¿SE PUEDE SER A LA
VEZ BUDISTA Y CRISTIANO?
SAGESSE DU BOUDDHA .RELIGION DE JÉSUS
Bouddhisme et christianisme des
origines á nos jours
Alain Delaye
Editions Accarias L’ORIGINEL. Paris
2007, pp. 351-353
La dificultad de llamarse cristiano y budista al mismo
tiempo aparece claramente en el libro de Dennis Gira: El Loto o la Cruz (Bayard-2003). Este autor explica aquí por qué, a
pesar de su larga asociación con el budismo y los budistas y su simpatía por
ellos, persiste en llamarse cristiano. La razón de esta elección es que su
experiencia fundamental de ser humano se sitúa en sus relaciones interpersonales.
Sin embargo, sólo el cristianismo, piensa él, enfatiza esta dimensión esencial de
la existencia. Esta convicción le lleva a confesar los datos de la base de la
fe cristiana: la existencia de un Dios personal revelado en Jesúcristo y
concediéndonos en Él su perdón, las premisas de nuestra resurrección y el
fundamento de una comunión universal en el amor. Estas posiciones se reclaman
en último extremo del "misterio de la persona". Aunque van
acompañadas de una apertura y cuidado que contrasta con las actitudes del pasado
muchos pensadores cristianos, no hacen avanzar mucho mucho en el diálogo interreligioso.
Muy diferente es el texto publicado más recientemente en el
que Dennis Gira deja sus declaraciones algo solipsista para exponerse, con su
amigo Fabrice Midal (budista), a un diálogo interreligioso purificador y
constructivo: Jesús Buda. ¿un posible
encuentro? (Bayard - 2006). En este libro donde las cuestiones teóricas más
fundamentales se mezclan con las confidencias más personales, ambos autores
avanzan, a través de una serie de cartas, hacia una toma de conciencia más viva
de la autenticidad de sus respectivos enfoques y del desacuerdo que los separa.
Ningún autor sale convertido a la religión del otro, pero sin duda más comprensivo
a su favor, así como hacia su propia religión.
Sin embargo, no es sólo el problema existencial de las
relaciones interpersonales levantado por Dermis Gira, que está impidiendo que
algunos cristianos se conviertan en budistas; El, más teológico, de la
mediación universal de Cristo, a algunos les parece que es insuperable. ¿Cómo conciliar
en efecto la doctrina de un único salvador del mundo, mediador exclusivo entre
Dios y los hombres (1 Timoteo 2:4-6), con el, búdico, de una salvación
vehiculada a través del ejemplo, la palabra
y la comunidad de Buda (el triple refugio)? A pesar de los encomiables
esfuerzos para relativizar el cristianismo en tanto que religión culturalmente
situada, el acontecimiento que Jesús representa, a saber, la irrupción única y
definitiva del Absoluto encarnado en la historia (Col.2.9), parece hacer
imposible que se pueda seguir a dos maestros al mismo tiempo.
Por otro lado, el teólogo Anthony Fernando, en su libro Budismo
y cristianismo. Recorrido y enseñanzas cruzadas (In Press - 2002), declara:
"No tengo dificultad en admitir que alguien pueda ser, al mismo tiempo, totalmente
budista y totalmente cristiano. » (p. 14)
Entre estas dos posiciones, el teólogo Claude Geffré
considera la posibilidad, para que un discípulo de una gran religión no
cristiana se convierta en un cristiano sin renegar sin embargo de su
experiencia religiosa anterior. Entonces cree que es posible una especie de
doble pertenencia: "Si se considera la religión como un sistema cerrado,
entonces sí que sería temerario afirmar que uno puede ser a la vez cristiano,
hindú o budista. Pero si entendemos la religión como una experiencia y como
entrega total de uno mismo a un Misterio más grande que uno mismo, entonces es posible
afirmar una continuidad entre mi experiencia cristiana y mi experiencia
espiritual anterior. Es la misma experiencia del Absoluto que será mediada por
diferentes objetivaciones de orden simbólico, conceptual y ritual diferentes. (...)
Entonces tendríamos derecho a hablar de la aparición de una figura inédita del Cristianismo.
Y eso sería para probar que puede haber un buen uso del sincretismo." 570 Este razonamiento puede aplicarse a un cristiano
que decide devenir hindú o budista sin negar su experiencia cristiana preliminar.Se
trata ahí más que una hipótesis teórica si se la juzga , en el lado hindú, por
los casos del Padre Monchanin y de Dom Henri Le Saux que recibieron el darshana
de Ramana Maharshi y fundado el ashram de Satchitananda, y en el lado budista por el recorrido del Padre
Hugo Lasalle, jesuita, que recibió la transmisión del zen dentro de la Escuela
Sambo Kyodan, cambió su nombre a Εnοmiya-Lasalle, y que es considerado el
pionero del Zen cristiano. A la que se puede añadir Karlfried Graf Dürckheim,
también un ardiente promotor del Zen cristiano.
Si ahora nos movemos de estos conocedores pioneros a
residentes fronterizos más modestos,
podemos, con Frédéric Lenοir 571, elaborar una
tipología de personas que recibieron una educación cristiana en su infancia,
pero que más tarde se vieron afectados por el budismo. Así es como distingue,
según su grado de implicación en éste, entre el simpatizante, el próximo y el
practicante. Para estas personas, las barreras intelectuales generalmente
juegan un papel poco importante y los aspectos emocionales y prácticos de la
religión son a menudo dominantes. Son sensibles al silencio, a la meditación, para
trabajar en las emociones, para mostrar compasión. Algunos de ellos reivindican
una afiliación cristiana o budista, pero también se encuentra otras que se
sienten cristianos (o judíos) y budistas. Como esa asisteta social que concluye
una entrevista diciendo: "Yo no elijo (...) el budismo me ha acercado al
cristianismo (...) No funciona por escisión o por exclusión. La prueba es que
retorno con un tipo de evidencia al catolicismo. Y es una reconciliación
tranquila, sin culpabilidad por renegado
de nada en absoluto. “Esto ilustra aún más la hipótesis de Claude Geffré sobre
la doble pertenencia.
Notas
570 De babel a
Pentecôte (Cerf-2006) p.630
571 Le boudhisme en
France (Fayard-1999) p.339s
572 Ibidem p.192
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