miércoles, 29 de mayo de 2019

Milenarismo e izquierda (Jacques du Perron)



Milenarismo e izquierda

Droite et Gauche, Tradition et Revolution
Jacques du Perron
Ed Pardès 1991

Para el historiador del Milenarismo, la substancia de esta herejía reside en la creencia, profesada por sus sectarios, en su perfección moral absoluta que les hace incapaces de pecar, y esta creencia en su superioridad trascendente debía incitarlos  a  formular una doctrina social revolucionaria, ya que les asistía por derecho la misión de fundar la nueva sociedad. La herejía del Libre Espíritu ha llevado a su extremo lógico la doctrina milenarista que anuncia el restablecimiento del paraíso terrestre, previendo la superación de la actual condición humana y su acceso a la condición divina. Todo esto debe ser meditado por cualquiera que desee penetrar la esencia de las doctrinas de izquierda.

Importa en fin conocer la filiación de las sectas heréticas medievales a partir del gnosticismo; ella está ahora probada; así, entre otros, los Paulicianos y Bogomilos de Bulgaria transmitieron las doctrinas gnósticas de Oriente a Occidente. Lo que tendería a confirmar las tesis ya mencionado por Alain Besançon y Thomas Molnar sobre los lazos familiares entre la Gnosis y la Izquierda. Todo lo que queda es establecer el eslabón faltante entre  el "mesianismo" quiliástico y el "mesianismo" laico moderno 24 para demostrar la existencia de una cadena ininterrumpida desde los tiempos de Simón el Mago hasta nuestros días.

Por otra parte, Igor Shafarévitch cree que "la existencia de vínculos entre los primeros jefes de la Reforma y el movimiento herético es bastante verosimil "25 y recuerda que "uno de los elementos fundamentales común a todas las sectas a lo largo de su historia, es ante todo su  hostilidad hacia el poder secular, el "mundo" y sobre todo la Iglesia Católica" 26.
Después de describir a Quiliasmo como un movimiento religioso revolucionario, nos queda por  examinar su relación con los fenómenos económicos  y sociales.

Cuando sigues el milenarismo en sus tierras de elección, no puede dejar de estar impresionado por el hecho de que sólo se manifestó con vigor solamente en cierta parte de Europa, englobando Flandes, el Valle del Rin, Westfalia, Bohemia. Sin embargo, desde el siglo XII, estas las regiones habían experimentado, por un lado, un fuerte crecimiento demográfico y, por el otro  lado, un fuerte desarrollo económico. Los movimientos milenarios del fin de la Edad Media han coincidido, por tanto, con la aparición de una primera forma de capitalismo. "En el  textil, escribe Jean Servier, de

24. Véase J.L. Talmon, Les origines de la démocratie totalitaire.
25. Igor Shafarévitch, El fenómeno socialista.
26. Ibídem.

los grandes comerciantes inauguran una forma de capitalismo arcaico, rudimentario es verdad, pero ya capaz de romper las reglas de la sociedad tradicional, capaz de sustituir su regla propia de  las tradiciones corporativas de los artesanos : la explotación del hombre por el hombre. »27

Y esta primera forma de capitalismo se acompaña inevitablemente de una primera forma de proletariado. A consecuencia de la ruptura del equilibrio causada por el declive de la sociedad tradicional, esencialmente agrícola, y el crecimiento de la economía mercantil, toda una población inestable y flotante, compuesto de hombres sin estatus reconocido - ni campesinos ni artesanos - a menudo agrandada por mendigos y vagabundos, formas de tropa preparadas para cualquier aventura, ya sea la cruzada (cruzada de los Pobres, de los Pastorcitos) o el búsqueda del Milenium. Naturalmente estallan revueltas, levantamientos. "Parecen animados, nos dice Jean Servier, por los grandes negociantes, diríamos hoy de los hombres de negocios, preocupados por promover sus intereses y por romper la barrera de los estructuras de una sociedad rural volcada en el contrato feudal, estable en su equilibrio como una sociedad tradicional,  preocupados también por sacudir la tutela de la Iglesia. »28

Afirmación quizá sorprendente, pero no para los lectores de Pareto, conociendo su tesis sobre la colusión entre los plutócratas y los revolucionarios, colusión que ha detectado a lo largo de la historia. Esta tesis no es paradójica más que en apariencia, de hecho: si los financieros – que son "zorros" y no "leones" en el vocabulario de Maquiavelo retomado por Vilfredo Pareto - por lo general no aprecian a los alborotadores, no dudan, en determinadas circunstancias, en aliarse con ellos  para derribar barreras sociales o formas de sociedad que obstaculizan el libre desarrollo de sus negocios. Juego peligroso evidentemente, pero los financieros son jugadores. Rivarol  pretendió que la Revolución Francesa había sido provocada por los hombres de dinero –viniendo de un testigo tan inteligente, esta opinión da que pensar. Pero volvamos a la cita de Jean Servier, que contiene dos acusaciones mayores sobre la naciente burguesía: rebelión contra la sociedad feudal, rebelión contra la Iglesia. Si la izquierda se rebela esencialmente contra la Tradición, captamos aquí de su primera manifestación tangible y su encarnación en un grupo social que, por su misma existencia, constituye un atentado al orden tradicional porque "la organización de la sociedad medieval no había previsto al mercader. "29  Ella no comprendía en efecto más que tres órdenes: el primera dedicada a la oración, el segundo a la guerra, el tercero al trabajo de la tierra. En este cuadro la aparición del mercader, y sobre todo su pretensión a jugar un papel político, son propiamente escandalosas

27. Jean Servier, Historia de la Utopía.
28. Jean Servier, op. cit.
29. Jean Baechler, Los orígenes del capitalismo.

Jean Baechler se ha inclinado sobre el nacimiento del capitalismo y ha notado que “ la gran originalidad de Occidente desde el siglo XI es haber desvalorizado poco a poco los valores religiosos, militares y políticos” 30

30. Ibid

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