sábado, 22 de febrero de 2014

Modalidades de una reforma intelectual: Mutación iniciática


Jean Biès

RETOUR A  L’ESENTIEL

Quelle spiritualité pour l’homme d’aujourd’hui?

Delphica. L’Age d’Homme. Lausanne  2004

 

 

MODALIDADES DE UNA REFORMA INTELECTUAL

LA MUTACIÓN INICIÁTICA

En el estado de extrema confusión donde ha llegado la humanidad , parece evidente que a menos de una destrucción definitiva del planeta, la única salida reside en un total cambio de las mentalidades, , en que los intelectuales, o una parte de ellos, tendrían que tomar la iniciativa. Por encima de los Derechos humanos, este cambio no puede ser más que una proclamación de los Derechos de Dios como manifestación de infinito, de belleza y de inteligencia, posibilidad de arraigamiento y de relación, abertura de los dones, puesta en orden de las prioridades esenciales, superación de las oposiciones , primicias y promesas de una realización espiritual. Derechos perpetuamente contestados, burlados y traicionados, y que se trata de restaurar no por cierto con refuerzo de publicidades inoportunas.-El Espíritu volverá " como un ladrón "-, pero en lo íntimo de las existencias. En el seno mismo de un adormilamiento  general, es posible percibir a veces una aspiración más urgente al Todo Otro, a un tipo de conocimiento-conciencia ocultado por varios siglos de filosofías totalmente nacidas de un racionalismo relativista que creyó que  resolvió definitivamente el Misterio eliminándolo de sus investigaciones.

Es de tales sistemas de los que se trata en primer lugar de apartarse. Es fácil comprender en qué medida la  " instrucción profana " es  perjudicial para la formación de una mentalidad supramental. Una tal instrucción somete el cerebro a una impregnación tóxica de temas primarios, de interpretaciones erróneas, de lugares comunes de los que es luego difícil o imposible de liberarse, levantándolo a automatismos que se volverán pronto certezas, quitándole todo poder de fervor o de admiración privilegiando una actitud sistemáticamente crítica. No es exagerado  pensar que tal forma de instrucción ha sido inventada y reglamentada como una máquina de guerra sólo para destruir desde el interior toda veleidad mística. Si, en una fase cierta de ahogo o de desgaste de una espiritualidad instalada, que no estando unida más a la Esencia que tenía como misión traducir y  reflejar, ha podido ser necesario instaurar un espíritu nuevo, éste, dando al mundo un cierto aire de libertad, cayó a su vez en la facilidad y en la presunción, aceleró la decadencia " reemplazando la Luz por las " luces ", y creencias incomprendidas vueltas supersticiosas, por mitos evolutivos vueltos totalitarias. Entonces, es fácil declarar caducadas las doctrinas de las que no se comprende su contenido verdadero o sea por deficiencia metafísica, o sea porque las llaves que abren el acceso están perdidas para la mayoría de los humanos,. Sí

Dios tiene en alguna parte tendencia a descuidar aparentemente a los hombres de hoy (los cuales Le han olvidado piadosamente), el rechazo  por estos mismos hombres de las soluciones posibles a desgracias, incluidas en los enunciados sapienciales, es una actitud de la que sólo ellos, son totalmente responsables. La pérdida del "intelecto", único que  pone en contacto directo con lo Absoluto, y su sustitución por el "mental" discursivo está en el origen de todos los males del mundo moderno 1.

Por poco que se examine los sistemas enseñados, nos damos cuenta que los argumentos que trazan contra lo espiritual no se sostienen más que  por el desconocimiento que tienen de él tanto los que los expresan como  aquellos delante de los cuales son expresados. La construcción del pensamiento o la maestría del estilo pueden valer la estima; ellos no sabrían garantizar la expresión de la verdad. ¿Cómo Marx, por ejemplo, podía ver

