ROMANCE ANÓNIMO
Cuando
se recoge el alma
y
se entra a su centro a solas
libre
y purgada de culpas,
lúcida
y limpia de todas.
Allí olvidada del cuerpo,
no
concurriendo a sus obras
cerrada
puerta y ventanas,
por
que no le estorbe cosa.
Manda a todos los sentidos
se
suspendan y recojan:
a
los ojos, que no miren;
a
los oídos, que no oigan.
Cesa la imaginación
y
las potencias aflojan,
que
todo lo que hay criado
pone
en olvido memoria.
La razón no raciocina,
y
el entendimiento reposa
que
ni discurre, aunque entiende,
y
el afecto también obra.
Y así como otro Moisés
se
queda en el monte sola,
dejando
a la falda al pueblo
y
canalla gritadora.
Allí trata con su Dios;
El
la recibe gozosa,
y
ella, aunque en oscuridad,
de
su hermoso esposo goza.
El en ella se recree,
y
en El ella se transforma,
gustando
de los regalos
de
su mano generosa.
Recíbele alegremente
contenta
de cualquier cosa
que
hace, quiere y permite,
y
dale gracias por todas.
Porque ya no siente pena
de
cosa adversa y penosa,
ni
quiere más que lo que El,
porque
ella sin El no obra.
Ni El la quita su albedrío
un
solo punto ni hora,
ni
quiere que dél se aparte,
pues
la quiere pare esposa.
Y el querer que en ella pone
con
el suyo se conforma,
y
ella quiere antes mil muertes
que
verse un momento sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario