ASPECTOS DE LA SUBVERSIÓN
II
LA DEBACLE DE UN PENSAMIENTO
Más aún que
otras disciplinas, la filosofía general se hace agente de la Subversión acordando siempre
más lugar a los sistemas que reducen al hombre a la tecnología, la sociología y
a la biología y haciendo caso omiso del conjunto de sabidurías no europeos, que
no podrían más que hacerla hundirse. Todo lo que, por el momento, aventura expandir
el horizonte espiritual queda relegado a pequeños grupos de estudios sin
influencia en el curso de los acontecimientos y tolerado por inofensivos –lo que
mantiene la ilusión del respeto de la libertad de pensamiento. -
Entonces, las
filosofías oficiales pueden desarrollar una cierta curiosidad intelectual,
aprender a identificar conceptos, a construir argumentos; ellas no aportan
ninguna respuesta a las cuestiones mayores, ellas más bien las confunden
y desalientan su examen. En términos prácticos, ellas no proponen más que
un humanismo respetable pero insuficiente,
o la revuelta, el odio, el suicidio. Mentalizando al extremo al hombre acerca de sus límites, lo desequilibran, le robar miles de horas que
son tantas pérdidas para el aprendizaje y la experimentación de las doctrinas
de salvación. La concepción misma de los
estudios traduce, también, un complot, cuyo fin es reemplazar
insensiblemente tanto la puesta en cuestión socrática como la adquisición de
estados superiores por la inestabilidad
psico-mental y el estancamiento descendente de la consciencia.
La historia
de las ideas en Occidente aparece desde hace siglos -con estabilización temporal del episodio
cristiano- como una serie de deslizamientos , de lentas derivas, de imperceptibles traiciones
cuya suma ha conducido al impasse filosófico que conocemos. Nos falta sitio para
mostrar que hubo a lo largo de esta
historia rivalidades entre las diferentes
corrientes existencialistas, desde la humanitas
del siglo XVI, su «cultura» y su « mesura», hasta la
fenomenología husserliana pasando por Kierkegaard, Jaspers, Heidegger y Sartre. Pero
sabemos bien que el principal origen del marasmo contemporáneo reside en lo que se ha convertido el cartesianismo
dualista que de divisiones en exclusiones sucesivas, ha llegado a negar la parte más
importante de la Realidad, - ¡que
corresponde a los nueve décimos de la totalidad! - y para conducir a un escepticismo ofensivo y sistemático 1.
Al término de las escisiones que han resultado, la vida ha sido proclamada absurda, el mundo, privado de sentido. No solamente,
desde entonces, la « existencia precede a la esencia », sino sólo existe la
existencia, antes de hundirse a su vez
en lo inexistente... El rechazo de afrontar el ¿quid? metafísico no es resolverlo
por eso, es precipitar al hombre en los barrancos de la desesperación. No le es posible en efecto conjurar más las crisis de
mundo fenoménico en con recurso a Sí mismo, estableciéndose manera
inquebrantable. El hombre se ve condenado a la «angustia », a la «nostalgia », a
la «náusea.», tantos grados de un miedo
pánico ante lo que él ignora y no puede explicar. No le es dado el remedio al
mal, que está en el conocimiento que
permite ver todas las cosas en el Principio supremo, en el Centro de gravedad de los universos visibles e invisibles, en saber que todas las contradicciones
aparentes son los elementos del orden total.
No hay duda que esta angustia y que esta
desesperación, que desmoraliza al Occidente, que
1. Indiquemos en todo caso que para hacerse acreditar, el escepticismo se refiere al principio de « duda previa » de
Descartes, que no estaba destinado más que a facilitar el « control y la posesión
de la naturaleza». Esta salida a partir
de cero no es otra en ‘ el hinduismo’
que el Jnana-yoga. Pero se ha desplazado indebidamente la duda metódica extrapolándola al dominio del espíritu.
lo debilitan
y lo minan, entran, ellos también, en el plan de destrucción programada a la que nos hemos
referido en el capítulo anterior.
En cuanto al estructuralismo, se le ve sustituir
a las visiones tanto realistas como idealistas que le han precedido
una opción según la cual la única
realidad es una simple relación entre el « yo » que percibe y las cosa percibida.
El destruye por ahí el edificio de todo el pensamiento humano, aprisiona al
hombre en corsés rígidos y artificiales. Levi-Strauss proclama que « el
espíritu también es una cosa », y que « el objetivo último de la ciencia humano no es constituir el hombre sino
disolverlo » (en el único estado físico-químico). Parece difícil reducir a menos lo que había sido ya condenado
a no ser más que un « animal razonable "o más que un «
accidente del universo ».
Estas
lecturas recientes del hombre se reúnen en
el hecho de que le niegan cualquier intelección. Sin embargo, esta no
sólo puede ser experimentalmente vivida demostrada,-los seres realizados están ahí para testimoniarlo-,
sino que el solo entendimiento humano es incapaz de alcanzar ninguna evidencia intuitiva concerniente al Absoluto; no puede
más que chocar en la muros de su prisión
en las antinomias irreducibles de una experiencia parcial e inmanente. Esto sería
aún un mal menor. Pero ya que no dispone de medios para alcanzar lo Absoluto,
el racionalismo y sus derivados han preferido a negar la existencia, absolutizar el hombre en su lugar, cuya voluntad de poder no se conoce
más límites.