1. Podríamos citar aquí la palabra de Chesterton: " el loco no es el hombre que perdió la razón, sino el que ha guardado más que  ella. " Pascal, lo mismo, denuncia los dos  excesos contrarios: " excluir la razón, no admitir más que la razón. "

en la religión otra cosa que lo que le presentaba la institución clerical de su tiempo, que ella misma, no sospechaba más la existencia del núcleo central constituido por el esoterismo, y se aglomeraba en los poderes temporales establecidos? ¿Cómo Freud, preso de sus propias neurosis, y, como Marx, hijo del cientificismo los finales de siglo, podía estar informado sobre teosofías que, haciendo referencia a lo Impersonal, excluyen toda imagen paterna de Dios y toda vía devocional? ¿Cómo podía proclamar Sartre al hombre condenado a la libertad negando a Dios, mientras que la voluntad humana no puede ser verdaderamente libre más que unida  a la idea de infinito, el mismo receptáculo de todos los posibles y la transposición de lo Absoluto en lo relativo ? ¿Cómo Gide, nacido del protestantismo esclerosado de su infancia y prisionero de su propia liberación amoralista, podía sospechar la existencia de la gratuidad del acto en el Karma-yoga, en lugar y sitio del " acto gratuito ", o la del método tántrico que sacaban la positividad del "mal"? ¿ Y cómo Valéry, príncipe de sofística (afortunadamente salvado por la poesía), que no reconocía más que a la Europa cartesiana una plena legitimidad de existencia, podía, desde el fondo de un narcisismo cerebralizado, comprender que alcanzar una lucidez superior exige la renuncia al "mental" y al "yo"? En un tiempo en que el Cristianismo ya se había ya vaciado de su sustancia esotérica, ¿que podían conocer  exactamente bien estos autores, de una espiritualidad tomada en su sentido de "gnosis"?

 

El único aspecto positivo de las filosofías modernas seguramente no reside en el hecho de que segregan la duda, la náusea y la angustia, precipitado la " devaluación gigantesca " que denuncia Gabriel Marcel; reside  más bien en que ellas, acabando en las posiciones existenciales extremas , como lo observó Heidegger, han agotado todas las formulaciones y las combinaciones posibles: callejón sin salida que incluso, si no fuerza a morir a la filosofía , puede hacerla levantarse para una nueva aventura; una aventura que consiste en una reconquista paciente de lo Existente, del Ser y del Sobre-ser, , a partir de la Nada, recorriendo, pero a contrapelo, las diferentes etapas de la Realidad, expresándolas en un lenguaje sin duda diferente, adaptado y recreado.

Esta tentativa de salvamento necesita el rechazo de la casi totalidad de los sistemas establecidos; y principalmente, el individualismo que, por orgullo luciferino o simple vanidad, se pretende en medida de zanjar las cuestiones más altas a las cuales respondieron espíritus infinitamente más cualificados que los de hoy, y prefiere la originalidad a la verdad cueste lo que cueste; - el naturalismo, que niega la existencia de todo lo que está por encima del plano instintivo y fenoménico, porque el instrumento intelectivo que lo conduciría más allá le falta: - el relativismo, que reduce toda cosa y las iguala sin consideración a la variedad de los "órdenes" y a diferencia de las "naturalezas"; - el nihilismo por fin, que, proclamando a la muerte de los arquetipos, arrastra la del hombre que es el portador y el fiador, imponiéndole en cierto modo, así como a la naturaleza entera, como una segunda Caída...

A este rechazo de las filosofías oficiales viene a añadirse naturalmente el de todos los errores que segregan, a los que el tiempo acaba por dar una pátina de autenticidad, y la multiplicación, la consistencia de una realidad indiscutida. Citaríamos por lo menos el Igualitarismo, que no es en absoluto la igualdad jurídica, (sobre el que nadie sueña con discutir lo bien fundado), cuando la biología demuestra la diferencia innata de los seres desde este momento de su concepción; el Trabajo que erige en ideal la maldición de Yahvé sobre Adam, y la Técnica, que no libera al hombre de una parte más que para automatizarle de otra; la Fraternidad, que pretende fundar relaciones de afecto entre "hermanos" entre los que cada uno mismo es, y que no se entienden más que para negar exclusivamente la existencia de un padre común; el Estado que organiza y controla con un desprecio total de lo humano hasta la vida privada de los individuos, reducidos a no ser más que abstracciones intercambiables; el Hombre por fin, convertido  él mismo en su propia trascendencia: - tantas místicas que son sólo mistificaciones, mitos mayúsculos que no son sólo más que caldos de cultivo de la mentira, se añaden a la confusión, son incluso en el origen de fanatismos monstruosos.

