lunes, 27 de abril de 2009

Revolución (Gabriele Adinolfi)

Revolución. Para algunos se escribe con mayúscula y es una especie de diosa desde 1789. Para otros es sinónimo de acceso de las masas al poder. Otros se reclaman de una revolución totalmente diferente, la del “retorno a los orígenes” (que es muy diferente de la Restauración…) según la fórmula evoliana que se funda sobre la etimología de revolvere y sobre el hecho de que la tierra efectúa una revolución alrededor del Sol. Cualquiera que sea la elección que se haga entre las definiciones precedentes, se cae inmediatamente en la trampa del nominalismo y en la polémica que consiste en preguntarse quien tiene el derecho a apropiarse del término. Prefiero seguir una definición neutra, que no implica juicios intrínsecos La revolución es todo lo que modifica radicalmente el sistema cultural, social y de valor en vigor.

Revolución antisubversiva Este concepto está explicado en la versión comentada del Manifiesto de Polaris que se puede consultar al final de este volumen. Cito un extracto.

“Existe la convicción aquí y allá de que revolución y subversión son sinónimos, lo que no es verdadero. La revolución es un trastorno del presente estado de cosas en vista de crear uno nuevo. Un revolucionario mira adelante, avanza, busca conquistar. (…) Una cierta reacción suscitó en el pasado una sed de contra-revolución , es decir: “una revolución en sentido contrario”, que no es una revolución , sino más bien: una restauración intentada con los métodos de la revolución.

Por Revolución Antisubversiva , entendemos propiamente una cosa diferente del todo: una mentalidad revolucionaria que conoce, neutraliza y desactiva la teoría y la práctica de la subversión transformando el veneno en remedio.

El espíritu y la técnica dominantes hoy día son el resultado de un largo trabajo realizado por las vanguardias revolucionarias subversivas. He aquí los principales fundamentos de esta técnica.

- Instilar la duda.
- Instilar el sentimiento de culpabilidad.
(¿ No os dice nada esto?)
- Hacer sentir a todos los que están en desacuerdo que están solos frente a una multitud.
- Ponerlos en ridículo y en irrisión.
- Hacer creer a los que se resisten que están confrontados a un enemigo seguro de su victoria total.
- Convencerlos de la inutilidad de un combate sin salida.
- Favorecer la división, la discordia, destruir toda unidad o toda cohesión.
(¿verdaderamente no os dice nada esto?)

Conocer esta lógica, sus técnicas y su método permite identificar la ación, neutralizarla, desactivarla, sobre todo cuando se disimula bajo la máscara de la falsificación y , al mismo tiempo, comprender el leguaje y reconocer la naturaleza de la comunicación en curso, a fin transformar el veneno en remedio”

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editios du Lore. 2008
p.244-246

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