.(fases de crecimiento y declive, sincronizadas o no), no están claramente establecidos.. Son muchos los factores que intervienen. La edad con una frecuencia máxima entre los 20 y los 40 años, y luego en la vejez. El sexo, con una mayoría de mujeres jóvenes y hombres mayores. El situación socio-familiar: padres desunidos, falta de autoridad paterna, pérdida de trabajo, divorcio. Estatus social: el suicidio es más frecuente entre los ejecutivos, los pequeños empresarios y las profesiones liberales. Mientras que se suicida poco el mundo rural tradicional, esta singularidad tiende a desaparecer…modos de vida, de pensamiento y problemas se están unificando. En fin, la pertenencia confesional, factor esencial de estabilidad en lo humano.

Además, se han establecido correlaciones con los climas, las regiones y los medios geográficas : la gente se suicida más en los valles que en las montañas, en los litorales que las zonas del interior... Hay factores cíclicos y psicológicos implicados, especialmente en las mujeres (aumento durante el período menstrual), antecedentes psiquiátricos, la herencia: como padres alcohólicos, drogadictos o ellos mismos suicidas. El suicidio también es "contagioso", especialmente entre los jóvenes o entre hermanos. Curiosamente los suicidas decrecen los meses en que la concepción es más fuerte (con un mínimo en agosto). En cuanto a los amores de verano y sin mañana, tienen como contrapartida un aumento el número de suicidios de jóvenes después de las vacaciones, en otoño...

En Francia, en la segunda mitad del siglo pasado, casi un tercio de los suicidios fueron por ahorcamiento, el 25% por ahogamiento, , el 25% por incendio, y el resto por envenenamiento, defenestración, aplastamiento… En general, sin embargo, estas cifras no son muy significativas, ya que están determinadas por hábitos culturales muy diferentes. El ahogamiento es casi desconocido en los países escandinavos... la intoxicación es muy frecuente en China. No se defenestra ni se envenena en el campo, y la escopeta de caza se usa poco en la ciudad.

Desde el punto de vista psiquiátrico, las personas con tendencia al suicidio suelen estar en un estado de ansiedad depresiva. Ya sea en forma de forma "premeditada" o incluso "intelectualizada" del melancólico; o en la forma repentina del neurótico: raptus reaccional Los estados de angustia esquizofrénica predisponen igualmente al suicidio, especialmente durante el periodo de "resocialización", cuando hay terapia. También se menciona el suicidio "teatral" de la histérica, y de la,  a veces, connotación perversa o cercana al asesinato gratuito, del desequilibrado, fundamentalmente inadecuado a la estructura social.

Médicamente, ciertos trastornos del sistema nervioso central (por ejemplo, la esclerosis múltiple o la encefalitis) predisponen a conductas suicidas. En cuanto al suicidio por disgusto del neurasténico es el resultado de una cierta incapacidad para vivir, que además puede ser enmascarada por una hiperactividad superficial. Falta de puntos de referencia, de certezas, falta de confianza, falta de fe. En Amo y Servidor, Tolstoi hace decir a uno de sus personajes: "Le daba igual morir. ¿Qué era su vida?" El comentario se aplicaría a muchas de nuestros contemporáneos para quien la muerte no es nada, la vida misma aparece como desnudada de sentido.

Si a algunos de nuestros contemporáneos se les ocurre despedirse de la vida antes de tiempo, ¿no será porque están abatidos en un mundo deshumanizado? "(Jo Roman.) ¡En efecto! No hay "síndromes depresivos" en las sociedades regenerativas donde se "sacrifica"... Sacrificio que se ha llamado acertadamente una "muerte fértil".

Según el derecho canónico, hasta hace poco, los suicidas no podían ser enterrados en tierra bendita , por tanto en los cementerios, aunque En la práctica, sin embargo, se suele reservar una parcela para ellos. En Inglaterra, En Inglaterra, hasta principios del siglo XIX, los suicidas eran enterrados en encrucijadas, apresuradamente, sin un servicio religioso, ¡empalándolos! Prácticas de exclusión similares están atestiguadas en Alemania, Polonia, Córcega también, para las víctimas de asesinato. En varios países europeos, el ahorcado era enterrado en el lugar donde se encontraba, y los transeúntes arrojaban piedras a su tumba. Se consideraba generalmente que el árbol en que el que el ahorcado había sido colgado debía ser purificado. Según la ley el cadáver de un ahorcado (por ejecución o suicidio) no debía pasar la la noche en el árbol para que no contaminara la tierra: debía ser y enterrado lo antes posible (Deut. 21:22-23). "Es Dios quiendeterminó el momento de la muerte; nadie tiene derecho a anticipar su decreto. El suicidio se miraba con horror; se denunciaba como un como un pecado atroz. "8

8. A. Cohen, op. cit. p. 121.

En la cuestión del devenir del suicida, Dilgo Khyentse Rimpoché responde 10 : " Cuando una persona se suicida,la consciencia no puede más que sufrir su mal karma negativo, y es muy posible que un espíritu perjudicial se apodere de la fuerza vital y la acapare… En caso de suicidio un maestro poderoso debe cumplir prácticas especiales, a fin de liberar la consciencia del difunto"

10 Sogyal Rimpoché op.cit p. 493

CAPÍTULO VIII

LOS "FANTASMAS"

MÄSCARAS, LARVAS Y LÉMURES

Los trabajos eruditos de Emile Jumbé-Duval 1han sacado a la luz la realidad de los fantasmas, relegado apresuradamente por los positivistas a la estantería de Las supersticiones y de la "ignorancia religiosa". El campo de investigación del Investigador era el mundo grecorromano. Pero no hay una sola sociedad tradicional que no sepa que el alma, en algunas de sus modalidades psicofísicas, es susceptible de permanecer prisionera del ambiente terrestre, mientras el cuerpo se descompone y vuelve al polvo. Los logros sacrificiales de la vida y el respeto de los ritos comunitarios deberían bastar, en principio, para evitar este funesto desenlace.

De manera fuertemente reductora, se presentan tres casos. O bien  se funde inmediatamente in divinis, o bien se reabsorbe y se purga progresivamente, , por "etapas de descompresión", si se quiere (las diversas las moradas celestiales e infernales), o permanece en la atmósfera psíquica terrestre, en estado de vestigios más o menos nocivos, que puede ser la peor de las situaciones 2. Estas entidades también pueden permanecer agregados en una especie de "doble colectivo" del linaje. Bernard Marillier3 aborda la extraña cuestión de las "damas blancas", cuya aparición recurrente a lo largo de las generaciones, suele ser una señal de muerte inminente, un "pasaje delicado" que parecen tener la función de facilitar.

Si la palabra "máscaras" tenía una connotación más bien benévola no siempre es el caso de las "larvas" y especialmente de los "lemures" que a veces atacan a los humanos. Estas "sombras errantes" espectrales (umbra errans), lémures negros o nocturnos, prisioneros de los impulsos

1. Les Morts malfaisants, op. cit.

2. En el fenómeno (aparentemente bastante común) de llamar a la puerta - generalmente a la puerta de entradal - vemos un una llamada de almas en purgación, pidiendo a sus padres que hagan rezar misas de intercesión. Tantos golpes, tantas misas, se decía...

3. Bernard Marillier, B.A.-BA de l’au-delà, op. cit. p. 90 y ss.

odiosos ycelosos, pueden ser impulsados por un espíritu de venganza contra una familia o un individuo.

El calendario romano preveía tres días festivos, el 9, 11 y 13 de mayo: las Lemurias, Lemurales o Remurales (p.e, Remo,en honor al cual Rómulo los habría instituido). Las almas errantes podían entonces entrar en las casas, pero los sacrificios y  las invocaciones nocturnas debían  neutralizar las consecuencias... A medianoche el primero   de los tres días, uno se levantaba, descalzo, chasqueando los dedos para alejar las sombras errantes. Se iba silenciosamente a la fuente para purificar sus manos tres veces. Se tomaban habas negras en la boca, que luego se escupían detrás de uno mismo, pronunciando la fórmula: "Envío estoshabas, por los que me redimo con los míos ". Después de una nueva purificación, se golpeaba sobre vasos de latón, repitiendo nueve veces: "¡Máscaras paternas! ¡Salid!"

Los "muertos malvados" tenían como diosa a Ηecate, Proserpina "de los aullidos nocturnos, de las tres caras" 4 o incluso Trivia que estaba observando los retrasados en las encrucijadass, especialmente en las "patas de oca", Rechazados incluso de los infiernos purificadores, se admitía que lémures y larvas no solo perseguían a los vivos, sino también los otros muertos. Para protegerlos, en los primeros siglos de la cristiandad, se solía colocar una  cruz dentro de la tumba. Del mismo modo, se dijo que estas larvas nocivas la "poseían" ciertos locos , llamados por esto larvati.

Hemos dicho que estos "fantasmas" fueron muy a menudo asimilados a "sombras". La sombra es , en efecto, percibido como la manifestación de un doble (gri  eidolon). Como  "otra cara" o "cara oculta" de la vida, simboliza la muerte. Perder su sombra (y uno la pierde cada noche) no está exenta de riesgos. Numerosas leyendas y costumbres atestiguan las ambigüedades mortíferas de la sombra. Uno no debe llevar su sombra sobre un muerto... Las mujeres deben temer ser fecundadas por una sombra "Proyectar una sombra" sobre alguien, significaba, en la antigüedad, echar una maldición sobre ellos... "Tener miedo de la propia sombra" ¡habla por sí mismo! Por el contrario, en el Purgatorio que visitó Dante, los muertos no tienen sombra porque están privados de luz.

En la cosmología mesopotámica, el Arallou es el temido mundo intermedio mundo donde van las sombras de los muertos. Ereshkigal y su

4 Apuleyo, Metamorfosis, XI, 2.

esposa Nergal, asistido por un ejército de demonios, gobierna esta "tierra sin  retorno". Privadas de entierro u ofrendas, las sombras fantasmales viven una existencia larvaria. Si se escapan, es para venir a atormentar a los vivos. En la grandiosa epopeya de Gilgamesh, el héroe, "dos tercios de dios", en su búsqueda de la inmortalidad, dice: "aquel  cuyo cadáver es abandonado en el desierto (donde no hay sombra)... ¡su sombra en la tierra no tiene descanso!"

Ls causas de la errancia póstuma son diversas, pero la privación de una sepultura y los ritos funerarios es determinante, tanto si se trata de un accidente (como la desaparición en el mar 5 o durante un viaje lejano), de cuerpos abandonados en un campo de batalla - en cuyo caso se pueden realizar ritos de sustitución-o una sentencia de muerte.

"El alma que no tenía tumba no tenía hogar. Estaba errante. En vano, aspiraba a descansar [...] Tenía que vagar siempre en forma de larva o de fantasma, sin recibir nunca las ofrendas y la comida que necesitaba. Infeliz, pronto se convirtió en malvada "(Fustel de Coulanges, La ciudad antigua). Al otro lado del mundo, el mundo, las tribus de Vanuatu siguen siendo conscientes de que las almas de los hombres asesinados o insepultos merodean por los pueblos y pueden envenenar las bebidas.

El cuerpo inhumado o no incinerado según los requisitos rituales, o o sin enterrar, es un peligro para la comunidad. En Roma, Para mitigar este riesgo, se erigió una tumba vacía (cenotafio) para realizar los ritos prescritos. En cuanto a los cuerpos de los condenados a muerte, fueron fuera de las murallas, en el campus Esquilinus, como hemos dicho. La excomunión cristiana juega un papel algo similar, sabiendo que el excomulgado no podía ser enterrados in situ, en el espacio del santuarizado del cementerio. Este tipo de prohibición se encuentra en varias sociedades donde las tumbas y los recuerdos no son honrados. Para los antiguos judíos, era una desgracia extrema no ser enterrado, ser "arrojado de su de su tumba, como un aborto abominable" (Isaías 14:19).

5. Ver la leyenda del Holandés Errante, un barco fantasma cuya tripulación está formada por marineros perecidos en el mar. Una fuerte imagen del destino de los "mal muertos", que puede leerse, en un sentido más elevado, como el vagabundeo de las almas humanas en el océano de ilusiones de nuestro mundo.

LAS MALAS MUERTES

- Las muertes prematuras. En Roma, los niños que morían en la infancia o impúberes (aori, griego aoros, privado de forma, incompletamente formado, propiamente deformado) no fueron incinerados, sino enterrados, incluso en las familias más ricas. De uno a tres años, se seguía un "pequeño luto".

-  Mujeres que murieron embarazadas o en el parto. La ley romana ordenaba que antes de la sepultura, deben ser liberados del feto para, al parecer, no tener que llevar su carga en el otro mundo. J.-G. Frazer observó una práctica similar en Birmania. Para los aztecas, en cambio, las mujeres que morían en el parto eran elegidas por el Sol, al igual que los guerreros caídos y las víctimas de los sacrificios.

- Los que fueron alcanzados por un rayo, ahogados, enterrados vivos, víctimas de aplastamiento, aquellos que se han vuelto irreconocibles a causa de enfermedades (como lepra) o accidentes, los cadáveres mutilados y aquellos cuyos miembros son están dispersos.

- Aquellos cuyo descanso es perturbado por la violación de su entierro, por por ritos mágicos, por insultos o por disturbios públicos en el momento de del funeral.

- Los asesinos y los asesinados. En Córcega, todavía a principios del siglo XIX, la víctima de un asesinato no recibía honores fúnebres y no podía ser enterrada en elcementerio familiar, para no contaminar familiares o vecinos.

- Suicidios, especialmente si el acto se comete con ánimo de venganza contra un individuo o la comunidad.

- Los torturados, a los que por otra parte se acordaba poderes, especialmente a los estrangulados los que habían sido estrangulados, ahogados o decapitados. Así, durante la ocupación colonial, las familias musulmanas de los condenados a muerte por guillotina, recosieron la cabeza  antes de proceder a su entierro ritual, porque hay que debe  presentarse con rectitud ante el Juez divino.

- Por último, los que están vinculados por "contratos infernales", o poseídos por diversas entidades del intermundo (véase espiritismo, canalización etc.).

MEDIDAS PREVENTIVAS

Ya hemos dado algunos ejemplos de prácticas funerarias destinadas a impedir el regreso de los muertos, "confundiéndolos" en los funerales.6 Las medidas preventivas son muy variadas. Si, en Dinamarca, el ataúd se sacaba por el techo o por una abertura en la la muralla, en Roma, un hombre que regresaba de un largo viaje en el que se le creía muerto  no debía entrar en su casa por la puerta, sino, igualmente,  a través de una abertura en el techo. Esta última medida se aplicaba al regreso de los prisioneros de guerra que debían purificarse antes de reintegrarse a la vida civil y tener relaciones conyugales.

Paul Sébillot informó que en la región de Givet, en caso de muerte violenta, Se tapaba on cera el ombligo y el orificio anal... Más curioso aún, los Dogon amordazaban a sus muertos, porque la "mala palabra" de los muertos,, como la sombra o la imagen, pueden transmitir la enfermedad o propagar alguna maldición. La mordaza se retira en el momento del entierro El entierro "queda impregnado de la palabra que libera, y que ahora pertenece al otro mundo "7. Además, se debe colocar una jarra en el altar familiar, porque los muertos, al principio "mojados" (putrefacción) se han vuelto "secos" (esqueléticos); deben saciar su sed, para poder "hablar" con los vivos. La "buena palabra" de los muertos responde así a la de los vivos que, con sus oraciones, apaciguan el alma sedienta.

En la Rusia anterior a 1917, el aire de los cementerios se soplaba para expulsar a los demonios que se habían colado y amenazaban a los muertos recientes.

De forma similar, podemos comparar las mutilaciones. En la Grecia de los tiempos heroicos, el vencedor cortaba las manos, los pies, la nariz y y las orejas del que había matado, y los colgaba alrededor de él . En efecto, "la mutilación del cadáver y, sobre todo, su completa destrucción tiende, muy a menudo, a disminuir el poder mágico de los muertos, como medida preventiva de defensa contra esta última "8.

