miércoles, 6 de octubre de 2021

Economía (Nicolás Gómez Dávila)

 

ECONOMÍA

La posibilidad de salvaguardar nuestra identidad es inversamente proporcional a la integración económica de la sociedad.

-

Solo escapan a la veneración del dinero los que eligen la pobreza, o los que heredan su fortuna.

La herencia es la forma noble de la riqueza,

-

El pobre no envidia al rico las posibilidades de comportamiento noble que le facilita la riqueza, sino las abyecciones a que lo faculta.

Más tedioso aún que el trabajo es su panegírico.

El capitalismo es la deformación monstruosa de la propiedad privada por la democracia liberal.

En el estado moderno las clases con intereses opuestos no son tanto la burguesía y el proletariado como la clase que paga impuestos y la clase que de ellos vive.

-

Entre las contribuciones culturales del catolicismo no fue la menos valiosa su clima espiritual desfavorable a las actividades económicas.

El elogio de la codicia, disfrazado en elogio al trabajo, no floreció en tiempos medievales.

-

Toda revolución victoriosa fracasa finalmente, porque las virtudes del pueblo no son propias al pobre sino a la pobreza.

-

Pobre voluntario o rico involuntario.

Lo demás se agria.

-

La reacción explícita comienza a finales del XVIII; pero la reacción implícita comienza con la expulsión del diablo.

Si se aspira tan solo a dotar de un número creciente de artículos a un número creciente de seres, sin que importe la calidad de los seres, ni de los artículos, el capitalismo es la solución perfecta.

-

Las infancias rurales predominaron hasta ayer.

¿ Pero que podemos esperar de quien no atesora un olor de tierra húmeda en el alma?

-

El alma se le muere pronto a quien no tuvo infancia campesina.

La aberración moderna consiste en creer que solo es real lo que el alma vulgar puede percibir.

Ningún trabajo deshonra, pero todos degradan.

La mentalidad moderna ignora que en el nivel metaeconómico de la economía la intensidad de la demanda crece con la intensidad de la oferta, que el hambre allí no aumenta con la carencia sino con la abundancia, que el apetito se exacerba allí con la saciedad creciente.

La fealdad de un objeto es condición previa de su multiplicación industrial.

 

No hay comentarios: