viernes, 28 de noviembre de 2014

La agresividad y la falta de espiritualidad (Dimitri Lijachov)


LA AGRESIVIDAD Y LA FALTA DE ESPIRITUALIDAD

 

(Artículo publicado en ABC literario el 28 de Julio de 1990)

 

La técnica, el bienestar y la civilización exterior han ocupado el lugar de la vida espiritual e instalado en su lugar una terrible agresividad. El vacío espiritual genera la agresividad en la ideología. Esto es algo que deberían saber los políticos que desean educarnos en los hábitos del parlamentarismo. Las concepciones simplificadas de la vida generan agresividad en ei comportamiento y fomentan el terreno propicio para la difusión de teorías políticas extremistas, desde ei anarquismo hasta el ultraderechismo.

 

En ei comportamiento agresivo es característica la tendencia a cerrar filas en bandas y grupos cerrados. El vacío es agresivo y amenaza con explotar con estrépito y, a veces, con peligro para las vidas de quienes están alrededor. A veces, ia persona con falta de espiritualidad siente ganas de sufrir y de pelear. Esta se imagina ser un hombre que sufre por sus convicciones’.

 

Por ello, no tiene sentido combatir la agresividad con su prohibición. Las personas agresivas necesitan espectadores, testigos y escándalos, de donde extraer su mayor satisfacción. Lo más conveniente sería, si fuese posible, no prestar atención a su “ruidoso vacío. La agresividad, como cualquier histeria, se debe combatir con la tranquilidad y la indiferencia.

 

Claro está que la imperturbabilidad es insuficiente en la lucha contra la agresividad. Hay que conocer también sus raíces y saber  que la agresividad sin motivo halla en sí misma su fuerza y objetivo ante la carencia de una espiritualidad que podría contrarrestarla.

 

La mejor forma de luchar contra la agresividad es combatirla serenamente con la espiritualidad y la cultura. Y aquí llegamos a la idea principal de mi artículo. La agresividad procede del consumo de la acción. Es la acción en su forma pura y sin contenido. La sed de acción es una característica innata dei hombre, pero necesita ser espiritualizada con un contenido. Así pues, la cultura sirve para dar un contenido digno y elevado a la sed de acción. Gracias a la in

quietud cultural, el deseo de acción adquiere una forma útil. Es necesario contraponer a la agresividad la cultura, pacífica por naturaleza, que no necesita la violencia para desarrollarse, que contiene en sí lo atractivo, que no repele a nadie e invita a todos .La cultura es eterna y ofrece la única salida a la persona ansiosa de acción.

 

¿ Qué cultura puede contraponerse a la agresiva cultura de masas?

Detengámonos en la cultura clásica, en aquellas obras que han superado la prueba del tiempo y se mantienen contemporáneas para nosotros. Ahí están la espiritualidad, la belleza y la moral. A. esteámbito pertenecen El cantar de las huestes de Igor, Ia poesía de Pushkin, Lermontov, Nekrasov, Fet, Blok, la prosa del mismo Pushkin, León Tolstoi, Chejov, Bunin y otros. Estas obras hacen al hombre más puro y le dan un criterio más profundo, y permiten vivir una pluralidad de existencias. Un hombre culto no es quien ha leído mucho, sino aquél a quien le han calado las ideas de otros tiempos, la vida espiritual de otras personas y, como consecuencia, ha aprendido a ser paciente con lo ajeno.

 

Los intelectuales no son simplemente hombres ocupados en el trabajo intelectual, que poseen conocimiento o simplemente una enseñanza superior, sino personas ahondadas por la cultura clásica ,con espíritu de tolerancia, respeto a los valores ajenos y a los semejantes. Son personas bondadosas y responsables de sus actos, a quienes a veces se les descalifica como indecisos...

 

Al intelectual se le reconoce porque en él no hay agresividad ,

sospecha ni recámara en su actitud bondadosa. Sólo es agresivo el

semiintelectual perdido en el ‘chamanismo de la cultura de masas.

 

De todas mis ideas sobre la agresividad engendrada por la falta de espiritualidad sólo se puede deducir una conclusión: si queremos llegar a crear una sociedad normal, si deseamos un desarrollo tecnológico normal, debemos ocuparnos urgentemente de la cultura. Aunque, por lo que puedo juzgar, la decadencia de la cultura humana no sólo afecta a nuestro país.