6. B.A.-BA de la muerte, vol. 1, cap. IX.

7. Zeno Bianu, op. cit., p. 53. "Hablar" es "nombrar". Para muchos pueblos, los muertos están "presentes" en la familia siempre que se recuerden sus nombres propios y  se los  invoque nominalmente. Luego, una vez anonimizados, se integran definitivamente en  la entidad ancestral/total.

8. Jobbé-Duval, op. cit. p. 190.

Pierre Loti, en Les derniers jours de Pékin, relata cómo los bóxers, temiendo la venganza póstuma de los misioneros que habían matado, desenterraron sus huesos y se esforzaron por hacerlos desaparecer aplastándolos y quemándolos. Esta es una forma de perseguir y castigar  al enemigo ¡ incluso en la otra vida!

La misma preocupación por la prevención fue expresada por el Santo Oficio. Cuando una persona fallecida era sospechoso de herejía e incluso después de ser enterrado, fue exhumado y se quemó. "Los huesos, los cadáveres fueron arrastrados en bastidores por las calles el pregonero les precedió, amenazando a los vivos con un destino similar. Se procedía después a la incineración, pues el crimen de herejía debía continuar más allá de la muerte. "9

En China, esta vez, sobre la base de ciertos indicios desfavorables, , se podía abrir una tumba. Si se descubre que el cadáver no estaba descompuesto (¡y que le había crecido pelo blanco y verde!), los ancianos lo golpeaban violentamente con palos y lo quemaban muy rápidamente.

Los Extremo-Orientales tuvieron cuidado de no construir sus casas o edificios públicos en los que se realizaban actividades relacionadas con la muerte, especialmente con la muerte violenta.. Según Eva Wong, especialista en Feng-Shui del habitat:

"No se debe vivir en una casa construida cerca de un cementerio, siendo éste a la vez generador y amplificador de energía yin (muerte)...Su casa no debe situarse en las inmediaciones de un depósito de cadáveres, una morgue, una funeraria, un crematorio o cualquier profesión relacionada con la muerte. Este consejo también se aplica a los fabricantes de ataúdes y lápidas... Tampoco es aconsejable construir su residencia en antiguos cementerios. En efecto, las almas de los difuntos pueden ser perturbadas hasta el punto de volverse contra sus ocupantes".

Se debe igualmente prohibir los terrenos en los que se han producido ejecuciones, matanzas (campos de batalla, campos de concentración, fosas comunes), accidentes (especialmente los colectivos), las prisiones con sus salas de ejecución, los mataderos, carnicerías e incluso hospitales... Y, por supuesto, las casas donde se ha cometido un asesinato.

9. Guy y Jean Testas, L'Inquisition (1966), P.U.F. - Que Sais-je, París, 2001, p. 47.

"La mejor manera de purificar el karma de un edificio es utilizar métodos para calmar las almas de los difuntos y expulsar a los espíritus malignos para devolver la paz y el bienestar a ese lugar]. Las ceremonias budistas típicas incluyen la invocación de los nombres de Buda o o el canto de un sutra del Bodhisattva Kuan-yin (el Compasivo) o Bodhisattva Kshitigarbha (o Ti-ts'ang), el Liberador de las almas  atormentadas". 10

10 Eva Wong Leçons approfodies de Feng-Shui. Le Courrier de Livre. Paris 2000 p. 164 y p. 278

CAPÍTULO IX

ESPACIO CEMENTERIAL

PARODIA

En términos de "culto a los muertos", la República laica no tendrá, si se puede decir, nada que envidiar a  Antiguo Régimen! La desviación de la iglesia dedicada a Santa Genoveva en París, construida por Soufflot a instancias de Luis XV, es una ilustración de esto, con su contraparte civil en la cúpula de los Inválidos albergan la tumba del megalómano "Sol de Austerlitz". En 1791, la Asamblea Constituyente cerró la recién terminada iglesia de Sainte-Geneviève y decretado que en adelante sería el "panteón" de las "cenizas de los grandes hombres de la era de la libertad francesa". Mirabeau, Voltaire, Rousseau serán enterrados allí. El edificio abovedado, de estilo neo-antiguo , construido sobre la planta de una cruz griega, de 110 m de longitud, se convirtió en un "templo secular" definitivo cuando recibió las cenizas de Víctor Hugo (1885). La cripta se extiende bajo todo el edificio... En la entrada, una urna contiene el corazón de Gambetta. Frente al cenotafio de Rousseau se encuentra el monumento "a los espíritus de Voltaire". Las galerías contienen los restos de decenas de estadistas, generales, escritores o académicos o eruditos, ardientes republicanos, hasta Jean Moulin y André Malraux 8.

