ANÓNIMO
No
os detengáis en mi tumba a llorar.
No
estoy allí. No duermo.
Soy
mil vientos que soplan.
Soy
los destellos que brillan en la nieve.
Soy
la luz del sol en el grano maduro.
Soy
la gentil luz de otoño.
Cuando
despierte en el silencio de la mañana
seré
el rápido y ascendente susurro
de
silenciosas aves en vuelo circundante.
Soy
las tenues estrellas que brillan por la noche.
No
os detengáis en mi tumba a llorar.
No
estoy allí. No he muerto.
(del libro El renacer
budista. La rueda de la vida y la muerte. Una guía espiritual para los momentos
de transición de Philip Kapleau 1990
Árbol Editorial, S.A. de C.V.)
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