viernes, 11 de agosto de 2017

Interpretación metafísica de la Trinidad (Abbé Henri Stéphane 1907-1985)

TRATADO I.3 Interpretación metafísica de la Trinidad

(Abbé Henri Stéphane 1907-1985 , Introducción al esoterismo cristiano, Capítulo I, Dios uno y trino)

Las tres interpretaciones de la Trinidad dadas por F. Schuon 16 pueden obtenerse por transposición metafísica del dogma cristiano, sea a partir de las Hipóstasis, o a partir de las Procesiones divinas, mediante un conjunto de correspondencias analógicas o de “identificaciones misteriosas” entre los elementos de las tres “representaciones”. En el caso de las Hipóstasis, la base de la analogía será la “determinación”; en el caso de las Procesiones

16. F. SCHUON, Comprender el Islam, p, 70-71 y nota. 149, Estos textos están dados en nota al principio del tratado 1.2.   

divinas, será la Inteligencia y la Voluntad, o equivalentemente el Conocimiento y el Amor. Estas “bases de analogía” suministran la clave de la transposición metafísica en cuestión.
En  la representación latina, las tres Hipóstasis se sitúan sobre el mismo plan ontológico y de alguna manera horizontal; se puede contemplarlas  como “determinaciones” particulares de La Esencia  divina. El Padre  es un “terminus a quo” – en el sentido escolástico - y el Hijo un “terminus ad quem17, y es lo mismo para el Santo-Espíritu. La transposición metafísica, que logra la primera interpretación de F. Schuon, opera una rectificación vertical: “La perspectiva “vertical” (Sobre Ser, Ser, Existencia) contempla las Hipóstasis “descendentes” de la Unidad o del Absoluto, o de la Esencia si se quiere, por lo tanto, los grados de Realidad. “ Se trata efectivamente pues de “determinaciones” de lo lndeterminado, determinaciones evidentemente principiales, puesto que a este nivel no se podría “salir” del Principio. Según René Guénon, es la primera determinación del No-Ser 18. Ella corresponde bien al Hijo, primera “determinación “del Padre. En cuanto a la Existencia, debe considerarse evidentemente en su realidad principial ; se identifica  entonces Mâyâ,  o a la Posibilidad universal; es , en tanto que  Théotokos, quien permite a Dios  “existir”, y es también el Espíritu Santo que “revela” al Padre y al  Hijo  mismos.

Las “Hipóstasis descendentes” aparecen, así como los grados de la Realidad (principial), o como determinaciones de lo Absoluto en lo relativo, pero siempre in divinis, lo que confiere el carácter ilusorio de Mâyâ, pues es in divinis como   debe ser “concebida” (La Inmaculada Concepción). Mâyâ es entonces el “Juego” de Dios con él mismo, y se identifica así con la Sabiduría: “YHVH me ha poseído al comienzo de sus vías, antes de sus obras más antiguas, se me fundó. Yo he sido fundada en la eternidad…Yo, estaba en la obra antes de él, gozándome cada día, y jugando sin cesar en su presencia (Libro de los Proverbios VIII, 22-31), es pues Ananda, la Beatitud, el Amor: “Yo soy el océano de Infinita Felicidad, y es en mí, que en el soplo  

17 Terminus a quo, punto de partida; terminus ad quem, punto de llegada
18, El “No Ser” en el sentido guénoniano corresponden al “Sobre-Ser” de F. SCHOUN del que ha sido objeto anteriormente.  

caprichoso de Maya, se elevan o se apaciguan  todas las olas del el universo “ 19
En las consideraciones anteriores, Ânanda -que es el tercer término del ternario vedantino Sat-Chit-Ânanda – aparece netamente como el análogo del Espíritu Santo en la segunda interpretación de la Trinidad dada por F. Schuon, la que corresponde precisamente a este ternario. Esta “perspectiva horizontal suprema “sirve así de intermediaria entre la “perspectiva” horizontal no suprema “(Padre, Hijo, Espíritu) y la “perspectiva
vertical “(Sobre Ser, Ser, Existencia) 20.

De hecho, el papel de intermediario jugado por Sat-Chit-Ânanda va  mucho más lejos. Permite en efecto pasar de la consideración de las Hipóstasis a la de las Procesiones divinas, sacando así a luz la perfecta coherencia del Misterio trinitario o más bien de su expresión la vez teológica y metafísica y en particular de los dos métodos de analogía que permiten la transposición 21.

En la procesión de la Inteligencia por la cual el Padre (Sat) genera el Hijo (Chit), el Padre no conoce ningún “objeto”: “Tú no puedes conocer lo que hace conocer lo que es conocido, y que es tu Sí en todas las cosas. Al igual que Dios mismo no conoce lo que Él es, porque Él no es ningún “esto” 22,” Dios (Sat) es Conocimiento Puro y Absoluto (Chit), conocimiento de “nada”. Por lo mismo , ésta se identifica a la Ignorancia  (la Docta Ignorancia) que no es otra que Mâya. Esta última, en tanto

19. SHANKARA El más bonito florón de la discriminación (viveka-cûda-mani), versículo 496.
20. Según F. SCHUON (o.c p. 70), la perspectiva horizontal “suprema” corresponde al ternario Sat-Cit-Ânanda y enfoca la Trinidad en tanto ella se oculta en la Unidad; la perspectiva horizontal no suprema (Ser-Sabiduría-Voluntad o Padre-Hijo-Espíritu) sitúa la Unidad como una Esencia ocultada en la Trinidad.
21. Es notable que un exoterista como el abad Monchanin haya reconocido en el Sat-Cit-Ânanda lo que se acercaba más a la Trinidad cristiana, pero allí donde sólo ve una “aproximación” del misterio cristiano, el metafísico ve una transposición metafísica. Ver a J.MONCHANIN y H. Le SAUX, Ermitaños del Saccidânanda.
22. Véase. A, K. COOMARASWAMY, Hinduismo y Budismo, p. 116. El principio del texto se refiere a Brhad Âranyaka Upanisad, III, 4,2.

Shatki 23 de Brahma, no es otra que la Omniposibilidad, la Omnipotencia, la Voluntad, el Amor puro y Absoluto. El Espíritu Santo que procede así del Padre (y del Hijo) por modo de Voluntad, y que es también la Beatitud (Ânanda), Es en este contexto que se sitúa entonces el “milagro” de la Existencia, bajo cualquier modo que sea, desde el instante que este modo está devuelto a su Principio, del que no está separado más ilusoriamente. No es en vano que la teología enseña que Dios ha creado el mundo por amor, pero no por “amor del mundo” que no tiene más que una existencia ilusoria  (el juego de Mâyâ)  y que no existe más que para permitir al Uno sin segundo afirmar que cualquier “otro que él” no existe 24.

23. Shakti o Çakti, la Potencia o la Omniposibilidad de Brahma (véase Mâyâ en al glosario).

24. Véase L. SCHAYA, La Doctrina sufí de la Unidad, p. 27 s. 

No hay comentarios: