sábado, 3 de septiembre de 2016

Esencia y existencia (Abbé Henri Stéphane )

TRATADO XI.7 Esencia y existencia

(Abbé Henri Stéphane 1907-1985, Introducción al esoterismo cristiano, Capítulo XI, Epistemología)

La distinción real entre la esencia y la existencia es fundamental para la filosofía cristiana, precisamente porque esta no es más que la filosofía o  la teodicea. En presencia de un ser, percibido o pensado, se plantean dos cuestiones:  quid est? An est? 10 La esencia responde a la primera cuestión, la existencia a la segunda. Así no es suficiente concebir una “montaña de oro” para que exista. Solo el concepto de Dios implica la existencia, si se admite el argumento ontológico 11, o todavía solo en Dios la esencia es igual a la existencia. Él es el ens per se subsistens 12, recibiendo los otros seres el ser de Él. Es una manera de evitar todo panteísmo y todo inmanentismo. Si al distinción entre esencia y existencia fuera solamente virtual , eso querría decir que la existencia está en potencia en la esencia y el acto creador sería frustrado en su gratuidad. Dios estaría forzado de alguna manera a actualizar esta potencia.

Este punto de vista particular y limitado de la ontología, comprendiendo las distinciones tales como esencia-existencia, substancia-accidente, materia y forma, sirve de cuadro a la teología escolástica y de modo expresión al “dato revelado”. No puede ser superado más que por la teología apofática, el Hiperteos de San Dionisio o la deidad eckartiana.

Estos dos puntos de vista no se excluyen no obstante y son de una cierta forma complementarios, en el sentido de que la metafísica incluye la ontología, y que la teoría de los estados múltiples del ser ”explica” la relación del Ser y los seres por la analogía y la relación causal. Las cuestiones “filosóficas” como: quid est? An est? No se plantean más, ya que en lugar de partir “de abajo” todo es “dado” (revelado) de lo alto. Yo sé que Âtmâ no es Mâyâ.

Muy distinto es el punto de vista de la metafísica pura que no  concierne más al Ser y los seres, sino a los “estados múltiples de ser” y al estado incondicional de Âtmâ  , pero yo sé también que Mâyâ “no es otro” que Âtmâ y no se diferencia más que de modo ilusorio.

Mâyâ quiebra de alguna manera la unidad “monolítica” –monoteísta- de Âtmâ  que se expande en la multiplicidad indefinida de los seres, sin que su esencia inmutable sea afectada, de manera que , in divinis, la multiplicidad está inmediatamente reintegrada en la Unidad 13, la existencia universal se despliega en modo manifestado entre sus dos polos no manifestados: Purusha idéntico a Âtmâ y Pakriti idéntico a Mâyâ, y es la mediación de los mismos polos quien produce el retorno de lo manifestado a la Unidad principial. La aplicación de lo que precede a la Teotokos y al Logos es inmediata. La distinción escolástica de esencia y existencia no es más que el reflejo a nivel mental de la distinción principial Âtmâ-Mâyâ.

10 Quid est: ¿que es? An est : es lo que es (¿esto existe?)
11 El argumento ontológico concluye en la existencia de lo Perfecto (Dios) apartir de la idea misma de Perfecto: si lo Perfecto no existe no es perfecto. Este argumento se ha atribuido a San Anselmo.
12 “ El Ser subsistente por si”
13 Es también la “integración arquetípica del Pleroma”. Hay así multiplicación incesante del Uno inagotable y unificación incesante de la indefinida multiplicidad A.K. Coomaraswamy  Hinduismo y Budismo p27: Simbolismo del Dragón

14 Purusha y Pakriti pertenecen al vocabulario de Sâmkhya; Âtmâ y Mâyâ al del Vedânta

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