Jean Biès
RETOUR A L’ESENTIEL
Quelle
spiritualité pour l’homme d’aujourd’hui?
Delphica. L’Age d’Homme. Lausanne 2004
II
LOS BAILARINES DE SUEÑOS
La esencia del mundo moderno reside en una conjuración
deliberada cuyo fin es la destrucción metódica de toda creatividad. Para la
realización de tal plan, todos los medios tácticos son buenos, con tal que se
encuentren adaptados a la diversidad de los individuos y de las circunstancias.
Utilizando la profesión, el lenguaje, la organización administrativa, el
entorno mismo, estos medios pretenden quemar las fuerzas vivas del entusiasmo,
restringir las iniciativas, multiplicar limitaciones y automatismos,
esterilizar las potencialidades creativas que necesitan, para nacer, largos
ocios e independencia. Esta destrucción en regla de las mejores posibilidades
de lo humano incluso ya no es verdaderamente
disfrazada o combatida hoy: es admitida y consentida.
El éthos creador se sitúa exactamente en oposición de tal
empresa de adormecimiento. Su reinado comienza allí dónde acaba el de los
cuadros obligatorios, de las fórmulas
estereotipadas, de la grisalla plomiza de los pueblos que perdieron su alma. Es
el contrapeso exacto del nihilismo
masificador. El hombre moderno no es menos sensible, inventivo, dotado que sus
antepasados; puede volver a ser el familiar de las profundidades, el captador
en él de una palabra principial; y como
dice Hölderlin, " es como poeta que habita esta tierra... " Pero
desde que su "talento" se encuentra "enterrado" por la
conjuración del gran número, su creatividad, juzgada sospechosa y desordenada,
hay poca esperanza de que la sociedad , privada de frescor y de transparencia,
de experiencias fundamentales, de asunción de carismas, pueda subsistir mucho
tiempo: vaciados de toda razón esencial para vivir, los hombres, en el invierno
de la humanidad, son almas muertas sobre los caminos de los finales del mundo
1.
El único recurso capaz de exorcizar una desecación debida a
cinco siglos por lo menos de racionalismo es (o sería) humedecer el espíritu, recrear la creatividad por todas partes dónde
es todavía posible. Varios dominios parecen propicios de regreso de cierto
"poética", entre los cuales una reforma de la pedagogía, suscitando las potencialidades artísticas del
niño; - una psicología espiritual encerrando la inspiración " y revelando
la " vocación " que permiten tender hacia el Sí; - la elaboración de
marcos y de modos de vida como soportes estéticos estimulantes de "
estados de alma " más extensos; - una práctica de vida interior que
devuelve al hombre creativo, a la imagen y la semejanza del Creador.
Si los problemas educativos son de actualidad, podemos decir
que ni el conservadurismo elitista e inadaptado en sus estructuras y sus
métodos, ni la educación de masa de tendencias planificadoras e igualitarias,
pueden satisfacernos: ninguno de los dos contempla la totalidad del ser humano,
no despierta verdaderamente las promesas creadoras.
Para la Educación nueva que se elabora lentamente hoy a
pesar de numerosos obstáculos, el lugar pedagógico mismo tiene su importancia, donde el mecanismo
administrativo es reducido a su expresión más simple, donde cada uno trabaja en
desarrollar lo que corresponde mejor a su vía personal, donde la vida de grupo
no merma ni enturbia en nada la
individualidad. La belleza de un decorado afable y coloreado, crea una
atmósfera de fiesta, suscita la idea que " estar aquí es magnífico
"...Lo mismo que los alumnos no deben sentirse emparedados vivientes, no
deben estar sometidos a limitaciones
1. Sería la ocasión de recordar aquí los versos de Patrice
de la Tour du Pin en La Quête de Joie: " todos los
países que no tienen ya leyendas serán condenados a morir de frío. "
disciplinarios infantilizantes que enseñan sobre todo la astucia, destruyen la
espontaneidad. A los principios de temor y de autoridad, a la obsesión de los
castigos, notas, exámenes, deben suceder los de confianza y de amor bien
comprendido, la libre elección de las materias enseñadas, que ayuda al niño a
confirmar sus gustos, a descubrir la
vocación, única que da a la vida su
oriente y su sentido.
La Educación nueva se ocupa a la vez del desarrollo físico, (sabe el cuerpo
indisociable del alma), del conocimiento de sí, de la formación intelectual.
Digamos a este propósito
que la "desmentalización" que la caracteriza no significa el
"desmantelamiento" de la
cultura: reacciona solamente contra una hipertrofia de la actividad cerebral,
causa de desecación y de desequilibrio. Es bastante conocido que las ideas
mismas tomadas en ellas mismas separan a la vez de la realidad y del sueño, que
reemplazan por el juego estéril de una dialéctica extraña todo simbolismo, y que
no puede ver en los mitos y las leyendas
sagradas más que monumentos de oscurantismo, en los mensajes de la psique, más
que secreciones glandulares 1. “Al amor del saber (por el saber), decía ya
Tchouang-tseu, respondió el desorden del mundo...Son los profesores quienes
pusieron este desorden... " Es uno
de los aportes importantes de Asia enseñarnos o recordarnos que toda idea, opinión, teoría es fabricación
de lo mental, el cual es capaz de fabricar
exactamente opuestos, siempre parcialmente verdaderos y falsos. Es en
este nivel de formación que lo mental puede quedar abierto, guardar
1. " Conocí a niños que eran mucho más conscientes de
su ser psíquico a los cinco años que a los catorce..; y sobre todo, a partir
del momento en que van a la escuela y donde sufren esta especie de cultura
mental intensiva que atrae su atención sobre la parte intelectual de su ser ,
pierden casi siempre y casi totalmente el contacto con su ser psíquico. "
Así se expresaba la Madre en sus Conversaciones de Ponclichéry, en 1951
su flexibilidad, integrar y sobrepasar los elementos
contradictorios. Proceso
"poético" por excelencia, ya que dependiendo de un pensamiento
inclusivo que procede por asimilaciones sucesivas sugiriendo la eventualidad de
prolongamientos indefinidos, fieles así a la tendencia holística de la
naturaleza, de la que Schrödinger ha mostrado que forma totalidades superiores
a la suma de las diversas partes. Este surrección hacia lo Uno exactamente es
la del poema cuyos diferentes "estados tienden siempre hacia más concisión
diamantina, y cuya totalidad misma deja flotar más que ella misma; el perfume
indecible que más allá de los sonidos y los ritmos, una musa enigmática deja
detrás de ella.
La Educación nueva favorece la interdisciplinariedad, que
contribuye a reunir lo que está disperso, y relaciona por ahí el mismo proceso
de síntesis. Anima lo mismo la iniciativa, la toma de responsabilidades, la
expresión libre del pensamiento, aunque esté en desacuerdo con el pensamiento
oficial, el ejercicio de los dones artísticos. Da prioridad a la invención, a
la ingeniosidad, a la fantasía, a la improvisación lúdica, - ¡cuántos
descubrimientos han sido hechos "por accidente"! - a todo lo que
puede estimular lo imaginario: aprender a pensar por metáforas, dibujar sus
pensamientos, tener su diario de sueños, vivir sus alegrías y sus angustias,
realizar una "obra maestra". Mientras que la enseñanza prosaica
desencanta lo "original", promueve el espíritu conformista, la
Educación nueva no solicita ya solamente las funciones corticales superiores de
orden lógico y lineal, devuelve al " viejo cerebro " su derecho a las
intuiciones; reconoce al "inconsciente", que dejó de ser considerado
infantil y regresivo, un saber más grande que el del consciente.
En la primera edad, la decoración de las clases, las fiestas
infantiles, la composición y la interpretación de sainetes,la expresión
corporal, la confección de objetos, la música y el canto, la caligrafía, la
lectura de cuentos y de relatos de aventuras son estimulantes notables de la
poïesis. Pero tendrían que reinventar también "ritos de paso",
"iniciaciones" que prepararían la entrada al mundo por el intermedio
de símbolos y de mitos tomados de la
modernidad 1. -Más tarde, las disciplinas enseñadas son de naturaleza a continuar
el despertar de las mismas tendencias. El estudio de la poesía nacional, pero
también universal, (de Homero a Tagore o Saadî), contribuiría a transmitir al
alma occidental impregnada de romanidad
las virtudes femeninas del Yin: flexibilidad, intuición, musicalidad.
La poesía no falta en ciertos dominios científicos, en la
medida en que implican una parte de sorpresa, de misterio, de esplendor
extraño. Las ciencias naturales abren un campo vasto en la païdeïa del ensueño,
desde el matrimonio de las flores hasta las proezas sensoriales de los
delfines. Las revelaciones de la astrofísica sobre el origen del universo, cuyo
radiotelescopio detectó los vestigios de una luz fulgurante, son estos elementos dignos de reactivar el don de
admiración. Poniendo arcos entre Occidente y Oriente, la ciencia moderna
recobra una poesía sin duda abrupta pero grandiosa: así, la teoría de un
universo en fases alternadas reúne la cosmología hindú, como ciertas
conclusiones de la física sobre la vacuidad confirman el principio budista
correspondiente, tal, como lo expone el Avatamsaka-sûtra.
*
* *
Cada vez más sale a la luz una curiosidad apasionada por el
discurso psicológico, que anima el deseo de descubrirse diferente, pero sobre
todo más auténtico. Asumir más que sufrir la
" Edad de los Conflictos " será trabajar primero en poner un
poco de orden en sus propios conflictos. Pero más allá del reduccionismo
cientifista de Freud y de sus discípulos, una " psicología espiritual
" está a la vista, tal como pueden anunciarlo
1. Ver para a este respecto Mircea Eliade, Aspectos del
mito, IX, y Lo sagrado y el profano, IV, in fine.
Frankl y los " psicoanalistas de la existencia ",
para los cuales el inconsciente oculta una dimensión noética que designa a
Dios, Jung que redescubre, adaptándola, la Alquimia medieval, o todavía ciertos
métodos introspectivos de Oriente adaptables a los Occidentales; psicología que
tiene posibilidad única de devolver a la exploración interior la carga lírica
la que necesita y que son siempre
portadores en su lectura vertical de las obras como la Odisea o los Argonautas.
El análisis aparece desde entonces viaje iniciático, que analizándolo es su
todo conjunto el héroe y el chantre hundiéndose en el bosque (o el océano, o
cueva) de sus profundidades singulares. Como el artista, el analizado se deja en efecto recorrer, habitar por ese
Mercurio alquímico que no es otro, en
forma de río subterráneo y sutil, que la
inspiración poética 1. Se encuentra
primero, como él, en la " noche oscura " del nigredo; como él, es el lugar de los mismos
cataclismos, tiende hacia la posición central que lo sitúa entre microcosmo(él
mismo) y macrocosmo.
Si transponemos tal paso en la perspectiva de los ciclos
cósmicos, - esta inmensa Gesta de estrofas eónicas entrelazadas por estribillos
semejantes y diferentes, - podemos decir que los acontecimientos escatológicos
y los acontecimientos psíquicos se corresponden asombrosamente. Lo que se
producirá periódicamente en la historia del universo en forma de creaciones y
de destrucciones parciales o totales se produce también en el que está
comprometido en la investigación psicológica. Al hundimiento de los continentes
y de civilizaciones responde en él el de los prejuicios sociales, raciales y
morales, las opiniones políticas, las creencias religiosas, los cimientos
culturales; a los seísmos, a las guerras, a las hambres anunciadas " como
signos de los tiempos " responden el quebrantamiento de las
certezas, las proyecciones, las resistencias, las noches de desamparo,la
" guerra santa " llevada contra la subversión de dentro
1. Recordemos que Mercurio (Hermes), hijo de Zeus y de Maïa,
fue el inventor de la lira, que le ofreció a Apolo. El caparazón de tortuga que
sirve de caja de resonancia tendría que asociarse de ese de donde los taoístas
sacaban informaciones adivinatorias.
; los " falsos mesías " se hacen, a guisa de
mensajes, portadores de las mentiras que se cuenta a sí mismo. En verdad,
" el sol se oscurecerá "; comprendamos: el consciente perderá su luz;
" la luna no dará más su claridad "; comprendamos: el inconsciente se
revelará en la oscuridad, después del borrado de lo mental.
Al igual que la disolución de la Edad actual, la disolución
psíquica no es más que podredumbre, es metamorfosis; en ambos caso, la
desagregación es condición previa de la vuelta al Principio; la " muerte
iniciática " interesa al universo, pero también al hombre mismo; el "
descenso a los Infiernos " como
recapitulación y agotamiento de los estados anteriores es también preparación
para el " segundo nacimiento”. El
" Fin del mundo " se efectúa en quienquiera que muere al viejo
hombre; la instauración de "Jerusalén Celeste" es primero
instauración del estado espiritual en el hombre nuevo. Todo paciente que vive su "pasión" es el lugar de un
pralaya en miniatura, de un "apocatástasis" donde por turno se ejerce
el Rigor de las circunstancias (o del terapeuta), y su Misericordia, donde el
cosmos engendra el caos, y el caos, el cosmos. La sanción terminal del
"Juicio" interesa en primer lugar a nuestra propia culpabilidad del
pecado existencial.
El hombre del ciclo que acaba es también el hombre del ciclo
que comienza, o su prefiguración: la regeneración universal es primero la suya;
es creador en él de una nueva mirada, de un nuevo espíritu que, por recurrencia
al mismo tiempo que por anticipación, lo hace contemporánea de una Edad de Oro
transtemporal. Es, como el poeta, a la
vez guardián los anales del pasado y de la memoria colectiva, y el profeta de
la que viene, el Prodromos de la eternidad. Algunos de sus sueños, más tarde
reemplazados por los sueños arquetípicos fundadores de una mitología
supraconsciente, ya se presentan como de verdaderos poemas-relámpagos, haïkou
de Ia psique, transmitiendo una historia y su desenlace, un tren de imágenes,
personajes, aventuras sembradas de pruebas y de revelaciones. ¿ No se ha mostrado que los mitos primitivos de los que
derivan las epopeyas, las novelas y los dramas, tienen un origen onírico?...No
es por nada que el Opus alquímico ha sido comparado a la obra poética, no
obstante que el alquimista, el llamado
poïetès por los viejos autores, tomó por sujeto del poema la conquista del
Anima. Este émulo de Orfeo desciende al interior de la tierra, renace como el
Fénix, se eleva en el cielo. Sensible a los signos, a los oráculos, se mueve en
un mundo de analogías y de símbolos. Como Rimbaud, (" Yo es otro "),
él sabe que su verdadero Yo está allende
la multitud de esos falsos yo, de estos "inocentes" impudentes a los
que conviene inmolar para descubrir la Ipseidad. Como Nerval, ("La noche
será negra y blanca "), trabaja en la unificación de los contrarios 1.
Es más, el interés creciente que se lleva, desde las
experiencias de Pauli, a la parapsicología, confirma renovándola la existencia
de una realidad paralela donde la conciencia escapa de las leyes del
espacio-tiempo. No sólo los ejercicios de imaginación activa desarrollan
ciertas disposiciones a la videncia, sino los sueños premonitorios, los
fenómenos sincrónicos de los que no se deja de encontrar en su camino ninguno de los roturadores de alma
introducen a un espectáculo maravilloso que hace perfectamente real y vivido el
mundo de los cuentos de hadas, mundo plástico, liberado de las estructuras,
limitaciones y opacidades, fluídico al
igual que el de los orígenes. Las respuestas de Yi King, este confidente de las
gracias y desgracias secretas, vienen a aumentar lo maravilloso, cuyo estilo mismo resalta una poesía refrescante e
inspiradora, en su concisión y su inmediatez 2. Las irrupciones de lo
irracional en sí, alrededor de sí, ensanchan las dimensiones del universo,
aportan en el seno de una existencia rutinaria a tope, todo un juego de
"sabores" exquisitos que no difieren en absoluto de las rasa de la
poética hindú, al vivificar estas modalidades afectivas que vivifican la obra y poseedoras
1. Conocemos esta última frase escrita por Nerval a guisa de
testamento, antes de ir a colgarse calle de la Vieille-Lnterne. Esta noche
sería negra porque estaba en el corazón del invierno, y porque era lanoche de su muerte; sería blanca porque
nevaba sobre París y porque su muerte le abría las puertas de una liberación.
2. Así, este fragmento corto digno de Saint-John Perse:
" espera sobre la arena. Hay un poca de charla. " (Hexagramme 5, Sabido, " la Espera ").
de "virtudes" que ablandan y disuelven, (pensamos
en el Solve), exaltan e iluminan, (pensamos a Coagula), para hacer acceder el
ser a algún nuevo grado de maduración.
Tal es el reino del verdadero poeta, esa " cosa ligera
" (o más bien aliviada), " mariposa del Parnaso "; -¿ y quién no
sabe que mariposa " ¿ se dice en griego psique?-
*
**
Las disposiciones a tomar con vistas a una civilización
interior asustan o desaniman; ¿pero no las imaginamos demasiado a menudo y sin
razón situadas en altitudes
inaccesibles, para dispensarse mejor?
Su punto de partida reside sin embargo en realidades muy
simples. Podemos sostener que toda vida interior normal comienza con una vida exterior
bien reglada, y que los marcos tienen su importancia, invitan al recogimiento, inspiran la decisión
de otra vida. Si todo es ilusión, y si hay que librarse de toda ilusión,
conviene primero aprovecharse de ello, tomar allí apoyo porque la ilusión misma lleve su parte de espíritu.
Hay por todas partes elementos espiritualizantes que quitan lastre al medio, añaden atmósfera,
desde los faroles apergaminados de las procesiones budistas hasta los
estandartes de gloria que guardan los pasos tibetanas; o entre nosotros , el árbol de Navidad de ramas
cargadas de luces, imagen de los Árboles
del Edén, de los Sephiroth, de los
centros sutiles del ser humano; o todavía, los juegos de campanillas que
sugieren el recuerdo de las músicas de las esferas o de las armonías oídas en
la instasis por los místicos: todo lo que, a través de una fragilidad
insignificante, sugiere algo del " Jardín de las Esencias ", recrea
en nosotros un poco de la alegría infantil que
fue la de antes de la ensômatosis, Ia " toma de cuerpo ". Por
la tarde de un día aplastante de cargas en el fumadero de las palabras vanas, ningún
mejor contraveneno que una grabación
de música india, coloreada, ritmada a pedir de boca, acertada, llena de
los visos danzantes del sol sobre el río; o si los nervios están al límite,
algunas secuencias tranquilizadoras y meditativas, de un magnificente motete de Lassus o de Palestrina... Soporte
de contemplación, eco de la verdadera libertad, la música todavía habla de
Dios; dice la fantasía festiva, la potencia y la majestad, la alegría, la
gratuidad del Juego divino; devuelve el sentido del ritmo y de la armonía a las
existencias contrariadas, sincopadas y quebrantadas 1... En fin, en el hoyo de una crisis dolorosa, la
contemplación del icono, modesta tabla pintada, pero tabla de salvación, desde
el fondo de su nicho ofrece a la mirada la mirada a devenir.
Nada debería ser descuidado de los elementos civilizadores,
es decir poéticos, sobre los cuales fundar su morada. A comenzar por la morada
misma, que hay que querer calurosa,
hecha materiales vivos, acogedora al descanso, al estudio, al ensueño, al
retiro, a la concentración de sí.
Citaríamos como lugares portadores, y según los climas, la clara celda toscana, en medio de los olivos plateados, el
kyllion griego batido por espuma, el mazot suizo en el bosque de abetos, buenos
gigantes altivos, bonachones, el granero montañés, o incluso, en el fondo del
apartamento urbano, el pequeño oratorio donde no pueden tomar sitio más que una miniatura de Dios, lamparilla, granos de
incienso, una alma orante. - Lo mismo, el alimento, cuya calidad es fraternal a
la de nuestras fibras y nuestros
pensamientos, será simple, sano y equilibrada, exento de ingredientes químicos, fácilmente
asimilable, moderada en cantidad 2.
Hasta el traje influye
1. El apasionamiento actual por la música, y sobre todo la
de las antiguas épocas, derivado de la monodia gregoriana y de la polifonía,
traduce una necesidad evidente de llenar el desierto espiritual dejado por la
retirada del Cristianismo, y de humedecer por el sentimiento el tiempo desecado
por la racionalidad: - desierto cuya quemadura ejerce sobre los seres algo
comparable a la "falta" de los drogadictos. En el seno del
agnosticismo, incluso la música profano se reviste de una patina de sagrado.
2. " En verdad, el Yoga no es para el que come
demasiado o el que se abstiene en exceso. " (Bhagavad-Gîtâ, VI, 16). La
misma recomendación de medio justo para el sueño, la acción, el ocio, que se
encuentra en las Institutiones del Cristianismo.
sobre nuestros estados de alma y determina las tonalidades. La nobleza (quizá rústica) de la
tela, la variedad de los coloridos, los pliegues, lo flotante suscitan una
predisposición a la búsqueda de una belleza interior.
A estos diferentes upâya no deberíamos olvidar añadir la
contemplación de la Naturaleza, como ejercicio espiritual que impregna las
zonas profundas de nuestro consciente de la visión el grammata Théou. Y esto,
en lo que la Naturaleza tiene unas veces de más sublime, (panoramas de
montañas, cielos señalados por fuego), y
otras de más modesto, (la flor que, también, lleva la efigie de lo divino), en
un espíritu a la vez "franciscano",- adorando el divino mismo en
nuestro hermano el viento, nuestra hermana la lluvia, - y "gnóstico",
intérprete de las "signaturas": la montaña que se eleva de grado en
grado simboliza las "estaciones" y los "estados", como el
desierto, donde la Naturaleza ayuna de todo efecto oratorio, la inmensa reserva
de los posibles; o todavía, el bosque, cisterna de savia y de silencio, el
santuario del Innominado. Lo visible, - " las obras de Dios ", - no
es otro que lo invisible hecho legible en el gran Libro de la Naturaleza. Las
" realidades celestes " rozan los terrestres, se dejan desvelar a
través de los símbolos incluidos en estas últimas. Así contemplada, la
manifestación universal no borra el misterio, lleva allí. "La materia participa igualmente en el
orden, en la belleza y en la forma ", escribe Dionisio Areopagita 1. En la sustancia cósmica el Espíritu
se encarna y se nombra. Los Padres griegos nos invitan a esta contemplación de
una tierra de la que Evagrio Póntico decía que la sangre del Cristo la había
devuelto a su transparencia. Gregorio Nacianceno celebra "la armonía y el
ritmo que emanan del mundo como de la
lira,… la inmóvil huida de las olas, los ríos vastos, el canto de viento 2
". " Todo lo que existe Te ora, escribe en uno de sus Poemas
dogmáticos, todo ser que sabe leer Tu universo hace subir un himno de silencio. " Los que,
todavía en nuestros días, indiferentes a Dios, incapaces de nombrarlo, saben
sin embargo admirar
1. Nombres divinos, IV, 28.
2. Del amor de los pobres,23
las bellezas del kosmos, - "orden" y
"adorno", - continúan rindiendo homenaje, sin saberlo ellos, al
Creador de todas las maravillas .
Entonces, lo Bello es también el Bien: principio que está en
la base de la existencia de todas las
cosas, las hace a la vez idénticas y diferentes, unidas sin confusión.
El universo se revela teofanía que requiere celebración. “Todo canta la gloria
de Dios ", exclama el peregrino ruso que descubre el " conocimiento
del lenguaje de la creación ", a través del cual penetra hasta el hombre
el Eros-Agapê. Toda manifestación de la gloria de Dios provoca la admiración, que
es el primer despertar a la Realidad
suprema, vestíbulo del estupor y del encantamiento extático. Solo, dice Máximo
el Confesor, la admiración puede rodear la irrodeable Potencia 1 ".
Es todavía un arte organizarse ciertas pequeñas repúblicas
autónomas y paradisiacas, donde preservar su derecho a vivir una vida
simplemente humana a fin de hacerla
plenamente divina. Esta búsqueda está blanqueada por anticipado de todo
reproche de egoísmo: no es individualismo sino individuación, no deseo de
singularizarse sino derecho a la diferencia, legitima medida de salvaguardia,
elemental satisfacción concedida a la vocación humana.
Una primera medida puede ser tender hacia una vida liberada
de las necesidades artificialmente acumuladas por las falsas religiones de la
moda y del consumo, bloqueando la vía a toda invasión de objetos parasitarios,
pretextos de inútiles apegos, - " poseer más que lo necesario, dice san
Basilio, es robar "; - conjurando toda marejada de preocupaciones errantes
o de acciones facultativas y superfluas, que se inventan ellas solas cuya existencia arrastra los pesos del
fastidio; prefiriendo un espacio de vida no desnudo como las de la arquitectura
moderna cuyas aspiraciones de aire multiplican los incitaciones a los suicidios, sino denso de este despojo
1. Pudimos leer recientemente en Diálogos con el
Ángel:" Alrededor del que sabe maravillarse eclosionan las maravillas. "
sagrado que refleja la libertad y la vacuidad divinas. Es
una poesía del Vacío que es plenitud del Verbo. Este despojamiento voluntario,
esta desposesión consentida pueden solos enseñar a recobrar la vida en su espesor ontológico;
son modos de inaugurar, o de recobrar, otro estilo de ser, y la adopción puede
ser condición de despertar. ¿ Quién sabe por otra parte si crear con anticipación
tal actitud no sería al mismo tiempo la ocasión de prepararse moralmente para
una situación análoga, pero esta vez impuesta por una voluntad exterior, la de
los " destructores del Sí ", o por alguna revolución cosmológica?...
Otra medida consiste en un aprendizaje de la sacralización
de los gestos en el interior de los
cuales hundir su atención, esta fina
punta de la conciencia, como pueden provocar allí la ceremonia del té o el tiro
con arco delos japoneses, pero también,
cualesquiera quehaceres domésticos donde el objeto más humilde también será
considerado, también, como sagrado ; - lo que enseñan más especialmente Budismo
y Cristianismo 1. Esta ritualización del hacer todavía es "poesía 2";
es imitación desautomatizada de gestos arquetípicos y manifestación de su
simbolismo. La regularidad de los ritos, de cualquier naturaleza que sean, le
da a la vida sus ritmos, sus aliteraciones a intervalos iguales. La suspensión
de la acción desempeña el mismo papel que el silencio, - este shabbath de la
palabra, - entre las correas del poema de la vida. Lo mismo que el silencio
devuelve a las palabras su lustre y su fuerza, la meditación diaria es recarga
dinamizante para otros bailes nupciales de los dedos y del pensamiento. El buji
japonés, (chino wu-shib), que designa
1. Conocemos el poema de P' ang-iun: " sobrenatural
maravilla:¡ Saco agua, llevo madera!... " Tauler elevó los quehaceres
domésticos al nivel de los dones del Santo Espíritu; Benito de Nursia pidió que
se mirara los utensilios del monasterio como si fueran los cálices del altar.
2.El griego poleïn significa "hacer", y como
consecuencia, "crear". Hablamos de "hacer" a un artista. -
" ¡ alma de mi alma, dice Henry James, oh beneficio sagrado de hacer
(doing)!
la ausencia de artificio y de afectación, la sencillez
natural y perfecta, se parece a " nada especial " (oudên idion) de
los Padres de Scété. Actitud simbolizada por la posición sentada para nada y
sin hacer nada, como todavía lo enseñan zenistas y hesicastas; de donde
quietud, silencio, vacuidad, tranquilidad.
La ausencia de todo gesto sería sin duda el primer
reaprendizaje del gesto justo. Otro
consistiría en redescubrir la prosternación, de la que occidente también olvidó
el sentido. Prosternase, es reunir lo que fue separado por la Caída, lo
vertical y lo horizontal, lo consciente y lo inconsciente, el macrocosmo y el
microcosmo, las Aguas de lo alto y las de abajo; es hacer " descender el
cielo en tierra ", - según la formulación
alquímica que es también la de la liturgia bizantina, - hacer que la
cabeza, - el círculo, - toque la tierra, - el cuadrado, - que el soplo
vivifique la profundidad; es reiterar en modo humano la bajada del Espíritu en
la sustancia cósmica, reunir las estrellar del cielo y los polvos del suelo en
la unidad recobrada. De esta reconciliación donde el hombre reúne al demiurgo
surgen para él fuerzas nuevas; la flexibilización de los miembros va a la par
con la de las funciones psíquicas. Penetrado de respeto ante el misterio del
universo el mismo se prosterna ante la majestad divina, el hombre venció las
rigideces separativas y paralizantes para recobrar el orden fluídico de la
primera creación, cuando todavía se confundían las hojas y las algas, las
aletas y las alas, y cuando la coincidencia de las dualidades era el estado
normal de un mundo traspasado de gloria.
*
* *
El más completo de los ritos, y de todos el más esencial, es
ciertamente, en el Cristianismo, la " santa y divina Liturgia ", tal
como es celebrada por la Iglesia de Oriente. Se revela en su monumentalidad y
su simbología el poema por excelencia como expresión de un arte completo donde
se encuentran la arquitectura (el mismo lugar de Ia celebración), la poesía (la
de los textos sagrados), la música (cantos y salmodia encantatoria), la danza
(letanías, gestual), la pintura (iconos), la escultura (hieratismo sacerdotal);
poema que sublima las aspiraciones del hombre, santifica a la vez sus sentidos,
su espíritu y su alma. El lirismo metafísico, la importancia concedida al coro,
el esplendor de las luces, la vestimenta, las imágenes, el júbilo y el temblor
de temor y de amor a las puertas de " temibles y vivificantes misterios
" y de una " trascendencia consumante " que se hace accesible y
participable, la contemplación " bajo velo " del Reino a venir son, en el desconcierto pánico del
hombre occidental, elementos susceptibles de apaciguarlo y de dejarle divisar
poco a poco, aunque sea, para comenzar, solo en el plano estético, una realidad
de otra orden, aquella en la que no creía más, o más bien, que jamás se le
había dejado sospechar 1.
Una de las razones de la desafección de los cristianos de
Occidente con respecto a la "misa" es que se encuentra desnuda, bajo
la influencia de la desecación modernista disfrazada de retorno a la pobreza de origen, de toda clase de
sacralidad. (¿Qué medida común, por ejemplo, podríamos establecer bien entre
tal cancioncilla promovida a cántico, de un abrumadora insignificancia, y los
kondakia de Romanos Mélode, estas réplicas bizantinas de los bhajan de un Miró
Baïl?) Sin embargo, todos los detalles tienen su importancia; todos contribuyen
a suscitar un estado de receptividad a lo divino, y si están impregnados por belleza, conmueven al espíritu, recrean
el fervor perdido. Estos "condicionamientos" tienen en realidad como
función desacondicionar. En tal
perspectiva, hasta la tipografía no es indiferente: el griego, el eslavo,
el árabe, (como también por otra parte,
el gótico, el sánscrito, el chino), son con mucho más estimulantes, hasta
suponiendo que no se sepa leerlos, que
los fríos caracteres latinos, de ángulos
derechos y ásperos, como desnudos de toda foliación... En cuanto al estilo de
las traducciones, es a menudo soso y convencional: haría falta
1. Reenviamos este respecto a dos obras notables de Jean Hani, El simbolismo
del templo cristiano y La Divina Liturgia.
leer la Biblia, a falta de poder hacerlo en hebreo, en la
versión abrupta y rocosa de un Chouraqui; casi todos los Padres griegos todavía
esperan a traductores dignas de ellos.
