RITOS
La dottrina del
risveglio
(1ª parte Cap 3)
Julius Evola
Biblioteca Julius Evola
La lucubración en torno a los textos brahmana se apoyó sobre
todo en aquella parte de los Vedas que se refiere al rito y a la acción
sacrificiales. El rito,
en todas las civilizaciones tradicionales, se concibió no como una ceremonia
vacua, sentimental y formalista a la par, para alabar y mantener propicio a un
dios, sino como una operación que producía efectos reales, o sea, como un acto
de potencia que podía ora reavivar los contactos con el mundo trascendente ora
imponerse a las fuerzas suprasensibles y, con la mediación de éstas, ejercer
efectos eventualmente sobre las fuerzas naturales. Como tal, el rito presupone
tanto el conocimiento de ciertas leyes secretas, como esencialmente la posesión
de una fuerza no humana. El término brahman (en neutro, sin confundirlo con el
masculino Brahma, que es la divinidad concebida teístamente) en su origen designaba
precisamente esta energía, fuerza mágica, fluido y fuerza de vida, en que se
cifra el rito y lo activa.
En los textos brahmana, este aspecto ritual de la tradición
védica se hipertrofia y se formaliza. El rito se transforma en el centro de
todo y es objeto de una ciencia minuciosa, que poco a poco resultaría exenta de
todo contenido vivo. Oldenberg, refiriéndose a la época en que vivió el
príncipe Siddhartha, habla de "una sabiduría tonta que todo sabe, todo
explica y todo pontifica, satisfecha, en medio de sus extravagante
creaciones".[6] El juicio es excesivo, pero
tiene su parte de verdad. En tiempos de Buda se puede hablar de sobras de una
casta de theologiphilosophantes,
dedicados a administrar los vestigios de la antigua tradición, buscando todo medio
de consolidar un prestigio, al que no siempre correspondía su calidad humana ni
su raza (si no la raza física, que el sistema de castas bien protegía, al menos
la espiritual). Y si he dicho "teólogos", ya que en aquellos
ambientes el concepto de brahmán se fue generalizando y, por así decir, se
sustancializó, hasta el punto de que brahman ya no significó aquella fuerza
misteriosa que en el fondo sólo tenía sentido como experiencia mágica y ritual,
sino el alma del mundo, la fuerza-sustancia suprema del universo, el sustrato,
en sí indeterminado, de todo ser y de todo fenómeno. Pasó a ser, pues, un
concepto casi teológico.
[6] Oldenberg, H .. Buddha. op. cit .. p. 21.
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