MAURICE BORRMANS
LOS MUSULMANES Y LOS NOMBRES MAS BELLOS DE DIOS
Publicado
en "La Vie Spirituelle", nº 680, mayo-junio de 1988, París y
traducido en "Encuentro Islamo- Cristiano", nº218, Madrid, junio de
1990).
Son
numerosos los creyentes en ambiente musulmán, que ponen en el centro de sus
pensamientos, alguno de los Nombres que
su tradición da a Dios. Algunos, entre los más devotos, desgranan tres veces su rosario de 33 granos
("subha", "masbaha"),
lo que les permite nombrar así, uno a uno, los 99 Nombres más Bellos de
Dios ("al Asma'a1-Husna"): más allá de las vías silenciosas de la
"teologia negativa" ¿no se
encuentra ahí todo lo que ellos pueden atreverse a decir de Dios, siguiendo en
ello el consejo que les ha dado el propio Corán: "Dios posee los Nombres
mas Bellos. Empléalos, pues, para invocarle" (7, 180)?. Pero, ¿cuáles son esos Nombres que la letanía enumera siguiendo un orden ya clásico, tal
como se reproduce en murales y en los recuadros de los calendarios? ¿De
dónde vienen esos Nombres y no habría
mas de 99?. Y entre esos Nombres, ¿cual seria el "Nombre Supremo"?. Cuestiones éstas
que deberían permitirnos descubrir, cómo
el creyente musulman puede recitarlos, meditarlos después y, a veces, interiorizarlos. Tales serán, pues,
los puntos esenciales que el presente trabajo quisiera precisar aunque sólo sea
brevemente.
1.- LOS 99 NOMBRES MAS BELLOS DE DIOS.
Yunayd,
místico musulman muerto en 298/910, resume maravillosamente las cosas:
"Sólo
Dios se conoce bien a Sí mismo. Por eso El solo ha comunicado a las mejores de
sus criaturas los Nombres por los que El se ha
ocultado". ¿No está dicho
todo en ese versículo:
Glorifica
el Nombre de tu Señor, el Altísimo" (87. 1)?. Estos son los Nombres más
Bellos de Dios tal como se recitan y repiten ordinariamente. (1)
1.-
Dios
50.- El Resucitador
2. - El Clemente 51.- El
Testigo
3.-
El Misericordioso 52.- La Verdad
4.-
El Rey
53.- El Gerente
5.-
El Santo 54.-
El Fuerte
6. - La Paz
55.- El Firme
7.- El que da seguridad a 56.- El Protector
quienes lo necesitan
8.- El Vigilante 57.- El
Alabado
9.- El Querido 58.-El
que cuenta las acciones en el Juicio Final
10. - El Muy Fuerte 59.- El
Innovador
11.- El Soberbio 60.- El
que conduce al bien
12.-
El Productor 61.- El
Vivificador
13.- El Creador 62.-
El Señor de la muerte
14. - El Organizador 63.- El
Viviente
15.- El Indulgente 64.- El que existe por sí
16. - El Dominador
65.- El que ama
17.- El Donador 66.- El
Glorificado
18.- El Dispensador de bienes 67.- El Unico
19.- El Victorioso 68.- El
Eterno
20. - El Muy Sabio 69.- El Poderoso
21. - El que Aprehende 70.- El
Todopoderoso
22. - El que Dilata 71.- El
que acerca
23. - El que humilla a los soberbios 72.- El que aleja
24.- El que eleva en dignidad 73.- El Primero
25. - El que exalta 74.- El
Ultimo
26. - El que humilla a los engreídos 75.- El Vencedor
engreídos
27.- El que oye 76.-
El Muy Elevado
28.- El Vidente
77.- El que reina
29.- El Juez
78.- El Oculto
30.- El Justo
79.- El Reverente
31.- El Bienhechor 80.- El
que perdona
32.- El Sagaz
81.- El Vengador
33.- El Dulce
82.- El Indulgente
34.- El Magnífico 83.-
El Benevolente
35.- El Indulgente 84.- El
Rey del Poder
36.- Al que debemos dar gracias absolutas
37.- El Elevado 85.-
El Señor de Majestad y de Generosidad
38.- El Grande 86.- El Equitativo
39.- El Custodio 87.-
El que reúne
40.- El que alimenta 88.- El
Rico
41.- Al que debemos rendir cuentas 89.- El que enriquece
42.- El Majestuoso 90.- El
Inaccesible
43.- el Generoso 91.-
El que aflige
44.- El Guardián Celoso 92.- El que favorece
45.- El que acepta la plegaria y responde
con dones
46.-El Omnipresente 93.- La Luz
47.- El Prudente 94.-
El Guía
48.-El Afectuoso 95.- El Admirable
49.- El Glorificador 96.- El
que permanece
97.- El que da bienes sin mérito
del que recibe
98.- El Conductor
99.- El Paciente.
