Tulkus
Born in Tibet
Chögyam Trungpa
Gerges Allen & Unwin 1966
APENDICE II
Para comprender la
doctrina de los «Tulkus» en el Tibet, es necesario ante todo comprender
la actitud budista del «renacimiento». Es verdad que Buda habló de verse
sometido a un sinfín de existencias y casi todos los habitantes de Asía
contemplan la vida bajo este prisma; naturalmente, siempre hay que diferenciar entre
las versiones populares de esta doctrina y su comprensión
verdadera por quienes no
confundan el tema sobreestimando sus propias personalidades. De hecho, el
mensaje de Buda no fue que estas innumerables vidas tuvieran una realidad
intrínseca, sino la posibilidad que existe para todos de liberarse de la
ilusión. Vio que un torrente de sufrimiento impregnaba las vidas de los hombres
y de los otros seres y que su deseo de perpetuar su propia individualidad era
una de las mayores fuerzas que los mantenían
atrapados al sufrimiento.
Explicó que abandonar el sentido del «yo» conduce a la liberación de todas
aquellas tendencias que son las causas de los sucesivos nacimientos y muertes;
como dijo Tilopa, un santo hindú: «El desafio espiritual es como una serpiente que
se desenrosca».
Mientras permanezcamos más
o menos envueltos en una conciencia de la personalidad e identificando nuestra
existencia con ella, continuamente producimos vidas pasadas y futuras por esas fuerzas
que aún nos atan a las existencias mundanas. En el caso de un «Tulku» , sin
embargo, las fuerzas que producen la existencia son de orden diferente. Algo o
alguien que no tiene «individualidad» o «ego» en el sentido ordinario, decide
trabajar en la tierra para el beneficio de todos los seres. El (o ello), por
consiguiente, renace varias veces en un período de tiempo, en una serie de
individualidades humanas, y son esas que son llamadas «Tulkus».
La influencia en cuestión
puede emanar de algunas de las fuentes arquetípicas de la Sabiduría, que es la
esencia permanente del Universo, o por otro lado de la Compasión, que es la Sabiduría
actuando en miles de sistemas planetarios. Así pues, se puede decir que un Tulku
es la emanación de
Manjushń, el Bodisatva de la Sabiduría, o de Avaloquitesvara, el Bodisatva de
la Compasión;
el Dalai Lama es reconocido como la reencarnación de este último.
En el Tíbet, un gran santo como Milarepa, considerado como habiendo trascendido
la esclavitud de las cosas creadas tiende su línea de influencia
sobre varias lineas de semejantes reencarnaciones.
En este libro se habla de lamas,
como Gyalwa Karmapa,Chentze Rimpoche y Jamgön Kongtrül Rimpoche, que son reconocidos como
personificaciones de una influencia espiritual en particular. Una de estas
influencias puede, de hecho, manifestarse a través de varios individuos simultáneamente,
como era el caso de las cinco reencarnaciones de Jamgön Kongtrül.
Estas son reencarnaciones muy altas; pero no todos los Tulkus son de
este tipo. En algunos casos, un hombre de un desarrollo espiritual avanzado,
pero sin la liberación final, muere antes de completar cierto empeño y regresa
para terminarlo. Otro tipo de reencarnación es conocida como el « Tulku de
Bendición»; se produce cuando muere cierto lama muy querido; sus
discípulos le pedirán a otro lama que hubiese estado estrechamente unido
con el deceso (ese último, muy a menudo, sería el lama que presida sobre
su escuela) que localizara su espíritu; como resultado de eso, el lama, aunque
no regresa en persona, confiere sus bendiciones a aquél quien deberá continuar
sus enseñanzas; la persona así designada para este trabajo reencarnará el
Maestro muerto en el sentido de perpetuar su influencia espiritual.
Múltiples reencarnaciones,
de las que se dio un ejemplo antes, ocurren mayormente en número de cinco, de
la que una en particular personificará la presencia visible del lama que
ha pasado, otra su poder de palabra, y todavia otra sus poderes de pensamiento;
de nuevo, una representará sus actividades y otra sus cualidades.
Los lectores que estén
interesados en este aspecto de la espiritualidad
tibetana, muy a menudo mal
interpretada, deben consultar el capitulo «El Dalai Lama» en un libro titulado
«El camino y la montaña», de Marco Pallis (que contribuyó con el prólogo a este
libro), publicado por Editorial Kier de Buenos Aíres; el capítulo contiene
mucha información sobre el tema de los Tulkus,
tanto hechos históricos
como técnicos. El mismo libro también contiene dos capítulos que tratan
respectivamente de la Compasión y la Gnosis desde el punto de vista de la
tradición tibetana.
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