El último resultado de la evolución es el nihilismo predicho por Nietzsche y que encierra a la vez « muerte de Dios "y la del hombre. La muerte de Dios, en primer
lugar, ya que no se hace ninguna
referencia a otra cosa que a lo humano. Entonces, como
señala Dostoievski: « ".Si Dios no
existe todo está permitido» . Es tomando esta idea al pie de la letra como Sartre ha podido establecer la absoluta libertad del hombre y Camus
justificar su revuelta contra un cielo
vacío y mudo. La muerte del hombre, entonces, si es verdad que este último es « a imagen y semejanza de Elohim», por
tanto solidario de su destino mortal; o todavía, si la persona humana está desprovisto de cualquier
valor, como lo afirmaban ya Feuerbach y
Bakunin. Producto del simple azar,
perdido en la ” inmensidad insensible"
del universo, que hablaba Monod, no hay
desde entonces, en efecto, ninguna significación ni vocación particular; es para
sí mismo una eterna cuestión sin respuesta... Doble acta de muerte, cuyas
consecuencias repercuten en casi todas
las obras del siglo XX, y que no puede desencadenar más que comportamientos cínicos y destructivos. ¿Cómo podría en ser de
otra manera , mientras que ninguna referencia a lo que sea permite la más mínima actitud moral y, para
llenar la nada no hay , a falta de la Totalidad,
más que su caricatura, el totalitarismo?... Es a un fanatismo totalitario donde
conduce tal visión, es a él donde lleva a una juventud que no puede conocer nada
más que lo que se le habla , y no tiene suficiente retrospectiva, ni la
información necesaria para juzgar de
otra manera. De hecho, una enseñanza tal, bajo su apariencia de neutralidad benevolente, es un bastión de
la intolerancia. Mantenido en la ignorancia del esencialismo, se tiene el
derecho de preguntar como Jean Servier, en L’Homme
et l’Invisible , si los jóvenes que
actualmente "se debaten contra un
destino que no quieren “, conseguirán « quebrantar
el mundo material que se cierra sobre su espíritu » , o si su
pensamiento quedará «enfermo para
siempre ».
Citábamos a
Nietzsche. Es notable que este filósofo ofrece el ejemplo mismo de la amalgama
de errores y verdades de las que hemos hablado, y que hace de él un agente a la
vez fascinante y peligroso de la Subversión.
El hecho de que haya tomado prestado al
Oriente podría ser una garantía de la ortodoxia
tradicional: se encuentra en Zarathoustra
la idea de que todo muere y renace perpetuamente,
la necesidad de separarse del Maestro, la
de buscarse a sí mismo. Pero otros elementos
contaminan los primeros. La « buenas nueva » según Nietzsche destruye el Evangelio
según el cual lo divino se encarna
en lo humano, - lo que Oriente
también defiende contra Nietzsche. Este retoma por su cuenta la ley de los
ciclos, pero la confunde con el
"eterno retorno" que haría rehacer a Sócrates las mismas lecciones a los mismos discípulos, mientras que el Infinito tiene por carácter primero no
repetirse nunca. Lo mismo aún, Nietzsche entra de golpe en el sentimiento dionisiaco
de la existencia, encuentra aquí la idea una energía universal,-la Shakti de hinduismo-; pero él la identifica
solo con el poder procreador y se sabe del lingam
que designa otra cosa. Lejos de pensar
en liberarse del ciclo de renacimientos,
él lo acepta, lo exalta, se agita en el samsara.
Testigo de la maldad que devasta el mundo, Nietzsche concluye en la realidad trágica de la vida, en el inmoralismo de la naturaleza y de la historia; pero denuncia a los
"idealistas" que se refugian en la ilusión de otro mundo, en el ascetismo
y la compasión, mientras que son este mundo y el mal que le es inherente lo que
representa para la India la "Gran Ilusión”. Nietzsche denuncia otra vez la
decadencia de Occidente ligada a la ideología plebeya y asimila la élite a una
casta de « « pensadores» que podrían ser los brahmanes; pero asimila el cristianismo original con que los hombres han podido
hacer posteriormente y adjunta a esos
"pensadores" a los émulos de
Napoleón, cuya virilidad se confundiría con gusto con la
insensibilidad de los torturadores profesionales.
Sería fácil
e interesante establecer listas similares
comparativas para muchos otros
filósofos de Occidente que, partiendo de
premisas justas, han acabado siempre por derrapar en algún viraje de su
recorrido. Esto Incluso sería incluso el objeto de un libro decisivo para la historia de las ideas seguir
las diferentes desviaciones del pensamiento occidental desde sus orígenes griegos a través de los principales filósofos,
y mostrar cómo, de etapa en etapa , este
pensamiento se ha multiplicado los impasses para acabar en la «noche intelectual» donde brillan los « soles negros » de la Subversión.
Nosotros no podemos aquí más que indicar algunos trazados.
Aristóteles
todavía trata de metafísica y de las « Ideas» platónicas, se adhiere a la existencia de un Dios motor del universo,
«sustancia» enteramente en acto, acabada y perfecta; pero él elabora una teoría del concepto no metafísica sino lógica. Su « realismo » es el
de los objetos sensibles, negándose a
separar la esencia de la cosa misma. Él hace volver la metafísica a la ontología,
y toda la historia de la metafísica occidental en estará marcado por ello, impidiéndola
en lo sucesivo –salvo excepciones- pertenecer a la Philosophia perennis . Esta reducción ha provocado una concepción abstracta y teórica del conocimiento, resultando el intelectualismo
moderno, extraño cualquier « experiencia
». Dios se convierte en un principio
separado del mundo (antes de desaparecer
completamente del horizonte humano, de las preocupaciones humanas). Tomás de
Aquino se procederá a esta misma separación, que Descartes confirmará
definitivamente. Se verá la intuición metafísica sustituida por el
entendimiento. No solamente el Sobre –ser
será completamente apartado, olvidado,
sino que el estudio del ser se reducirá poco a poco al de las «categorías» del
mundo sensible; el mundo de la Ilusión será valorizado hasta convertirse en el único real. Dios, concebido
como individuo Supremo, prepara el
camino al Dios personal del teólogo, del exoterista que no alcanzará a superar
este aspecto personal de la Divinidad:
primera limitación, aunque aún de orden
principial. Ya está todo en su lugar para inspirar concepciones más y más
limitadas de lo Absoluto,« sistemas» naturales o racionales, puramente teóricos,
exclusivos, dogmáticos, dialécticos;
todo está listo para la trascendencia y universalidad sean puestas fuera del
alcance de los ojos.
Familiarizado con la teología hebrea, Spinoza
integran bien ciertos elementos tradicionales en su filosofía; su
doctrina de la salvación está ligada al
conocimiento de Dios, posible en cuanto el
entendimiento humano es formalmente
idéntica al de Dios; Pero, judío
desarraigado de su tradición espiritual -como
serán más tarde Freud, Marx, Einstein- se opuso al dogmatismo teológico en nombre de su propio
dogmatismo racional: su monismo destruye
la libertad de elección o de la « persona», a la inversa del no-dualismo- tal como el Vedanta-
que los integra en la universalidad de
su perspectiva. -Kant adopta una actitud
similar: pone la existencia de los «noúmenos»
, de «cosas en » independientes de
cualquier relación con nuestra espíritu
racional, más allá de los « fenómenos » de la
realidad aparente; pero a la inversa del escepticismo que no puede lógicamente afirmarse más que teniendo también
dudas sobre sí mismo, todos los razonamientos
de Kant para demostrar no se puede fundarse
en la razón para conocer los «noúmenos»
muestran toda la fe que continúa guardando
en esta
razón. -Hegel es se refiere sin duda teología cristiana y parece profundamente conectado a una
dimensión espiritual; pone la Encarnación en el centro de su sistema; pero confunde el ser puro y
la nada. La necesidad de la encarnación es
para él que ella agrega alguna cosa al ser del Padre: Dios habría tenido
necesidad de encarnarse para realizarse.
Entonces, una tal necesidad no
corresponde más a la libertad divina, sino más bien a una falta; se trata
simplemente de una encarnación profanada, de una nueva racionalización de la
metafísica en beneficio de la teología.
Como lo escribió G. VaIlin en la Perspective
métaphisique, "el misterio intemporal de la coincidencia de los opuestos se complica en una dialéctica
temporal de tesis y de la antítesis,
donde la oposición de términos no se encuentra superada más que al precio de relativización recíproca de nos prohíbe tomarlos cada uno en su estructura
metafísica».
Los mismos que,
para referirse a Oriente, podría merecer más confianza, testimonian desviaciones
similares. Leibniz descubre una numeración binaria basado en el uso exclusivo del 1 y del 0; pero
admirando lo que los jesuitas en Beijing le dicen del Yi King
, se desvía en la interpretación
de Yin y el yang de los trigramas de Fo - Hi - Schopenhauer preconiza el renunciamiento a la voluntad de vivir y a
la vida, que considera con el budismo como pura ilusión y
nada ; pero es para pasar a un Nirvana
que no es él mismo más que otra nada
, y no la muerte del yo, muerte del mental , estado de ausencia del dolor y la
ignorancia. -Bergson rehabilita las
nociones de la intuición y de impulso vital;
pero es para añadir inmediatamente las virtudes de la
mecanización, el evolucionismo
progresivo, la efectividad del maquinismo, el evolucionismo
progresivo, la eficacia de la «acción humana
» puesta encima de la contemplación. -Steiner incita al retorno a una «ciencia
espiritual » de la que describió el panorama, indica los modos de
acceso; pero esta "ciencia .» rápidamente se convierte en lo contrario de un ciencia,
bajo el peso de divagaciones pseudo-visionarias, de influencias psíquicas obscuras
y alienantes.
En estos casos y en todos los otros, la táctica es siempre la misma: engañar
las inteligencias más grandes para hacerlas
servir a la Subversión, hacerlas sembrar
sin su conocimiento en los campos de la verdad y sin vuelta atrás-es decir,
sin sospechar las consecuencias de sus propósitos-,
los dientes del antiguo dragón, que luego levantan como guerreros y se transforman detrás de ellos en batallones
del error.
*
* *
Porque el
dominio psíquico es particularmente indistinto, ambiguo, y es fácil de trabajar
detrás de sus dunas erráticas, la Subversión ha comprendido desde
hace tiempo el interés que tenía en usar
la psicología. Se ejerce en particular
en recuperar a su cuenta las « «funciones » psíquicas, en desviar la vida
interior , en confundir los planos sin relación entre ellos. Desde que ella ocupa
esta terreno, le está permitido hacer aproximadamente lo que quiere del ser humano.
¿Se trata de
hombres especialmente dotados de intuición?
– La Subversión se esforzará en pervertirla
o eliminarla. Intuición podrá ver mantenido su derecho a la existencia; pero
su presentimientos no se producirán, serán
inexactos o rarificados por un sistema de formación que desecará sus fuentes, insistirá
sobre lo abstracto, el cálculo puntilloso,
la robotización del espíritu. Al aumentar los shocks, los traumatismo,
apremiando las almas más frágiles a una vida contrariada, destrozando las aptitudes más finas, la Subversión logra
su propósito: destartalada, la psique no responde más.
¿Se trata de
seres en los que predomina la actividad
mental? – La Subversión utilizará el
arma intelectual, afinará los recursos de una dialéctica capciosa donde cualquier argumento puede ser sin inconveniente vuelto en su contrario, y que
persuade que no se podrá tener nunca
razón con ella, ¡debe tener siempre la culpa!... Ser tratará de encerrar al hombre en una especie de sofistica
inagotable, hasta que se aperciba que no
saldrá ninguna respuesta del juego gratuito conceptos y que todos las salidas le estarán prohibidas en lo sucesivo.
Su tormento podrá adquirir suficiente
agudeza para arrojarlo a los umbrales de
la locura y muerte.
¿Se trata de
seres en los que prevalece el sentimiento?
-Todas las ocasiones será buenas hacer vibrar la cuerda sensible, jugar con la emotividad elemental, explotar la
indignación a nivel de oposiciones tan simplista como el negro y el blanco, usar una elocuencia patética: en admirables improvisaciones la Subversión
se hace entonces pasionaria de la psique
colectiva para establecer e imponer su propia concepción del bien común. Ella sabrá emocionar una multitud en movimiento, versátil, y dar perpetuamente mala conciencia a los
"sin corazón" que intenten resistirla .