 

Muchos dicen: ‘Ocúpate primero de alimentar al pueblo y después

ya le daremos cultura. Pero es que de la cultura de cada ciudadano y de la sociedad en su conjunto dependen la economía y la tecnología.

 

A nosotros nos ha hecho demasiado daño la mala comprensión de ese aforismo que afirma que ‘el modo de vida determina la conciencia’, ya que en varios campos específicos es la conciencia de la necesidad del cambio la que trae consigo el cambio en los modos de vida de un pueblo. La técnica requiere intuición y la intuición crea al inventor.

 

Dimitri LIJACHOV

 

Dmitri Lijachov, el decano de los filólogos rusos, murió  a los 92 años de edad-1 octubre 1999-, en un hospital de San Petersburgo, después de permanecer dos días en coma. Lijachov padecía de un cáncer intestinal y la metástasis ya se había extendido a varios órganos.Lijachov se diplomó en la Universidad de Leningrado, hoy San Petersburgo, en 1928, y ese mismo año fue enviado al campo de concentración en las islas Solovetski, en el norte de Rusia. Allí casi fue ejecutado -los guardias tenían que fusilar periódicamente a un número determinado de prisioneros para cumplir con "el plan" de ejecuciones impuesto por las autoridades-, pero logró salvarse porque, cuando le llamaron para sacrificarle, estaba con sus padres, y, como no le encontraron en ese momento, su lugar fue ocupado por otro. Participó en la construcción del canal Belomor-Baltíisk, que une el mar Blanco con el lago de Onézhskoye. Salió en libertad cuatro años después. Desde entonces tuvo una fructífera vida de investigador literario, especializándose en literatura y cultura rusas antiguas.

Lijachov no sólo conoció los campos estalinianos: durante la II Guerra Mundial tuvo que pasar por la hambruna que reinó durante el bloqueo de 900 días de Leningrado.

Pero no todos fueron sufrimientos para Lijachov. Investigador reconocido, fue condecorado con las más altas distinciones de la URSS, dos veces obtuvo del premio estatal soviético y una vez el Premio de Literatura y Arte de Rusia; también fue miembro de numerosas academias extranjeras. Su obra más famosa, Poética de la literura rusa antigua, publicada en 1967, dio un nuevo impulso a los estudios de las características formales de las obras rusas anteriores al siglo XVII. Entusiasta defensor de los valores culturales, fue el primer presidente de la Fundación de Cultura Rusa después de la desintegración de la URSS. Hombre de irreprochable conducta moral, en los últimos tiempos era considerado la conciencia de Rusia y su voz era atendida por las máximas autoridades del país.-

 

 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Desiderata (Epitafio encontrado en una tumba de San Pablo de Baltimore 1692)


DESIDERATA.

 

VE PLACIDAMENTE ENTRE EL RUIDO  Y LA PRISA.

RECUERDA QUE LA PAZ PUEDE ESTAR

en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser

amigo de todos. Di tu verdad, quietamente claramente.

Escucha a los otros, aunque sean torpes e ignorantes; cada

uno de ellos tiene también una vida que contar.  Evita

a los ruidosos y agresivos, porque ellos denigran el

espíritu. Si te comparas con los otros puedes convertirte

en un hombre vano  y amargado; siempre habrá cerca de

ti alguien mejor o peor que tú. Alégrate tanto de tus

realizaciones como de tus proyectos.  Ama tu trabajo,

aunque sea humilde; es el tesoro de tu vida. Sé prudente

en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes

sin escrúpulos. Pero que esta convicción no te impida

reconocer la virtud; hay muchas personas que luchan por

hermosos ideales; y dondequiera, la vida está llena de

heroísmo.  Sé tú mismo. Sobre todo no pretendas

disimular tus inclinaciones. No seas cínico en el amor,

porque cuando aparece la aridez y el desencanto en el

rostro, se convierte en algo tan perenne como  la

hierba.  Acepta con  serenidad el  consejo de los años y

renuncia sin reservas a los dones de la juventud. Fortalece

tu espíritu , para que no te destruyan inesperadas

desgracias. Pero no te crees falsos infortunios. Muchas

veces, el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin

olvidar una justa disciplina, sé benigno contigo

mismo.  No eres más que una criatura en el Universo,

no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a

estar aquí. Y, si no tienes ninguna duda, el Mundo se

desplegará ante ti.  Vive en paz con Dios, no importa

como lo imagines; sin olvidar tus trabajos y aspiraciones

mantente en paz con tu alma, pese a la ruidosa confusión

de la vida.  Pese a tus falsedades, penosas luchas y

sueños arruinados , la Tierra sigue siendo hermosa. Sé

cuidadoso. Lucha por ser féliz.