En un mundo de más sentido común y mejor fe, donde sería admitida la pluralidad de los puntos de vista simultáneos y complementarios que irían de una menor verdad a una verdad más grande, sería sin duda posible retornar a estos "ídolos" para reencontrar las "ideas" subyacentes, de buscar el polo positivo que ocultan, en la medida en que el error absoluto no existe. Se podría pretender, por ejemplo, redescubrir en el igualitarismo la perspectiva que es la del Islam a propósito de la igualdad de los hombres en la muerte y delante del Juez supremo; extraer del individualismo la parte de única y de irreemplazable incluida en toda criatura; reorientar la tecnología en un sentido taoísta, recurriendo a estructuras ligeras, á técnicas dulces, que atentan lo  menos posible para la orden natural 1. Demasiados intereses y rivalidades desgraciadamente están en juego para que tal actitud pueda tener un papel importante y un transformador.

El remedio por excelencia, y probablemente el único, es la sustitución hecha a los sistemas incriminados de las doctrinas metafísicas como ciencia de los principios ontológicos universales. Las fuentes manifestadas son el conjunto de las Escrituras sagradas, acompañadas de sus interpretaciones y comentarios esotéricos que despliegan el contenido escondido, así como las palabras de los grandes sabios, " antorchas de cristal " vivientes que, a lo largo de la historia humana, ilustran y actualizan por el testimonio de una experiencia vivida las verdades principiales.

¡ El Conocimiento verdadero no sabría padecer solo por el proceso dialéctico, o tal actividad glandular del cerebro! No puede serlo más que por la " intuición intelectiva " desembocando en la evidencia interior y objetiva; es identificación del conocido y del conociente. La Tradición es

1. Esta interpretación por la alto de ciertos conceptos ha sido propuesta por Shri Aurobindo en L’Ideal la Unité humaine,in fine, a partir de la tríada republicana y masónica: " libertad, Igualdad, Fraternidad ".

transmisión escrupulosamente fiel e ininterrumpida de este Conocimiento. De origen supramental, se expresa con la ayuda de símbolos que da lugar a lecturas múltiples y concordantes, a través de tratados teóricos, a través de mitos,  de apotegmas, de diálogos, historias o " leyendas doradas " adaptados a los tipos diversos de mentalidades y de sensibilidades. Es este habitus simbólico y mítico que se trata de restituir comenzando por ponerse humildemente al estudio de estos textos, o de algunos de ellos, para impregnarse de su atmósfera, abrirse tiene su esencia.

Al nivel macrocósmico, revelarán los planos de la realidad que se extienden de la " manifestación cósmica " a los diferentes planos superiores del Ser (descrito en sus atributos) y de Sobreser (descrito apofáticamente): la doctrina del tiempo cualificado en el cual reposan los ciclos cósmicos; la noción de Avatara que se manifiesta en las fases cruciales del devenir humano para restaurar la Revelación primordial. - al nivel microcósmico, describirán al hombre en sus diferentes capas físicas, mentales, psíquicas y espirituales, así como las vías prácticas que, por las "obras", la "gnosis" o la "devoción", conducen a la obtención de los " estados superiores ". Sería tan imposible como inútil abrazar la totalidad de estos dominios. Pero todo investigador viene a descubrir poco a poco eso hacia lo que le inclinan preferentemente las tendencias de su naturaleza: simbolismo, cosmología, hermetismo, psicología, metafísica; Y al nivel práctico, las vías secas o las vías húmedas.

Múltiples, aunque asfixiadas por las instancias oficiales, son las publicaciones serias que conciernen a estos dominios. Ninguno tiene más el derecho a quejarse de no ser informado sobre eso: el desarrollo de estas áreas del conocimiento es espectacular, aunque sea marginal, hasta el punto de constituir un " signo de los tiempos 1 ".

1.El Zohar, 1, 118 tiene, indica que a la llegada de la era mesiánica, " hasta los niños conocerán  los Misterios…, entonces propagados a todo el mundo ".

Se podría, como Quintiliano pensando la biblioteca del orador, abastecer una "bibliografía" ideal a todo candidato al cambio de conciencia. No la fijaremos aquí. Pero se no permitirán recordar que además del imponente corpus de los textos sagrados de Oriente y de Occidente, todo lector puede tener acceso hoy a las traducciones de los grandes comentadores y las místicas de todas las religiones. Para el Cristianismo solo, citaríamos a vario Padres de la Iglesia, en particular los  griegos, demasiado desconocidos, los  "pneumatoforos" del Desierto, los maestros del hesicasmo, los místicos renanos, los cabalistas y los alquimistas. Todavía citaríamos los grandes nombres del Sufismo, como los del Védánta, de Vishnuismo y del Tantrismo, y los " filósofos taoístas”. Entre nuestros contemporáneos, conviene añadir, además de los pensadores independientes como Simone Weil, Huxley, Hesse, a Berdiaev, - susceptibles de ciertos tanteos debidos a la independencia misma de sus búsquedas-, la tropa del "esoteristas", cuyos trabajos exhaustivos y a menudo notables por la importancia científica y la amplitud del pensamiento han atraído la atención de numerosos dominios olvidados o incomprendidos: los viajes iniciáticos, las ciencias sagradas, la estructura de los mitos, la de las sociedades tradicionales, el significado de los símbolos, los ritos y los sueños, lo imaginario y el imaginal, las técnicas de despertar; - toda las investigaciones que corresponden a evidentes preocupaciones de un número creciente de hombres decepcionados, inquietos, lúcidos, negando que su ser se deje tener.

Sería fastidioso de citar todos los nombres, deshonesto olvidarlo. Nos acordaremos no obstante de pensar que René Guénon es y  queda un iniciador incomparable por el rigor de su doctrina y la claridad de su exposición; y qué su continuador (más que discípulo), Frithjof Schuon, aparece como un federador de las tradiciones espirituales y el primer puente de arcos fiables entre Islam y Cristianismo 1.Luis Massignon, Enri

1. Tenemos derecho a considerar a Guénon o Schuon como inspirados del profeta Elías . Éste designa Maestro invisible del Esoterismo universal. En  el fin de los tiempos, la "bajada" de Elías se generaliza a través de las diversas religiones entre las cuales es revelada su unidad transcendental”. La función de Elías se puede ser ejercida por otros a los cuales se encuentra delegada,

 

Corbin contribuyeron a hacer conocer mejor el Sufismo y el Chiismo. Jung devolvió  a  la Alquimia el lugar que había perdido; Scholem reabrió las vías de la Cábala. Los nombres de Lossky y de Evdokimov son indisociables de la Ortodoxia. Ananda Coomaraswamy ha aclarado con un espíritu raro de síntesis el sentido de las artes y las mitologías asiáticas. Mircea Eliade ha dado un análisis definitivo del Yoga. Jean Herbert tradujo lo esencial del mensaje de los " sabios de la India contemporánea "; Julius Evola, explorado el Budismo tibetano. Debemos a D.T. Suzuki de haber revelado el Zen á Occidente, como Marcelo Granet, el pensamiento chino... Tantos nombres, si no más, serían a citar entre las generaciones siguientes, que profundizan en la obra de sus antecesores o roturan de nuevas tierras.

Quedamos confundidos delante de la riqueza inmensa y espiritual de un siglo xx que considerábamos solamente agnóstico y materialista. Podría que este siglo aparezca un día como tan brillante, desde punto de vista divinista, como lo fue el XVI, desde el punto de vista humanista. En el fondo de su noche, y quizá a causa de ella, algo tan vivo como el Renacimiento se deja distinguir, que traduce el deseo indiscutible de un segundo Nacimiento. Una corriente empieza, fundada sobre la interdisciplinaridad  universitaria, la creación de institutos para el exégesis y el estudio comparativo de las tradiciones, la exploración de las estructuras y de la energética del ser humano: - movimiento de renovación de la investigación antropológica, bajo la iluminación de disciplinas que pueden a títulos diversos reclamarse de la Gnosis donde se armonizan y se  conjugan los datos de la Tradición Esotérica, las Ciencias físicas y humanas, la intuición esotérica  y las vivencias personales.  ¿Hay que ver en este hormigueo del espíritu las últimas precauciones tomadas, las últimas "provisiones" con vistas a una larga hibernación de soledad y de sufrimiento?.. ¿Cuántos se decidirán a ponerse en resumidas cuentas al estudio de estas disciplinas, aunque obligan a desgarradoras puestas en tela de juicio?... Cualesquiera que sean las roturas o las inflexiones del futuro, éste " pertenece, escribía ' autor de las Consideraciones inactuales, tiene las que tengan la memoria más larga ". La  rememorización de las sabidurías cuyas raíces se zambullen de " la otra parte de la oscuridad " está en la misma base del retorno.  Tal actitud es la única que puede hacer derribar los reproches habituales dirigidos a la "religión", ya que el estudio del interior más allá de todas las imaginerías , sobrecargas, limitaciones exclusivistas y  contradicciones inherentes al exoterismo, más allá de todos los prejuicios que predeterminan o subtienden tal o tal forma de sociedad, de moral, de política. ¿Podemos hablar todavía, es verdad, de "religión" a este nivel? Parece que se encuentra entonces devuelto al estado de " antes del comienzo " donde, en la perfecta cohesión del Todo, nada tuviera que " ser ligado " o  "ligar”.

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Lo que, a nivel teórico, corresponde a la desestimación de los sistemas reduccionistas y a su sustitución por el estudio de las doctrinas tradicionales, se acompaña, al nivel práctico, de una desestimación simétrica de los acondicionamientos modernos.

A cada uno corresponde tomar las medidas elementales de higiene que se imponen en la vida cotidiana, de modo que las influencias negativas, las distracciones sobrevenidas, las solicitaciones múltiples, - sirenas hechiceras del mundo contemporáneo-, invadan lo menos posible su vida profunda, no encuentran ninguna fisura por donde pasar. El Budismo enseña que nada de lo que sea condicionado puede ser real. Lo que vale para la individualidad humana vale para el mundo que lo rodea, le da forma, lo inviste. Se trata aquí de romper, sin pesar ni prórroga con modos de vida, maneras de ser, comportamientos-reflejos, prejuicios adquiridos desde la infancia, y por eso, indesarraigables en los seres sin personalidad; de mantener sin parecerlo una insularidad protectora y defensiva, que no excluye no obstante los encuentros con los compañeros de búsqueda; porque en este dominio también, " no es bueno que el hombre esté solo”. Esta no es una de los menores astucias del Príncipe de este mundo, experto en organizar la masificación desde que esta mata la iniciativa, como de impedir al mismo tiempo, por todos los medios, que se conozcan las individualidades similarmente vueltas hacia los " secretos del Polo "... Esta compañonería no excluye la confrontación al desierto interior, la purificación necesaria que no debe más que  a ella misma el todo de sus efectos.

Sale  de la simple higiene mental el hecho de no dejarse impresionar sin medida con la omnipotencia de la Subversión. Existen en efecto muchos consuelos que se tiene demasiado a menudo la culpa de olvidar. Importa bastante poco al hombre que no estima pertenecer al mundo actual que éste venga a zozobrar; verá más bien allí una purificación necesaria, aunque sea dolorosa para él. Además, la Subversión se traiciona siempre por algún lado; basta con ejercer un poco su mirada para descubrir allí alguna anomalía, deformidad o contradicción interna. La "solidificación" del mundo jamás es completa a tal punto que no subsiste allí ninguna entrada de aire: siempre hay un límite a lo horrible; siempre están allí hogares de resistencia, aunque estuvieran enterrados en el corazón de algunos individuos olvidados ellos mismos en el anonimato colectivo. Si alcanza a sobrepasar la barra de las pruebas, el oprimido se encuentra  a sus anchas y se sabe vencedor. Las estructuras colocadas por la Subversión son cada vez más inestables a medida que pasa el tiempo, y que se acelera; se gastan, se suprimen mutuamente o se neutralizan a medida que ellas se hacen más complejas; las puestas en tela de juicio se multiplican; la noción misma de "materia" se ve sometida a revisión. Se afirma igualmente la idea que cuanto más se instala y se impone un sistema inverso, más se acerca el momento de su caída. Todo enderezamiento final exige una caída previa: toma de conciencia que se hace ante de la asfixia general, la incoherencia, las amenazas confirmadas de una desintegración 1. Es pues bastante vano lamentarse de la época; hasta es hacer el juego de las fuerzas disolventes limitarse a una actitud negativa. Conviene más bien dejar a los derrotistas llorar sobre lo que  desaparece.