Con el Panteón, Edgar Morin observa, como otros, lo deslizaron del "heroísmo místico de los héroes-dioses" a un "heroísmo cívico de

8. La primitiva Basílica de los Santos Apóstoles, erigida por Clodoveo, el primer rey cristiano que fue enterrado allí, se convirtió en la iglesia de la abadía de Sainte-Geneviève, y contenía el relicario del de la patrona de París, hasta la Revolución. Este lugar forma parte de la geografía sagrada de Francia,como Notre-Dame de París que, bajo el Antiguo Régimen, marcó el punto de origen de mediciones geodésicas... Privilegio transferido al Panteón, "templo a la gloria de los héroes divinizados de la República... "Sobre esta cuestión que ve en el obra de oscurasvpotencias , se referirá a D. Setzepfandt, op. oit.

Grades hombres, celadores de una moral anti-tradicional. Desde la filosofía "razonable" de Rousseau, hasta el "resistencialismo" mitificado de Moulin, pasando por el republicanismo de íctor Hugo que anunciaba (¡con bastante imprudencia!) "la muerte de Satán", como otros la muerte de Dios: "A los grandes hombres, la patria agradecida. "Pseudosabiduría del legislador, del erudito, del artista, del combatiente… " "ejemplarizados" para la eternidad, grabado, adulado, como nuestros tristes académicos "palmeros", autoproclamados "inmortales". La pesadez tan pretenciosa como Indiscutida de interminables discursos sin sentido sobre el triunfo de la Razón humana.

El cuerpo embalsamado del "celebérrimo hermano" Napoleón Bonaparte reposa en seis ataúdes sucesivos (de peltre, caoba, plomo, roble), en la iglesia de la cúpula de los Inválidos. ¡El conjunto pesa cinco toneladas y media! La tumba propiamente dicha, encargada a Visconti, que la terminó en 1861, está hecha con bloques de pórfido y granito verde de los Vosgos "En el edificio diseñado por el Rey-Smith yace, como el de un faraón, El despojo mortal de ese otro avatar del dios-sol, Napoleón, el sol de Austerlitz. El astro loco que asoló Europa encontró su última morada en  una cripta subterránea decorada con doce estatuas que representan sus victorias. " 9

La cúpula se convirtió en una necrópolis durante la vida de Napoleón cuando él, todavía Primer Cónsul, hizo enterrar allí el cuerpo de Turenne. A varios generales y todos los mariscales de Francia desde el Imperio (a excepción de Philippe Pétain) tienen su tumba en los Inválidos, así como Rouget de Lisle. También están depositados los corazones de Vauban, La Tour d'Auvergne, Kléber.

En la contigua iglesia de Saint-Louis se exhibe la carroza fúnebre -una parodia de la "barca de los muertos"- que se utilizó para transportar el  cuerpo del emperador desde Longwood hasta  la tumba de Santa Elena, las losas que la cubrían y la estufa de terciopelo que se utilizó para el  "retorno de las cenizas".

A título de monumentos parisinos se puede aún mencionar la Columna de Julio, establecida en el emplazamiento de la Bastilla. En sus cimientos descansan los restos de unas 700 víctimas de las jornadas revolucionarias de 1830 y 1848 , cuyos nombres están grabados en el cubo.

9. Dominique Setzepfandt, op. cit, p. 161. La famosa cúpula con su geometría duodenaria  es obra de Jules Hardouín-Mansart.

de bronce... El edificio conmemorativo está sugestivamente coronado por un "genio de la libertad" un tanto luciferino

Pero esto sigue siendo modesto en comparación con las "obras" de los maestros del comunismo, de sus increíbles desfiles militares-funerarios, los mausoleos titánicos de Moscú, Pekín y Pyongyang, y el culto a los autoproclamados "héroes del pueblo". Uno recuerda las visitas masivas, obligatoria y piadosamente organizadas a los ataúdes de cristal de un Lenin y un Stalin embalsamados... ¿Para que eternidad?

Visitas no menos "piadosas", es cierto, que las realizadas a la tumba de Elvis Presley en su propiedad del museo Graceland (¡todo un programa!), o a la del "rockero" Jim Morrison, en Père-Lachaise, que lamentablemente se suicidó por sobredosis mortal. El culto a los héroes cívicos e ídolos del espectáculo ha suplantado hoy el deber de memorizar el respeto a  los Hijos del Cielo y de la Tierra, los reyes, líderes y héroes legendarios, los hombres santos.... Vacío de espíritu, incapaz de crear, el "nigromántico" mundo moderno sólo puede cultivar cada vez más el arte de la parodia y la ilusión, hasta su propio final anunciado.

EPÍLOGO

El día de la muerte es mejor que el día del nacimiento...

El corazón de los sabios está en la casa del duelo.

(Eclesiastés, 7, 1.)

Hemos mencionado especialmente el "fenómeno de la muerte", el resultado de la energía de la corrupción energética del cuerpo y del alma sensible, insistiendo en el entorno sociocultural y las prácticas rituales. Pero la muerte es un tema interminable, ya que el alma espiritual, que habita en lo más íntimo del corazón, , es en sí misma inmortal. Por lo tanto, sólo el humano realizado espiritualmente, sacrificado, santificado, conoce plenamente la muerte y, a través de ella, más allá de ella , nace verdaderamente a la Vida que es toda Verdad y Amor.

En contra de una opinión común, podría ser que, para el santo, la muerte es un es un dolor mucho mayor que para el creyente ordinario ... Pero es un júbilo ilimitado e infinito en este momento de la expiración final, cuando la mente iluminada, lavada del más mínimo indicio de la ilusión y la duda, vuela para unirse al objeto único de su  amor... Mucho más alto que el cielo más alto del Paraíso.

También dedicaremos este epílogo a Santa Teresa del Niño Jesús, que murió a los veinticuatro años, en 1897. Sus últimos momentos fueron a la imagen de su corta vida, en conformidad con la Voluntad del Cielo...Es, por tanto, un ejemplo perfecto de "bella muerte".

"Cuando la campana del monasterio tocó el Ángelus de la tarde, se fijó en la Estrella de los Mares, la Virgen Inmaculada, una mirada inefable... À a las siete y pocos minutos, nuestra pobrecita mártir, dirigiéndose a su a su Madre Priora, y dijo:

"Madre... ¿No voy a morir? Sí, hija mía, esto es una agonía,

pero tal vez Jesús quiera prolongarla unas horas".

"Entonces, con una voz suave y quejumbrosa:

"Bueno... vamos... vamos..., ¡oh, no querría sufrir menos!"

Luego, mirando su crucifijo: "¡Oh! Lo amo... Dios mío, YO...

... OS AMO".

"Estas fueron sus últimas palabras. Apenas las había pronunciado

cuando, para nuestra gran sorpresa, se hundió de repente, con la cabeza inclinada hacia la derecha como una víctima del amor, esperando del Arquero divino la flecha abrasada de la que iba a morir... De repente se levanta, como movida por un por una misteriosa Voz, abre sus ojos y los fija, brillando de paz celestial y felicidad indecible, un poco por encima de la imagen de de María. Esta mirada continuó durante espacio de un Credo, y su alma bienaventurada convertida en presa del Águila divina voló a los cielos". I

Cuatro siglos antes, San Juan de la Cruz magnificó en estos términos las almas almas "consumadas en la caridad divina":

"Ellos mueren en transportes admirables y asaltos deliciosos que les libra el amor , como el cisne cuyo canto es más melodioso cuando está a punto de morir... Es entonces cuando los Ríos de Amor se escapan del alma y van a perderse en el océano del Amor divino

 

Y la Escritura...

"Si el grano de trigo cae en la tierra y no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. "

(Juan, 12, 24.)

 Therese de l’Εnfant Jésus Histoire d’un âme Carmel de Lisieux Librairie Saint-Paul, París, a, 1910, p. 252 ss.

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