Le Dictionnaire de
René Guénon
Jean Marc Vivenza
Le Mercure Dauphinois,
Grenoble 2002
PAZ. La paz en su
sentido corriente y ordinario es la realización del orden, el equilibrio y la armonía "siendo estos tres términos
más o menos sinónimos y designando a todos bajo aspectos un poco diferentes,
precisa Guénon, el reflejo de la unidad en la multiplicidad misma, cuando esta es
reducida a su principio". La verdadera Paz, en tanto reflejo de la Unidad,
no es pues en realidad más que la obtención de la Unidad o la "Paz del Cielo", la "Paz
en el vacío" en la cual el ser " estando identificado, por su propia
unificación, a la Unidad principial misma, ve la Unidad en todas las cosas y
todas las cosas en la unidad, en la absoluta simultaneidad del "eterno
presente".
La "Paz en el vacío", que se acaba de evocar, se
considera como la "Gran Paz" (Es-Sakînah) en
el esoterismo islámico, siendo obtenida esta Paz por la Presencia divina el
centro del ser que realiza la unión de los contrarios, que armoniza las oposiciones.
No obstante esta Paz, escribe el filósofo Lie-tseu "sólo el espíritu restaurado al estado de perfecta simplicidad puede alcanzarla
en la contemplación profunda". Es la "Paz total" que tiene su
residencia en el punto central allí donde "todas las distinciones
inherentes a los puntos de vista exteriores son superadas todas las oposiciones
han desaparecido y se resuelven en una perfecto equilibrio". Guénon cita también
sobre este tema al pensador chino Tchouang-tseu que nos explica que, "en el estado primordial, estas oposiciones no
existen. Todas son derivadas de la diversificación de los seres (inherente a la
manifestación y contingentes como ellas),
y de sus contactos causados por el giro universal. Ellas cesarían, si la
diversidad y el movimiento que ha reducido su ser distinto y su movimiento
particular a casi nada".
(El Simbolismo de la
Cruz, cap. VII, La resolución de las oposiciones", cap.VIII, "La
guerra y la paz").
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