 

 INSCRIPCION FECHADA EN El  AÑO 1692.

ENCONTRADA EN UNA TUMBA  DE LA VIEJA IGLESIA DE SAN PABLO DE BALTIMORE.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

La ecología, definida por un "salvaje"


LA ECOLOGIA, DEFINIDA POR UN “SALVAJE”


Carta del indio SEATTLE a JAMES MONROE en 1819


 El gran jefe de Washington ha mandado hacernos saber que quiere comprarnos las tierras, junto con palabras de buena voluntad. Mucho agradecemos este detalle, porque bien conocemos la poca falta que le hace nuestra amistad. Queremos considerar el ofrecimiento porque bien sabemos que, si no lo hiciésemos, pueden venir los rostros pálidos a arrebatarnos las tierras con armas de fuego.

Pero ¿cómo podréis comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea nos resulta extraña. Ni el frescor del aire ni el brillo  del agua son nuestros. ¿Cómo podrían ser comprados? Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrado para mi pueblo.

La hoja verde, la playa arenosa, la niebla en el bosque, el amanecer entre los árboles, los pardos insectos.., son sagradas experiencias  y memorias de mi pueblo. Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra cuando comienzan el viaje a través de las estrellas. Nuestros muertos nunca se alejan de la tierra que es la madre. Somos una parte de ella, y, la flor perfumada, el ciervo, el caballo y el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. Por eso, cuando el gran jefe de Washington nos hace decir que quiere comprar las tierras dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Ei se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por eilo consideramos su oferta de comprar nuestra a tierra. No es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros . Es demasiado lo que pide.

El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino también representa la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiésemos, tendríais que recordar que son sagradas Y enseñarlo así a vuestros hijos... También los ríos son nuestros hermanos, porque nos liberan de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran los peces, y que cada reflejo fantasmagórico en claras aguas de los lagos, cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua esla voz del padre de mi padre. Sí, gran jefe de Washington:

Los ríos son nuestros hermanos, y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimento de nuestros hijos. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos. Y por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Por supuesto que sabemos que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Tanto le da un trozo de tierra u otro, porque es como un extraño que llega de noche a sacar de la tierra todo lo que necesita. No la ve como hermana, sino como enemiga. Cuando ya la ha hecho suya la desprecia y sigue caminando adelante, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la vida a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetes que se compran se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devora la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No lo puedo entender. Nosotros somos de una manera de ser bien diferente. Vuestras ciudades hieren los ojos del hombre de piel roja. Quizá sea porque somos salvajes y no podemos comprender. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda escuchar en la primavera el despliegue de las hojas o el rumor de las alas de un insecto. Quizá es que soy un salvaje y no comprendo bien las cosas. El ruido de la ciudad es un insulto para el oído. Y yo me pregunto: ¿Qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de la garza o la discusión nocturna de las ranas en torno a la balsa? Soy piel roja y no lo puedo entender. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el color de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía, o perfumado con aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento: la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira. Como un moribundo que agoniza durante muchos días, es insensible al hedor. Pero si le vendemos nuestras tierras, deben recordar que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas para cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Cuando el último piel roja haya desaparecido de esta tierra, cuando no sea más que un recuerdo su sombra, como el de una nube que pasa por la pradera, entonces todavía estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo. Porque nosotros amamos este país como ama el niño los latidos del corazón de

Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendré que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo Otro modo de vida.

Teno vistos millares de búfalos pudriéndose abandonados en las praderas; muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

¿ Qué puede ser del hombre sin los animales?

Si  todos los animales desapareciesen, el hombre moriría en una gran soledad. Todo lo que les pase a los animales, muy pronto le sucederá también al hombre. Todas las cosas están ligadas.

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes, a fin de que sepan respetarla.

Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurre a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

De una cosa estamos bien seguros: La Tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la Tierra. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.

Todo lo que le ocurre a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la Tierra.

El hombre no tejió la trama de la vida, él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama, se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exentos del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos.

Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar que ahora El les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan. Pero no es así. Él es Dios de los hombres, y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para El y si se daña se provocaría la ira del Creador.

También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. El hombre no ha tejido la red de la vida, pues sólo es uno de sus hijos, y está tentando a la desgracia si osa romper esa red. Estamos bien seguros: Todas las cosas están ligadas como la sangre de una misma familia. Si ensuciáis vuestro lecho, cualquier noche moriréis sofocados por vuestros propios excrementos.

Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria inspirados por la fuerza de Dios que les trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y el piel roja. Este designio es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se extermina a los búfalos, se doma a los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosque con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.

¿Dónde está el bosque espeso? Desapareció. ¿ Dónde está el Águila? Desapareció...

Así se acaba la vida y comenzamos a sobrevivir tan sólo.

martes, 25 de noviembre de 2014

Prosas profanas y otros poemas (Rubén Darío)




Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata

para que un día puedas calmar la sed ardiente,

la sed que con su fuego más que la muerte mata.

Mas debes abrevarte tan sólo en una fuente.

 

Otra agua que la suya tendrá que serte ingrata;

busca su oculto origen en la gruta viviente

donde la interna música de su cristal desata,

junto al árbol que llora y la roca que siente.

 

Guíete el misterioso eco de su murmullo;

asciende por los riscos ásperos del orgullo,

baja por la constancia y desciende al abismo

cuya entrada sombría guardan siete panteras;

son los Siete Pecados, las siete bestias fieras.

Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo.

 

Rubén Darío (De “Prosas profanas y otros poemas “.El texto es de 1899 )

lunes, 24 de noviembre de 2014

San Gregorio Nacianceno


Oh Tú, el más allá de todo,

¿cómo llamarte con otro nombre?

¿Qué himno cantarte?

Ninguna palabra te expresa.

¿Qué espíritu te comprende?

Ninguna inteligencia te concibe.

Sólo Tú eres inefable;

todo lo que se dice ha salido de ti;

Sólo Tú eres incognoscible;

todo lo que se piensa ha salido de ti.

Todos los seres te alaban,

los que hablan y los que son mudos...

 

De todos los seres Tú eres el fin,

Tú eres Único.

Eres cada uno y no eres ninguno.

No eres un ser Solo,

no eres el conjunto.

Tienes todos los nombres, ¿cómo te debería llamar?

Tú, el único al que no se puede nombrar;

ten piedad, o Tú el más allá de todos;

¿cómo llamarte con otro nombre?

 

San Gregorio Nacianceno

 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Palabras de sabiduría (Rudyard Kipling)


RUDYARD KIPLING (1865-1936)

 

Premio Nobel de literatura en 1907

 

 

 

‘SI guardas, en su puesto, la cabeza tranquila,

cuando todo a tu lado es cabeza perdida

 

Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,

y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

 

Si esperas, en tu puesto, sin fatiga en la espera;

si, engañado, no engañas; si no buscas más odio 

que el odio que te tengan.

 

Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres;

si, al hablar, no exageras lo que sabes y quieres.

 

Si sueñas y tos sueños no te hacen su esclavo;

si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

 

Si tropiezas al Triunfo, y llega la Derrota,

y a los dos impostores los tratas de igual forma.

 

Si logras que se sepa la verdad que has hallado

a pesar del sofisma del orbe encanallado.

 

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,‘

aunque esta obra sea la de toda tu vida.

 

Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría tus ganancias de siempre a la 

Suerte de un día, y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea Sin decir nada

a nadie de lo que es y lo que era. 

 

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,

aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga;

y se agarren contigo cuando no quede nada,

porque tú lo deseas y lo quieres y mandas.

 

Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud,

si marchas junto a Reyes con tu paso y tu luz.

 

Si nadie, que te hiera, llega a hacerte la herida.

 

Si todos te reclaman y ni uno te precisa.

 

Si llenas el minuto inolvidable y cierto,

de sesenta segundos que te lleven al cielo...

.

Todo lo de esta Tierra será de tu dominio;

y, mucho más aun, serás hombre, hijo mío.»

 

viernes, 21 de noviembre de 2014

Romance anónimo


ROMANCE ANÓNIMO

 

Cuando se recoge el alma

y se entra a su centro a solas

libre y purgada de culpas,

lúcida y limpia de todas.

 

 Allí olvidada del cuerpo,

no concurriendo a sus obras

cerrada puerta y ventanas,

por que no le estorbe cosa.

 

 Manda a todos los sentidos

se suspendan y recojan:

a los ojos, que no miren;

a los oídos, que no oigan.

 

 Cesa la imaginación

y las potencias aflojan,

que todo lo que hay criado

pone en olvido memoria.

 

 La razón no raciocina,

y el entendimiento reposa

que ni discurre, aunque entiende,

y el afecto también obra.

