Escatología.
Introduction a l’etude
de Grégoire Palamas. Deuxième Partie IV
Jean Meyendorff
Patrística Sorbonensia
Ed. Seuil 1959
Este significado escatológico constituye una de las claves
para ver el vínculo interno entre los diversos aspectos del pensamiento
palamita. Uno puede preguntarse, por ejemplo, por qué los espirituales, que
afirmaban contemplar a Dios en el interior de ellos mismos, lo vieron de forma
luminosa y por qué asimilaron esta luz con una teofanía particular, la del
Monte Tabor. A esta pregunta, el doctor hesicasta nos da una respuesta
precisa: en el Tabor, como en el corazón
de los santos, aparece una realidad idéntica, el Reino de Dios, y esta es la única riqueza a la que
aspiran los cristianos. La interpretación escatológica del milagro de la
Transfiguración es, de hecho, tradicional en la literatura patrística 41 y es
correcto desde un punto de vista puramente bíblico. En cuanto a la
41. Ver en particular el Pseudo-Dionisio Nombres Divinos, I, 4, PG,
III, col. 592 C; texto citado a menudo por Palamas (Tr., II, 3, §§ 20, 50,
etc.).
Visón luminosa de la que se benefician los santos, nos será suficiente
citar al azar algunos textos de Palamas para ver también que no es una realidad
diferente de las "primicias de la resurrección" que todos los
cristianos reciben en su bautismo.
"Este conocimiento supraracional, escribe, por ejemplo en
la segunda Tríada, es común a todos
aquellos que han creído en Cristo";
y, después de vincular este conocimiento sobrenatural a la gracia santificadora
de Cristo glorioso, continúa: "Es en la gloria del Padre que Cristo vendrá
y.... que los justos resplandecerán como el sol (Mateo, XIII, 43); ellos serán luz
y verá la luz, espectáculo agradable y sagrado, que pertenece solamente al
corazón purificado; esta luz hoy en día resplandece en parte, como una promesa (αρραβών) para
aquellos que, por impasibilidad, han superado todo lo que es maldito y, por la
oración pura e inmaterial, todo lo que es puro; pero en ese día, deificará de
una manera manifiesta a los hijos de la resurrección (Lucas, XX, 36), que gozarán
de la eternidad y de la gloria; en comunión con Aquel que dio a nuestra
naturaleza una gloria y un resplandor divinos 42." "¿No es evidente,
escribe él por otra parte, que no hay más que una y la misma luz divina: la que
los apóstoles vieron en el Tabor, la que las almas purificadas contemplar desde
ahora y la que es la realidad misma de los bienes eternos por venir? Por eso es
por lo que Basilio el Grande dijo por su
parte que la luz que brota del Tabor, durante la La Transfiguración del Señor, era
el preludio de la gloria Cristo en su segunda venida 43."
Los textos de Palama sobre la naturaleza escatológica de la luz
son innumerables 44. No dejan ninguna duda sobre el verdadero pensamiento del doctor
hesicasta y sobre su concepción escatológica de la espiritualidad. Y se
comprende aún mejor la importancia de su discusión con Barlaam y sus émulos: para
Palamas, era una cuestión de si el Reino de Dios ya estaba presente en la
Iglesia, si la Nueva Alianza era verdaderamente distinta de la Antigua, si el período actual de la historia
de la salvación, inaugurada por la resurrección de Cristo, era en realidad el
Reino de Cristo, un Reino escondido bajo los velos sacramentales, pero
verdadera y plenamente real para los creyentes. Para utilizar el vocabulario
teológico moderno, el doctor
42. Tr., II, 3, § 66.
43. Tr., I, 3, § 43; la cita de San Basilio se toma de su
Comentario
Sobre el Salmo XLIV, PG,
XXIX, col. 400 CD.
44. Véase, en particular, Tr., I, 3, §§ 10, 18, 25, 26, 28, 33, 35,
37-39; II, 3, §§
23-24, 31, 38-39, 41, 54, 78; III, 1, §§ 11, 22; III, 2, § 1;
contra Barlaam y
Akindynos, Cois'. 99, fol. 34 ν; Dialogue, ibíd., fol. 39 y.; Contra
Gregoras, I,
Coisl. 100, fol. 238, etc. Ver BASILE KHIVOCHEINE, Asketiéeskne i
bogoslovskoe
ucenie, en el Seminarium Kondakovianum VIII 1936 p.141
hesicasta era el defensor de una escatología contra los
intentos hechos por el pensamiento nominalista para revertir la realidad misma
de la Encarnación solo en el futuro y negar su eficacia en el presente. La
insistencia de Palamas en la importancia de la vida sacramental, su realismo
eucarístico, su doctrina de gracia santificante que toca al hombre entero, toda
su alma y cuerpo, y así anticipa la Resurrección corporal del último día, son
sólo aspectos diferentes de una concepción realista y bíblica del cristianismo.
En muchos puntos, la cuestión de la controversia que le oponía a sus oponentes
eran básicamente los mismos que los que, desde el Siglo XVI, se opone en el
Oeste a los Reformadores y a los contra-Reformadores.
La diferencia esencial es que en Oriente los defensores del sacramentalismo
realista ignoraron las categorías filosóficas, heredado de Escolástica, y no oponían
a los nominalistas más que las fórmulas bíblicas y patrísticas tradicionales.
Es manteniendo la identidad esencial entre la experiencia de
los espirituales hesicastas y la realidad escatológica que Palamas se opone al
simbolismo de sus oponentes. Para él no hay ninguna duda de que una concepción
nominalista de las realidades presente es equivalente a una actitud igualmente
nominalista hacia las realidades futuras, porque la vida y la experiencia
eclesial y la experiencia cristiana consiste en una anticipación velada, pero real
desde aquí abajo del Reino de Dios. El anti-simbolismo de Palamas está así
fundamentalmente ligado a su teología de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario