Apartarse de la ortodoxia es perder la calidad de cristiano (Jean Meyendorff)

Apartarse de la ortodoxia es perder la calidad de cristiano

Introduction a l’etude de Grégoire Palamas. Deuxième Partie III

Jean Meyendorff

Patrística Sorbonensia Ed. Seuil 1959

Su magisterio.

 El pecado en verdad nos mantiene alejados de la Iglesia y sólo la penitencia nos reconcilia con ella 121, y el pecado contra la verdad es pesado entre todos ellos. Los mismos obispos, investidos con el magisterio de la verdad, no son una excepción a esta regla: si se mantienen fieles a la tradición y actúan de acuerdo con toda la Iglesia 122, si permanecen en sus diócesis 123, entonces están en la verdad. Pero si se apartan de la ortodoxia pierden no sólo su magisterio, sino también su propia calidad como cristianos 124, y sus

121 Ibid. P. 184.

122. Al atacar a Gregoras, Palamas se está aprovechando a la vezde su título de obispo (ώiς Τών i οéδgων οéδgων οéδgων τής έχχληαίας έστw) y el acuerdo de toda la Iglesia (xixslvq προσμαρτυρeτ παρρηώώΨ ή το Xpcστο éχxλ éχxληώíα), En contra de Gregoras, 1  Coisl. 100, fol. 233 ν.

123. Critica particularmente a Ignacio de Antioquía por haber publicado, fuera de su diócesis, una decisión dogmática separada, en lugar de un firmar el texto de la Iglesia donde estaba, en este caso el de Constantinopla (Refutación del Patriarca de Antioquía,Coisl. 99, fol. 147 v.). Se ve a Palamas retomar la tradición de Atanasio I, que había luchado contra de este tipo de abusos(véase más arriba, pág. 35).

124. escribe sobre Calecas e Ignacio de Antioquía que por mucho que tengan nombre obisposs (τοιj.νας νας νας έαντοùς gyιcοlυνας χαλοϋντες χαί χαί όλλήλων xαλούμενοc), la verdad sigue siendo no menos independiente de sus personas (μηδt yYp 1Ψοσώποις Τόν  χίιστισνισμόν, όλλ' άληθεiΨ χαi xρcβεIΨ  lcτeως χαραxτη χαραxτη χαραxτη ζε0αι μεμνήμεθα), Refutación del Patriarca de Antioquía, Coisl. 99, fοl 144.

 anatemas no tienen ningún valor 123. No solamente los obispos, sino las iglesias locales enteras pueden desviarse de la verdad. Palamas recuerda que, en la historia, todos ellos han pasado por allí. (τδ ν Οü δρθοiι διαπεσεAν  κοινό' έyYνετο ταΤς έxχλησkιις άπ&σαις), pero que sólo la Iglesia latina no ha regresado todavía a la ortodoxia, "aunque es la más grande y la primera, y que ocupa entre los tronos patriarcales la posición más importante " (xαίτοι μεγίστης τε  καί xoυφατας ώSσης καί  τύϊν πατΡιαφXιxύϊν θρόνων èξóχου περιωπής) 126, La Iglesia, Columna y Fundamento de la verdad, "sin embargo, permanece firme e inquebrantable, apoyándose firmemente en aquellos que apoyan la verdad; y, de hecho, los que pertenecen a la Iglesia de Cristo están todos en la verdad, y los que han dejado la verdad de una vez por todas también han dejado la Iglesia 127". El milagro de la infalibilidad eclesiástica se realiza así en todo el cuerpo eclesial, es decir, que sigue siendo finalmente el privilegio exclusivo de Cristo, cabeza de la Iglesia que, al mismo tiempo que concede a los hombres los carismas del Espíritu - especialmente el magisterio apostólico - del cual todos puede mostrarse indignos, continuar viviendo y manifestándose en todo su cuerpo entero. Esta Iglesia, Cuerpo de Cristo, además, no es sólo una entidad sociológica o geográfica, a la que pertenecerían solo  los vivos; también incluye a los ángeles y a los justos de todos los tiempos 125, Esta "recapitulación" de toda la creación es una de las consecuencias de la Encarnación 129,

Palamas en su doctrina de la deificación afirmó además

125. A Xéné, col. 1045 BC.

126. Tratado apódictico, II, Coisl. 100, fol. 34; papas antes del cisma son a menudo elogiados por Palamas (Tratado Apodíctico, 1,26, ibíd., fol. 16; Vida de Pedro, col. 1004 BD). También reconoce, por otra parte, en San Pedro el Corifeo y la fundamento de la Iglesia - (Tr., III, 1, 8 36.Tratado apodíctico, II, Coisl. 100, fol. 57; cf. Tr., II, 1, 38; II, 3, 88 18, 29, 38; Hom. 5, col. 69 B; Hom. 16, col. 208 D; Hom. 20, col. 272 B; Ibm. 29, col. 356 Β-360 Β; A Xéné, col. 1045 C; contra Akindynos, V, 28, Coisl.. 98, fol. 147 v.),pero este reconocimiento de la posición de Pedro no implica nada,para los bizantinos, el de su sucesión en la Iglesia romana solamente; la opinión más común, ciertamente compartida por Palamas, fue que la sucesión de Pedro se perpetuaba en cada iglesia local y estaba condicionada por la confesión de la fe ortodoxa por esta iglesia (ver sobre este tema nuestro estudio en lengua rusa sobre La sucesión de Pedro en teología bizantina, en Prauoslavnaja Mys1, XI, 1957, págs. 139-157 (traducción al inglés en Vladimir's QuarterIy, 1959, edición de verano); cf.también Un mal teólogo, pp. 63-64.

127. [H έχχ)ηώώα] μένεt ηδέν -ί,ττον όσΦχής xxi άxpάόαντος, iστηçcγμένη παγtως, οcy ς έΤεΣτήρtxΤ.λ, όλήθεια - xαi yàp i ες τοú Xpcστοù έχχλησίας, δλοι τr,ς ληθείας slzi, καi oi τής i.ηθείας όντες  χχθάπαξ  σύεt εr, ς τοϋ XριστοδΡ lxχλησixς ski, Contra Akindynos, I, 10, Cois!. 98, fol. 41 v.

128. Εχκληzίαν  ετεν ώñτω, χαi Τή,ν, Τών i νθρωxων γεγονότων θε0 όfων ό ήyυpιν συμπερι6άλλω, Contra Gregoras, II, Coisl. 100, fol. 244 v.

129. o ï B-_ όλη8ινο áπασΤράτοντος σαp σαp r`,λίου ToYOou, δeσ σαp ώς ήIw sνδη~ήeανΤος, ii sία èχχλησiχ yέyονεν yyYλων xxi άνθPώzτων, τGών éeς ληθώς ταστών; Contra Gregoras, III, Cois'. 100, fol. 272.

un problema cristológico que lo enfrenta a sus oponentes y lo conduce a formulaciones dogmáticas que estudiaremos más detenidamente más abajo. Si los santos poseen con Cristo “una sola energía", se ellos “devienen increados” al recibir la vida divina, si sus cuerpos y sus almas producen obras que, en las palabras del Señor mismo, son más grandes "que los que él mismo a cumplido (Juan XIV, 12), uno puede preguntarse si  los santos no se identifican plenamente con Dios, si su humanidad creado no es absorbida por la vida divina. Esa es la objeción que le hacen sus adversarios le estaban haciendo, mientras no encontraban otras soluciones que no sean la participación humana en la esencia divina, que para Palamas representa precisamente la total absorción de lo humano por lo divino. Nos estamos refiriendo aquí al problema mismo  de la teología de Gregorio sobre el cual regresaremos. Por el momento, sólo especifiquemos los datos cristológicos esenciales que determinan el pensamiento palamita sobre la deificación.