Gregorio de Palamas, interpretación ortodoxa del Filioque
Introduction a l’etude
de Grégoire Palamas. Deuxième Partie VI
Jean Meyendorff
Patrística Sorbonensia
Ed. Seuil 1959
Personalidad.
La controversia de la
antilatina a la que pagó su cuota en la correspondencia con Akindynos y
Barlaam, en 1337-1339, y especialmente en sus dos Tratados apodícticos, se basaba esencialmente en el argumento
tradicional de la primacía de la hipóstasis sobre la esencia: su pensamiento
era enteramente personalista y él no podía dejar de considerar la doctrina de
la "doble Procesión" como un
ataque a las propiedades de las hipóstasis 10. Los latinos "no pueden
escapar de los que los reprochan de introducir dos principios del Espíritu
11", porque el Padre y el Hijo, en tanto hipóstasis, son dos y no uno, y que la procesión es un
acto hipostático del Padre...... Son uno por naturaleza, pero el Espíritu
también posee esta naturaleza única y deberí
hacerse proceder por sí mismo si la procesión
10. Este punto lo hemos tratado brevemente en nuestra introducción
a
la Primera Carta a Akindynos, en Theologlff, XXV, 1954, pp.
610-612.
11. Título de esta Primera Carta a Akindynos.
Fuera concebida como un acto de la naturaleza...... La hipóstasis
del Padre es el principio activo de la
unidad divina: “ Dios es uno, escribe Palamas, no sólo porque su naturaleza es
una, sino también porque las personas que proceden remontan a una persona única
12, "Esta es una paráfrasis de San Gregorio Nacianceno: "La naturaleza es una en los
Tres, es Dios; pero lo que los hace su unidad es el Padre 13. "En Dios, el origen es por lo tanto hipostático 14"
y si los latinos aceptan que el Padre y el Hijo no constituyen más que un solo
origen del Espíritu, deben reconocen también que el Hijo es homo-hipostático" al Padre 15. Este tema
se desarrolla a lo largo de los Tratados Apodícticos,
cuya novedad es sin embargo en introducir en el debate el argumento de Gregorio
de Chipre de que el concilio de 1385 había ratificado oficialmente.
El doctor hesicasta explica en este sentido los pasajes
patrísticos, especialmente los de San Cirilo de Alejandría, en el que se afirma
que el Espíritu proviene de los dos" (ξ &IQoTv), o "del Hijo ", o aun " por el
Hijo". " Cuando lo oigas decirlo, escribe Palamas, que el Espíritu
Santo procede de los Dos, porque él proviene esencialmente del Padre a través
del Hijo, debéis comprender su enseñanza en el siguiente sentido: lo que se
vierte, son los poderes y las energías esenciales de Dios, pero no la
hipóstasis divina del Espíritu 18." La hipóstasis del Espíritu Santo no viene del Hijo; no es dada ni
recibida por nadie, sino sólo la gracia
divina y la energía divina 17. "Señala que los pasajes patrísticos que parecen
favorables a la doctrina latina no afirman que el Espíritu procede de la
hipóstasis del Hijo, sino de la naturaleza del Hijo", que proviene
naturalmente de él 18. Sin embargo, lo que viene de la naturaleza es energía,
no hipóstasis. Es, en efecto, innegable que los pasajes patrísticos que son
objeto de éstas contestaciones tienden todos por su contexto a demostrar la divinidad
del Hijo con un argumento soteriológico: Sólo Dios puede conceder el don del
Espíritu, como Cristo es Dios, tiene una naturaleza común con el Padre. El Filioque Occidental también fue
proclamado por los concilios españoles de los siglos VI y VII, en primer lugar
como argumento antiarriano.
12. Tratado Apodíctico, I, Coisl. 100, fol. 29 ν. (ed.
Constantinople, 1627, p. 38).
13. Oratio, XLII, 15, PG, Xxxvi, 476 B; citado por Palamas, ibíd.,
fol. 23 (ed. cit., p. 24).
14. Tratado Apodíctico, II, ibíd., fol. 4β ν (ed. cit., p. 76).
15. Ibídem, fol. 58 (ed. cít., p. 100).
16. Ibíd., fol. 41 (ed. cít., pág. 63).
17. Ibíd., fol. 51 (ed. cit., pág. 86).
18. Ibídem, fol. 57 v. (ed. cit., p. 99)
Palamas deduce de ello que, desde el
"derramamiento" del Espíritu a partir del Padre y del Hijo es una prueba de lo
“consubstancial”; sólo una energía y no la hipóstasis divina puede provenir de esta
sustancia común, porque la hipóstasis del Espíritu participa por sí misma de
esta última y no puede venir de ella misma 19. La hipóstasis del Espíritu no se
manifiesta y no se encarna, como la del Hijo, sino que manifiesta al Hijo. Para
probar, en sus escritos antibarlaamitas y antiakindinistas de que la energía es
bien distinta de la esencia, Palamas busca mostrar que los carismas del
Espíritu que nos son concedidos por la gracia no acordados por la hipóstasis
misma del Espíritu: éste último no se ha comunicado ni en Pentecostés ni en los
dones espirituales de que nos habla el Nuevo Testamento. A este respecto,
Palamas distingue las expresiones neotestamentarias que se hablan de “El Espíritu
con el artículo, y los que mencionan πνεϋμα
sin artículo: este último se refiere a los dones o energías espirituales 20 y provienen
naturalmente del Padre y del Hijo, pero también del Espíritu mismo, pues la
entera esencia de Dios es la causa α "de las energías.... 21 El Hijo es sin
embargo, el único canal de la efusión hacia nosotros de la gracia santificante,
porque sólo Él se ha encarnado. También, Resume Palamas su pensamiento en estos
términos: “ El Espíritu Santo pertenece a Cristo por esencia y por energía,
porque Cristo es Dios; sin embargo, según la esencia y la hipóstasis, él le pertenece,
pero no procede de Él, mientras que según la energía, le pertenece y procede
22."
19. Ibid, fol. 62 ν (ed. cit., pág. 110).
20. Ibíd. fol. 36 (ed. cit., págs. 54-55)
21. ibíd., fol. 40 (ed. cit., pág. 62).
22. Ibid, fol. 44 v. (ed. cit., p. 71); véase J. MBYENDORFF, The
First Letter,
p. 612; cf. Carta à Athanase of Cyzantium, Colsl. 98, fol. 9.
23. Traité apodictique, I, Ibíd., fol. 24 (ed. cit., p. 26).
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