domingo, 20 de julio de 2014

Anónimo


ANÓNIMO

 

No os detengáis en mi tumba a llorar.

No estoy allí. No duermo.

Soy mil vientos que soplan.

Soy los destellos que brillan en la nieve.

Soy la luz del sol en el grano maduro.

Soy la gentil luz de otoño.

Cuando despierte en el silencio de la mañana

seré el rápido y ascendente susurro

de silenciosas aves en vuelo circundante.

Soy las tenues estrellas que brillan por la noche.

No os detengáis en mi tumba a llorar.

No estoy allí. No he muerto.

 

 

 

(del libro El renacer budista. La rueda de la vida y la muerte. Una guía espiritual para los momentos de transición de Philip Kapleau  1990 Árbol Editorial, S.A. de C.V.)

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