Estos
son los Nombres mas Bellos de Dios que encontramos en el Corán mismo, en donde
se presentan de dos en dos para terminar muchos versículos importantes: algunos
se citan sólo una vez (El dispensador de bienes, El Victorioso, El Custodio),
otros salen frecuentemente (El que oye, 47 veces; El Vidente, 51 vez), algunos se repiten incansablemente,
como el Misericordioso (115 veces). Todos los musulmanes conocen este hadiz
transmitido por Abu Hurayra: "Dios
posee 99 Nombres, Cien menos Uno, porque El, que es el Incomparable, desea ser
invocado por esos Nombres, uno a uno. El que conoce esos 99 Nombres entrará en
el Paraiso".
II.-
¿DE DONDE VIENEN ESOS NOMBRES? y ¿NO HABRIA OTROS MAS?.
Si, para los musulmanes, todos esos nombres han sido directamente
revelados por Dios y tienen un origen
puramente árabe, es evidente, para quien se interroga sobre las fuentes
coránicas, que algunos de esos Nombres
pertenecían ya al vocabulario religioso sud-arábigo. Se han podido establecer unas tablas de correspondencia(2 )alrededor de 60
Nombres coránicos, que no son de los más
importantes, vendrían de ahí. En efecto, los atributos que el Corán reconoce a Dios
por medio de esos Nombres son exactamente los que tienen correspondientes
hebraicos (alrededor de 50): éstos expresan
directamente la unicidad de Dios, su santidad y su trascendencia, su
poder creador y soberano, su voluntad de justicia y de retribucion, su
misericordia v su bondad, Su plenitud de vida y su eternidad. Se trata,
pues, de los Nombres mas frecuentemente citados por el mismo Corán, cosa
que le acerca a la Biblia, sobre todo a los Salmos (3): ocurre, pues, que esos nombres biblicos se encuentran en el
centro de las "constelaciones"
de los mas Bellos Nombres de Dios.
Esos
Nombres, que el Corán enumera a veces seguidos en alianzas curiosas, es
posible, en efecto, reagruparlos por familias, como al
final de la Azora de la Reunion:
El es Dios - no hay más Dios que El , el Rey, el Santo, la Paz, el que da Seguridad a quien lo necesita, el
Custodio, el Poderoso, el Fuerte, el Sumo (...), el Creador, el Hacedor, el
Formador (59, 23-24). El Nombre de Clemente (ar-Rahman) tiene en todas partes
un lugar privilegiado. Citado 57 veces (y 7 veces con el de Misericordioso, en
una fórmula, "bismi
Llah ar-Rahman
ar-Rahim", que introduce las 114 azoras, excluida la novena), lleva siempre el artículo y nunca hace de
atributo, a continuación de un verbo
'ser' sobreentendido: éste
sustituye más de 50 veces al término mismo de Dios, sobre todo durante
el 2º período mequense de la predicación
de Muhammad (615-619) mientras que está ausente de los numerosos hadices que ha
coleccionado la tradición musulmana (4.).
Los
demás Nombres son unos calificativos (con frecuencia en
forma intensiva y a veces
reservados unicamente a Dios) regularmente utilizados en situación de atributos
y que podemos reunir en
"constelaciones" alrededor de un tema central: unicidad (1 Nombre),
trascendencia-santidad (5 Nombres),
soberania (15 Nombres), eternidad (5 Nombres) , verdad-luz (2 Nombres) ,
omnipotencia (17 Nombres). creación-origen v término (9 Nombres), providencia
(9 Nombres), misericordia (15 Nombres) , ciencia (9 Nombres), justicia
redistributiva (5 Nombres). Así es como la
"constelación" de la
providencia agrupa los siguientes
Nombres más Bellos: el Dispensador de
bienes, el Piadoso, el Vigilante, el Guardián
Celoso, el Testigo. el Guía, el Amigo, el Gerente, el Guardián.
Además
de éstos, ¿hay otros Nombres?. Muchos se sorprenden de no encontrar en la
lista el nombre de Señor (Rabb), citado 959 veces en el Corán: ¿acaso es porque
siempre está ligado (estado de anexión gramatical) a algún pronombre personal humano que designa al discípulo, al servidor o al esclavo?. y ¿por qué algunos
Nombres no han sido elaborados a partir de ciertos versos citados muy
frecuentemente por el Corán?. Dios ha hablado sin cesar en el Corán a los
hombres, por eso nos hubiésemos esperado verlo designado con el Nombre de Mutakallim,
el que habla. El debate no dejó de hacerse intensivo y violento, Incluso
dramatico; en Bagdad, en el s.IX, entre teologos mu'tazilies (que exaltaban la
razon humana) y asharíes (que privilegiaban el texto coránico): podía, por vía
de analogía, partir de las cualidades humanas y creadas para deducir de ellas
algún atributo (fundamentalmente diferente pero parcialmente parecido) en Dios
mismo?. Un hadiz ¿no pretende que "Dios es bello (yamil) y ama la
belleza"?. Los asharíes y los hanbalíes han pensado que era más coherente
para el Islam afirmar que sólo "Dios habla bien de Dios y que el creyente
sólo estaba habilitado a nombrarlo mediante los Nombres que Dios mismo le ha
revelado en el Corán.
La
devoción musulmana. a lo largo de los siglos, nunca ha cesado de añadir a esos
99 Nombres más Bellos de Dios, muchos otros nombres que ha considerado dignos
de expresar la acción de Dios cerca de los hombres: ¿No es igualmente el
Vencedor (al-Galib) , el que concede la victoria (an-Nasir), el Verídico (as-Sadiq),
el Biennechor (al-Mun'un),el Donador (al-Mu'ti)?. El vocabulario de los
místicos y cofradías religiosas habría que explorarlo en ese sentido e
indicaría cuales fueron, a lo largo de los siglos, los Nombres más Bellos hacia
los que se inclinaba de preferencia su
meditación profundizada del Misterio de Dios.
III.-
ENTRE ESOS NOMBRES ¿CUAL SERIA EL NOMBRE SUPREMO?
Tanto
los musulmanes sencillos como los teólogos y los místicos se han planteado el
problema del Nombre Supremo: ¿existe uno y cuál sería éste? Para algunos, que expresan así una verdad de
sentido común, no habría ningun Nombre Supremo o, más bien, ese sería exactamente aquel que
permite al creyente dirigirse a Dios y entrever a través de el el Misterio,
gracias a la aproximación privilegiada
de uno u otro de sus Nombres más Bellos. Otros, al contrario, afirman que ese
Nombre existe y que podemos conocerlo. Ese sería, dicen los primeros, el
pronombre personal Huwa (El), puesto que el poder de la meditación concentrada
sobre ese pronombre, junto con el ritmo de la inspiración y de la expiración
que las dos sílabas "hu" "wa" suponen y animan, permite
efectivamente ir muy lejos de esta "experiencia existencialmente
adquirida" que, a este respecto,
proponen las sesiones de "dikr" de las cofradias
religiosas: "Oh El, oh Aquel fuera
de quien no hay otro él, oh aquél en quien se oculta la identidad de cualquier
otro él".
Otros
ven, al contrario, el Nombre Supremo en el de Dios (Allah) mismo, porque Dios,
dice el Corán, posee los Nombres más Bellos"(7, 180). La tercera opinión
piensa que se trata más bien del Nombre, "El Viviente, el
Subsistente" (al-Hayy al-Qayyum) puesto que así parece indicarlo el Corán
(2, 255). Para otros aún, ese Nombre sería "el Señor de Majestad y de
Generosidad" (Dhu l-yalal wa-l-ikram), porque está recomendado
expresamente por el Profeta mismo. Otros van
a buscar en las letras con que comienzan algunas azoras (las azoras
2,3,7,10, etc.) las iniciales de esos
Nombres Supremos que siguen ocultas al común de los mortales. Algunos, e fin, ven en
la expresión coránica
"el Señor del
Trono Sublime" (Rabb al-
'arsh al 'azim) (9, 129) el Nombre que
estaría por encima de todo Nombre.
