domingo, 9 de junio de 2019

Dolor (Julius Evola)


Dolor

Julius Evola
"La Doctrina del Despertar", Primera parte, capítulo 5 La llama y la conciencia samsárica
Biblioteca Evoliana.-

Ya aquí es preciso separar el meollo de la enseñanza budista, de sus elementos accesorios y de sus formulaciones populares; no sólo eso, sino que hay que lidiar con una terminología cuyo equivalente preciso es difícil trasladar a las lenguas occidentales, además de que incluso en un mismo texto las expresiones a menudo cambian de significado. Si los términos de las lenguas occidentales modernas son rígidamente unívocos, por estar basados máximamente en abstracciones verbales y conceptuales, en igual medida los términos de las lenguas orientales son plásticos, porque se adecuan a la riqueza de un contenido vivido.

El término dukkha se suele traducir por "dolor", de donde el concepto estereotipado de que la esencia de la enseñanza budista es, simplemente, que el mundo es dolor. Mas éste es el aspecto más popular, exotérico, casi diría profano, de la doctrina budista. Cierto, no se puede objetar que dukkha en los textos se aplica a cosas que, como envejecer, enfermarse, morir, sufrir lo que no se desea y no tener lo que se desea, etc., pueden en general ser motivo de dolor, de sufrimiento. Pero, por ejemplo, ya la idea de que el nacimiento en sí sea dukkha debería dar que pensar, y aún más el que el mismo término sea aplicado a estados de conciencia no humanos, "celestes" o "divinos", de los que no se puede decir que estén sujetos al "dolor" en el sentido común del término.

El significado más profundo, doctrinal y no popular del vocablo dukkha, más que "sufrimiento" es estado de agitación, de inquietud, de "conmoción" .[14] Vale pues decir que es la contrapartida vivida de lo que se expresa en la misma teoría de la universal impermanencia y no sustancialidad, del annicca y del anatta. Por esto, en los textos, dukkha, anicca y anatta si no aparecen de plano como sinónimos,[15] se encuen­tran unidos por una íntima relación. Esta interpretación se confirma si consideramos dukkha a la luz de su opuesto, vale decir, de los estados de "liberación": dukkha se nos aparece entonces como la antítesis de una calma impasibilidad, de una superioridad no sólo ante el dolor sino ante la alegría; como lo opuesto de la "incomparable seguridad" del estado en el que no hay ya "inquieto girar", no hay ya "ir y venir", y el miedo y la angustia han sido destruidos. Para entender de veras el contenido de la primera verdad de los ariya, dukkha, más aún, para aprehender la sustancia más profunda de la existencia samsárica, hay que asociar a la noción de "conmoción" y de "agitación", la de "angustia". "Una raza que tiembla", vio Buda en el mundo: hombres que temblaban, apegados a su persona, "semejantes a peces de una corriente casi seca"[16] "Este mundo ha caído en la agitación": tal es el pensamiento que le vino cuando aún se esforzaba por conseguir la iluminación.[17]
"De verdad, este mundo ha sido vencido por la agitación. Se nace, se muere, se decae de un estado y se pasa a otro. Y de esta pena, de este decaer y morir, nadie conoce un respiro".[18] Se trata pues de algo bastante más vasto y profundo que cuanto se pueda expresar con un término como dolor.

[14] Véase Stcherbatsky, T., The Central conception ... , op. cit., p. 48.
[15] Jansink, B .. Mistik des Buddhismus, op. cit., p. 95.
[16] Atthakavagga, 11,5-6.
[17] Samyutta ... XII, 10.
[18] Digha ... , XIV, 11, 18.


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