Subjetivamente, el
valor del imperialismo y la de su cercano padre, el nacionalismo, no son
grandes", Pero objetivamente, parece que estas fuerzas pertenecen al
reducido número de
las que pueden aún tener en fracaso el socialismo.
"Vilfredo
Pareto"
“el mundo se unifica,
no se une. “
Abel Bonnard
Ahora, tenemos el
Estado mundial. Y las Ceremonias del Día de Ford, y los cantos en común, y los
Oficios de Solidaridad.
Aldous Huxley
Capítulo IX
NACIONALISMO E INTERNACIONALISMO
1. LA
REVOLUCIÓN
Después de la Revolución francesa la Derecha y la Izquierda van a
dividirse en varias corrientes divergentes. La Izquierda, hija
espiritual de la Revolución
que se la puede considerar como una poderosa fuente de energía, va a heredar una
prodigiosa fuerza de expansión. Entonces la madre y la hija, que es a menudo
difícil distinguir, van a suscitar todos los trastornos políticos de los tiempos
modernos: 1830, 1848,1870 (La Comuna),
1917. Con la socialdemocracia alemana (1869) la Izquierda va a crear el
primer partido político de la historia que solo había conocido hasta entonces
facciones y las tentativas sin mañana de los Jacobinos. Por último, y es lo más
importante, va a inventar una nueva religión o una contra-religión, una
religión secular - cualquiera que sea el término conveniente -, destinada
colmar el vacío espiritual que creó destruyendo la religión en el espíritu de
las masas: ésta
será la ideología, alianza sorprendente, debida Karl Marx, entre el
materialismo del siglo XVIII, el idealismo utópico, y el milenarismo de las
sectas heréticas, alianza colocada bajo la égida de la Ciencia, nuevo ídolo de los
tiempos modernos. El marxismo,
personificación de la
Izquierda como religión, estaba destinado a conquistar la
tierra entera; pero no consiguió unificar completamente la Izquierda, que,
desafiando toda autoridad, lleva en ella todos los gérmenes de la división y la
discordia.
Se pueden, en efecto, con Jean
Defrasne (1), distinguir tres izquierdas salidas de la Revolución francesa:
las de la Libertad,
de la Autoridad,
de la Rebelión. El
primera, inspiradora del Girondinos, va a dar nacimiento al liberalismo. Si los
liberales, como consecuencia del proceso de "siniestrismo" se sitúan
hoy a la derecha sobre el tablero
político, no era lo mismo en el siglo anterior. "El liberalismo, escribe
René Rémond, aparece, en el siglo XIX, como una doctrina subversiva. Y, de
hecho, es una fuerza propiamente revolucionaria cuyo impulso implica el rechazo
de las autoridades, que condena a todas las instituciones que sobrevivieron la
tormenta de la revolución, y lleva en él la destrucción del orden antiguo
".(2) No olvidemos que son los liberales los que preparan y comienzan las
revoluciones antes de ceder el lugar a hombres más radicales. La segunda
izquierda, la de los Jacobinos, es autoritaria; inspira una corriente, ejerciendo
una gran influencia, que coloca todas sus esperanzas en un fuerte Estado, único
capaz de realizar la utopía socialista -el resultado natural de esta corriente
que es la dictadura del Proletariado. Finalmente la tercera izquierda, la de la Rebelión, presenta en los
enrabiados y en Babeuf, generará la izquierda revolucionaria y el anarquismo.
Es útil completar la clasificación de
Jean Defrasne por la visión cronológica de las izquierdas debida Georges
Lefranc (3), que hace resaltar la evolución de la Izquierda como carrera a
los extremos. Georges Lefranc, que escribe una historia de las izquierdas lo mismo
que René Rémond escribe una historia de las derechas, distingue cuatro períodos
que suceden en el tiempo –cada período por la preeminencia de una tendencia de la Izquierda. Son las
de la izquierda liberal (1804-1880), de la izquierda anticlerical y democrática
(1880-1905), de la izquierda socialista (1905-1917), de la izquierda comunista
(1917-?). Así aparecía claramente la tendencia a la radicalización, al
extremismo, de la Izquierda
- tendencia en resumen natural para una fuerza revolucionaria. De los liberales
de 1789, amasados de buenas intenciones, partidarios de los derechos del
hombre, se concluye en los tiranos inhumanos de los regímenes comunistas del
siglo XX, pasando por los demócratas "comedores de curas".
La izquierda liberal hace excepción:
no se radicaliza, al contrario se humaniza a tal punto que se vuelve
conservadora. Curioso fenómeno que se explica por el desarrollo de la historia.
Los burgueses liberales, que habían desencadenado la Revolución de 1789, retornaron
al poder algunas décadas más tarde - muy naturalmente se convirtieron en
conservadores en tanto que partidarios del nuevo orden burgués. Gracias a la Monarquía de Julio,
expresión perfecta del reino de la
Burguesía, el liberalismo va a transformarse en orleanismo
que no se sabe ya cómo calificar: ¿falsa izquierda o falsa derecha? El orleanismo
va a mantenerse todavía hasta nuestros días, llegando a ser lo que Julius Evola
nombró la "derecha económica" que en efecto se sitúa a la derecha de
los partidos de izquierda, sin ser por tanto derecha.
En consecuencia de la traición de la
burguesía, la Revolución
va a colocar todas sus esperanzas en el Proletariado. La Izquierda, en adelante,
va a defender la causa de los desheredados y explotados - esta posición
adoptada, confiriéndole al mismo tiempo una justificación cuasi-sacramental, va
a garantizarle una influencia y una radiación universal. Al crear el mesianismo
del Proletariado, la Izquierda prolonga
el mesianismo de los movimientos milenaristas de la
Edad Media.
El mérito de Karl Marx consistirá en aprovechar esta oportunidad; según una frase
célebre, el busca la
Revolución y encuentra el Proletariado, no al contrario. Con la
tesis de la dictadura del Proletariado, el marxismo se volverá el representante
oficial de la izquierda autoritaria y
triunfará al imponerse a sus competidores. "El marxismo permanece después
de 1870 la única corriente ideológica coherente del socialismo". Sólo
anarquismo le disputa el lugar con éxito pero en zonas muy limitadas (...) . Hasta
1917, el marxismo seguirá siendo la ideología oficial de todos los partidos
socialistas continentales".(4)
Después de la Revolución de Octubre,
el marxismo va a dividirse en dos grandes esferas de influencia: la esfera de
influencia comunista y la esfera de influencia socialista, que se mantiene
hasta este día. Se podría mantener que el socialismo no es más que un marxismo
edulcorado, más reformista que autoritario, pero el ejemplo del régimen
socialista sueco viene a contradecir esta aserción puesto que se pudo hablar a su
respecto de nuevo totalitarismo.
En cuanto a la izquierda de la Rebelión, muy
minoritaria, aún está representada hoy por los anarquistas a los cuales se
podría adjuntar los Trotskistas. "Ciertos anarquistas consideran que son
ellos los socialistas más auténticos y los más consecuentes". (5) ¿Cómo no
darles razón? El anarquismo es el
resultado lógico de la
Revolución que destruyó la Realeza y la Religión, que desafía a toda autoridad
apropiándose de la divisa de los anarquistas: "ni Dios ni amo".
Comparada la Izquierda triunfante que
no dejó de progresar desde la
Revolución francesa y que gobierna ahora nuestro planeta por regímenes liberales o comunistas
interpuestos, la Derecha
presenta la triste cara de la decadencia. Más bien que hablar de división en
distintas corrientes, sería más realista pronunciar la palabra de desaparición; en efecto, la verdadera
derecha, la derecha tradicional,
desaparece con el conde de Chambord, al final del siglo XIX . Ciertamente se encuentran
aún hoy día los tradicionalistas, los monárquicos, pero la derecha tradicional
ha dejado de existir como fuerza política - Evola afirma que se ha mantenido en
Austria hasta la víspera de la segunda Guerra Mundial. ¿Cómo podría ser de otra
manera en un mundo fundamentalmente antitradicional? Esta es la razón por la
que la distinción establecida por René Rémond entre tres derechas se revela
finalmente bastante superficial: útil como instrumento de análisis, no va al
fondo de las cosas pero sigue siendo válida a nivel parlamentario... Así, no se
puede contestar que hasta al principio de la III República, los legitimistas,
los orleanistas, los bonapartistas, forman la derecha de la Asamblea. La primera
derecha, la derecha legitimista, va pues a desaparecer, en cuanto a los otras
dos: el orleanismo y el bonapartismo, estas no son, lo hemos visto, más que falsas derechas.
¿Por qué falsas derechas? Es lo que sería necesario
explicar. Hemos visto que la
Burguesía revolucionaria se convirtió en conservadora después
de apoderarse del poder en 1830. Así toma nacimiento el orleanismo que no es
más que un avatar del liberalismo, expresión de la filosofía burguesa. Por lo
que se refiere al bonapartismo, el estudio de sus orígenes se muestra
suficientemente aclarador. Bonaparte era un Jacobino, como lo prueba su actitud
hacia la Iglesia
y la Realeza,
pero un Jacobino pragmático que, para realizar el sueño de Estado
centralizador, a debido transigir con la sociedad de su tiempo, de donde la
firma del Concordato y la creación de una nueva nobleza. El bonapartismo,
nacido de la Revolución
francesa, es un cesarismo plebeyo que toma apoyo sobre las masas populares - no
podría ser más anti-tradicional. Napoleón III juzgó muy bien la acción de
Napoleón I. "Mató al Antiguo Régimen restableciendo todo lo que este
régimen tenía de bueno. Mató el espíritu revolucionario haciendo triunfar los
beneficios de la Revolución
".(6) Es pues imposible considerar el bonapartismo como un verdadero
partido de derecha, incluso si se convirtió en conservador (¡pero no reaccionario!)"
y si figura a la derecha del tablero político. El fenómeno de las falsas
derechas puede explicarse por el conservatismo natural de los pueblos que
repugnan el cambio – no siendo la
Revolución más que una crisis artificial suscitada por los complots (o
conspiraciones). Una sociedad, so pena de hundirse en la anarquía,
no puede vivir sin un partido conservador, un partido del orden. Debido al
"siniestrismo", propio Francia, pero que tiende ahora extenderse al
mundo entero, los partidos políticos situados hoy a la derecha solo son
antiguos partidos de izquierda. Los liberales, revolucionarios en el siglo XIX,
se consideran en el siglo XX como gente
de derecha.
2. NACIONALISMO
Si el orléanismo se mantiene hasta
nuestros días bajo la forma de la "derecha económica", no es lo mismo
el bonapartismo que ha debido ceder el lugar al nacionalismo. El nacionalismo
nació de la Revolución
francesa y jugó un papel importante en todos los movimientos revolucionarios
del siglo XIX, llamado el siglo de los
nacionalismos. Luego, curiosamente, en los últimos años del siglo, el nacionalismo
va a pasar a la derecha. "Fenómeno absolutamente imprevisible en el
contexto político del siglo XIX,
transfiere de izquierda derecha todo un conjunto de nociones, sentimientos y
valores hasta ahora considerados como el atributo del radicalismo ".(7) Se
podría proponer una explicación poniendo de manifiesto que la Nación, objeto del culto de
los nacionalistas, no es más que una desviación antitradicional de la Patria". Subsistiría así un escaso elemento
tradicional que se despertaría en el momento en que los movimientos internacionalistas
amenazan las naciones - un sobresalto patriótico hasta cierto punto,
manifestación del instinto de conservación de los pueblos. En cualquier caso,
el boulangismo, según la bonita fórmula de René Rémond, instituyó el acta de
nacimiento del nacionalismo, y el affaire Dreyfus su acta de bautismo. Es
importante tener en cuenta que "el boulangismo simboliza, en Francia, los
principios del política de las masas" (8), lo que prohíbe toda
aproximación con la derecha tradicional. La filiación del nacionalismo a partir
del bonapartismo, por intermedio del boulangismo, parece evidente. "Boulanger
hace campaña por una república consular, cedida en subcontrato a la oligarquía
de los partidos y a la soberanía de una casta de parlamentarios
profesionales". Es decir que encuentra algunas aspiraciones fundamentales
de la tradición bonapartista. Ni reaccionario, ni prefascista, el boulangismo
es un avatar de esta tradición profundamente arraigada en nuestra cultura
política que asocia la llamada al pueblo y la confianza a un hombre, la pasión
de la grandeza nacional y la aspiración a una determinada justicia, la
democracia directa y el ejercicio de autoridad, la detestación de los liberales
notables y la crítica de los parlamentarios. "(9)¡Es preciso reconocer que
subsiste bien pocos elementos tradicionales en una mezcla similar!
Si se quiere comprender a la evolución
de los partidos políticos modernos, nunca debe perderse de vista dos datos
esenciales: el fundamento antitradicional del mundo moderno y la irrupción de
las masas sobre del teatro de la
Historia - Ortéga y Gasset habla incluso de "la llegada
de las masas al pleno poder social".(10) Según estos datos, no puede
existir hoy más que partidos de izquierda preconizando la igualdad, a menudo
impregnados de nacionalismo - y partidos situados a su derecha, donde las masas se divinizan
ellas mismas instituyendo el culto de la Nación". Lo que dice
Roberto Michels del bonapartismo es válido
para el nacionalismo: "encuentra un terreno eminentemente favorable en las
muchedumbres democráticas a las cuales da la ilusión de ser los dueños de sus
dueños; y al introducir el procedimiento de la delegación, da esta ilusión un
color jurídico que place a las masas que luchan por sus "derechos".
(11)
Los orígenes plebeyos del nacionalismo le transmiten
numerosos caracteres que resultan de la psicología de las masas. "El nacionalismo no tiene teoría, a penas un programa: tiene
antipatías potentes, aspiraciones vigorosas; es instintivo, pasional, sacudido
pot impulsos furiosos ".(12) Reflexionando sobre esta
situación de hecho es como Charles Maurras quiso reconciliar lo inconciliable y
dar cartas de nobleza a un movimiento popular singularmente desprovisto de
ideas. No se puede sino saludar el esfuerzo admirable de la Action FranÇaise
para conferir un contenido doctrinal al nacionalismo, intentando inhalarle
principios extraídos de la enseñanza contrarevolucionaria, si no tradicional.
"El innegable genio doctrinal del maestro de Martigues es haber sabido
fundir estos elementos dispares en un sistema intelectual al parecer lógico y
coherente".(13) Desgraciadamente esta brillante síntesis, después de
innegables éxitos, no ha podido llegar a construir una fuerza política capaz de
oponerse de una manera duradera a la corriente
subversiva y revolucionaria". ¿Era debido a sus contradicciones internas, a la
incompatibilidad innata entre realismo y nacionalismo, a la alianza contra
natura entre principios tradicionales e ideas resultantes de la Revolución francesa? En cualquier caso eso prueba que en la época moderna es inútil esperar actuar sobre las masas
refiriéndose a la
Tradición. Finalmente, debido no sólo a la decadencia de la Derecha, sino también a la
decadencia de Occidente, no quedan en liza, frente a la Izquierda, más que dos falsas
derechas: la derecha liberal o económica y la derecha nacionalista. Situación
política que puede explicarse por razones sociológicas. Nosotros hemos visto que el liberalismo
era filosofía de la
Burguesía; los liberales representan la clase burguesa. ¿Pero
se puede aún hablar hoy de clases sociales mientras que algunos afirman que el
Proletariado no existe ya y qué todos hemos llegado a ser burgueses? El
hombre-masa de Ortega y Gasset sería un burgués - Berdiaev debería suscribir
este juicio. En estas condiciones se podría decir que la derecha nacionalista
representa a la pequeña burguesía mientras que la derecha liberal defiende los
intereses de la gran burguesía. Esto sería aventurarse sobre un terreno
peligroso ya que la separación Derecha- Izquierda no corresponde a la separación
social.
A lo sumo se puede afirmar que la derecha liberal defiende intereses económicos
y que la derecha nacionalista responde aspiraciones populares. Desde este punto
de vista sería interesante estudiar el resurgimiento de partidos nacionalistas,
que solo pueden ser populares, en los países que no están ya, por lo menos en
principio, bajo el yugo comunista. Puede preguntarse también si un nacionalismo
popular no está en camino de nacer en los Estados Unidos, por reacción al
internacionalismo de la elite dirigente, el Establishment - en cualquier caso
existe una corriente popular muy hostil a la Organización de las Naciones Unidas. El conflicto
Derecha- Izquierdo, degradándose, parecería reducirse ahora a la confrontación entre el nacionalismo y el internacionalismo bajo su forma liberal o
bajo su forma comunista, opuestas aparentemente pero solo presentando
diferencias de grado de un mismo mal. En realidad se trataría de una clase de
reacción de defensa instintiva del pueblo, cara una agresión de fuerzas
ocultas que se destinan a la destrucción de las naciones. Intentaremos
estudiar de una manera más profunda a los protagonistas de un combate que
podría ser el último - antes del fin de los tiempos ya que el triunfo del Internacionalismo
sería una prefiguración de reino del Anticristo.
Si el nacionalismo debe permanecer la única fuerza de resistencia a la derecha,
la única, según algunos, capaz de oponerse al comunismo, parece oportuno
conocer bien esta "falsa derecha" salida del bonapartismo. Con este
fin no podemos hacer mejor sino seguir
los análisis de Julius Evola porque son los más profundos en una perspectiva
tradicional. Evola busca en primer lugar los antecedentes del nacionalismo; después
de haber observado que los mitos políticos de la "patria" y de la
"nación" no se encuentran en las antiguas sociedades tradicionales,
estudia la disociación de la unidad ecuménica de la
Edad Media y la aparición consecutiva de
los Estados nacionales. La acción antitradicional de Felipe el Hermoso, con sus
tendencias centralizadoras y absolutistas, se pone de relieve entonces. Más
tarde la Revolución
francesa vendrá a acabar este proceso destructivo del orden tradicional. "Es
pues al margen de la revolución burguesa o el Tercero Estado, que la "patria"
y la " nación " tomaron un sentido sobre todo político y este valor
de mito que debía precisarse cada vez más abiertamente con los ideologías
nacionalistas que siguieron. Los "sentimientos patrióticos" y
"nacionales" se vinculan por lo tanto la con mitología de la época
burguesa, y es solamente en esta época, es decir durante el período relativamente breve que se
extiende de la Revolución
francesa a la primera o la segunda
Guerra Mundial, que la idea de nación jugó realmente un papel determinante en la
historia de Europa, en estrecha relación
con las ideologías democráticas ".(14) Tengamos en cuenta por una parte
que el nacionalismo no es más que una forma política muy reciente con
relación al tradicionalismo que siempre ha existido, y por otra parte
que su aparición coincide con la "rebelión" de la casta comerciante.
La aparición del nacionalismo corresponde también con la llegada de las masas
que ayudaron a los negociantes se desembarazarse de las dos primeras castas.
"Así viene a primer plano la nación como pueblo, colectividad y masa, es
decir lo que la nación tendió significar
cada vez más a partir de la Revolución Francesa. Es casi la criatura que sigue
el paso de su creador cuando, progresando en esta dirección, no se admite ya ninguna
soberanía que no sea la expresión y el reflejo de la "voluntad de la
nación". (15) Después de haber mostrado la acción disolvente, a partir del
declive de la Edad Media,
de las fuerzas antitradicionales que, al destruir el orden antiguo, favorecieron
la llegada del Estado nacional, Evola pone de relieve la reducción de nivel
espiritual, el paso de la calidad a la cantidad, verdadero descenso al
infierno, consecutivo al nacimiento del nacionalismo que se sitúa a nivel más
bajo, el de la masa. "Es sobre esta masa que actúa el nacionalismo, por medio de
mitos y sugestiones propios a galvanizarla, despertar instintos elementales,
halagarlo con perspectivas quiméricas de primacía, de privilegios y de potencia.
Cualesquiera que sean sus pretensiones de referirse a una raza u
otra, la sustancia del nacionalismo moderno no es un etnos, sino un demos, y
su prototipo es el prototipo plebeyo suscitado por la Revolución francesa
".(16)
El juicio de Evola sobre el nacionalismo puede
parecer demasiado severo pero se le debe
reconocer que está confirmado por la historia". Es un hecho de que el
régimen comunista de URSS siempre ha favorecido los movimientos nacionalistas
en el mundo, incluso los que eran o se pretendían anticomunistas. Los
dirigentes marxistas habían comprendido muy bien que el nacionalismo puede ser
utilizado como fuerza de ruptura contra el orden establecido; conocían también el carácter
"colectivizante" del nacionalismo, para reanudar una expresión de Evola, que
debe conducirlos finalmente en la vía del colectivismo. Así pues, en numerosos
países africanos, los nacionalistas, después de haber conquistado el poder,
instituyeron regímenes comunistas. En nuestra época, donde todo orden normal está
subvertido, el ejército, cuya razón de ser es con todo la defensa de la Nación, puede ayudar a un
partido internacionalista, recibiendo sus órdenes del extranjero, tomar el
poder, como lo prueba el ejemplo de Portugal. Sin embargo Evola, quizá en un
momento de optimismo, distinguió dos nacionalismos, no uno un malo y uno bueno,
esto sería demasiado simple, sino un nacionalismo subversivo y un nacionalismo
susceptible de resistir la subversión".En el primer caso, el nacionalismo
juega a un papel nivelador antiaristocrático, especie de preludio a un nivelamiento
más extenso cuyo denominador común no será ya la nación. En el segundo, la idea
de nación puede servir de punto de apoyo una rectificación y efectivamente
valer a título de primera defensa contra la disolución internacionalista; invoca
un principio de diferencia, que deberá servir posteriormente crear un sistema
articulado y una jerarquía en el interior de cada país ".(17) La segunda
forma de nacionalismo, retenida por Evola, podría representar hoy día nuestra última
posibilidad de resistir al internacionalismo,
o sea a las fuerzas más o menos ocultas que obran para el establecimiento de un
Gobierno mundial.
3. INTERNACIONALISMO
El internacionalismo es sobre todo conocido por las Internacionales comunistas
de los siglos XIX y XX. La primera Internacional o Asociación Internacional de
los Trabajadores se fundó en Londres en 1864; Karl Marx redactó los estatutos
de la Asociación. Esta
primera Internacional se disolvió en el Congreso de Filadelfia en 1876. Con ocasión de la Exposición Universal
de París en 1889, se constituyó una segunda Internacional que, desacreditada
por la poca eficacia de su discurso pacifista en el desencadenamiento de la primera
Guerra Mundial, desapareció en 1919; la mayoría de sus miembros se incorporó a la III Internacional.
Ésta, más conocida bajo el nombre de Komintern, se fundó en Moscú en marzo de
1919 por Lenin con el fin de reunir a todos los partidos comunistas del mundo. Stalin,
por puro oportunismo, pronunció la disolución del Komintern en 1943; pero lo
reconstituyó bajo el nombre de Kominform en 1947. Después de la muerte de Stalin,
se disolvió el Kominform en 1956. Es preciso mencionar también a la Internacional anarquista, fundada por Bakounine,
cuyo existencia fue bastante breve, de 1872 a 1880, y la IV Internacional instituida
por Trotsky en 1937, con el objeto de la revolución permanente - bonito
programa pero de una aplicación bastante difícil. A continuación los
socialistas no comunistas quisieron tener su Internacional. Ésta, después de
distintas aventuras, se reconstituyó en 1951 en el Congreso de Frankfurt;
existe todavía hoy pero es bastante discreta y hace hablar poco de ella. En fin,
en el siglo XX el internacionalismo ha
recibido una consagración oficial con el establecimiento de la Sociedad de Naciones en
Versalles en 1919. El Pacto de la
Sociedad de Naciones, presentado en la Conferencia de la Paz por el Presidente Wilson,
fue preparado por su eminencia gris, el coronel House, con la asistencia de numerosos
juristas. Naturalmente este bonito proyecto se presentó en su mejor momento
como expresión de una voluntad de paz universal. "Oficialmente, por lo
tanto, esta organización internacional’ tenía por objeto intensificar la
cooperación entre las naciones y garantizar la paz y la seguridad. Pero para el
"coronel "House y sus colaboradores, constituía una importante etapa
hacia la instauración del Gobierno socialista mundial bajo la autoridad de la Alta Finanza internacional".(18)
Sin embargo el Presidente Wilson, que presentaba todas las características del soñador
utópico, no era el único a imaginar una gran organización internacional;"
los Franc-masones que participaban en el Congreso Masónico de París en 1917,
habían elaborado un programa similar".Además de su tendencia socialista,
el Pacto del S.D.N. se inspiraba en la ideología Masónica, impresa por sus
principales redactores altos dignatarios de la F.- M. El F. Pedro Mariel
confirma en efecto que: "la Sociedad de las Naciones fue esencialmente una creación masónica, y su
primer Presidente fue un masón francés, Léon Bourgeois".
(19) El S.D.N., después de una existencia poco gloriosa, fue disuelto en
Ginebra en 1946 y sustituido por la Organización de las Naciones Unidas fundada en
San Francisco en 1945. "Creada, se pretendió, para garantizar el
mantenimiento de la Paz
entre los Estados, la ONU
se reveló al contrario como un instrumento de hegemonía a las manos de la Alta Finanza
Internacional ".(20) La consagración oficial y jurídica del internacionalismo
señala el término de una larga marcha, a
través de los siglos, de una idea-fuerza de la Izquierda". Pues el
internacionalismo es a la vez uno de los grandes temas de la Izquierda, casi siempre
asociado al pacifismo, y un organismo vivo, en particular, bajo la forma de las
Internacionales comunistas. Realmente el internacionalismo existe desde hace
tiempo; está presente en las sectas milenaristas de la
Edad Media, en los obras de los utopistas
desde el Renacimiento, y en los planes de las sociedades secretas ".La
idea de un Gobierno mundial no es seguramente nueva." Desde el final de la Cristiandad medieval
que nunca sido una, ha dado nacimiento a múltiples proyectos; procede de una degradación de la idea cristiana de unidad de la
clase humana, hostil generalmente el Papado cuando no
contempla pura y simplemente una teocracia a la inversa lo que es el caso de
las Altas Sociedades Secretas ".(21)
Hemos visto que en el siglo XVII Coménius había trazado los planes de un futuro
Gobierno mundial; estos planes serán reanudados en el siglo siguiente por la Franc-Masonería
que, a partir de Londres, va a ejercer su influencia sobre toda Europa. Lo que
nos confirma un Gran Maestro del Gran Oriente en la revista Humanismo (1969):
"hace dos ciento años, el caballero de Ramsay ha anunciado la República universal.
Después, incansablemente, a pesar de las decepciones, a pesar de las lágrimas,
a pesar de la sangre, los Franc-Masones del mundo entero participan en su
edificación ".(22) Aunque la Franc-Masonería constituye una sociedad discreta
si no secreta, no hace misterio de sus proyectos de unificación de la humanidad.
En una de sus obras, un eminente masón, el F. Albert Lantoine, revela el
"secreto" de la
Franc-Masonería: "Consiste en construir insensiblemente
una República universal y democrática cuya Reina será la Razón y el Consejo supremo la
asamblea de los Sabios".(23) Con el fin de realizar este sublime proyecto,
la Franc- Masonería
se ve en la triste obligación de destruir todas las monarquías antes de atacar
a los Gobiernos nacionales que se oponen al internacionalismo. Encontramos
siempre la ejecución de la "tabla rasa", cara a los utopistas. "La
masonería, escribe el célebre masón suizo Quartier-la-Tente, se ha impuesto un
tarea, una misión. Es cuestión nada menos que de reconstruir la Sociedad sobre una base
enteramente nueva ".(24) En estas condiciones, la Franc- Masonería
no puede sino manifestar su simpatía a los
movimientos socialistas y comunistas que obran en la misma perspectiva.
No se debe pues ligar demasiada importancia al hecho de que la Franc-Masonería se
prohíba a menudo por los regímenes comunistas - la razón es puramente táctica.
Paralelamente la Franc- Masonería,
la Alta Finanza
que se constituyó a partir de 1694, fecha de fundación del Banco de Inglaterra,
ejerce una influencia cada vez más preponderante en el ámbito de la política.
Tengamos en cuenta esta concordancia en el
espacio y el tiempo: la Franc-Masonería moderna y la Alta Finanza se
desarrollan las dos en Inglaterra a partir del siglo XVII. La primera estará ya
muy estructurada en el siglo XVIII con logias en toda Europa e incluso en América - las logias américanas jugarán un papel importante en la rebelión
contra Inglaterra. La
segunda se organizará realmente en el siglo XIX y se volverá una potencia capaz
de imponer su voluntad a los Gobiernos. Se le se debe atribuir, parece, a John
Ruskin (1819-1900), el mérito (o la
culpa) de haber creado una ideología destinada a consolidar las ambiciones de
la casta comerciante, dibujando los planes de un Gobierno mundial. Imbuido de
la superioridad británica, Ruskin consideraba que el mundo debía ser dirigido
por una élite anglosajona que reinaría sobre masas vueltas satisfechas y
flexibles por el socialismo. Su sistema "era en realidad una síntesis de la República de Platón, del
Panorthosie de Coménius, del Código de Weishaupt y la Sinarquía de Sant- Yves
de Alveydre, pero sobre todo del Manifiesto de Karl Marx, todo ello adaptado de
manera aristocrática".(25) Ruskin, contrariamente a la mayoría de los
creadores de utopías, no buscaba establecer la igualdad, pero había percibido
mucho antes que Ortega y Gasset la "rebelión de las masas ", por eso,
para prevenirla, preveía el socialismo en la base de su proyecto de
organización universal.
¿Es necesario considerar a Ruskin como
un hombre de izquierdas? La cuestión puede paracer ociosa pero realmente abre
perspectivas interesantes; nos conduce a explorar las intenciones ocultas de la Revolución. ¿Quiere verdaderamente establecer la igualdad? ¿O no es más que un
señuelo destinado seducir a las muchedumbres? La célebre divisa
"Libertad, Igualdad, Fraternidad ", debida a la Franc- Masonería,
no sería entonces más que un arma de propaganda." Si se examina la acción
ejercida por la Revolución
en la historia, se está forzado a concluir que es sobre todo destructiva. Los
teóricos revolucionarios lo declaran: es necesario destruir todo, realizar la
tabla rasa, con el fin de poder construir una forma de sociedad enteramente nueva.
¿Pero se puede llamar constructiva a una fase que, sucediendo a la de la
destrucción generalizada, solo podría ser anárquica? Ahora bien todos los
revolucionarios aspiran la
Anarquía, incluso los marxistas, puesto que la dictadura del
Proletariado solo representará un período transitorio precediendo al estadio
final del verdadero comunismo. Engels
exclamaba: "¡Queremos la anarquía!"
Eso de lo que tenemos necesidad es la anarquía: que nadie domine, que cada uno
sea responsable de si mismo"(26). El fin último de la Revolución es así proclamado
por uno de sus principales teóricos,
pero puede preguntarse si similar anarquía ¿no caería en la peor de las
tiranías o aun si la dictadura del Proletariado no se prolongaría indefinidamente?
En estas condiciones el establecimiento
de una verdadera igualdad parece poco probable. Anarquía o Tiranía, el fin que
persigue la Revolución
¿no sería, como nosotros hemos ya sugerido,
de preparar el reino del Anticristo?
Se podría comprender así porqué los revolucionarios
se reclutan en todas las filas de la sociedad pero particularmente en las de la
casta comerciante. El Burgués, lo hemos visto ,
constituye un tipo metafísico, es el arquetipo del hombre de este mundo,
que se propone gozar lo más posible de los bienes terrestres, en una actitud
a-religiosa o anti-religiosa; se opone pues al sacerdote que renunció a la
existencia mundana, y al guerrero que hace prueba de desapego arriesgando su
vida. Así se explica la colusión,
sorprendente para muchos, entre financieros y revolucionarios -
comparten la misma Weltanschaung, la misma filosofía materialista -, colusión
que va a devenir flagrante a partir del siglo
XIX. "No hay un movimiento proletario que,
sin que los idealistas de entre sus jefes tuvieran conciencia de alguna manera, no actúe en
interés del dinero, en la dirección querida por el dinero y durante la duración
fijada por el dinero
".(27)
Por eso no es necesario extrañarse de
encontrar, en el origen del moderno complot mundialista ( o conspiración
mundialista), a un hombre riquísimo, Cecil Rhodes, Primer Ministro de Colonia
del Cabo, que controlaba la explotación de las minas de oro y diamantes de Sudáfrica. Cecil Roberts, con la ayuda de los
discípulos de Ruskin y el periodista William T. Stead, fundó una sociedad secreta en Londres en 1891,
sociedad organizada sobre del modelo de los “círculos concéntricos” de los
Iluminados de Baviére - se conocerá el " círculo exterior " bajo el
nombre de Tabla Redonda.
"El motivo más poderoso del secreto en la sociedad Rhodes-Stead corresponde
obviamente al objetivo mismo la empresa (...) Pues el fin real de la Sociedad Rodas-Stead
era la realización del proyecto mesiánico de un Gobierno mundial, bajo la
dirección de un colegio restringido de "Iniciados", el mismo
eventualmente sometido a la dictadura de uno de sus miembros cooptado ".(28) En 1909,
Alfred Milner, albacea testamentario de Cecil Rodas, fundó a una asociación
semisecreta, la Tabla
Redonda, que debía tener filiales en los países anglosajones,
en particular en los Estados Unidos. "Las subvenciones de la Tabla Redonda
estuvieron garantizados al principio por los proveedores de fondos de la
sociedad Rhodes-Stead, en particular por el Rhodes Trust (...) y por los
banqueros internacionales agrupados alrededor del banco Lazard Brothers, de
Londres, y del banco J. P Morgan, de Nueva York". Es sobre todo por esta
participación de grupos financieros que se establece una "estructura de potencia"
– la expresión es del Dr. Carroll Quigley - entre Londres y Nueva York, cuya
actividad se establece paralelamente en los dos lados del Atlántico".(29)
Un
poco más tarde, en 1919, el coronel House, consejero y maestro de pensar del
Presidente Wilson, fundó en París el Real Institute of Internacional Affairs,
adjunto a la Tabla
Redonda, y cuya filial americana debía tomar el nombre de Council
on Foreign Relations (C.F.R.). El C.F.R., que agrupa los principales banqueros,
a hombres de negocios y a industriales americanos, puede ser considerado como el
verdadero Gobierno oculto de los Estados Unidos. Publica, desde 1922, una revista
trimestral titulada Foreign Affairs, que ejerce una enorme influencia sobre la
política americana. Enrique A. Kissinger, miembro eminente del C.F.R., ejerció
sucesivamente las funciones de consejero de cinco Presidentes de los Estados
Unidos. "El “ sistema “ consta de
un reducido número de Iniciados", pertenecientes a la más alta finanza
internacional, que prosigue actualmente el viejo sueño mesiánico de un Gobierno
mundial bajo la autoridad de una oligarquía apátrida. Se tiene el testimonio
del Dr. Caroll Quigley uno de estos
iniciados. En su libro: Tragedy and Hope (Tragedia y Esperanza), afirma que el objetivo
de esta oligarquía es nada menos que la creación de un Sistema mundial de
hegemonía financiera en manos de algunas personalidades capaces de dominar la
política de cada país y la economía
mundial toda entera".(30) El testimonio del Dr. Quigley es inestimable
porque emana de un miembro del C.F.R.; su libro, escrito sin embargo con un
objetivo apologético, suscitó por otra parte reacciones hostiles de otros
miembros de la Sociedad,
porque se juzgó demasiado indiscreto. Disponemos también del testimonio
capital de Bella Dodd, antiguo miembro del Boureau del Partido Comunista
Americano, que escribió: "Creo que la conspiración comunista no es que una
rama de una conspiración mucho más importante". (31)
En
torno al C.F.R. giran un gran número de organizaciones con vocación mundialista;
entre ellas algunas son conocidas, por lo menos por su nombre, por el gran
público - es el caso de la
Triláteral cuyas reuniones internacionales se anuncian por la
prensa. La Trilateral Comission
fue fundada en 1973 por David Rockfeller, entonces presiden del C.F.R. En
cuanto al principal teórico la
Trilateral, Zbigniew Brzezinski, considera que el marxismo
representa una victoria de la razón sobre la creencia. Por eso la Trilateral nunca ha
dejado de abogar por una aproximación con el comunismo soviético. Cuál no fue
la estupefacción del disidente ruso Vladimir Boukovsky, liberado de las mazmorras
soviéticas, cuando desembarcó en los Estados Unidos, al constatar que la
ideología de la izquierda dominaba en el Occidente capitalista. "Como lo
descubrí para mi gran sorpresa, escribe, el Establishment occidental era - y ha
seguido siendo en gran medida pro-socialista y, en el mejor de los casos, discretamente
social-demócrata. (...) el éstablishment es inmutable y, en democracia, su
poder predomina sobre el del gobierno ".(32) Con una lucidez sorprendente,
este viajero proveniente de otro planeta, el planeta soviético, ha comprendido inmediatamente
el papel nefasto jugado en el mundo occidental por Establishment mundialista".
"The Establishment, como en Francia, no tiene nada de común con una
asociación constituida ni con un partido político". Es una
reunión de personalidades ejerciendo un control personal sobre el Ejecutivo, el
Legislativo y el Judicial del Gobierno, sobre la vida intelectual, la actividad
científica educativa americana haciendo
autoridad hasta en las esferas religiosas, principalmente por medio de
Foundations filantrópicas, estas últimas encubriendo, bajo esta etiqueta, su
verdadero objetivo".(33) La existencia de el Establishment se deriva
naturalmente de una de las leyes que regulan la política, según la cual siempre
una pequeña minoría dirige. En democracia, supuesta ser el Gobierno del Pueblo,
esta minoría permanece discreta y no aparece a la luz del día. Pero, la voluntad de poder siendo
insaciable, el Establishment no se satisface con el poder en un único país,
quiere extender este poder del mundo entero; se incorpora entonces a la Revolución ya que
persigue el mismo objetivo: destruir las entidades nacionales con el fin de
instaurar a un Gobierno internacional. He ahí la explicación de un hecho que
solo es paradójico aparentemente: el sostén concedido por los hombres más ricos
del mundo a los movimientos revolucionarios que reclaman la división de las
riquezas. "Si se comprende que el
socialismo no es un programa de división de las riquezas, sino en realidad un
método de consolidar y controlar la riqueza, entonces la paradoja aparente de los hombres
más ricos que promueven el socialismo no es más una paradoja." Al
contrario se convierte en el instrumento lógico e incluso perfecto de los megalómanos a la búsqueda del
poder. El comunismo, o más concretamente el socialismo, no es un movimiento de
las masas desheredadas, sino de la elite económica".(34)
A los que la anterior explicación no convenciera,
aconsejamos el estudio de los hechos históricos. Está probado ahora que varios
bancos americanos financiaron la
Revolución bolchevique - la revolución, que nunca es
espontánea como la rebelión, ¡es una cosa que cuesta caro, muy caro! ¡En 1917 Lenin
pudo hacer aparecer ¡diecisiete diarios bolchéviques! Después del éxito de la Revolución, generosos
banqueros apoyaron el régimen soviético y le han impedido hundirse. "una
camarilla de financieros americanos no solamente ayudó al comunismo en Rusia, sino
contribuyó mucho a mantenerlo en vida". Desde 1918 esta camarilla se
consagró a la transferencia de dinero e información técnica hacia la URSS. Esto está probado por el estudio histórico
en tres volúmenes del profesor Antony Sutton del Stanford Universidad, titulada
Western, Technology and Soviét Economic
Developement. Utilizando, para la mayor parte, los documentos oficiales del
Departamento de Estado, Sutton demuestra que la casi totalidad de las adquisiciones
de la URSS se
obtuvieron de Occidente. No ese exagerado
calificar a la URSS
de made in USA "(35) De una evidencia cegadora es el hecho de que las
democracias" capitalistas ", victoriosas a la salida de la primera
Guerra Mundial, habrían podido fácilmente aplastar en el huevo el movimiento bolchevique,
o apoyando verdaderamente los ejércitos blancos o interviniendo militarmente en
una Rusia en plena descomposición. No lo hicieron a pesar de las proclamaciones
amenazantes de Lenin que declaraba abiertamente la guerra al capitalismo del
mundo entero. Estas mismas democracias capitalistas demostraron, al final de la
segunda Guerra Mundial, una mansedumbre comparable concediendo la mitad de Europa un régimen comunista que
subvencionaba, sobre su propio suelo, partidos revolucionarios anticapitalistas.
Los acuerdos de Yalta, que suscitaron tantas interrogaciones, se comprenden perfectamente
en la perspectiva de un complot mundialista; ellos redujeron una multitud de
naciones a dos grandes conjuntos, primer paso hacia unificación del globo.
"La colusion constante entre los países anglosajones y la Rusia soviética, que, a
pesar de algunos " errores ", se manifestará abiertamente durante el siglo
XX, encuentra su explicación en el común determinación de sus dirigentes,
reconocidos u ocultos, de hacer triunfar un socialismo universal para la instauración
del Gobierno Mundial".(36) En fin, hoy día, el hundimiento del régimen
comunista en la URSS
es susceptible de la misma interpretación. Ninguna revolución popular, ninguna
sublevación general de las masas no tuvieron lugar, el régimen no cedió a la
presión de la calle sino que procedió el mismo a su transformación. Todo pasa
como si los mundialistas hubieran decidido sustituir a la tiranía soviética,
juzgada obsoleta e ineficaz, por una clase de socialdemocracia generalizada
pudiendo englobar a Occidente. "Cuando se lee el libro del antiguo
Ministro de Asuntos exteriores de Gorbachov, el Sr. Chevardnadze, que fue el
primero anunciar, en diciembre de 1990, la inminencia de un golpe de Estado, se
percibió que el Sr. Chevardnadze había cambiado la ideología de la lucha de
clases por una ideología mundialista de lenguaje muy masónico. El Sr.
Chevardnadze considera el marxismo superado por la evolución actual de la Razón humana. Habla de un
Templo de la humanidad a construir, como nuevo ideal que substituya la ideología
de la lucha de clases. ¿los Sres. Yakoviev, Chevardnaze y todos los que
lanzaron la perestroika, no habrían intentado transformar la URSS para hacer un estado de
tipo social demócrata de acuerdo con los medios masónicos occidentales?
"(37)
La
alianza de hecho, si no la complicidad, entre la Franc-Masonería, la Alta Finanza, y el
Comunismo, alianza contra naturaleza a los ojos del observador profano, se
convierten en una evidencia para el investigador que realiza el esfuerzo de
reunir un gran número de índices probatorios; esfuerzo recompensado por el
descubrimiento de curiosas confianzas hechas por los conspiradores mismos... es
posible recoger un número suficiente de testimonios, a menudo edificantes,
emanados de personajes de influencia. Por ejemplo, por lo que se refiere a la
supresión de los Estados nacionales, podemos citar a Walt Rostow, consejero del
Presidente Lyndon Johnson. "Es, escribe en su libro United States in the World Arena, un legitimo objetivo nacional de
los Americanos ver retirar a todas las naciones - incluidos los Estados Unidos
- el derecho a utilizar una fuerza militar importante para la continuación de
sus intereses propios. Puesto que este derecho remanente está en la raíz de la
soberanía nacional, es, por lo tanto, de interés americano poner un término a
la nacionalidad tal como está definida históricamente".(38) Como numerosas
personalidades oficiales de los Estados Unidos hacen ahora similares
afirmaciones, parecería que la conspiración mundialista haya entrado en una
nueva fase de realización acarreando, de una manera inevitable, la revelación
parcial de sus objetivos. La fórmula "Nuevo Orden Mundial", cada vez
más utilizada hoy, parece seducir numerosos espíritus que aceptarían de buen
grado la extensión de los poderes conferidos a la ONU. Se podría considerar
esta tendencia como el resultado de los esfuerzos de los pacifistas, que fueran
sinceros o no, que tienden verdaderamente a la Paz o a la Revolución, pero la corriente mundialista es
demasiado potente para que se la reduzca a la acción de simples idealistas, por
numerosos que sean.