Algunos teólogos siguen convencidos de que ese Nombre Supremo sigue y seguirá
siendo siempre el secreto de Dios, tanto más que, como dice igualmente un hadiz
"Dios tiene 4.000 Nombres, de los cuales 1.000 son conocidos solo por El, otros 1.000 son
conocidos por El y por los ángeles, mientras que otros 1.000 se encuentra
en la Torah, 300 en el Evangelio, 300 en
los Salmos, 100 en el Corán (de los cuales 99 explícitamente) , mientras que el
resto permanece oculto" (5).
IV.
- LA INTERIORIZACION POR EL CREYENTE DE LOS NOMBRES MAS BELLOS DE DIOS.
Los
teólogos musulmanes, por su parte, no
han dejado de explorar las significaciones últimas de los más Bellos Nombres de
Dios, después de haber debatido ampliamente sobre las difíciles y sutiles
relaciones entre el Nombre (ism) y Aquel que es nombrado (musamma), entre los
atributos que le corresponden (sifat) y el acto de atribuírselos a Dios (wasf):
¿Tendríamos ahí con ello una como apropiacion o dominio del creyente sobre Dios
y su misterio?. Para cualquier teología musulmana coherente ésa era una
tentacion de la que tenía que huir. Por eso, al Bayhaqi (994-1006) ha dejado un
"Libro de los Nombres y de los Atributos", Algazel (1059-1111) ha
redactado "El grado mas elevado que podemos ofrecer de lo que significan
los más Bellos Nombres de Dios" y al-Razi
(1144-1209) ha escrito el
"Libro de las Pruebas que iluminan lo que son los Nombres y los
Atributos".
Baste
aquí con exponer brevemente lo que sobre ello dice Algazel. Con él, y siguiendo la doctrina ash'ari sunni, los
teólogos musulmanes consideran que los atributos son distintos de la esencia divina. Así podemos
reagrupar los Nombres de Dios en relacion con la clasificación de los
Atributos. El Real (Verdad) (al-Haqq) es
el Nombre de la esencia y corresponde al atributo de la existencia. A los
atributos esenciales y negativos de la pre-eternidad, de la post-eternidad, de
la desemejanza, de la autosuficiencia y de la unicidad corresponderían los doce
Nombres siguientes: el Santo, la Paz, el Rico, el Unico, el Rey, el Poderoso,
el Exaltado, el Inaccesible, el Primero, el Último, el Evidente, el Oculto. A
los atributos conceptuales (que añaden un concepto "ma'na", a la
esencia) de la ciencia, del poder, de la vida, del oído, de la vista, de la
voluntad, de la percepción corresponderían entonces alrededor de 50 Nombres más
Bellos, mientras que los últimos (casi treinta) vendrían a especificar los
múltiples aspectos de los atributos del Acto divino mismo.
Pero
los más importante, para los musulmanes, no esta en está en la inserción de la letanía
de los Nombres más Bellos en un tratado
de teología sobre Dios ("de Deo Uno"): se trataba antiguamente, en
las sociedades tradicionales, de llevar uno de los Nombres y declararse el
servidor. Por eso voluntariamente se era
Servidor de Dios ( 'Abd Allah), Servidor del Rey ( 'Abd' al Malik), Servidor del
Poderoso ('Abd al-'Aziz), Servidor del
Majestuoso ( 'Abd al-Yalik), etc.
Si todo eso corre el riesgo de pasar de moda hoy (6) no es menos cierto que
toco creyente sincero está invitado por sus maestros espirituales a
"revestirse, en cierto modo, de las "buenas costumbres de
Dios" (al-tajalluq biajlaq
Allah) que son expresadas precisamente por esos Bellísimos Nombres: la meditación se debe intentar que penetre
en el sentido y en la acción humana
procurando reproducir humanamente las manifestaciones maravillosas de esos
Nombres.
Interpretando el hadiz clásico "Dios
ha creado a Adán a su imagen" que significa
cierto
"parecido" entre el Creador y su criatura (7). Algazel no tiene
reparo en desarrollar las consecuencias
prácticas para su lectores
y discípulos: "Parecido y
conformidad engendran atracción entre los dos seres parecidos: toda forma está más inclinada hacia la que se
le parece". Por ello, en su tratado de La Revivificación de las ciencias
de la Religión (Ihya´ ulum ad-din) escribe:
"Revestíos, pues, de las buenas costumbres de Dios (...). La
perfección última, para el creyente, consiste en aproximarse a
su Señor haciendo suyos esos atributos que merecen toda alabanza: la ciencia,
la, justicia, la bondad, la
benignidad, la beneficencia, la
misericordia, el buen consejo, el estímulo al bien 7 el preservarse del
mal". Entonces se llega a cierto
"intercambio de los atributos", como lo celebra cierto hadiz
"qudsi" (hadiz "sagrado" en donde es Dios el que habla):
"Cuanto más mi servidor se acerca a Mí, gracias a sus obras
superrogatorias, dice Dios, más le amo
Yo. Y cuando Yo le amo, Yo me convierto
en el oído mediante el cual él oye, en
la vista mediante la cual ve, en la lengua gracias a la cual habla, en el pie
gracias al cual camina". Es entonces cuando los Nombres más Bellos son
vividos por el creyente que los interioriza y los medita, tanto mejor que los
vive, en una forma, evidentemente (sic), totalmente humana.
V.
- LA MEDITACIÓN ALGAZELIANA DE ALGUNOS DE LOS MÁS BELLOS NOMBRES DIVINOS.
En
el comentario que Algazel hace de los Nombres más Bellos de Dios ¿amplía las
perspectivas espirituales y permite al creyente ir siempre más profundamente en
su acercamiento al misterio?. Leyendo atentamente su "Maqsad", nos
damos rápidamente cuenta de que las explicaciones dadas y las transposiciones
propuestas no van muy lejos. ¿Qué dice él, por ejemplo, de esos Nombres divinos
como son "al-Quddus" (el Santo) y "as-Salam" (la Paz>?.
El texto no necesita comentario alguno:
"Al Quddus" (el Santo) es aquél
que está libre de cualquier atribución de cualidades percibidas por los
sentidos o representadas por la imaginacion, o adelantadas por la conjetura o
presentidas por la conciencia o determinadas por la reflexion. No digo que
tenga que escapar a los defectos y a las imperfecciones: hablar así (a
propósito de Dios) indicaría una falta de educación. En efecto, es una falta de
educación, precisar que el rey de tal país no es tejedor ni barbero. Negar su
existencia correría el riesgo de hacer creer que eso es una cosa posible, y eso
es ya una imperfección. Digo, pues, que es Santo (Quddus) quien escapa de todos
los atributos de la perfección tal como entienden definirla la mayoría de los
humanos.
En
efecto, éstos consideran, en primer lugar, sus propios atributos tomando
conciencia de ellos. Después perciben
que esos atributos se dividen en atributos que dependen de la perfección propia
(a saber la ciencia, el poder, la vista, el oído, la palabra, la voluntad, el
libre arbitrio y echan mano de unos
nombres que correspondan a esas realidades pretendiendo después que esos
nombres son los nombres mismos de la perfección) y otros que dependen de la
imperfección propia ( a saber la ignorancia, la impotencia, la
ceguera, la sordera, el mutismo, echando mano también, de unos nombres que
corresponden a esas realidades). A continuación, piensa que lo mejor que ellos pueden hacen con
vistas a alabar a Dios, es atribuirle las virtudes y los atributos de la
perfección que encuentran en si mismo (ciencia, poder, vista, oído y palabra) y
descartar de El los atributos de la imperfección. Pero, realmente, Dios se
escapa, totalmente, tanto de los
atributos de la perfección como de los
de la imperfección que los hombres puedan llegar a concebir a partir de
las criaturas y,
en consecuencia, está
inmune ("muqaddas") de ese gónero de atributos o de cualquier
cosa que se le parezca. Si él no hubiera tenido permiso de recurrir a ello y
aplicárselo, de ningún modo estaría permitido utilizarlos para hablar de El.
EXHORTACION: La santidad (quds) del ser humano consiste en despojar su
voluntad y su ciencia. Debe liberar su ciencia de todas las cosas imaginarias,
sensuales o conjeturables, en una palabra, de todas las cosas "perceptibles" que el hombre tiene
en común con los animales. Mas aún, tiene que concentrar su razón y fijar su
ciencia sobre las realidades divinas que escapan a cualquier percepción de los sentidos, si bien es inútil decir entonces
que ellas son cercanas y lejanas. Haciendo ésto, el ser humano se libera a sí
mismo de todas las realidades sensuales es e imaginarias. Así adquiere, mediante la ciencia lo que
incluso si llegase a perder el uso de los sentidos y de lo imaginario, sigue
siendo para él el lugar maravilloso de las ciencias superiores, universales y
metafísicas, que dependen de las realidades externas, excluidas las realidades
individuales que no hacen sino cambiar y renovarse.