 

 Y así como otro Moisés

se queda en el monte sola,

dejando a la falda al pueblo

y canalla gritadora.

 

 Allí trata con su Dios;

El la recibe gozosa,

y ella, aunque en oscuridad,

de su hermoso esposo goza.

 

 El en ella se recree,

y en El ella se transforma,

gustando de los regalos

de su mano generosa.

 

 Recíbele alegremente

contenta de cualquier cosa

que hace, quiere y permite,

y dale gracias por todas.

 

 Porque ya no siente pena

de cosa adversa y penosa,

ni quiere más que lo que El,

porque ella sin El no obra.

 

 Ni El la quita su albedrío

un solo punto ni hora,

ni quiere que dél se aparte,

pues la quiere pare esposa.

 

 Y el querer que en ella pone

con el suyo se conforma,

y ella quiere antes mil muertes

que verse un momento sola.

 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Un cristiano oriental habla sobre oración (Tony de Mello S.J.)


UN CRISTIANO ORIENTAL HABLA SOBRE LA ORACION

 

Por Tony de Mello S.J.

 

(De la revista CONCILIUM nº 179-nov 82)

 

I - LA SEMILLA

 

¿Por qué es Dios invisible? Dios no es invisible Vuestra visión está borrosa, y por eso no lográis verlo. La pantalla de cine se hace invisible cuando se proyecta sobre ella una película. Aunque la miráis incesantemente, no lográis verla; estáis demasiado agarrados por la película.

 

El meditador hindú se sienta con las piernas cruzadas y se mira a la punta de la nariz, como símbolo viviente de que Dios está precisamente enfrente de nosotros, pero nuestra mirada está fija más allá, en la distancia. No se trata de buscar y encontrar la punta de tu nariz. Hagas lo que hagas y vayas adonde vayas, despierto o dormido, te vuelvas adonde te vuelvas, está justo ante tus ojos. No la has perdido nunca. Simplemente, no logras distinguirla.

 

Durante siglos, la India hindú ha visto a Dios no “creando”, sino “danzando’ la creación. Lo verdaderamente extraordinario es que hombre ve la danza, pero no logra reconocer al danzante.

 

Por eso, en la búsqueda de Dios debemos comprender que no hay nada que buscar y alcanzar. ¿Cómo podéis poneros a buscar lo que está justo delante de vuestros ojos? ¿Cómo podéis alcanzar lo que ya poseáis? No se trata de esforzarse  sino de reconocer.

 

Los discípulos de Emaús tenían al Señor resucitado delante de ellos, pero hubo que abrirles los ojos. A los escribas y fariseos les sobraba esfuerzo, pero les faltaba reconocimiento. En el Juicio

Final la humanidad exclamará: “Estabas con nosotros y fuimos incapaces de verte!” La búsqueda de Dios es, por tanto, un esfuerzo por ver.

 

Un hombre ve cada día a una mujer, y ésta parece semejante a las demás hasta el día en que él se enamora de ella. Entonces se abren sus ojos y se asombra de haber estado contemplando durante años a aquella diosa adorable y no haber sido capaz de verla.

 

Dejad de buscar, dejad de viajar, y entonces llegaréis. ¡No hay adónde ir! Calmaos y ved lo que está ante vuestros ojos. Cuanto más rápido viajáis, más esfuerzo necesitáis para viajar y más fácil es que os extraviéis. La gente pregunta “dónde” encontrará a Dios. La respuesta es: “aquí’. ¿‘Cuándo” lo encontrarán? La respuesta es: ‘ahora. ¿‘Cómo” lo encontrarán? La respuesta es: “callad y ved’.(Un cuento oriental narra cómo un pez del océano sale en busca del

océano, pero no lo encuentra por ninguna parte: ¡no ve más que agua!).

 

II - EL TERRENO ROCOSO

 

Intentamos ver” a Dios. Pero, ¿llegamos a ver algo? Vemos una nueva flor y preguntamos: ‘Qué es esto?” Alguien dice: “Una flor de loto.” Todo lo que tenemos con eso es un nombre nuevo, un etiqueta nueva, pero erróneamente pensamos que tenemos una experiencia

nueva, una comprensión nueva. En cuanto logramos pegarle un nombre a algo, nos parece que hemos aumentado el caudal de nuestros conocimientos, cuando lo único que hemos hecho ha sido aumentar nuestra colección de etiquetas.