Que el establecimiento de la Paz
en el mundo sea un pretexto o no, se trata ante todo de una lucha por el poder y hoy día el Dinero se ha convertido en
la principal fuerza en política. Si se acepta
la tesis de los autores que hemos citado, el Dinero utiliza el Comunismo como
medio para llegar a sus fines, medio que podría convertirse en peligroso para sus
usuarios. ¿"No puede escaparse nadie que la colusión entre el Establishment
y el Comunismo, que sea Soviético, Chino o - ¿por qué no?" - del Tercer
mundo, presenta para la
Alta Finanza internacional riesgos a no descuidar. Nada dice
que los dirigentes comunistas aceptarán jugar el juego y que al contrario, imbuidos
de su potencia, no intentarán realizar al Gobierno Mundial en su provecho.
Pero, manifiestamente, los "supercapitalistas" sin embargo son los
más directamente amenazados, no muestren ningún temor." Es pues de simple
lógica suponer que se consideran en estado de controlar todo momento el
Comunismo internacional".(39) El fracaso del régimen comunista en Rusia
parece confirmar este juicio, ya que resulta de decisiones tomadas en
la cumbre y no de una rebelión la base". Permanecería la incógnita representada
por China.
Para los que experimentan dificultades en concebir el reino del Dinero,
recordaremos que la casta comerciante tomó el poder con la Revolución francesa, ha
impuesto su filosofía: el liberalismo, y finalmente estableció el sistema
capitalista, o sea "el reino de la cantidad". De estas premisas se
derivan necesariamente graves consecuencias: el poder de la Sangre que se suprime definitivamente
en 1918 con la destrucción de las últimas monarquías hereditarias, solo
subsiste el poder del Dinero. Es divertido
constatar que la
Izquierda, innatamente anticapitalista según sus declaraciones,
concentra todos sus ataques contra los "patronos" o también contra las
célebres "dos cientas familias", pero se guarda bien de poner de
relieve la toda potencia de la
Finanza international. ¿Qué son las "dos cientas
familias" francesas, suponiendo que estén unidas y dispongan de un
verdadero poder, en comparación de los grandes organismos financieros internacionales,
como el Banco central de los Estados Unidos? "La Federal Reserva
Bank US es una dictadura monetaria que posee poderes discrecionales
absolutos sobre el pueblo americano y, por repercusión sobre el resto del mundo (...) En los Estados
Unidos la política monetaria controlada por los siete miembros del Federal
Reserva Board, los doce Presidentes y ciento ocho directores de los doce bancos
del Federal Reserva". Estas 127 personas actuando en el secreto más total,
tienen un poder absoluto sobre las decisiones monetarias. "(40) Si la Federal Reserva
Bank US posee un poder discrecional a nivel financiero y por lo tanto a nivel
político, no es la única organización de este tipo a ejercer una influencia
sobre los asuntos del mundo. Hemos visto la importancia del papel jugado por el
C.F.R. y la Triláteral;
pero existen otros grupos de presión tales como los Bilderbergers. A este a propósito y a la intención
de los lectores poco convencidos de la realidad de la conspiración mundialista,
transcribiremos otro testimonio, el de John R. Rarick, miembro de los Congreso
de los Estados Unidos. "Los Bilderbergers, escribe, prestigiosos y poderosos
a nivel internacional, continúan dirigiendo las finanzas mundiales en una
conspiración para convertir el mundo en un sistema feudal en el cual se somete cada detalle de la
libertad individual la fantasía de su veto. La nueva nobleza plutocrática se
propone controlar las nuevas colonias gracias a su dominio del dinero y de la
potencia financiera, sin preocuparse de los caracteres políticos o geográficos,
ni de raza, creencia, color, religión o sexo. "(41) James Perloff, que
dedicó un libro al C.F.R., cita la declaración estupefaciente hecha por Rowan
Gaither, Presidente de la
Fundación Ford a Norman Dodd, miembro de una comisión de encuesta
del Congreso americano: "Usaremos nuestro poder con el fin de cambiar la
vida en los Estados Unidos de tal manera
que puedan fundirse juntos con la Unión Soviética".(42)
Después
de haber reunido una serie de testimonios sobre los círculos de las alta
finanza internacional, encontramos la cuestión de la unidad de la Revolución." Si la Revolución es una
entidad, un ser espiritual, sus representantes sobre tierra ¿forman un
"orden" jerarquizado, parodia satánica de las órdenes de caballería,
o actúa en total independencia? ¿Existe un centro coordinador que sea a la Revolución lo que el Komintern era al Comunismo? Parecerían
que no son tan numerosas las distintas formas de la Subversión. Gary
Allen y Larry Abraham, en su estudio de la conspiración financiera, precisan que
pertenece a un conjunto mucho más extenso. "Esta conspiración, escriben,
no está constituida solamente por banqueros y financieros internacionales sino
que incluye todos los ámbitos donde se
ejerce la acción humana. A partir de Voltaire y Adam Weishaupt, pasando por
John Ruskin, Sidney Webb, Nicholas Murray Butler, se trata siempre del
intelectual a la búsqueda del poder, que muestra a los "hijos de
Mammon" cómo utilizar sus riquezas para regular el mundo. ".(43) Por
eso la Subversión,
verdadero Protéo, puede utilizar todas las formas concebibles para llegar sus
fines, incluso formas antagónicas como el Capitalismo y el Comunismo. Si se quiere comprender la Revolución es necesario
admitir que es la vez un organismo vivo, o más concretamente organismos, a
menudo efímeros – retomemos el ejemplo del Komintern -, y un "mito", en
el sentido soréliano, es decir una idea-fuerza capaz de encender las
muchedumbres; pero sobre todo es necesario percibir que es una
fuerza de naturaleza espiritual, superando nuestro mundo y sus luchas políticas. "Existe, como
cada uno puede verlo, un conflicto perenne a través del mundo. Se la ha designado
como la lucha entre la izquierda y la derecha, entre la Cortina de Hierro y el
Mundo Libre, entre el Comunismo ateo y la Cristiandad. En
realidad esta confrontación de fuerzas mundiales es un macrocosmo simplemente
del conflicto que se continúa en el interior de cada ser humano. Nosotros le hemos llamado
el combate entre la materia y el espíritu, entre el deseo y la conciencia,
entre Dios y Satanás. Pero cualquiera que sea el nombre conveniente, el
conflicto existe. Esta es la razón por la que observamos la paradoja de la alianza
entre Capitalistas y Comunistas. En contradicción con la doctrina
marxista, la vida no es una lucha de clases sino una lucha espiritual ".(44) Después
de haber formulado este juicio, James Perloff, afectado por el desarrollo extraordinario
de los movimientos en favor de un Gobierno Mundial, se pregunta si el reino del
Anticristo no está tomando forma".
Para Pierre Virión también "el combate es espiritual, religioso sobre
todo, y la toma de posesión del mundo por los poderes del dinero, las
tecnocracias, los supernacionalismos no son política en primer lugar sino
esencialmente satánica".(45) El fenómeno revolucionario tomó tal amplitud en
el siglo XX que es difícil considerarlo puramente humano;" la Revolución se apoderó
no solamente de los mayores países del mundo sino también de la mayoría de los espíritus, incluso de los que
deberían estar protegidos por su religión, y
puede preguntarse si ella no ha triunfado en penetrar en la Iglesia" esta falsificación
humanitaria de nuestra santa religión que la Revolución construyó en
Rusia y China sobre las decenas de millones de cadáveres de gente reputada
inasimilables (es decir de gente que no quiso " doblar la rodilla delante
de la bestia") y este orden nuevo, lleva la marca del enemigo de Dios y del
género humano".(46)
Como
lo dice Louis Daménie, es necesario venir a nombrar al diablo y reconocer la existencia
de sus principales agentes sobre tierra," verdaderos conductores
espirituales que dirigen en la historia la gran ofensiva del mal y quienes, no
lo hacen ni por interés, ni por debilidad carnal, ni por cálculo. Lo hacen por
amor, por este amor negativo que es el odio de todo lo que procede de
Dios ".(47) La religión del diablo tiene no sólo sus fieles sino también
sus "santos "que se sacrifican en cuerpo y alma para la realización
del la grande obra: el advenimiento del reino del Anticristo. Después de los siglos
de racionalismo, de propaganda revolucionaria negando el pecado original e incluso
la realidad del Mal, nuestros contemporáneos tienen la mayor dificultad en concebir
la existencia de Satanás; en cuanto a asignarle una influencia sobre el curso
de la historia humana, es una hipótesis que los historiadores se sienten en el
deber rechazar como no científica. Y sin embargo esta hipótesis permite
explicar la continuidad sorprendente de la acción revolucionaria en el tiempo,
continuidad que sería difícil acordar a un organismo puramente humano triunfando
al mantenerse y perpetuarse durante siglos.
Henri Le Caron considera que es una locura cerrar los ojos sobre la realidad de
Satanás. "El demonio, escribe este autor, existe realmente. Es visible en
el comunismo, ya que la persecución religiosa por los comunistas es una
conspiración contra Dios, tejido por el único que pueda tener la pretensión de
invertir del trono del Todo-Poderoso. Es una guerra sin razón contra el Señor
de la luz, llevada con una lógica de hierro por un puñado de secuaces del
Príncipe de las tinieblas".(48) Es innegable que el Comunismo ha impulsado
la persecución anticristiana hasta un grado espantoso, sistemático, desconocido
en la historia. Numerosos testimonios, dignos
de fe, exponen el odio, patológico o satánico, manifestado por los Comunistas
hacia la Religión. Nos
limitaremos a citar el del pastor baptista Richard Wurmbrand que pasó catorce
años en las mazmorras comunistas rumanas, antes de ser liberado por rescate, y
cuya supervivencia se consideró como un milagro por los médicos occidentales.
"Lo que los comunistas, escribe, infligieron a los cristianos superan el
entendimiento humano. Vi marxistas torturar cristianos y la cara de los
verdugos estallaba en una alegría extática. Mientras que nos martirizaban se
los oía gritar: "¡ Somos el diablo!".(49) Se comprende entonces
porqué el papa Pio XI ha considerado el Comunismo no sólo como "intrínsecamente
perverso" sino que también como "el ejército de Satanás sobre
tierra". (50)
Podemos pues concluir con Nesta Webster que
"el objetivo final de la revolución mundial no es el socialismo o incluso
el comunismo, ni el cambio del sistema económico existente, ni la destrucción
de la civilización en un sentido material; la revolución deseada es moral y espiritual,
una anarquía por la cual todos los principios establecidos durante diecinueve
siglos serán invertidos, todas tradiciones pisoteadas por los pies, y
finalmente el ideal cristiano suprimido". (51) Si tal es el objetivo de la Subversión, no puede
faltar de manifestarse en todos los ámbitos de la existencia y particularmente en el ámbito
religioso; se trata no solamente de luchar contra la Religión, sino de crear
una contra-religión.
La proliferación actual de las sectas religiosas, lejos de ser el síntoma de
renacimiento espiritual, no sería más que la preparación de una nueva religión.
Entre estas sectas, la New Age
podría realizar la unidad y convertirse en la futura religión mundial. Según
Deirdre Manifold "la New Age
tiene cuatro objetivos: 1° Inauguración el Nuevo Orden mundial. 2° Lanzar una
nueva religión mundial. 3° Generación del Cristo de la New Age. 4° Rendir honor
y homenaje universales a Lucifer (su portador de Luz) ".(52) En estas
condiciones, la New Age
aparece como un elemento de la conspiración mundialista, su complemento
espiritual hasta cierto punto. Así se concretan los planes de las Sociedades
secretas, así se prepara cada vez más abiertamente el mundo futuro querido por
los Iniciados, los Insiders, que
parecen embriagados por sus realizaciones: a nivel político la ONU prefigura al futuro
Gobierno mundial, a nivel económico los grupos de influencia, tales la Triláteral y los
Bilderbergers, aseguran el reino del Dinero, finalmente a nivel religioso la New Age prepara los
espíritus el futuro religión universal.
4. TEORÍA DEL CAOS
No hay dominio filosófico que no esté afectado por la Subversión con la nueva
teoría del Caos - teoría que representa el resultado lógico del pensamiento
revolucionario que no ha dejado desde siglos de poner todo en cuestión, de
combatir los fundamentos de las sociedades humanas incluido del orden cósmico. La teoría del Caos
sería a nivel filosófico lo que es el socialismo a nivel político: una
manifestación del nihilismo de la
Izquierda, una negación total de lo divino. Como los
Antiguos, los teóricos del Caos hacen de éste una entidad, casi una divinidad,
que se encontraría en el origen del
universo - manera radical de negar la creación divina. "Al comienzo
había no el Verbo sino" el vacío "," el caos "," la
fluctuación "," la inestabilidad creativa de la materia ".
" No hay más orden absoluto, incondicional, eterno", proclama Morin,
"no solamente a nivel biológico (...) sino no aún más en el universo
estelar, galáctico y cósmico. (...) el desorden está en el tejido subatómico del
universo. El desorden está en el origen accidental de nuestro universo (...) el
desorden es inseparable de la evolución de nuestro universo ". (53)
Se
encuentran en esta bonita teoría el espíritu fundamentalmente antirreligioso de
la Revolución
que niega el orden divino a fin poder reemplazarlo por un orden puramente
humano; se encuentra aquí también el materialismo de los "filósofos"
del Siglo de las Luces. "Es la materia misma, en efecto, la que determina
un camino evolutivo hacia estructuras siempre más complejas. Eso comporta la
capacidad de percibir y pensar de la materia, ya teorizada por Toland y por el
deísmo inglés, antes del mismo Diderot y Marx. "(54) A fin de explicar el
orden del mundo, o, en el caso de Marx, su evolución, el materialista se ve
obligado a conceder a la Materia
una cierta conciencia y una determinada voluntad - pero se burlan de esta
contradicción, siendo su objetivo eliminar a Dios - caen entonces en el
panteísmo. "La naturaleza no es solamente materia que evoluciona en el
espacio y el tiempo, sino que es un todo-viviente, que tiene en si un alma,
principio interior y espontáneo de actividad". (55) El panteísmo es una
tentación permanente para la
Izquierda puesto que debe reconciliar su negación de Dios con
su creencia en la Evolución
y el Progreso.
Para Roberto de Mattei "la teoría del caos se presenta propiamente como
una gnosis, es decir como una " técnica del conocimiento ", gracias a
la cual el hombre vuelve a entrar en posesión de la clave misterio cósmico y "
reconoce " su propia naturaleza divina, anulando la individualidad en el
Todo inconsciente". (56) Bajo nuevas ropas encontramos la vieja cosmología
de las sectas gnósticas, con un carácter nihilista aún más acentuado, ya que no
se trata más de declarar el mundo malo sino de disolverlo en la lucha de
fuerzas antagónicas. Los teóricos del Caos van aún más lejos, combaten la constitución
misma del entendimiento humano pretendiendo negar el principio de causalidad.
Dado que es difícil proponer una explicación del universo bajo una forma enteramente
negativa, nuestros modernos gnósticos introducen, muy arbitrariamente, en su sistema
el concepto de solidaridad. De una manera poco convincente suponen "una
trama de relaciones ", es decir una
relación solidaria y necesaria que vincularía cualquier realidad autoorganizada
al entorno".(57) Realmente - y es aquí donde la Revolución se
manifiesta subrepticiamente - la intención oculta es aportar una fianza
filosófica o pseudocientífica para la edificación de la República Universal,
y eso por medio del principio de solidaridad. Los teóricos del Caos, cantores
del desorden universal, abogan curiosamente por una "regeneración de la
solidaridad en el tejido complejo de la sociedad civil" y por una "revivificación
de las fórmulas federativas y confederativas para sobrepasar el Estado-nación".(58) ¡Sobrepasar
el Estado-nación! Así la teoría del Caos, del desorden original, consigue la
apología del Nuevo Orden Mundial! Todas estas elucubraciones, a la vez gnósticas
y pseudocientíficas, podrían prestarse a la risa, pero sería culpable dejarse ganar por la hilaridad, ya
que confirman una predicción pesimista de Guénon: la fase de solidificación
(racionalismo) debe suceder una fase de disolución (pseudospiritualismo) - y la teoría
del Caos parece un elemento del proceso de disolución.
5. ENSEÑANZA
Ahora si descendemos del plan de la filosofía teórica al de la enseñanza,
encontramos también la subversión y la conspiración mundialista. Encuentro
fácil prever para el experto de literatura utópica - sabe que la educación de
los niños, su "adiestramiento",
constituye la principal preocupación de los hacedores de utopías, preocupados
sobre todo por la formación del futuro ciudadano de la Ciudad ideal. Cuando se quiere "transformar" al ser
humano, "perfeccionarlo ", es necesario amasarlo, modelarlo desde su
edad más joven. Todos los revolucionarios, a comenzar por Robespierre, persiguen
a la familia con su odio y quieren confiar la educación de los niños al Estado
- su ideal es Esparta, menos su carácter aristocrático naturalmente. En
Francia, la Izquierda,
siempre previsora y sabiendo calcular a largo término - de donde la permanencia
de la conspiración -, se ha apoderado de la Enseñanza desde los
principios de la III República, sin causar
reacciones o contramedidas eficaces en sus adversarios de derecha. En la
actualidad, con el desarrollo paralelo de las instancias internacionales y de
la conspiración mundialista, son los sistemas educativos del mundo entero, los que
sufren la influencia de la Subversión. Pascal Bernardin dedicó a este tema
un estudio difícilmente contestable ya que está basado solamente en documentos oficiales
emitidos por las grandes organizaciones internacionales: ONU, UNESCO, Consejo
de Europa, OCDE. De este estudio resulta
con evidencia que la conspiración mundialista se esfuerza en penetrar todos los
programas de enseñanza de del planeta.
Después del hundimiento de la la
URSS y el fracaso aparente de los métodos revolucionarios
violentos, parecería que los mundialistas aplican las teorías de Gramsci y
buscan apoderarse en primer lugar de las "superestructuras" - método
maquiavélico (Gramsci escribió un ensayo sobre Maquiavelo) que ha debido
sugerir a Pascal Bernardin el título de su libro: Machiavel Pédagogue. Si Maquiavelo era un personaje inquietante,
sus modernos discípulos lo son mucho más ya que no se satisfacen ya con
intrigas políticas sino que se libran a maquinaciones que afectan al ámbito
psíquico; aprovechan con una inteligencia casi demoníaca los progresos de las
ciencias psicológicas y sociológicas relativas especialmente a la "violación
de las masas" y al "lavado de cerebro". Según Pascal Bernardin
"los revolucionarios ahora están convencidos de que este sistema
(soviético) no les permitía un control óptimo de la sociedad y los individuos -
y sobre todo de su psiquismo (...) Así no se busca ya controlar la sociedad por
medio de la economía, cara a Marx, sino manipulando los valores, las actitudes
y los comportamientos, es decir los psiquismos". (59) Como quería Gramsci,
la lucha revolucionaria se transporta ahora al ámbito psicológico y cultural,
lo que implica la toma de posesión de la Enseñanza, primera etapa en del conquista y la
transformación de los espíritus.
Así "una revolución pedagógica basada en los resultados de la
investigación psicopedagogía está en curso en todo el mundo (...) Esta
revolución pedagógica contempla imponer una "ética para la creación de una
nueva sociedad (Parlamento Europeo) y establecer una sociedad intercultural. La
nueva ética no es más que una presentación notable de la utopía comunista".(60)
Conocer esta revolución pedagógica permite accesoriamente explicar el
hecho paradójico de una subida constante de los créditos consagrados a la Enseñanza seguida por
una reducción no menos continua de la calidad de los estudios. En efecto, no se
trata ya de despertar los espíritus y de transmitirles un conocimiento, sino del
transformarlos en instrumentos flexibles del futuro Orden mundial. "La reforma
pedagógica que tiene lugar en la hora actual en numerosos países quiere
sustituir a las enseñanzas clásicas y cognoscitivas por una enseñanza"
pluridimensional y no cognoscitiva que afecta todos los componentes de la
personalidad: ética, emocional, social, cívica, política, estética,
psicológica... Se tratan de vaciar las enseñanzas de su contenido
(cognoscitivos) para sustituirlos por un adoctrinamiento criptocomunista y mundialista,
que contempla modificar los valores, las actitudes y los comportamientos".(61)
Comprendemos
entonces porqué los Diarios y los otros medios de información, sujetos al control
de los financieros internacionales, evitan criticar el comunismo y se guardan
bien de injuriarlo. Es que el comunismo demostró una temible eficacia y que
puede aún servir. Si se cree a Pascal Bernardin, uno de los objetivos de la revolución
pedagógica es crear "una sociedad dual, compuesta de dos clases: los dirigidos
y los dirigentes, la élite y el pueblo, ciertos dicen los capataces y los esclavos (...) El trabajo intelectual,
así como el poder, estará entonces reservado a una élite tecnócrata que habrá recibido,
en exclusiva, la formación intelectual necesaria para su cumplimiento".(62)
¡Extraño
resultado del igualitarismo revolucionario! pero la igualdad será realizada en
la base por del comunismo reservado a las masas, de acuerdo con las ideas de
Ruskin. Más extraña aún sería la hipótesis de una Izquierda mistificatriz que
permite el paraíso sobre tierra con el fin de preparar el infierno, pero las
realizaciones de los regímenes comunistas van bastante en este sentido: se masacran
millones de seres humanos en nombre del humanismo. Que similares masacres solo
suscitan una escasa reprobación en comparación de la fuerza del crimen, muestra
hasta qué punto nuestros contemporáneos están penetrados por el espíritu
revolucionario. La revolución pedagógica no es quizá paso indispensable habida
cuenta de los resultados ya obtenidos por la propaganda subversiva, marcará
solamente un paso más hacia el control total de las conciencias humanas. ¿Cómo
no pensar aquí en las predicciones de un Aldous Huxley o de un George Orwell, incluso
si se presentaron en su tiempo bajo una forma novelesca? ¿No estamos sobre el umbral
"del mejor de los mundos"? En cualquier caso, podemos pretender, en
virtud de todos los elementos de los que disponemos, que el reino de la Igualdad no es más que un
objetivo secundario de la
Revolución, su objetivo principal, pero oculto, consiste
establecer un régimen totalitario que será la prefiguración de reino del Anticristo.
Notas
(1) Cf. J. Defrasne, La Gauche
en France de 1789 á nos jours.
(2) René RÉMOND, Introduction á 1'histoire de notre temps
siécle, p.96.
(3) Cf. G. Lefranc, Les Gauches en France 1789-1972.
(4) Jean TOUCHARD, Histoire des idées politiques, p.314.
(5) Daniel GUÉRIN, L'anarchisme, p.47.
(6) NAPOLÉON III cité par J.C. Petitfils in La droite en
France de 1789 á nos jours, p.47.
(7) René RÉMOND, Les droites en France, p.150.
(8) Zeev STERNHELL, La droite révolutionnaire, p.56.
(9) René RÉMOND, op. cit., p.152.
(10) J. ORTEGA Y GASSET, La Révolte des masses, p.47.
(11) R. MICHELS, Les partis politiques, p.214.
(12) René RÉMOND, op. cit., p.157. (13) J. C. PETITFILS,
op. cit., p.72.
(14) J. ÉVOLA, Chevaucher le tigre, p.225.
(15) J. EÉVOLA, Les Hommes au milieu des ruines, p.34.
(16) J. ÉVOLA, Révolte contre le monde moderne, p.462.
(17) J. ÉVOLA, Les Hommes au milieu des ruines, p.197.
(18) Jacques BORDIOT, Une main cachée dirige, p.126.
(19) Jacques BORDIOT, Le Gouvernement Invisible, p.97.
(20) Ibid, p.111.
(21) Pierre VIRION, Bient6t un Gouvernement Mondial ?,
p.5.
(22) Cité par J. Ploncard d'Assac, in La Politique, revue
Lectures FranÇaise, N° 426, octobre 1992.
(23) Cité par Léon de Poncins in La FM d'aprés ses documents
secrets, pA8. (24) Ibid, p.36.
(25) Jacques BORDIOT, Le Gouvernement invisible, p.86.
(26) F. ENGELS, cité par R. de Mattei in De 1'Utopie du
progrés au régne du chaos, p.153.
(27) Oswald SPENGLER, Le déclin de 1'Occident cité par
Deirdre Manifold in Fatima et la grande conspiration, p.82.
(28) Jacques BORDIOT, Une main cachée dirige, p.90.
(29) Ibid, p.94.
(30) Jacques BORDIOT, Le Gouvernement invisible, p.85.
(31) Ibid, p.85.
(32) V BOUKOVSKI, Jugement á Moscou, p.304.
(33) Pierre VIRION, op. cit., p.72.
(34) G. ALLEN et L. ABRAHAM, None dare call it
conspiracy, p.37.
(35) Ibid, p.85.
(36) Jacques BORDIOT, Le Gouvernement Invisible, p.95.
(37) Yvan BLOT, in journal Présent du 24 aoút 1993.
(38) Cité par J. Bordiot in Une main cachée dirige,
p.255.
(39) Jacques BORDIOT, Une main cachée dirige, p.275.
(40) Deirdre MANIFOLD, Fatima et la Grande Conspiration,
p.45-6.
(41) Cité par J. Bordiot in L'Occident démantelé, p.159.
(42) Cité par J. Perloff in The Shadows of Power,
p.205.
(43) G. ALLEN et L. ABRAHAM, None dare call it
conspiracy, p.86.
(44) J. PERLOFF, op. cit., p.220.
(45) -Pierre VIRION, op. cit., p.242.
(46) Henri LE CARON, Comprendre la Révolution, p.64.
(47) E. MALYNSKI, cité par L. Daménie in La Révolution, p.116.
(48) Henri LE CARON, op. cit., p.127.
(49) R. WURMBRAND, cité par D. Manifold in Fatima et la Grande Conspiration,
p.103.
(50) Pie XI, encyclique Divini Redemptoris, cité par D.
Manifold, op. cit., p.63.
(51) N. H. WEBSTER, Secret Societies and Subversive
movements, p.337.
(52) D. MANIFOLD, Vers le nouvel ordre du monde, p.41.
(53) Roberto de MATTEI, De l'utopie du progrés au régne
du chaos, p.29.
(54) Ibid, p.34.
(55) Ibid, p.50. (56) Ibid, p.50. (57) Ibid, p.37.
(58) Ibid, p.102.
(59) Entretien avec Pascal Bernardin, revue Lecture et
Tradition, N° 221222, juillet-aoút 1995.
(60) P. BERNARDIN, Machiavel Pédagogue, p.7. (61)
Ibid, p.98.
(62) Ibid, p.172-3.
***
Jacques du Perron, DÉCADENCE ET COMPLOT.
Droite et Gauche. Tradition et Revolution. Tome II.
Éditions Godefroy de Bouillon. Paris 1998
Pp 285-318