También
debe despojar su voluntad, de manera que esta no busque mas esos bienes humanos
que se reducen a los placeres de las facultades concupiscibles e irascibles,
las delicias de la mesa, del sueño, de los vestidos, del tacto y de la mirada,
en una palabra, de todas esas voluptuosidades a las que sólo se llega mediante
la mediación de los sentidos y del cuerpo.
Mas aún, no busca ni quiere nada
fuera de Dios y sólo encuentra su bien en El . No tiene más deseo ardiente que
encontrarlo ni otra alegría profunda que acercarse a El. Y si llegase a serle
propuesto el paraíso, con todas sus delicias, no prestaría ninguna atención a
ello, por que en este mundo como en el otro lo unico que le interesa es el
Señor de los dos mundos.
En
una palabra, comparte con los animales todas esas realidades que percibe por
los sentidos o por la imaginacion: tiene
pues la exigencia de elevarse por encima de todo eso para alcanzar lo que es
específico del ser humano. Comparte, además, con los animales esos bienes
humanos que dependen de las facultades concupiscibles: debe, pues, liberarse
aún más. La grandeza del que está en la búsqueda, residen precisamente en el
objeto de la búsqueda. El que sólo tiene interés por lo que penetra en sus
intestinos, no tiene otro valor que lo que sale de él. Quien solo ambiciona a
Dios, ve subir su grandeza a la altura de Aquél a quien quiere llegar. Quien
eleva asi su ciencia por encima de las realidades de lo imaginario y de los
sentidos, hace inerme ("qaddasa") a su voluntad de las exigencias de
las facultades concupiscibles y goza de los beneficios de los pórticos de la
santidad ("quds").
La
Paz (as-Salam) es (el nombre de) aquél cuya esencia está exenta (está íntegra,
"salama") de cualquier defecto, cuyos atributos estan exentos de
cualquier imperfeccion y cuyos actos estan libres de todo mal, de tal manera
que, cuando ésto ocurre, no hay nada en el mundo que no sea íntegro (salama),
que no se ponga en relacion con él y no sea considerado como procedente de él.
Cuando decimos que "sus actos estan exentos de todo mal, hay que
entenderlo de todo mal absoluto buscado por sí mismo y no a causa de algún bien
que podría encontrarse en él y que le aventajarla en importancia.
EXHORTACION: Todo ser humano, cuyo corazón está libre de
engaño, de odio, de envidia y de voluntad perversa. cuyos atributos estan
exentos de toda "inversión",
llega cerca ce Dios con su corazon íntegro ("salim"): éste
posee entonces, entre los
humanos, el atributo de la Paz que le convierte en cercano, por su cualidades,
del que es la Paz absoluta y verdadera sin que en él se encuentre duplicidad
alguna. Por "inversion en sus atributos, intento decir que su intelecto es
prisionero de sus facultades concupiscibles, mientras que normalmente es lo
contrario lo que debe producirse, a saber, que las facultades irascibles y concupiscibles
sean prisioneras de su intelecto y consiguientemerte sometidas a éste. En
efecto, no puede haber integridad (salama) allí donde el que manda recibe
ordenes y donde el príncipe llega a convertirse en un esclavo. Sólo recibira
pues los atributos de la Paz (salam) y del Islam (islam) aquel cuya lengua y
manos no dañen de ninguna manera a los musulmanes. Y para recibir tales
atributos es necesario antes no dañarse a sí mismo (8).
Esto
es todo lo que Algazel tiene que decir
acerca de la Santidad y de la Paz de Dios y de aquellas que el creyente podría
conseguir en su imitacion de las "buenas costumbres de Dios". Nada,
en el tondo, que no sea muy filosófico y ascetico: el misterio de Dios en nada
es contactado (sic). Ser "santo" consiste en estar exento ("taqdis"
y "tanzih" son sinonimo) de toda perfección o imperfeccion humana o
de cualquier perfeccion animal, cuando, en definitiva, se trata de ser humano.
