INTRODUCCIÓN
A LA PRÁCTICA DEL ZEN
Basada en el "Sisan no hanashi"
del San-Un Zendo de Kamakura.
(Adaptado ligeramente por KIUNAN)
Lo que sigue esta basado en las enseñanzas de Daiun Harada Roshi
maestro verdaderamente realizado, fue a practicar primero a Sogen-ji
y más tarde a Nanzen-ji, dos monasterios Rinzai. En Nanzen-ji
captó en un momento dado el secreto íntimo del Zen bajo la guía
de Dokutan Roshi, un maestro excelente.
Aunque sin duda es cierto que hay que practicar Zen para
comprender la verdad del Zen, Harada Roshi se daba cuenta de que
la mente moderna está tan ansiosa de saber y comprender, que para
principiantes podía ser conveniente este tipo de enseñanzas
previas a la práctica. Combinó lo mejor de ambas escuelas y
promovió un método único de enseñar Zen. En Japón no hay otro
sitio en que se enseñe de modo tan completo y sucinto al mismo
tiempo, ni tan bien adaptado a la mente moderna.
Harada Roshi solía hacer unas advertencias en cuanto
SHIKAN - TAZA
La práctica del shikan-taza es otra forma de meditar, que vamos
a describir a continuación más detalladamente.
Shikan significa "nada más que" o "simplemente", mientras que ta -
significa "golpear" o "darle al" y za "estar sentado". Shikan-taza
es, pues, una práctica en la que la mente está intensamente involu-
crada en simplemente estar sentado. En este tipo de zazen resulta
muy fácil que la mente se distraiga, al carecer de las ayudas de -
contar la respiración o del koan. De ahí que el temple correcto de
la mente resulte doblemente importante. En el shikan-taza, la mente
no debe de estar agobiada, al mismo tiempo que está firmemente
plantada o compacta, como el Monte Fuji, por poner una imagen.A la
vez debe estar despierta, alerta, como la cuerda tensada de un arco
. Shikan-taza es, por lo tanto, un estado de conciencia de suma
vigilancia concentrada en que no se está ni tenso ni agobiado, ni,
por supuesto, nunca decaído. Es el estado de la mente de alguien -
que se enfrenta con la muerte. Supongamos que está metido en un --
duelo de espadas, tal como solía darse antiguamente en Japón. Al -
enfrentarte con tu adversario estás constantemente alerta, en forma,
dispuesto. Si desfallecieras en tu estado de extrema vigilan -
cia, aunque fuera un instante, serías abatido. Se ha reunido un --
gran gentío para ver la lucha. Como no estas ciego, lo ves por el
rabillo del ojo, y como no estás sordo, lo oyes. Pero ni por un
momento tu mente se deja llevar de estas impresiones sensoriales.
Este estado no se puede mantener durante mucho tiempo seguido. Por
esto no deberás prolongar los periodos de shikan-taza más allá de
media hora cada vez. Después de treinta minutos, levántate, pasea
en kinhin, y luego vuelve a sentarte. Si haces de verdad shikan-ta-
za, al cabo de media hora estarás sudando, incluso en invierno y en
una habitación sin calefacción, debido al calor ocasionado por esta
concentración tan intensa. Si te sientas demasiado tiempo segui-
do, tu mente pierde su vigor, tu cuerpo se cansa y tus esfuerzos -
resultan menos eficaces que si hubieras reducido tus sentadas a pe-
riodos de treinta minutos.
En comparación con un inexperto de la espada, un maestro la usa -
sin esfuerzo alguno. Pero no siempre fue así, porque también él co-
noció un tiempo en el que tuvo que esforzarse al máximo, debido a
su técnica todavía imperfecta, para preservar su vida. Con el sikan-
taza ocurre lo mismo. Al principio, la tensión es inevitable ,
pero con el tiempo, este zazen tenso va madurando, convirtiéndose
en un estar sentado relajado y a la vez plenamente atento. Pero no
pienses, ni por un instante, que tal manera de sentarse se puede -
conseguir sin una larga dedicación y práctica.
No conviene pasar demasiado aprisa de una forma de ejercicio a --
cibn. El maestro Zen es quien asigna la práctica de contar o se -
guir la respiración, shikan-taza o koan.
Pasos 1985
(Boletín de Zendo Betania)
Basada en el "Sisan no hanashi"
del San-Un Zendo de Kamakura.
(Adaptado ligeramente por KIUNAN)
Lo que sigue esta basado en las enseñanzas de Daiun Harada Roshi
maestro verdaderamente realizado, fue a practicar primero a Sogen-ji
y más tarde a Nanzen-ji, dos monasterios Rinzai. En Nanzen-ji
captó en un momento dado el secreto íntimo del Zen bajo la guía
de Dokutan Roshi, un maestro excelente.
Aunque sin duda es cierto que hay que practicar Zen para
comprender la verdad del Zen, Harada Roshi se daba cuenta de que
la mente moderna está tan ansiosa de saber y comprender, que para
principiantes podía ser conveniente este tipo de enseñanzas
previas a la práctica. Combinó lo mejor de ambas escuelas y
promovió un método único de enseñar Zen. En Japón no hay otro
sitio en que se enseñe de modo tan completo y sucinto al mismo
tiempo, ni tan bien adaptado a la mente moderna.
Harada Roshi solía hacer unas advertencias en cuanto
SHIKAN - TAZA
La práctica del shikan-taza es otra forma de meditar, que vamos
a describir a continuación más detalladamente.
Shikan significa "nada más que" o "simplemente", mientras que ta -
significa "golpear" o "darle al" y za "estar sentado". Shikan-taza
es, pues, una práctica en la que la mente está intensamente involu-
crada en simplemente estar sentado. En este tipo de zazen resulta
muy fácil que la mente se distraiga, al carecer de las ayudas de -
contar la respiración o del koan. De ahí que el temple correcto de
la mente resulte doblemente importante. En el shikan-taza, la mente
no debe de estar agobiada, al mismo tiempo que está firmemente
plantada o compacta, como el Monte Fuji, por poner una imagen.A la
vez debe estar despierta, alerta, como la cuerda tensada de un arco
. Shikan-taza es, por lo tanto, un estado de conciencia de suma
vigilancia concentrada en que no se está ni tenso ni agobiado, ni,
por supuesto, nunca decaído. Es el estado de la mente de alguien -
que se enfrenta con la muerte. Supongamos que está metido en un --
duelo de espadas, tal como solía darse antiguamente en Japón. Al -
enfrentarte con tu adversario estás constantemente alerta, en forma,
dispuesto. Si desfallecieras en tu estado de extrema vigilan -
cia, aunque fuera un instante, serías abatido. Se ha reunido un --
gran gentío para ver la lucha. Como no estas ciego, lo ves por el
rabillo del ojo, y como no estás sordo, lo oyes. Pero ni por un
momento tu mente se deja llevar de estas impresiones sensoriales.
Este estado no se puede mantener durante mucho tiempo seguido. Por
esto no deberás prolongar los periodos de shikan-taza más allá de
media hora cada vez. Después de treinta minutos, levántate, pasea
en kinhin, y luego vuelve a sentarte. Si haces de verdad shikan-ta-
za, al cabo de media hora estarás sudando, incluso en invierno y en
una habitación sin calefacción, debido al calor ocasionado por esta
concentración tan intensa. Si te sientas demasiado tiempo segui-
do, tu mente pierde su vigor, tu cuerpo se cansa y tus esfuerzos -
resultan menos eficaces que si hubieras reducido tus sentadas a pe-
riodos de treinta minutos.
En comparación con un inexperto de la espada, un maestro la usa -
sin esfuerzo alguno. Pero no siempre fue así, porque también él co-
noció un tiempo en el que tuvo que esforzarse al máximo, debido a
su técnica todavía imperfecta, para preservar su vida. Con el sikan-
taza ocurre lo mismo. Al principio, la tensión es inevitable ,
pero con el tiempo, este zazen tenso va madurando, convirtiéndose
en un estar sentado relajado y a la vez plenamente atento. Pero no
pienses, ni por un instante, que tal manera de sentarse se puede -
conseguir sin una larga dedicación y práctica.
No conviene pasar demasiado aprisa de una forma de ejercicio a --
cibn. El maestro Zen es quien asigna la práctica de contar o se -
guir la respiración, shikan-taza o koan.
Pasos 1985
(Boletín de Zendo Betania)
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