lunes, 24 de septiembre de 2018

'Abd aI-Karim al-Jîlî DE LA BEATITUD MISERICORDIOSA (ar-rahmâniyah) (Titus Burckhardt)


'Abd aI-Karim al-Jîlî
DE LA BEATITUD MISERICORDIOSA (ar-rahmâniyah)
Ext. de "al Insân al-Kâmil" ("Del Hombre Universal"). Traducido del árabe y comentado por Titus Burckhardt. París, Dervy-Livres, 1975.
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En la Beatitud misericordiosa (ar-rahmâniyah) (1) se manifiestan las realidades divinas (al-hagâ'iq) de los Nombres y de las
Cualidades; ella se refiere por así decir al punto medio entre lo que atañe exclusivamente a la Esencia divina, como los Nombres de la Esencia (2), y lo que tiene una faz vuelta hacia las criaturas, como el Conocedor, el Potente, el Entendedor, u otras conexiones con las realidades de la existencia (3). En consecuencia, el término ar-rahmâniyah sintetiza todas las dignidades divinas, con excepción de los órdenes creados, de forma que posee un sentido más "exclusivo" que el término al-ulûhiyah, en razón la propia
exclusividad divina, pues la "Cualidad de la Divinidad" comprende tanto los principios divinos como las condiciones criaturales. La relación entre la "Cualidad de Divinidad" y la Beatitud-Misericordia es entonces análoga a la existente entre lo general y lo particular. Desde este punto de vista, la Beatitud misericordiosa es más noble que la "Cualidad de Divinidad", puesto que designa la manifestación (4) de la Esencia en los órdenes superiores, y Su pureza está fuera del alcance de los órdenes inferiores. Ella es además, de entre las afirmaciones de la Esencia, la única que especialmente concierne a las dignidades superiores bajo el aspecto de la no-separatividad.
Así, la relación jerárquica entre la Beatitud-Misericordia y la "Cualidad de Divinidad" es comparable a la que existe entre el azúcar y la caña de azúcar: el azúcar ocupa el rango supremo de entre todo lo que se halla en la caña, pero la caña contiene otras cosas además del azúcar. Ahora bien, si afirmas la superioridad del azúcar sobre la caña, ello se debe a que preconizas la superioridad de la Beatitud-Misericordia sobre la "Cualidad de Divinidad", pero si por el contrario afirmas la superioridad de la caña, considerando que ésta engloba el azúcar y también otras cosas, es como si afirmaras la superioridad de la "Cualidad de Divinidad" sobre la Beatitud-Misericordia.
El Nombre que se manifiesta en la dignidad de esta Beatitud es ar-rahmân (el Clemente); éste resume los Nombres de la Esencia y las siete Cualidades de la Persona, que son: la Vida, el Conocimiento, la


Potencia, la Voluntad, la Palabra, el Oído y la Vista. En cuanto a los Nombres de la Esencia, se trata de Nombres tales como la Unidad, la Unicidad, la Santidad, y aquellos que se les asemejan. Y todo esto no atañe sino a la Esencia, a la cual el Ser es necesario; -iexaltada sea la Santidad del Rey adorado!
O bien puedes designar esta Dignidad (de ar-rahmâniyah) mediante tal Nombre, a causa de la misericordia (ar-rahmah) que envuelve todo el orden divino o creado, pues es por la aparición del Nombre ar-rahmân en las Dignidades divinas que fueron manifestados los órdenes creados (5). La misericordia universal deriva de la presencia del Clemente (ar-rahmân).
La primera misericordia que Allâh tuvo por las existencias fue la manifestación (6) del mundo a través de Si mismo. Pues El dice: "Y ΈΙ os ha sometido lo que hay en los cielos y lo que hay en la tierra. Todo procede de él (Corán, XLV, 12-13). Por esta razón, ΈΙ se manifiesta en las existencias revelando Su Perfección en cualquier parcela singular del mundo, sin que por ello ΈΙ se multiplique por la multiplicidad de Sus lugares de manifestación; pues ΈΙ permanece único en todos esos lugares de manifestación, y Uno según lo que exige Su noble Esencia en Si misma.
A esta aparición de Allâh en todas las mínimas partículas de la existencia aluden los iniciados cuando hablan del Ser que penetra (αl-wujûd as-sârî) todas las existencias. El secreto de esta
penetración consiste en que ΈΙ crea el mundo de SI mismo; ahora bien, como ΈΙ no es divisible, todas las cosas del mundo son, por así decir, enteramente ΈΙ mismo. En cuanto al nombre de criatura, le viene a las cosas como un préstamo; no se trata, como algunos admiten, de que las Cualidades divinas le sean prestadas al servidor; lo que es prestado a las cosas no es sino su condición de criaturas, ya que su origen es el Ser principial.
Allâh (al-hagq) (7) presta entonces a Sus realidades esenciales (hagâϊq) el nombre de criatura, a fin de que se manifiesten los secretos de la "Cualidad de Divinidad" (al-ulûhiyah) y sus posibilidades de contraste. Así, Allâh (al-hagq) es, desde este punto de vista, la hylé (8) del mundo. Pues Allâh dice: "No hemos creado los cielos y la tierra y lo que hay entre ambos sino por la Verdad (al-hagq)" (Corán, XXV, 59, y XLVI, 2-3).
El mundo es comparable al hielo, y al-hagq al agua, que es su origen. Ahora bien, el nombre de "hielo" no es sino algo prestado a esta coagulación, y es el nombre de agua lo que le conviene según su realidad esencial (hagîgah).
Por otra parte, he aludido a ello en mi poema (gaÇîdah) titulado


"Los Centelleos del Misterio en las Singularidades esenciales", una gaÇîdah sublime, de la cual el tiempo no recordará su rico bordado de verdades, y a la que esta época no comprenderá. En cuanto a la alusión de la que acabo de hablar, se encuentra en el siguiente pasaje:
"En una parábola, la creación es semejante al hielo,
Y Tú eres el agua que brota.
El hielo que elaboramos no es distinto al agua,
Y sólo en tal condición se encuentra por leyes contingentes.
Pero el hielo se fundirá, y se disolverá su condición.
Se restablecerá, de hecho, la condición líquida
Los contrastes se unifican en una sola belleza.
En ella desaparecen y por ellos ésta resplandece".
La Beatitud-Misericordia (ar-rahmâniyah) es ta afirmación divina más grande y la revelación más perfecta y sintética, y por ello el Señorío (ar-rubúbiyah) es su Trono ('arsh), la Realeza (al-malikiyah) su Pedestal (kursî), la Grandeza (al-'azamah) su Tintura (rafrat), la Potencia (al-qudrah) su Campana (jaras), y el Apremio (al-gahr) su Resonancia (ÇalÇalah).
Es el Nombre ar-rahmân lo que en ella aparece, con todo lo que implica la Plenitud divina (al-kamâl), porque domina y penetra las existencias, y su principio las rige; y tal es el significado de [la expresión coránica] "el Clemente (ar-rahmân) está instalado en el Trono" (9), pues toda cosa existente en la que la Esencia divina está presente en modo dominante es el trono de tal o cual aspecto de la Esencia divina, aspecto que se manifiesta más particularmente en ella. En cuanto a la dominación del Clemente, se entiende por ello el acto de Allâh de establecerse como Maestro de las cosas por Su Potencia, por Su Ciencia, por Su facultad de abarcar las existencias estando a la vez presente en ellas, a la manera de quien se asienta en un trono, y ello de un modo trascendente, sin que haya localización (hulûl) de Allâh, ni contacto con las cosas; ¿y cómo serían
posibles la localización y el contacto, ya que ΈΙ es [esencialmente] las propias existencias? Este modo de la Presencia divina en las existencias se relaciona con Su Nombre ar-rahmân, porque ΈΙ es misericordioso con respecto a lo creado, manifestándose en lo creado y manifestando a lo creado en Si mismo; ambas cosas son ciertas. Has de saber que si la imaginación elabora una forma cualquiera en la mente, esta forma imaginaria es creada; ahora bien, el Creador está presente en toda criatura, y, por otra parte, esta imaginación está en ti, de manera que tú eres, con respecto a ella, como Allâh (al-hagq). La elaboración de las formas [mentales] depende necesariamente de ti, pero en Allâh, y Allâh (al-hagq) está presente en ellas (10).
En este capítulo acabo de hacer alusión a un secreto de un


alcance inmenso, mediante el cual pueden conocerse muchos misterios divinos, como, por ejemplo, el misterio de la predestinación y el de la ciencia divina, que es una ciencia única que abarca lo Divino y lo creado; por él puede saberse que la Potencia divina depende de la Unidad en virtud de la Beatitud-Misericordia, que es como su lugar de revelación, y que la raíz del conocimiento [distintivo] es la
Unicidad, y ello igualmente en virtud de la Beatitud misericordiosa (11). Y detrás de todo esto hay sutiles alusiones. Medita entonces estas cosas desde el comienzo del capítulo, rechaza la corteza y toma el núcleo; Allâh premia con el éxito a la rectitud.
Has de saber que ar-rahmân (el Clemente) y ar-rahîm (el Misericordioso) son dos Nombres derivados de ar-rahmah (la Misericordia), pero el significado de ar-rahmân es más general, y el de ar-rahîm más exclusivo y [en un cierto sentido] más perfecto: ar-rahmân es más general porque manifiesta su rahmah (misericordia) en todas las existencias, y ar-rahîm es más exclusivo porque su rahmah se dirige solamente a los elegidos. La misericordia de ar-rahmân está mezclada con el castigo, al igual que una medicina repelente y maloliente que, aunque sea una rahmah para el enfermo, contiene algo que es contrario a su constitución, mientras que la rahmah de ar-rahîm no está afectada por ninguna mezcla, es la pura beatitud, y no se la encuentra sino entre las gentes de la beatitud perfecta. En cuanto a la misericordia con la que Allâh regala a Sus propias Cualidades y Nombres al manifestar sus actividades y sus efectos, proviene de la misericordia regida por el Nombre ar-rahîm, de manera que ar-rahîm está contenido en ar-rahmân, como la esencia individual (al-'ayn) en la constitución física (al-haykal) (12) del ser humano: uno de los dos es más noble, más exclusivo y más elevado, pero sin embargo el otro sintetiza el todo. Es por ello que se dice que ar-rahîm no manifiesta su plena misericordia sino en el más allá, porque es demasiado vasto para este mundo inferior, y porque toda la beatitud de este mundo está necesariamente afectada por una mezcla, de forma que se relaciona con las revelaciones de la Beatitud-Misericordia (ar-rahmâniyah).
NOTAS:
1.   Derivado de ar-rahmân, "el Clemente". El sustantivo rahim, el más simple derivado de la misma raíz RHM ("ser misericordioso hacia") significa "matriz"; la imagen de la matriz que concibe, desarrolla y nutre al feto puede ilustrar de la mejor manera lo que Jîlî dice sobre ar-rahmâniyah.
2.   Como "el Uno", "el Único", "el Santo", etc.
3.   El conjunto de las Cualidades que tienen una faz vuelta hacia las criaturas está comprendido en el Nombre ar-rabb, "el Señor". De estas Cualidades, algunas pueden ser concebidas también como estando orientadas, sea hacia las criaturas, sea hacia la Divinidad misma, del


mismo modo que la Cualidad del Conocimiento puede tener por objeto a las criaturas o a la Divinidad. Otras, tales como por ejemplo la Cualidad de Juez -al no poder ésta juzgarse a Si misma- no son concebibles sin ser puestas en correlación con la creación; están particularmente comprendidas en el Nombre al-malik, "el Rey", que es, desde este punto de vista, jerárquicamente inferior al Nombre ar-rabb. Los principales aspectos divinos son mencionados en la primera mitad de la Fâtihah -la primera sura del Corán-, que constituye el elemento esencial de la oración ritual del Islam: "Alabanza a Dios (Allâh), el Señor
(rabb) de los mundos, el Clemente (ar-rahmân), el Misericordioso (ar-rahîm), el Rey (al-malik) [o "el Dueño"] del Día del
Juicio."
4.         Se trata naturalmente de la manifestación principial.
5.         Es entonces a causa de la Realidad divina que expresa este Nombre que
las posibilidades de manifestación, principialmente contenidas en el
Ser divino, fueron producidas a la existencia. La rahmah divina es en
cierto modo el principio expansivo que hace que el Infinito divino "se
desborde" (afâda) hacia las posibilidades relativas, que, en sí
mismas, no son más que puras limitaciones. Según el simbolismo
sufí, el mundo se ha producido por el "Expir del Clemente" (nafas
ar-rahmân), y este Expir se identifica por otra parte con la
Substancia universal que despliega las existencias en modo distintivo y
que es su soporte "plástico". Ver Du Soufisme, pp. 37, 44, 47 y ss.
6.         Literalmente, la "existencialización".
7.         al-hagq es un nombre de Allâh empleado especialmente en correlación con al-khalq, "la criatura".
8.         La Substancia primordial. La Unidad substancial simboliza aquí a la unidad principial misma.
9.              Corán, XX, 4.
10.     Todo este pasaje lleva implícito un doble sentido, puesto que la expresión al-hagq significa a la vez "Dios" y "la verdad".
11.     Es decir, que la Potencia y el Conocimiento dependen de los aspectos de la Unidad, pero al mismo tiempo suponen el principio "expansivo" que es ar-rahmâniyah.
12.     Literalmente, "templo", "santuario".

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