Existe el riesgo de encontrar todo esto "un poco corto". Queda la impresion
de que Algazel ha "reducido" de manera singular la riqueza de los
términos coránicos que, tal es nuestro caso, podrían o deberían remitir a las
expresiones hebraicas y bíblicas correspondientes. Sin duda, esto ocurre porque
se ha contentado con la sola significación arabe que le ha llevado a tal
interpretaciór reductora. El mótodo, en Algazel, es idéntico para todos los
otros Nombres divinos, lo que casi siempre lleva consigo una curiosa reduccion
de las riquezas semánticas de los términos mismos. Muchos musulmanes, por
fortuna, han ido a veces más allá de ese género de interpretación, ya se
trate de los místicos o de los miembros de las cofradías religiosas.
VI.-
UNA "ORACION MEDITADA" SOBRE LOS MAS BELLOS NOMBRES DE DIOS
El
autor egipcio contemporáneo. 'Abd
al-Maqsud Muhammad Salim, propone cierto
numero de meditaciones en forma de invocación (du'a´) en su libro En el reino
de Dios son los Nombres de Dios ( Fi Malakut Allah ma` a Asma Allah). De sus últimas páginas extraemos el
texto siguiente que sin duda sera de interés:
"¡Dios mío, Te suplicamos a Ti
fuera del cual no hay otra divinidad!.
¡Oh Dios, Tú el Clemente y Misericordioso (... ) Que tu Majestad sea
magnificada, que Tus Nombres sean santificados,
que Tus Atributos sean distinguidos y que Tus bienes continuen
derramándose sobre los Mundos! ¡Alabado seas! ¡ No puedes ser aprehendido por
los sentidos, ni imaginado por el alma!. Tu Esencia es santa y existe desde
siempre. Tus Atributos sor sublimes y subsisten para siempre, Tú que concibes
las cosas y las creas, Tú que les das subsistencia y les haces misericordia, Tú
que conoces sus apariencias y sus secretos mas profundos, así como su principio
y su fin! ( . . .).
Y
ahora, oh Dios mio, te suplico por Tu esencia sublime, eternamente única, sin que
nada sea igual a ella, por Tus Atributos venerables que existen desde siempre y
por el honor que les debemos (...) por
la manifestacion de Tus Atributos a partir de lo que encierran Tus signos y tus
versículos, por Tu Nombre mantenido oculto gracias al cual Tú no sabrías
rechazar a quien Te busca y Te invoca, por Tu Nombre que es digno de toda
alabanza, santo y santificado, preciosísimo y santísimo, augusto, íntegro y bueno, que es pureza, puro,
purificado y purísimo (...).
En
el nombre de Dios, el Bienhechor, el Misericordioso, sábete que no hay otra divinidad fuera de
Dios, ni otro dios mas que Dios anterior a todo, ni otra divinidad fuera de
Dios después de todo, no hay otro dios fuera de Dios que mide todo, no hay otro
dios fuera de Dios que abraza todo, no hay otra divinidad fuera de Dios que
rodea todo, no hay otra divinidad fuera de Dios, Señor que subsiste mientras
que todo se convierte en nada.
Te
suplico pues por aquellos Nombres Tuyos que permaneceran ocultos para siempre y
por aquellos dones Tuyos que se ocultan detras de los velos, por Tu Nombre
sublime y grandioso, por el "en el nombre de Dios, Clemente y
Misericordioso", (...) y por el
mérito de todos los "ha'nim" y de los versículos preciosos que en
ellos podemos encontrar, por el poder de Dios, por la luz de Dios de la que fue
creado nuestro Señor Muhammad, sí, yo Te suplico que nos coloques en el número
de aquéllos que Te han confiado su destino, se han puesto en Tus manos para
todos sus asuntos y han puesto en Ti toda su indigencia (...).
Oh
Dios mío, Te rogamos, confiados en Tu generosidad. ávidos de Tu misericordia,
inclinados hacia la realización de Tu buen deseo, Buscamos Tu rostro y nada
más: cerca de Ti buscamos refugio y en nadie más! Tú, Tú eres Aquél que nos basta, quien nos
proteje, el Dueño majestuoso, Tú eres nuestro "dueño" en esta vida y
en la otra. Llámame a Ti, siendo, como soy, musulman, y hazme llegar a los
rangos de Tus santos (...) Gloria a Dios, el Señor de los Mundos".9
CONCLUS
ION .
