VOY
A LA UNIÓN CONTIGO, SEÑOR
Señor, así me hablas:
¡Escucha, oh bienamado!,
Yo soy la Realidad del mundo,
el centro y la circunferencia,
las partículas y el todo.
Yo soy la Voluntad establecida
entre el cielo y la tierra;
y en ti he creado la percepción
sólo para que seas el hito
de Mi percepción.
Si, por tanto, Me percibes,
te percibes a ti mismo;
pues no sabrías percibirme
contando únicamente contigo
y a través tuyo.
Es por medio de Mis ojos
que Me ves y te ves,
ya que con los tuyos
ni siquiera Me puedes concebir.
Bienamado,
¡tantas veces Te he llamado
y tú no me has oído!,
¡tantas veces Me he mostrado a ti
y tú no Me has visto!
Tantas veces Me he convertido
en dulces efluvios,
y no los has sentido;
en delicioso alimento,
y no lo has probado...
¿Por qué no puedes alcanzarme
a través de los objetos que palpas?
¿O respirarme a través
de tus sentidos?
¿Por qué no Me ves?
¿Por qué no Me oyes?
¿Por qué, por qué, por qué...?
Por ti Mis delicias sobrepasan
a todas las demás
delicias,
y el placer que Yo te procure
aventaja a todos
los demás placeres.
Para ti soy preferible
a todos los
restantes bienes...
Yo soy la Belleza,
Yo soy la Gracia;
bienamado, ámame,
ámame sólo a Mí,
ámame plenamente.
Nadie es mas intimo que Yo.
Quien te ame en el mundo
lo harà por el propio bien
que le procures.
Yo Te amo por ti mismo,
y tú, tú huyes
lejos de Mi.
Bíenamado,
no puedes tratarme
con equidad;
pues si te aproximas a Mí
es porque Yo me He aproximado
a ti.
Estoy más cerca de ti
que tú mismo,
màs que tu alma,
màs que tu aliento.
Bienamado,
vamos hacia la unión.
Cógeme de la mano
y presentémonos a la Verdad
para que sea nuestro juez
y selle para siempre
nuestra unión....
Ibn 'Arabi
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