 

Cuando Dios se negó a revelar su nombre a Moisés y prohibió que se hicieran imágenes suyas, no sólo prohibió la idolatría de los ignorantes primitivos que le identificaban con una imagen, sino también la de los intelectuales modernos, que le identifican con una idea. Nuestros ídolos conceptuales son tan inadecuados para representar su realidad como lo eran los ídolos de piedra. y barro.

 

La palabra “europeo” os promete cierto saber, pero os niega todo conocimiento acerca del individuo que está ante vosotros. Cometeréis una injusticia contra él si pensáis que “europeo’, o cualquier otra palabra o grupo de palabras, os ofrece alguna comprensión de su individualidad única. Porque el individuo, como Dios, está más allá de las palabras: es inefable.

 

Para ‘ver” este árbol debo quitarle la etiqueta, porque me causa la ilusión de que, teniendo un nombre que ponerle, conozco el árbol. Todavía más: debo abandonar todaslias experiencias precedentes de otros árboles (como debo olvidar a cualquier otro europeo, si he de

hacer justicia a la individualidad de éste que tengo frente a mí) . Y todavía más: debo incluso desprenderme de todas las experiencias anteriores, incluso de este árbol; todos sabemos que negamos la oportunidad de manifestarse como es al individuo presente, porque constantemente le juzgamos por nuestras experiencias de él. ¿Debe sorprenderme entonces saber que, si quiero tener Ia experiencia de Dios ahora, debo abandonar todo lo que otros me han dicho de él, todas mis experiencias pasada de él y todas ias palabras y etiquetas de él, por sagradas que sean? La verdad no es una fórmula. Es una experiencia . Y la experiencia es intransferible. Las fórmulas son material transferible; por tanto, de poco valor. Lo valioso no se puede transferir.

 

La palabra la fórmula relioi0sa, el dogma se idearon en principiocomo medios que apunten indiquen, me ayuden y guíen en mi acercamiento a Dios. Pero a menudo se convierten en barrera. Como si tomara un autobús para ir a casa y me negase a bajar cuando he

llegado. Vemos muchas personas que dan vueltas y más vueltas, por que nunca les han enseñado a abandonar sus conceptualizaciones y teologizaciones sobre lo divino, que se niegan a abandonar sus reflexiones discursivas en la oración y a entrar en la noche oscura,

la noche aconceptual de que hablan los místicos. Van por la vida coleccionando cada vez más etiquetase como el hombre que acumula cada vez más posesiones materiales que nunca usará.

 

Ei río fluye ante tus ojos mientras tú mueres de sed, pero insistes en tener una definición del aguas porque estas convencido de que no podrás satisfacer tu sed hasta que no tengas la fórmula exacta. La palabra “amor” no es amor, y la palabra ‘Dios” no es Dios. Tampoco lo es su concepto. Nadie se emborracha con la palabra “vino”. Nadie se abrasa con la palabra ‘fuego.

 

El hombre se preocupa más de los reflejos que de la realidad. Vive en la ficción.Y cuando reflexiona sobre Dios, vive en una ficción religiosa. Está fascinado por los conceptos, porque piensa que reflejan lo real. Hay que romper los espejos. Alimento real’ y bebida “real’ es lo que se necesita para satisfacer hare y sed reales. De nada sirven alimentos y bebidas representados La fórmula H2O no quitará la sed, por más que científicamente sea exacta. Tampoco las creencias en Dios, por  verdaderas que sean. Harán de él un fanático religioso pero dejarán  insatisfecho su corazón. (Un místico árabe habla de un hombre muerto de hambre en el desierto que ve a lo lejos un saco y corre hacia él esperando que tenga algo que comer, pero dentro encuentra sólo piedras preciosas).

 

¿Debemos extrañarnos de que, no habiendo logrado entender esto, las Iglesias cristianas se hayan convertido en minas agotadas? Lo que ahora se extrae de las minas son palabras y fórmulas, y con ellas se abarrota el mercado. Pero la experiencia es escasa, y los cristianos nos estamos volviendo un pueblo palabrero”. Vivimos de palabras. como una persona que se alimente con la carta del menú sin probar los alimentos. La palabra “Dios”, la fórmula de Dios ,

se está haciendo más significativa para nosotros que la realidad  “Dios ’. Hay un gran peligro de que, cuando veamos la Realidad en formas que no encajen en nuestras fórmulas. seamos incapaces de reconocerla e incluso la rechacemos en nombre de nuestras fórmulas.

(Un maestro sufí dice: “Un burro alojado en una biblioteca no se hace sabio. De nada me ha servido todo mi saber religioso, como de nada sirve la presencia de un tesoro en un desierto para hacerlo fértil.’).

 

III - LA TIERRA BUENA

 

Esta actitud se ve perfectamente en el tipo de escuelas de teología que dirigimos los cristianos. Cabría esperar que estas escuelas formaran personas que ayudasen al hombre moderno a saciar su sed de Dios. Pero se han convertido en copias de las escuelas seculares. Tienen profesores, en vez de Maestros; y ofrecen enseñanza,en vez de iluminación. El profesor enseña, el Maestro despierta. El profesor ofrece conocimiento; el Maestro ofrece ignorancia, destruye conocimiento y crea experiencia; os ofrece conocimiento como un vehículo, sólo para apearos de él cuando llegue el momento y el conocimiento no impida el reconocimiento. El aprendizaje secular se realiza por medio de la reflexión, el pensamiento, la palabra. La religión se aprende a través de la meditación silenciosa. (En el Oriente, “meditación” -dhyan- no significa reflexión, como ocurre en Occidente, sino el acallar toda reflexión y pensamiento). La escuela secular produce eruditos. La escuela religiosa, meditadores. La tragedia es que muchas escuelas cristianas de teología se limitan a hacer de un erudito secular un erudito religioso. La escuela secular intenta explicar las cosas creando “conocimiento”. La escuela religiosa enseña a contemplar las cosas de tal modo que crea “asombro”. Ei hombre tiene una ignorancia enraizada. Su aprendizaje secular no suprime esta ignorancia: la oculta más, dándole la ilusión de conocimiento. En la escuela religiosa, esta ignorancia es sacada a luz y expuesta, ya  que dentro de ella hay que encontrar lo divino. Pero es rara la es cuela religiosa que haga esto; con demasiada frecuencia queda enterrada bajo nuevas capas de conocimiento religioso.

 

La escuela religiosa cristiana debe, por tanto, desarrollar técnicas para utilizar el conocimiento como un medio para exponer la ignorancia, para utilizar l palabra de modo que conduzca al silencio. Como el mantra o bhajan en la India, donde la palabra o la fórmula se entienden primero con la mente, luego es repetida incesantemente hasta crear un silencio en el que la fórmula es transferida desde la mente al corazón, y su significado profundo se siente más allá de toda palabra o fórmula. Los estudiantes religiosos deben ser entrenados de tal modo que cuando lean o escuchen la palabra, su corazón sintonice incesantemente con la realidad sin palabras  que resuena en la palabra. Deben seguir una disciplina rigurosa hasta que sus mentes queden serenas y, en silencio, aprendan a “considerar las cosas en su corazón. (Un oficial del gobierno preguntó al gran Rinzai cuál era el secreto de la religión resumido en una palabra. “Silencio’, respondió Rinzai. ‘Y cómo se alcanza el silencio?. “Meditación”. ‘Y qué es la meditación?’. “Silencio”.

 

Los estudiantes religiosos leerán la Biblia, pero en esa Biblia una página sí y otra no quedarán en blanco, para indicar que las palabras sagradas están encaminadas a producir un profundo silencio, un silencio enriquecido por las palabras sagradas, como el valioso silencio que sigue al tañido del gong en el templo. Deberán dedicar tanto tiempo a las páginas en blanco de su Biblia como al texto, porque sólo así serán capaces de comprender el texto. Porque la Biblia brotó de esas páginas en blanco, de hombres y mujeres que cultivaron lo bastante el silencio como para experimentar una verdad inefable que nunca pudieron describir, pero que procuraron señalar y sugerir con palabras que pudieran conducir a otros a la experiencia de la misma verdad.

IV - LA FLOR

 

La Biblia enseña que nadie puede ver a Dios y seguir vivo. Cuando se acalia la mente, se ve a Dios, y el Yo muere. Los Maestros de Oriente están de acuerdo en que, cuando el silencio entra en el corazón, el Yo muere. ¿Cómo? No por aniquilamiento, sino por visión”. En la calma del silencio se ‘ve” que el Yo es una ilusión. El psicópata que se cree Napoleón está curado cuando ve, comprende, que su “yo napoleónico” es una ilusión. Ei hombre se cura cuando ‘ve”, cuando experimenta que su yo—centro, su yo—separado es maya, ilusión.

 

Es como si la danza entrara dentro de sí misma y “viera que no tiene centro, que no tiene más ser que el del danzante, que no es en absoluto un ser”, sino una acción. Sólo el danzante es ser. Slo él es. La danza no tiene ser, solamente está—en—el—danzante. — Dios dijo a Catalina de Siena: Yo soy el que es. Tú eres la que no es.” Cuando entráis en el silencio, experimentáis que no sois; el centro ya no está en vosotros, está en Dios, vosotros sois la periferia. Recordemos las poderosas palabras atribuidas al maestro Eckhart: “Únicamente un Ser tiene derecho a utilizar el pronombre personal ‘yo’: ¡Dios!”.

 

Quien experimenta esto, despierta. Se vuelve un nadie’, un vacío, una “encarnación” a través de la cual lo divino brilla y actúa. El poeta, el pintor, el músico, experimentan a veces momentos de inspiración en los que parecen perderse, y sienten que los atraviesa un flujo de actividad del que son más un canal que una fuente. Lo que ellos experimentan en su arte, el hombre despierto lo experimenta en su vida. Sigue actuando, pero ya no es él quien actúa. Sus acciones ya no las hace él, sino que le suceden a él. Seexperimenta a sí mismo haciendo cosas que, simultáneamente no son hechas por él, parecen ocurrir a través de él. Sus esfuerzos se

convierten en facilidad, su trabajo se transforma en juego, en lila, en deporte divino. ¿ Podría ser de otro modo cuando se experimenta a sí mismo como una danza danzada por lo divino, como una flauta hueca de la que brota la música de Dios?

 

V-EL FRUTO

 

Cuando el silencio produce la muerte del  Yo, nace el amor. El hombre despierto, iluminado, se siente a sí mismo como diferente:,pero no separado de los demás hombres ni del resto de la creación. Porque sólo hay un Danzante, y toda la creación constituye una danza. Los experimenta a todos como a su “cuerpo”, a su Yo. Así, ama a todos los hombres cuando se ama a sí mismo.

 

No se lanza necesariamente al servicio. Sabe que cualquiera que busca servir está en peligro de convertirse en un ser semejante a tanta gente “caritativa” que no es en absoluto religiosa; es gente que se siente culpable; bienhechores forzosos que se entremeten en las vidas de otros. Es posible, por desgracia, que des tus bienes para alimentar a los pobres y que tu cuerpo arda, pero que no tengas amor. El mejor servicio que puedes hacer al mundo es que tú desaparezcas. Entonces te transformarás en vehículo de lo divino. Entonces el servicio será espontáneo, pero sólo si Dios te empuja a ello. Puede ocurrir que te empuje a cantar canciones o a retirarte al desierto, y el mundo entero se enriquecerá con tus canciones o con tu silencio, en vez de ser perjudicado con tu servicio. (‘Perdóname”, dijo el mono, mientras colocaba encima de la rama de un árbol al pez que protestaba, “simplemente evito que te ahogues’. —

¡La servicialidad puede matar!).

 

Independientemente de lo que hagas, sea servir, callar o cantar,estarás totalmente absorto, porque tu Yo no estará por medio, y consagrarás a cada actividad la totalidad de tu ser. Esto es la religión en su cumbre. No sentarse en la soledad ,ni recitar oraciones,ni ir a la iglesia, sino ir a la vida. Todas tus acciones brotarán del silencio, de un Yo silenciado. Cada acción tuya se habrá transformado en meditación.

 

Actualmente, la acción cristiana corre el peligro de brotar de la ‘charla’ y de la “reflexión”, más que del “silencio”. El cristianismo corre el peligro de convertirse en una religión ‘habladora” y “pensadora”. Se dice de la eucaristía que es una “celebración”, pero se está convirtiendo más bien en una “cerebración”; el sacerdote habla al pueblo, el pueblo habla para responderle, y juntos hablan a Dios. Si queremos convertir de nuevo la religión en celebración, debemos disminuir el “pensar’ y el “hablar’, y aumentar el ‘callar” y el danzar’. (Preguntado cómo había alcanzado a Dios, el guru respondió al discípulo: poniendo el corazón en blanco con una meditación silenciosa, no ennegreciendo el papel con una composición religiosa’. Nosotros podríamos añadir: y no espesando el aire con conversaciones espirituales).

Un filósofo preguntó-a san Antonio: “Padre .¿cómo puedes estar entusiasmado si se te ha quitado el solaz de los libros?” Replicó: “Mi libro, oh filósofo, es la naturaleza de las cosas creadas, y siempre que quiero leer la palabra de Dios la tengo inmediatamente delante de mí”.