Tales
son, rapidamente evocadas, las perspectivas que desembocan en la meditación de
los Nombres mas Bellos de Dios que ofrece el Corán, las reflexiones que
proponen a este respecto los exégetas, los teologos y los maestros
espirituales. Los textos aquí citados intentan dar alguna idea sobre ellas, sin
entrar demasiado en las elaboraciones más refinadas que le ha añadido la
mística musulmana. Bastaría citar aquí
algunos pasajes que expresaban la posición media sobre este punto. Es cierto
que, considerados en si mismos, esos Nombres más Bellos provocan al creyente y
le invitan a ampliar los horizontes de su mirada espiritual asi como a entrever
otros Nombres que podrían desvelar ciertos aspectos del Misterio, Se trata del secreto de la conciencia, como
lo da a entender la conclusion de una invocación que sige a la letanía de los
99 Nombres divinos más bellos: "Te pido,
pues, por cada Nombre Tuyo gracias al cual Tú Te has designado a Tí
mismo o que Tú has revelado en Tu libro (:el Coran), o que has enseñado a
alguna de Tus criaturas, o cuyo uso Tú te has reservado en el conocimiento que
Tú tienes de Tu propio Misterio. Te pido que hagas del magnífico Corán el
alimento de mi corazón y la luz de mi mirada, a fin de que expulse de mí toda
tristeza y suprima en mi toda preocupación y todo aburrimientol". Cada uno
puede entonces conservar en la intimidad de su corazón lo que Dios quiere
inspirarle de esos Nombres "de los que El se reserva el uso en el
conocimiento que tiene de Su propio Misterio".
1
Para la traducción española de esos nombres, nos servimos de la expuesta en el nº 193 de
"Encuentro
Islamo-Cristiano"
2
Cfr. Joaquín Mubarak, "Les noms, titres et atributs de Dieu dans le Coran
et leurs correspondants en épigraphie sub-sémitique", en "Pentalogie
islamo-chrétienne", Beirut, 1972-1973, vol.2, págs.179-193, y "Les
études d´épigraphie sub-semitique et la naissance de l´Islam", ibídem, p.
195-277.
3
Cfr. Denise Masson, "Monothéisme coranique et monothéisme biblique"
(doctrines comparées), París, Desclée de Brouwer, 1976.
4
Cfr. Jacques Jomier, "Le Nom Divine "al-Rahmân"dans le
Coran", in "Mélanges Louis Massignon, vol.2, págs.361-381, Damasco,
1957, Institut Français.
5Cfr.
G. C. Anawatim, "Le Nom Supreme de Dieu"("Ism Allah
al-Azam"), separata de los "Atti del III Congreso di Studi Arabi e
Islamici", Ravello, 1966.
6
Cfr. Jean Quémeneur, "Patronymes et prénoms arabes", in ESNA, París,
Suplément au Cahier nº25, julio-septiembre 1952 y Marice Borrmans,
"Prénoms arabes et changemente social en Tunisie, in IBLA(Tunis), nº
121(1968), págs. 97-112.
7
El Hadiz afirma textualmente que "Dios ha creado a Adán a imagen suya/
Suya. Si muchos doctores, en Islam, interpretan ese texto diciendo que
"Dios ha creado a adán conforme a la imagen previa que Él había hecho de
él (Adán); otros, una minoría, como Algazel, piensan que es a semejanza de Dios
mismo que Adán fue creado y que es por ese título que ha sido elegido, por Dios
mismo, como su "lugarteniente"(califa) en la tierra.
8
Cfr. "al-Maqsad al-asnâ fî sharh ma' ânî asmâ Allâh al-husnâ" (Le
degré le plus elevé que l´on peut fournir de ce que l´on signifie pour les Noms
les plus Belles de Dieu). Arabic Text, Edited
with introduction by Fadlou A. Shehadi, Beirut, Dar-el -Machreq, 1971, p.
71-74. .
9 Cfr. "Malakût Allâh ma'a
Asmâ' Allâh" (Dans le Royaume de Dieu avec les Noms de Dieu), El Cairo,
Dâr tilâwat al qur' ân al-karîm, 1967, págs. 185-190.
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