La liturgia arranca al hombre del prosaísmo, le recuerda a
su verdadera naturaleza. Si, como lo dice Basilio de Cesárea, " el hombre
es un animal que recibió vocación de hacerse Dios ", es decir que debe
volverse poeta. Lo que puede tanto más que ya lo es, potencialmente, ya que
hecho " a la imagen y la semejanza " del Poeta supremo, reflejando en
sus "virtudes" las cualidades divinas; ya que a la vez " varón y
mujer ", lo que es lo propio de todo artista que armoniza en él ambos
polos de su integridad; en fin, ya que
él mismo, según Gregorio de Nicea, es " ordenanza musical, himno
maravillosamente compuesto ", y según Agustín de Hipona, " canto de
gloria ".
Poeta, el hombre tiene por misión " nombrar a las aves
del cielo y las bestias salvajes de la tierra ", es decir de reconocer los
logoï, de las " Energías divinas " brotadas de la Esencia, que
residen en el corazón de los seres y son tantas modos de la Presencia del Único
increado, reverberadas por las criaturas vivientes. Federador de las
"Energías", el hombre coopera con Dios en la formación del
universo. Sin estos " nombres verdaderos ", los seres serían
superfluos, quedarían inconclusos, alógicos, "anónimos"; el Verbo les
informa por la combinación secreta de sílabas y de sonidos que corresponden exactamente
a las condensaciones vibratorias que constituyen la identidad. Este
"nombramiento" de los animales, en lo sucesivo animados, consagra el
nacimiento de las artes, ya que cada palabra original, - la India hablaría de
mantra, - es simultáneamente armonía, imagen, forma y movimiento, - lo que es
reunir el arte completo evocado antes. - Colaborador de Dios, el hombre
confirma, completa, acaba a Ia Creación 1.
Pero si " somete la tierra " celebrando la liturgia cósmico, celebra también y
primero el fundador en una perpetua
1. Es la misión que Claudel le confiere al homo poeticus:
hacer el inventario de un mundo "interminado", en el " júbilo
orquestal " de las Musas y por el efecto de la Gracia divina (Cinco Grande
Odas, II). - este inventario es también perfeccionamiento.
doxología. " Tu
amor me hirió, marcho cantándote ",
exclama Juan Clímaco; y Gregorio Nacianceno: " ¡ Tu gloria, oh Cristo, es
el hombre a quien pusiste tú como un chantre de Tu esplendor. " Para
Agustín, " amar a Dios, es cantar Su gloria "; y " la gloria del
que se canta no es otra que el cantor". Es en el punto extremo que la
cooperación se hace la más íntima, la más ardiente, entre Dios y el hombre, -
este microthéos; - qué el Artista divino rime lo mejor con él mismo 1.
Despojado del mundo y del yo, investido del
Logos, el hombre se deja nacer (o renacer) en Dios, deja a la vacuidad
hacerse quietud, la " decreación " inaugura una nueva creación. Sin
duda, en el mismo seno del Ser, todas
las criaturas no tenían otro nombre que el del Ser mismo. Todavía no habían
recibido ni su determinación particular ni su "nombre de bautismo".
Todavía residían en su Sí, que no es
otro que el Sí divino. Pero de todas estas criaturas una vez encarnadas, el hombre es el que
guardó la mejor memoria, que todavía es
la más capaz de esta "reminiscencia" de la Esencia adormecida en el
fondo de su ser, o más bien en la cual
se durmió. Dios siendo palabra, y el hombre siendo el ser de la palabra, - la única criatura
dotada de lenguaje, - la manifestación de la palabra en el hombre hace de él el
ser por excelencia de la invocación. Invocar el Nombre supremo es actualizar la
memoria que llevamos en nosotros, la de nuestro arquetipo, la que se confunde
con lo Divino mismo. Es Él quien, en
nosotros, se acuerda de Él, cuando nos acordamos de Él: siempre estamos
presentes en nuestro origen. La invocación es signo de reunión con lo Divino:
llama, desde el seno de lo múltiple, a todas las partes
1. La palabra "rima" está emparentado con rythmos,
el "ritmo" que designa el movimiento cadencioso de los flujos, y puede simbolizar las alternancias de la Gracia divina y de la
tensión humana hacia Dios. Nos acordamos que en la Divina Comedia, (Paraíso,
XII), el nombre de Cristo es repetido con
rima, tal nombre que no puede, en el espíritu de Dante, rimar con nadie
más; - sino, añadimos nosotros, con hombre " cristificado ".
de lo múltiple a
reunirse en lo Uno; recuerda que
la reminiscencia es la ausencia de olvido ", (en griego a-lèthê), y que la
ausencia de olvido es la " la Verdad " (Alêtheïa).
*
* * "
Nos morimos de sed ", gimen numerosos ricos. Sentados al borde del pozo,
se obstinan en no beber: el caso es que habría que sacar el cubo. Maldicen su
estado, pero tienen miedo perderlo; sufren, pero tienen miedo sufrir más,
privados de su sufrimiento. Temen todo cambio, ignorando lo que ganarían allí.
Admiten si acaso buscar las soluciones a su problema; las soluciones que
encuentran no resuelven nada: ellos mismos son el problema. Negando todo
cambio, se condenan a sufrir, durante su
vida, los mismos disgustos que pretenden no poder soportar más.Ahora, toda vida
digna de este nombre quiere que se tome la pena de conquistarla.
Estas primeras proposiciones se verán reprochar por exigir
esfuerzos: esto son los menores que se
pueden demandarse a sí mismo, y la parte exigible difiere según cada uno. Otra
crítica será que son utópicas; pero el reproche de utopía permite en buena
conciencia dispensarse de todo esfuerzo; y no aparecen tales porque se impide
que se concreticen. Se topan por todas partes en efecto con la resistencia del
racionalismo in situ, el cual es racionamiento, cuadrícula, agotamiento de las
fecundidades. Pero todo lo que reduce o
prohíbe esta marcha que es una danza, esta palabra que es silencio, esta música
que es profecía, esta figura que es faz y que tiene de nombre Poesía, no es más
que usurpación y abuso de poder, y por esta misma razón, no puede mantenerse
más que por medidas arbitrarias,
represivas, hasta que las fuerza a los cuales este absolutismo recurre
se revuelvan contra él.
No deberíamos olvidar tampoco que si lo que es "
nuevo" se opone ferozmente a lo
que es " eterno ", es decir intangible, porque es expresión misma de
la naturaleza de las cosas, una ley compensadora quiere que los elementos
reprimidos y aparentemente destruidos,
reaparezcan aquí y allá, bajo formas
primero camufladas, diferentes, no detectados
en seguida, y que estando debilitados, desactivados, acaben por ser
considerados con una cierta indulgencia, es decir por lo menos tolerados; - lo
que facilita a veces su resurgimiento. Así es como los Padres de la Iglesia
fulminaron primero contra el culto de las imágenes y los instrumentos de
música, con el fin de separar radicalmente el culto cristiano de los ídolos y de
los sones de fanfarria del paganismo; pero estas imágenes volvieron en forma de
iconos, y los instrumentos de música se encontraron concentrados en el
órgano... Un fenómeno semejante podría producirse a partir de una cierta Poesía
de las catacumbas: la resurgencia, - bajo las mismas instancias del
materialismo, - de las invocaciones y de los sortilegios, de las
ensoñaciones y encantos de fábulas
inefables.
Otra objeción todavía consiste en decir que todo el mundo no
es "poeta", no tiene esa suerte (o esa desgracia). Podemos responder
a esto que si, en todo hombre, están
depositados los gérmenes de la creación física, y si no hay separación
total entre los planos, hay con toda evidencia en todo hombre unos gérmenes de
todos los planos de creación. Se trata de actualizar solamente estos carismas.
Sin duda existen diferencias de grados en la intensidad y la potencia
creadoras; pero la potencialidad creadora está siempre allí, y es en este
sentido que se puede sostener con Lautréamont
que " todo hombre es poeta". Hasta sumergido en el infierno
moderno, el niño, el chamán; el alquimista, el monje laico, todo ser
interiorizado, contemplativo, amante, todo liturgo es poeta, creativo, bailarín
de sueños, y muestra la vía a otros. Pertenece al mundo de los que tienen el
deseo de despertarse a lo Esencial de ser los celebrantes por fidelidad a la
naturaleza humana 1.
Salvar al hombre de la situación en la cual se puso por
hipertrofia del pensamiento, el desgaste de la raza, voluntad de poder
1. A la cuestión: " ¿qué el hombre? ", Rabí Mendel
de Witebsk respondía: " el hombre es el lenguaje de Dios. "
olvido o destrucción del conocimiento iniciático, no puede
hacerse hoy más que recurriendo a los valores de amor, de sabiduría y de
belleza que comportan todavía ciertos
dominios preservados . Son los componentes vivificadores que sustraerán
al hombre de los automatismos, le harán de nuevo poeta, y que, retornando
en grito de esperanza la lamentación Jeremías, harán que el desierto se vuelva
vergel. Este milagro ya se efectuó al nivel material en varios países
del Oriente Medio. No vemos ni cómo ni por qué, llegada su hora, - muerta su
hora, - no se produciría al nivel de la intelección. Es de este retorno
que están cargadas las "
auroras que todavía no lo tienen ",
y al que Rig-Vêda saludaba con cinco mil años de anticipo.
Más que nunca aquí, es necesaria la sinergia entre lo humano
y lo divino. Los hombres, ciertamente, tienen necesidad del Creador, ya que,
abandonados a sí mismos, - los tiempos están ahí para atestiguarlo, - no están
en estado de crear nada verdaderamente asegurado y durable; un Creador
soberano, que puede por otra parte revelarse primero soberano Destructor.
Cualquiera que sea la forma de la que escoja de revestir su retorno, nuestro
papel es acondicionar modestamente, en el sitio que nos es impartido, la
llegada del Avatâra supremo, de allanar
sus caminos, de mantener el aceite de la espera. Y el mejor medio de preparar
esta vuelta es prepararse a sí mismo. Es en ese
sentido que Dios necesita de los hombres.
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