¿Se trata de
seres dominados por la sensación? – La Subversión
no habrá dejado de desplegar la panoplia de
impresiones epidérmicas, de seducciones
abigarradas, de alabar la pereza del cuerpo y adormecer
las percepciones sutiles. Ella será
capaz de orquestar la danza de sensaciones primitivas, confinar la vida en un epicureísmo siempre insatisfecho, animar
con la ayuda de sugestiones inesperadas
la mecánica de los instintos de los que será imposible deshacerse a partir de
entonces. La Subversión no ignora que se
obtiene prácticamente todo de los hombres
cuando se les tiene por los placeres de la boca y las seducciones de la carne.
Un proceso paralelo al precedente es sacar provecho
de la soledad y el sufrimiento de los seres humanos para incitarlos a
vivir lo más posible juntos sin
consideración las diferencias de todo
orden que hacen que ningún ser sea similar a otro. No negamos aquí la utilidad de las asociaciones que reúnen a hombres
de buena voluntad, de un nivel psíquico y mental más o menos iguales, animados
de las mismas aspiraciones en vista de un «trabajo » espiritual común. Entonces
es preciso que un director de obra
auténtico presida, asegure la seriedad de la empresa, evite que se duerma en la buena conciencia. No negamos en absoluto el amor del prójimo que es
inseparable del Amor de Dios, y que él
debe amar como a sí mismo, es decir como
el único Sí real y absoluto que está en el interior cada uno. Pero la mayoría de los grupos en
los que pensamos no hacen de estas prioridades más que una especie de
cobertura. Ellos no son en realidad más que
la ocasión de reuniones ociosas, de charlas
mundanas, pretextos para contarse
públicamente, para tranquilizarse en contacto con otros, todos más o menos
desequilibrados. Dando la ilusión de poder resolver los « problemas », los multiplican, los
complican. Cada uno encuentra allí como proyectar su sombra en los demás,
librarse a sórdidas rivalidades, a
querellas, a envidias.... Nada de lo que
construyen tales grupos es durable. Si
es necesario muy poco, en verdad, para que las gentes se acerquen,
también es necesario muy poco para que rompan con estruendo. No tarda en
emerger un líder - a menudo un débil –, que movilizará el discurso, lo decidirá todo, tomará más y más ascendente sobre sus acólitos; pero es anhelo del
cualquier hombre ser rodeado y adulado.
Víctima de la inflación del ego, no tarda en caer en alguna trampa, de donde
peligra no salir jamás.
Mucho más
que la comunión de personas, el grupo es
yuxtaposición de individuos. Agruparse
en manada para constituir una personalidad no hace más que diluir las posibilidades
personales de cada uno, mantener el
infantilismo y el espíritu gregario,
reducir las posibilidades de iniciativa y de invención. Cuanto más numeroso es el grupo, más escamotea los componentes particulares,
procede por exámenes sumarios. Obliga al nivel más elevado de los participantes
a conformarse con el nivel más bajo, el de la mayoría. Forma las
mentalidades de tal manera que ellas no
encuentran normales y legítimas las
maneras de vivir y de pensar, los métodos de trabajo, las relaciones humanas, más
que al nivel colectivo, el del demonio que es él mismo llamado ‘Legión’, Cualquiera que no se aglutine en la manada se considerará como asocial,
"marginal", y esto tanto más
rápidamente cuanto podrá serlo a veces
en el plano patológico. Estas exigencias
arrastran al grupo a hacer, él también,
el juego a las fuerzas subversivas, ya que estas tienen todos interés en impedir el desarrollo de la personalidad, única capaz
de oponerse realmente a ellas 1. Finalmente, por
la conciencia que tiene del número que lo constituye, el grupo refuerza entre sus
adherentes la certeza de tener razón, arrastrando la intolerancia
hacia los que están afuera, y de esta forma , es él quien va contra el amor al
prójimo. Las barricadas que levanta su
alrededor no son sin embargo a tal punto
infranqueables que no se infiltren elementos exteriores: emisarios de la Subversión encargados
de infiltrar el grupo y después de haber
creado desórdenes, escisiones y
escándalos, hacer su relación sobre la
expresión del estado de las cosas.
Nunca
repetirá lo suficiente que es no posible tener
una conexión profunda con otros
más si se está realmente conectado a sí,
reconciliado consigo, no en tanto que ego sino como « Sí » supremo. Sin
el trabajo interior previo que se hace en el secreto del corazón, sin la
travesía del « desierto » y la confrontación con sí mismo, sin cuidados seguidos
e individuales y donde ningún detalle será dejado en las sombra, sin ejercicios asiduos de meditación en relación
con la naturaleza individual, la relación
con los otros, sólo puede ser una
ilusión piadosa más, una armonía aleatoria, una fraternidad de pacotilla 2.
Otro procedimiento,
consiste, al nivel mismo del análisis
psicológico que los « grupos« » reclaman
en diverso grados, en hacer descender al
analizado por debajo de la individualidad ordinaria, a hacerle regresar hacia las fuerzas oscuras y caóticas, los elementos larvarios del fondo ,
de la misma manera que el espiritismo
1 Puede haber aquí también, naturalmente,
y la historia está ahí para probarlo, fuertes personalidades que están
al servicio de la Subversión, de las ella
ha hecho sus criaturas y que, ayudadas
por las circunstancias, han desarrollar
al máximo sus posibilidades destructivas.
2
Jung observa en Mysterium Conjunctionis, 1, 2, que «la tendencia actual se manifiesta reemplazando la cohesión interior del hombre por la
comunidad externa, como si alguien que no
ha comunicado el mismo fuera capaz de una comunidad exterior cualquier. Esta deplorable tendencia prepara
el terreno a la civilización de masa », y, añadimos nosotros, a la vida colectiva obligatoria, a la dictadura, a
la guerra
y todas las
técnicas que se abren sobre los residuos de descomposiciones psíquica, sin ayudarle
por eso a continuación a remontar la
animalidad; o incluso manteniéndole como se mantiene bajo el agua la cabeza de
un hombre que quiere nadar; más aún haciendo pasar los planos inferiores del « subconsciente» por planos de« supra-
consciente ». Engañados por la « la
confusión de lo psíquico y lo espiritual»,
ciertos leerán en tales sueños de superficie verdaderos « sueños» arquetípicos
que interpretados y aplicados al pie de la letra, conducen a los peores seísmos.
Estos sueños no emanan en realidad más que
las zonas inferiores del inconsciente, donde permanecen las 'impresiones', 'impregnaciones',
'tendencias latentes' - el Vasana y samskara de la psicología India.
-Sin duda, otros sueños más profundos,
puede dar a los soñadores las informaciones
que le priva habitualmente la censura,
arrojar luz sobre sus complejo, sus frustraciones, sus represiones, sobre el
origen de sus conflictos y sus angustias. Ampliado o mitologizando a la manera de las "amplificaciones"
junguianas, su interpretación ayuda a
cambiar de mirada, a iniciar un primer proceso
de transformación. Pero querer encontrar
aquí el espacio de una experiencia total sería conferirle una dimensión que
no tiene. Sin embargo es interesante ver que
la Subversión, que es capaz de disolver la psique precipitándola en los
pantanos de la sexualismo freudiano, lo es también de exaltarla hacia altitudes místicas que son
en realidad la dominio del Pneuma 1; y
esto, a pesar de ella y sin su conocimiento.
Esta
superposición de los sueños y el sueño había sido prevista por los griegos distinguiendo el "sueño" (onar) de
origen humano, pasando por la puerta de marfil
y el " sueño" (chrematismos) , de origen celestial, pasando por la
puerta de cuerno 2. A su vez, los padres de la iglesia distinguen varias
categorías de sueños
1. Como dice el Talmud (Berakbot,
57B), « el sueño mismo es un sesentavo de la profecía»;
Contribuye al despertar espiritual al
revelar una verdad.
2
Odisea, XIX, 560, sv. -Esta forma
llena de imágenes de diferenciar los
niveles se encuentra tanto en los dos planos de lo « Subliminal » que Shri Aurobindo enlaza por lo bajo al subconsciente
y por lo alto a lo supra-consciente.
,escalonados
entre simples engaños del diablo, las preocupaciones personales y las
revelaciones divinas; ellos acordaron a los hombres santos el poder discernir
por una suerte de sabor íntimo la
proveniencia de las voces y de las imágenes oníricas, de poner en guardia contra
los sueños ilusorios que obnubilan el campo de la consciencia e incluso contra
los sueños premonitorios a los cuales las potencias de abajo mezclarán en falso para enturbiando las cartas y poner
en duda la premonición.
A la inversa
de esta maniobra, que permite hacer pasar lo inferior por lo superior con el único fin de absorber este último
y engullirlo, hay otro que rebaja las nociones transcendentes al nivel más inmanente,
no viendo en el la religión más que un trabajo hecho solamente por la mano
humana y que un simple anexo terapéutico. O bien, los mitos incluidos en las Escrituras,
despojados de todo significación simbólica, serán adjuntados simplemente a fenómenos geológicos
o atmosféricos, a acontecimientos históricos que nos habrían transmitido ingenuas
leyendas condimentadas de creencias arcaicas,
mientras que ellas designan ¡las relaciones
eternas entre los diez Sephiroth! O aún, los más grandes sabios de la humanidad serán asimilados como los
soñadores excéntricos, víctimas de elucubraciones
alucinatorias, exactamente dignas de nuestra
conmiseración y que sólo disiparían las mazmorras psiquiátricas. No es como los que son los menos
aptos a juzgar de estas cosas para mezclarse imprudentemente en ello, incluso no
temiendo hundirse en el ridículo que confiere la ignorancia. Y sin embargo, allí
todavía, ciertos autores se han molestado en precisar las distinciones que se
imponen en el umbral de tales encuestas. No sería inútil por ejemplo, informarse un poco de la demarcación establecido por el Shi' ismo entre mundo
sensible y material - Âlam aqlî -, el mundo
inteligible – Âlam hissî -, y el mundo «
imaginal» intermediario - âlam al mithâl -, al cual no acceden más que los « perfectos » 1.Es
de esta « tierra de las
visiones teofánicas »
1. El lector habrá comprendido que hacemos
alusión a las obras de Henri Corbin, en
particular, Cuerpo espiritual y
tierra celeste, ya sus estudios sobre
Ibn Arabi, Avicenna y Sohravardi.
de donde son
devueltos a la humanidad los conocimientos proféticos, las palabras inspiradas,
el sentido secreto de las escrituras, los
símbolos rituales, los modelos de oración:
tantos brillantes fragmentos de los paisajes de « octavo Clima », tomados por una facultad espiritual
independiente del organismo ,
identificado al cuerpo sutil y cuya
función no es construir lo irreal, - tal es el papel de lo «imaginario» -, sino desvelar la realidad escondida
detrás de la apariencias. Con relación a
esta " «Imaginación agente», lo «imaginario » releva una simple actividad
mental simple, fabricante de imágenes de cabalgadas fantasmales, ligadas a percepciones sensibles. Y en esta
degradación, oscurecimiento, y por esta misma razón, sirve los objetivos de la Subversión
1.
*
**
Pero de
todos los objetivos que la Subversión se propone para alcanzar, el dominio
espiritual es el más particularmente apuntado, porque representa lo que le es lo más contrario.
Para llegar al final, la Subversión recurre a toda clase de procedimientos que
sería largo de analizar como conviene. Retengamos dos por ahora: el estímulo
dado a las sectas para competir con las
iglesias oficiales y una utilización errónea de las doctrinas orientales con el único propósito
de debilitar espiritualmente al Occidente.
Para hacerse
admitir las sectas vehiculan un cierto número de verdades incluso de verdades que han las iglesias han tenido tendencia a ignorar; pero estas
verdades se encuentran enrevesadamente mezcladas a errores
1. Tarea cumplida por el Surrealismo,
al confundir sin vergüenza el « Punto
Supremo », reconciliador de todos los contrarios , con el punto más bajo, condensador de todas las oscuridades, y haciendo así del No-Ser sobre-esencial el No-Ser nadificado.
que casi
todos, provienen de una lectura literal o de una interpretación defectuosa de los
textos. Para atraer a los individuos decepcionados por las iglesias, sería preciso decir más bien por experiencias
personales desafortunadas o por un clero deficiente-, las sectas les persuaden
de abandonar a la multitud de los fieles para a unirse al pequeño número de
aquellos que detentan la «verdad», - la cual no es en este caso más que la falsificación anodina o trágica de una élite
de iniciados y no transmite nunca más
que una « contra-iniciación » 1.-Ellas halagan a
estos mismos individuos en su voluntad de poder, prometiéndoles la obtención de
« poderes» que les convencerán de un
alto grado de espiritualidad, cuando éstos « poderes», se sabe, son otros
tantos obstáculos a la evolución interior
Ellas les adulan todavía invistiéndoles de una misión superior, la convertir
a toda costa, desplegando un proselitismo presuntuoso que se convierte en
insoportable rápidamente y no puede más que indisponer aún más con respecto a
la «religión». De ahí a creerse «elegido» cuando incluso no se ha sido llamado,
no hay más que un paso, rápidamente cruzado, de una ilusión a otra 2.
El origen de
las sectas es dudoso, incluso si el fundador porta las insignias de la sinceridad: se puede ser
sincero en el error. Pero entonces siempre hay un resquicio, una firma imperceptible
que traiciona la heterodoxia; el espíritu de discernimiento, suficientemente ejercido,
la localiza. Si las grandes revelaciones
espirituales que marcan el devenir de la humanidad - esas famosas «sectas que han
triunfado », - reverberan directamente la luz de los planos superiores (no
siendo ellos mismos más que la sombra de
la « Tiniebla más que luminosa»), las
enseñanzas sectarias emanan mucho más de las tinieblas de abajo
1. Nos referimos para más detalles a
libros como ésos R. Guénon, L'Erreur spirite, Le
Théosophisme, Le Règne de la Quantité, capítulosXXXVI a XXXIX,y J. Evola, Máscaras y rostro del Espiritualismo
contemporáneo.
2. "Muchos son los llamado
», dice el Evangelio y no: « Todos son
llamados» -, que debería limitar las pretensiones.
. Atraen a
su paso influencias deletéreas,
doctrinas aberrantes o mórbidas, funciones de gnosticismo. No es en absoluto raro encontrar en las sectas
mayor fervor que en las parroquias, un verdadero celo por Dios, sin que se sepa a primeras si este fervor es
la expresión de una visita del espíritu o de un conjunto de sugestiones
hábilmente fabricadas... Las sectas a veces revelan una voluntad mortífera
empujando hasta los asesinatos rituales y a los
suicidios colectivos. Ellas se revelan entonces en su verdadera naturaleza: las prisiones de pesadilla o las
drogas ocuparán el lugar de bebidas de inmortalidad, las orgías, el de las festividades litúrgicas, y donde el maestro de iniciación
será el embajador de Señor del Mal. Es en
su seno donde se reclutarán los
manipuladores de fuerzas psíquicas, los falsos maestros que tienen a sus discípulos
a su merced, todos los impostores patentados o a tal punto engañados que pueden estar de buena fe en su engaño. En cuanto a los
discípulos, son generalmente frágiles, influenciables, sin formación
intelectual rigurosa, de una salud psíquica
delicada, tanto más dispuestos a tomar por
verdadero la inverosímil cuanto las pruebas faltan o prueban lo contrario. Son tales individuos
los que han contribuido en gran medida a desencadenar la reacción racionalista;
esto, en cierta medida, ha podido revelarse útil, limpiar la atmósfera de las
miasmas del ocultismo 1.
Es de notar
sin embargo, que si tales individuos abundan
especialmente en una época como la nuestra, porque
1. La negativa a creer sin pruebas no
es en absoluto debida a Descartes; el
budismo lo ha preconizado antes. En el Anguttara-nikâya, el Buda
recomienda a no creer nada sobre la única autoridad de Maestros o sacerdotes: "Lo que habéis probado vosotros mismos, experimentado,
reconocido por verdadero... creedlo y conformad ahí vuestra conducta » El daño
del racionalismo es, sistematizando el escepticismo, de haber tirado el bebé con
el agua del baño, es decir, que haber
rechazado a la vez certezas y conjeturas, auténticos maestros y charlatanes, religiones y sectas. A partir de
lo cual, racionalismo ha puesto a hacer
a su vez, él también, aunque con razones inversas, el juego de la Subversión.
el
desasosiego de los hombres no tiene de igual más que su ingenuidad ellas han
sido siempre denunciados por todas las tradiciones . Pero las desviaciones que
se han neutralizado en los periodos de alta espiritualidad se refuerzo hasta la
arrogancia cuando las religiones constituidas ofrecen menos resistencia 1-. A estas cohortes
ordinarias se añaden periódicamente la de los profetas milenaristas, por quienes
se predicen ciertos hechos con amplios detalles descriptivos y precisión de
fechas. La astucia de la Subversión – y lo es mucho, en efecto - consiste en hacer que tales acontecimientos ocurran
diferentemente o en otra fecha, o incluso que no se produzcan en absoluto: queda
así hecha la demostración de la mentira que representa el espíritu de profecía.
Asimilada a la falsa profecía, la verdadera – infinitamente más rara, y por eso
la más vulnerable - caerá bajo el mismo veredicto, se hará reemplazados por sus
caricaturas « científicas»: estadísticas y prospectivas.
Puede que
hasta el Oriente tradicional sea recuperado por las fuerzas que denunciamos. Tantos
numeroso aportes asiáticos puede ayudar
a 0ccidente a encontrar puntos de referencia normativo o puntos de apoyo
práctico, tantos otros aportes del mismo origen, inasimilables por diversas razones, o deformados por transmisores incompetente, no
pueden más que aumentar el desorden mental y psicológico de los europeos. Se puede lamentar aquí la vulgarización
de ciertas técnicas que no valen más que para algunos raros sujetos cualificados.
La «
democratización» del Zen que ha sumergido a más de uno en ilusiones funestas,
que, desprovistos de cualquier cultura libresca, se han creído ya llegados al satori, cuando ni siquiera han partido: Ciertamente es preciso quemar
los libros, pero después de haberlos leído y asimilado!... Lo mismo, ciertos métodos
tántricos, reinterpretados, hacen que el veneno
1. El Cristo se enfrenta violentamente
a los «falsos profetas», a los « escribas»,
a los « fariseos, hipócritas ». En otros hemisferios religiosos, Kabir denunciaba
los Sannyasîn corruptos; El budista Saraka pone en guardia contra los que se
pudren de ceniza y tocan la campanilla;
Lin - tsi truena contra la « Zorros
salvajes », Hakuin, contra el «tonsurados vulgares, iletrados, apestoso, ineptos... ».
tomado como remedio
actúe como un veneno. La obsesión
sexual, característica de cualquier época crepuscular, ha querido encontrar ahí su justificación, confundiendo la liberación
de los sentidos (que es una sujeción
más), con la Liberación. El amor banalizado
desemboca en el disgusto; el
despilfarro de la más gran energía
mágica que está en la naturaleza, camuflado
por las prácticas de la vía « de
la mano izquierda », da a generaciones quemadas
un sucedáneo de éxtasis telúricos. Estos
no tienen nada que ver con la unión de hiperfísica de los adeptos del
tantrismo, que, a imagen de Shiva y su Shatki,
llegan a la muerte iniciática y al estado
de no-dualidad.
Malinterpretado,
mal transmitido, el Oriente alienta
un sincretismo arbitraria. En el plano
de principios, no es otro que una yuxtaposición fáctica de fragmentos, uno mosaico de préstamos heteróclito de todas las
proveniencias, sin enlaces profunda
entre ellos y pudiendo incluso ser de categorías opuestas; -todo lo contrario
de una síntesis que conecta de elementos
dentro del mismo orden metafísico y lo que
sigue directamente. En el plano práctico, nada más peligrosa mezcla de vías: incluso si todas
recurren a métodos análogos, estos no son necesariamente idénticos, ellos señalan incluso climas
espirituales distintos. De una religión a
otra, los ritos vehiculan influencias
diferentes, cuya confusión es el origen de crueles desventuras.
Ciertamente conviene atenerse a la vía que
las circunstancias han hecho ser la
vía y concentrarse aquí, de agotar los contenidos- lo que en una vida humana no es
suficiente 2.
Es este género de conexiones ilícitas e
improvisadas el que ha presidido el nacimiento del mundialismo religioso, el
cual es el exacto opuesto de la Unidad
de las tradiciones espirituales: una
1. Algunos seres de excepción como Ramakrishna han
podido llegar a experimentar varias vías. Sin embargo no fue simultáneamente; y
es trascendiendo la diversidad como ellos han llegado al eje de la rueda. Para
la mayoría de los hombres, pasar de un radio
la rueda un otra es hacerse aplastar por ella.
especie de falsa
recapitulación y reconciliación que, lejos de restaurar esta unidad, trabaja para destruir a cada religión por lo
menudo. Mientras que la unidad universal del espíritu fue revelada desde el origen a una humanidad todavía una, el sincretismo
mundialista es la versión inversa, contemporánea de los tiempos del fin, dirigida
a una humanidad privada de cualquier discriminación.
Porque que
subversión actúa en todos los frentes simultáneamente,
las fuerzas que vemos construir el sincretismo son las mismas que trabajan para borrar todo vestigio de Unidad,
a hacer oponerse a las religiones insistiendo únicamente en la diferencias
externas y disimulando los puntos comunes. En su voluntad de dividir para reinar,
estas fuerza utilizan todo lo que está a su alcance, desde los intereses políticos,
las susceptibilidades étnicas, hasta las doctrinas metafísicas mismas en la
medida en que ellas han sido suficientemente deformada para concordar con el
error. Por ejemplo, se aplicará a oponer monoteísmo y politeísmo sin ver los
diferentes principios divinos que constituyen el primero, no más que el Uno fundamental
que preside el segundo. En su inmensa mayoría, los fieles de estas religiones no
superan el nivel de las divergencias exotéricos, y alentado en esto por clérigos ansioso de retener sus crédito y sus adeptos , servirán a
la Subversión pretendiendo defender su fe y sin darse cuenta que oponiéndose en
lugar de coaligarse , son los juguetes de lo que ellos creen combatir.
La doble
acción de la Subversión a nivel de sincretismo religioso encuentra en el nivel
del de ecumenismo confesional. A veces la Subversión hace oponerse entre ellos a los fieles de la misma
religión acentuando las diferencias de tonalidades confesionales, y esto tanto más
fácilmente cuanto que ella ha tomado cuidado antes de introducir fermentos de
errores teológicos: que los debates se calienten, que surjan nuevos cismas, anatemas, guerras civiles, y la predicción
se encuentra realizada, que «una casa dividida contra ella misma está destinada
a perecer » ... A veces, la Subversión favorece la confraternización, insistiendo
en su carácter obviamente atractivo; pero no desespere entonces de aprovechar para
destruir las confesiones que le son más hostiles. Así , ciertas de entre ellas,
numéricamente más poderosas, no dejarán de absorber a otras, menos combativas, más interiorizadas, despojarlos de los mejor
para apropiárselas, bajo el pretexto de grandes reencuentros, para alentar la puesta en común
de errores y el rechazo de verdades, o incluso
reemplazar las segundas por las primeras.
De apariencia
contraria al sincretismo y al ecumenismo, pero igual de fatal en sus efectos,
es la actitud que consiste escapar de
cualquier conexión a una vía espiritual cualquiera que sea, aunque sea solamente
exotérica. Es evidente que una dicha
exención no encuentra justificación. Si la vía solitaria, libre de cualquier sostén, de
cualquier « consuelo » sensible, puede aplicarse a ciertos caballeros de lo Divino,
lleno de una heroicidad budista o
estoica,-por eso mismo muy rara hoy día
-, la mayor parte tienen más que nunca necesidad de un sistema preciso específico, tranquilizante, de soportes y de referencias. El esoterista mismo no puede mirar como inútil el
recurso a los contenidos de exoterismo; el
los integrará más bien y los transmutará
en el crisol de su propia maduración. Alcanzar el núcleo pasa a través
de la corteza, es decir por el respeto de
las prescripciones, la práctica regular de los ritos, cuya transmisión
integral se sigue haciendo en algunos enclaves, como se ve en la liturgia bizantina 1. La supresión de
las formas exteriores de la religión no puede sino facilitar la
intrusión de las influencias del mundo profano, al cual no puede multiplicar
indefinidamente las concesiones sin
tener que pagar el tributo de su alma.
Para alejar cualquier vía, para sembrar la
duda al respecto, la Subversión insistirá solamente en los aspectos negativos de la religión, exagerándolos
para las necesidades de un alegato pro
domo, pareciendo apoyar científicamente sus acusaciones
1. Hace falta decir que en el
extremo del caso de desacralización donde los ritos son desfigurado para volverse
insostenibles, queda la práctica del «
desierto», donde profundizar en el silencio y la soledad de la «cámara alta» su interioridad. Tendremos la oportunidad de volver
aquí.
confundiendo la trascendencia de un mensaje
con la indignidad de sus recipiendarios, tachando de obscurantismo lo que no
puede ser comprendido por la mentalidad moderna - ¡ precisamente el colmo del obscurantismo ! -, o todavía, no diciendo nada
del fenómeno religioso, (el cual es común en todos las épocas y en todos los
pueblos y que ningún sistema represivo
tuvo razón nunca), no mencionando jamás en ninguna parte el nombre de alguno de
los gigantes espirituales que ilustran
de dad en edad, reduciéndolo a un simple epifenómeno de los tiempos bárbaros, a
una supervivencia folclórica de la « Edad espiritual » reemplazada por la «edad
tecnocrática», y relegada a las iglesias
transformadas en museos
Como para ayudar
a la Subversión en su tarea, la religión
le aporta a veces argumentos, por ejemplo, pactando con lo temporal o suscitando representantes indignos, como ciertos líderes
religiosos que se sirven de la religión para hacer triunfar sus ambiciones
personales y que, haciéndose aborrecibles al confundir la sangre de sus víctimas con
vino místico, hacen la religión aborrecible. Se puede preguntarse si, en estas situaciones extremas, tales
hechos o tales hombres no son conducidos secretamente por Subversión misma, La
respuesta no deja ninguna posible duda.
No contenta
con oponer a los creyentes, la Subversión, que sabe hacerse odiosa cuando lo exige la táctica del
momento, sabe además, en otras ocasiones,
el arte de seducir. En ningún otro sitio como en el diálogo entre creyentes y
no creyentes, los "Lobos hambrientos" invaden fácilmente los apriscos.
Con motivo de tales reuniones, los ateos o aquellos que pretenden ser tales - pero
habría mucho que decir al respecto-,
casi siempre se aseguran de antemano a prevalecer sobre sus compañeros
no porque tengan razón o detenten la verdad, sino simplemente porque están mejor formados dialécticamente. Privadas de
las claves del esoterismo, reducidos a nociones morales, al subjetivismo sentimental,
a la « buena voluntad», los creyentes
están obligados a ocupar posiciones defensivas. La idea tan seductora cuanto a
engañosa que consiste en « olvidar lo que divide (o nos separa) para poner en común
lo nos acerca (o nos une) », es la más equívocas porque lo que eventualmente podría
ser puesto en común sale de dominios infinitamente más relativos (cuestiones sociales
o económicas), extrañas, en el límite, al
dominio religioso, que aquellas que excluyen cualquier compromiso posible, que salen de la Ley, de fe, de la
teología y la gnosis. Sólo los creyentes
ingenuos, ignorando la doctrina de Aquel que vino a la tierra con la espada del
discernimiento para disociar el bien del
mal, la verdad del error, solo los « tibios » vomitados por el cielo puede
aceptar este juego de engaños . Ellos Ilustran perfectamente el refrán que « ¡Dios
deja ciego los quiere perder ! » 1.
El éxito de
estas varias empresas, que parecen opuestas
entre ellas, desordenadas, contradictorias, tiene tanto más oportunidad
de ser completa cuanto que, de una parte, las religiones varias veces
milenarias necesariamente acusan una cierta fatiga, prestan más fácilmente el flanco a los
ataques con una menor capacidad de
respuesta; por otra parte, en un clima de mediocridad general, se concibe que
la gran mayoría de los hombres sea mucho
más llevada a elegir espontáneamente la facilidad y lo que dispersa que cualquier esfuerzo de
superación, por tanto, a optar finalmente
por el indiferentismo donde Pilatos se lava las manos.
1.
Bien entendido los «tibios»
también pueden encontrarse en el otro lado y servir con la misma ignorancia
doctrinal y el mismo candor utópico una ideología que ellos serían los primeros en rechazar si
ella viniera a instalarse, y de la que ella se desembarazaría por otra
parte dondequiera que reine , desde que ellos hayan
acabado de servir
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