viernes, 17 de mayo de 2019

Guerra y ascética budista (Julius Evola)


Guerra y ascética budista

La Doctrina del Despertar. Capítulo II. Ariandad de la doctrina del despertar
Julius Evola
Biblioteca Evoliana

Ahora bien, esta nobleza aria y este espíritu guerrero se reflejan en la doctrina del despertar. La asimilación de la ascética budista a la guerra y de las cualidades del asceta, a las virtudes del guerrero y del héroe son muy recurrentes en los textos canónicos: "combatiente asceta de pecho aguerrido", "avance con pasos de combatiente", "héroe vencedor de la batalla", "supremo triunfo de la batalla", "condiciones favorables para el combate", calidad de "un guerrero bueno para el rey, bien digno del rey,’ ornamento del rey", etc.,[17] hasta máximas como ésta: "la muerte en batalla es mejor que vivir derrotados’[18] y en cuanto a la nobleza, se vincula a la aspiración a una libertad potenciada sobrenaturalmente. "Como toro he destrozado toda atadura", dice el príncipe Siddhartha.[19] "Descargado del peso, ha des­truido los lazos de la existencia" es el tema de continuo recurrente en los textos cuando se refieren a quien sigue el camino que éstos marcan. Los Completados son designados como "Cimas de difícil acceso, semejantes a leones solitarios".[20] El Despertado, como "santo soberbio, ha subido a las cimas más excelsas de los montes, se ha lanzado a las selvas más lejanas, ha descendido a abismos profundos".[21] Él puede decir: "A nadie sirvo, no tengo necesidad de servir a nadie’[22] idea que recuerda aquella "raza autó­noma e inmaterial". "sm rey" –αβασίλεντος [abasíleutos]-, porque es ella misma regia y de la que se habló incluso en Occidente.[23] Es "asceta, puro, conocedor, libre, soberano".[24]
Éstos son algunos de los atributos que veremos aparecer ya en los textos más antiguos, tanto referidos a Buda como a aquellos que siguen el mismo camino. La parte que en tales atributos tiene la habitual exa­geración de toda glorificación no empece al menos su significado de testimonios de la idea general que siempre se tuvo tanto de la vida y del ideal señalados por el príncipe Siddhartha, como de la raza espiritual de éste. Buda es eminentemente el tipo de asceta regia y su natural contraparte como dignidad es aquel que, como un César, puede decir que abarca la propia estirpe, la majestad de los reyes, lo mismo que la sacralidad de los dioses, en poder de los cuales están también aquellos que son dominadores de hombres.[25]Acabamos de ver, pues, que este sentido precisamente tiene, por lo demás, la antigua tradición referente a la identidad esencial de la naturaleza de aquel que puede ser solo figura imperial o perfecto Despertado. Nos encontramos en los ápices del mundo espiritual ario.

[17] Véase Majjima…, LIII(II, 27,23,25); XXVI (I,50);Anguttara…, IV, 181, 196;V.90,72 y ss.
[18] Mahavagga, II, 15
[19] Suttanipata, I, ii, 12.
[20] Majjhima…,XCII (II, 441); Mahavagga, VII,7
[21] Majjhima…, L(1,490).
[22] Uragavagga, II, 8.
[23] Zósimo, el texto se encuentra en M. Barthelot,Collection des anciens alchimistes grecs, París 1887, vol. II, p. 213.
[24] Majjhima, XXXIX (I, 409)
[25] Suetonio, De vita cesarum, VI (traducción al español:Los doce césares, Col. “Sepan cuantos...”, núm. 355, Ed. Porrúa, México. La equivalencia de los dos tipos está indicada, v.gr en el Anguttara...(II,44), donde se dice que en el mundo aparecen dos seres para la salvación de muchos, para el bien de los dioses y de los hombres: el perfecto Despertado y el cakravartin o “señor universal”


No hay comentarios: