lunes, 26 de septiembre de 2016

SOBRE LA PEREGRINACION

                    SOBRE LA PEREGRINACION
Pedro Castro

(TRADITIO Revista de Estudios Tradicionales, nº 1 primavera 1987)


"Todos somos peregrinos y huéspedes sobre la tierra".

HEBREOS, 1,13.

¿Qué tengo yo que ver con este mundo? En verdad, yo y este mundo somos como un caballero y un árbol bajo el cual se cobija. Luego sigue su camino y deja el árbol tras de sí".

HADITH DEL PROFETA

Todo hombre, aun sin saberlo, es un peregrino en la Tierra. Está sumido en las tinieblas de lo contingente y busca un camino, una salida hacia la luz. Cuando el hombre torna clara conciencia de su estado de ignorancia, de su "caída" peregrinar se convierte en una necesidad "naturalmente sobrenatural”. Desea liberarse de las pasiones que desequilibran su existencia, salir del laberinto caótico en el que está envuelto y reencontrar el Centro, sede de estabilidad y paz supremas, restaurando así su anterior estado primordial edénico (1).

La peregrinación representa, pues, un proceso iniciático; en este caso en La el ámbito de los "pequeños misterios”, propio de las vías del Amor y la Devoción Bhakti -mârga) y de los Actos (Karma-mârqa), ya que un esfuerzo combinado de acción y voluntad son necesarios para conquistar el centro del ser, antes emprender el acceso a los estados superiores.

Es una constante en todas las peregrinaciones el viajar a lugares muy concretos y por caminos y senderos determinados, lugares donde "sopla el Espíritu" con mayor accesibilidad. Existe por ello una "Geografía Sagrada" (2) en una la cual se encuentran parajes y puntos que sirven de soporte a influencias; son "Puertas del Cielo”, por las cuales la comunicación con la divinidad se hace más asequible. Dichos centros terrestres sirven de poderosísima ayuda al hombre en su peregrinación, haciéndole percibir más netamente la transitoriedad del mundo y obligándole a tomar conciencia de una existencia superior y transcendente.

Entrando en los aspectos "técnicos" y de método, se tendrá en cuenta que toda peregrinación exterior, todo esfuerzo corporal, ha de ir acompañado indisolublemente de una peregrinación interior, al centro, al corazón del peregrino; es más, el viaje interior debe dirigir el caminar externo, pues si no se hace efectiva la peregrinación interna, por mucho que se ande, no se habrá hecho más que una excursión, es decir, etimológicamente, una salida hacia la dispersión, la multiplicidad. Para ayudar al peregrino en esta tarea de interiorización, el ritmo, la oración y la imagen simbólica le servirán de "medios útiles" de gran eficacia y efectividad.

Durante el viaje, el peregrino armonizará su paso con el ritmo y pulso del cosmos, pudiendo conseguir así un estado de concentración y receptividad inusitados y liberándose de la fatiga. La oración continua le será de gran ayuda tanto para regular el paso y la respiración como para aquietar y unificar la mente, preparándole así para la contemplación interior. Este método lo encontramos en diversas tradiciones; así, por ejemplo, los monjes del Budismo Tendai
practican el “kaiho-ghyo” o marcha por la montaña, consistente en caminar del alba a la noche recitando continuamente una oración, todo esto durante 6 años (3). En el budismo tibetano también se realizan peregrinaciones a lugares sagrados acompañadas de circunvalaciones alrededor del centro, teniendo además en cuenta que "el devoto debe caminar con la mente serena y recitar el mantra apropiado al ritmo de la marcha o de la respiración" (4). En el Cristianismo Ortodoxo, más concretamente en el Hesicasmo, la "Oración de Jesús" sirve de excelente medio espiritual al peregrino en sus largos viajes por los monasterios e iglesias (5).

La función de la imagen simbólica y de los actos rituales prescritos
Juega un rol muy importante en otras peregrinaciones. En este ámbito, son significativos los  viajes de las Cofradías de Constructores y de alquimistas en la Cristiandad occidental, así corno el rito de la Peregrinación a la Meca en el Islam En Europa es sin duda el Camino de Santiago" la peregrinación más importante, no sólo durante la Edad Media, sino también durante lo que se ha venido a llamar la prehistoria". A lo largo de todo el Camino se encuentran las muestras de una sabiduría perenne que nos habla desde la aparente mudez de la piedra: capiteles, portadas, tímpanos, arquivoltas, canecillos, etc.
El “corpus” simbólico del Románico sirve al peregrino corno soporte de meditación y conocimiento, haciéndola vislumbrar una existencia transcendente y una orientación concreta: hacia Occidente, el lugar del ocaso, de la muerte. Pero no se trata de la muerte física, sino de la "muerte para este mundo, para lo contingente, implicando un renacer en el Centro, en el estado primordial y originario del hombre (6).

En el Islam, al ser la peregrinación uno de los cinco pilares de la Tradición, incorpora, "recapitula" y desarrolla todos los elementos rituales y simbólicos del peregrinar humano hacia Dios. Todo gesto, acto, plegaria, así como el hábito de viaje, están revestidos de un profundo significado que el peregrino ha de conocer y vivir íntimamente, pues ll los actos religiosos son nulos y vacíos si no van acompañados por los movimientos correspondientes del corazón"(7).Por otra parte, el viaje a la Meca indica al creyente que sabe "ver” la meta última de la Tradición: la identidad con el Centro y la Unidad. En efecto, desde una perspectiva arquitectónica, la "Kaaba en forma de
Cubo y rodead de un círculo blanco simboliza la posición central del hombre en el Cosmos. La "Kaaba" es, pues, el "Omphalos “, el Eje que une Cielo y Tierra, en  ella todas las direcciones convergen y se anulan en su Unidad, en la inmutabilidad del "eterno presente". (8).

Desde otra perspectiva, ha de hablarse también de a la labor de unificación y meditación propia de monjes y ascetas, aunque en esta vertiente, al tener un cariz totalmente contemplativo, los “viajes” son exclusivamente interiores. Por otra parte, hade tenerse en cuenta que el contemplativo ya se encuentra de manera virtual en una imagen del Centro, representado por un monasterio, ermita, montaña, etc. lugares premeditadamente representado por escogidos por sus cualidades propicias para el cultivo espiritual. En este ámbito, al peregrino que ha alcanzado el Centro le resta la realización de los "grandes misterios", la consecución del estado incondicionado. A este respecto, el siguiente pasaje del "Atmâ-Bodha" de Shankaracharya será significativo y clarificador: "El que ha hecho el peregrinaje de su propio "Sí" en el cual no hay nada concerniente a la situación, el lugar o el tiempo (sin ninguna circunstancia o condición articular),que está por todas partes (y siempre, en la inmutabilidad del "eterno presente") / en el cual ni el calor ni el frio son experimentados (no más que ninguna otra impresión sensible
o mental ) ,que procura una felicidad permanente y una liberación definitiva de todo trastorno (o de toda modificación) ; aquél no actúa, conoce todas las cosas(en Brahma) y obtiene la Eterna Beatitud" (9).

PEDRO CASTRO


NOTAS:

1. -La idea del centro en las tradiciones antiguas”, de R.Guénon, en "Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada”
2. -El reino de la cantidad y los signos de los tiempos. R.Guênon. Ed.Ayuso. Pag 140.
3. -"El Zen y la tradición japonesa". Paul Arnold.Ed.Mensajero.Pag, 87.
4.-El Budismo tibetano". John Blofeld
5. -Ver "Relatos de un peregrino ruso". Anónimo. Ed. Taurus.Píg, 95-96.
6. -Consúltese "El camino iniciático de Santiago" Jaime Cobreros y Juan Pedro Morín. Ed. 29. Excelente guía para una profunda y clara comprensión de los elementos simbólicos del Camino.
7.-Ver el relato de Nasir I Khusraw,en la revista "Cielo y Tierra nº 9,pa 7-8, donde se explica el significado interno de los ritos de la Peregrinación.
8. -Compárese esto con el simbolismo de la rueda, donde todos los radios convergen en el centro, en el eje inmóvil; éste ordena el movimiento sin participar en él. Es el “Centro Invariable" extremo-oriental, y simboliza al Sabio, que "permanece tranquilo en el centro de la rueda universal, indiferente al sentido en el que gira". Chuang-Tzu,II.
9. -Traducción de R. Guénon en "L’homme et son devenir selon le Vêdãntal cap XXIV.
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El hombre que se deja absorber por las múltiples actividades del mundo corporal no llegará jamás a "centrar" su consciencia sobre las realidades superiores, ni por consecuencia, a desarrollar en el mismo las posibilidades correspondientes a esta”.
RENE GUENON
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"Hay que acoger todos los inconvenientes como si fueran mis honrados maestros, y no como enemigos
OKADA TORAJIRO

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