Este margen preventivo con respecto a los condicionamientos  se adjunta naturalmente a una práctica regular: meditación, concentración, fases de silencio mental durante las cuales suspender pensamientos, recuerdos, asociaciones, o desecharlos con oración; invocación de un Nombre divino confiado y perseverante, creando un estado de paz mental propicio al despertar de una conciencia segunda; - vías todas que cada uno, sin duda privado de la ayuda del maestro exterior, tendrá que encontrar por sí mismo hasta con vistas a la emergencia de un nescio quid que permite cooperar de nuevo con los "dioses", activa la memoria de los arquetipos, despierta a una dimensión a la vez crucial y universal devolviendo al origen y reenviando a lo último, proyectando hacia el exterior y reuniendo en el interior: punto de partida de toda alquimia espiritual de la que volveremos a hablar, y la que hace vivir el otro nacimiento, anticipa nuestra muerte, identifica al Sí.

Tal compromiso se acompaña de la reducción de las acciones inútiles, de las necesidades artificiales. Esto será ganancia de energía que de no participar en la religión del rendimiento, en la aceleración, en la agitación, de quedar en el "ojo" del ciclón sin padecer por el delirio colectivo, acordándose de lo que decía Tagore del baile: " una meditación extática en el centro inmóvil del movimiento "... Qué la profesión ejercitada sea, en lo posible, el despliegue de su naturaleza, la epifanía de una vocación, contribuye de este hecho a la realización interior. Las acciones no indispensables no hacen,

1. Solvet saeclum in favilla, " el mundo se desagrega en cenizas brillantes ", canta la liturgia católica. Pero favilla significa también " chispa original ", " polvo germinativo ": el fin es recomienzo.

en cuanto a ellas, más que crear nudos, complicar una vida en sí complicada, poner en marcha trenes de ondas de consecuencias inesperadas e inexorables. Toda vida se ritualiza desde que los actos se hacen gestos conscientes, devueltos a su principio; la acción será allí en primer lugar no actuar, es decir no ausencia de acción, sino  acción transparente y solamente ponderada en su esencia 1.

Dejaremos las disputas vanas que queman inútilmente un tiempo que no se recobra, fuerzas vivas que se reconstituyen menos rápidamente de lo que se agotan. –Sacaremos las lecciones que se imponen de todo lo que aparentemente se presenta como contrario u hostil: enfermedad, desilusión, fracaso, contratiempo, discerniendo allí la parte positiva de la que no dejan de contener. – Admitiremos que la voluntad del Destino no es forzosamente el nuestro; nos adaptaremos flexibilidad, diplomacia, y si es necesario, en un espíritu de renuncia, con sus veredictos, los cuales jamás son totalmente definitivos. - Encontraremos los rastros del Divino en la actividad artística, cuyas repercusiones son profundas sobre el que se entrega a eso; al arte, - principalmente la música, que vehicula menos las ideas que las células vibratorias, y a este título es más "primordial"-, el arte está  totalmente designado para sugerir los confines de lo Otro, los glacis de lo Absoluto, y servir por ello de soporte a su contemplación, por poco que transfigure los datos brutos de la naturaleza, sugiera el misterio a través de una serie de sublimaciones.

 

Tomaremos por sujeto de meditación activa, de rumia, ciertos axiomas de contenido casi inagotable, ayudando a la madurez y tejiendo en la vida una atmósfera sapiencial. Citemos: " todo lo que llega a un hombre se le parece ": Fórmula que indica que las vibraciones que constituyen nuestro estado interior son de naturaleza a imantar ciertos acontecimientos, 

1. " Cada individuo resucita asumiendo la forma de lo que, por su obra, ha tomado morada en lo más secreto de él mismo ", decía Sheikh Ahmad Ahsa' i.

a determinar por allí  nuestro destino 1. - " los seres son los herederos de sus actos ": fórmula complementaria de la precedente, ilustrando la ley del karma que, haciendo pagar hasta  lo "último que tienes ", desarrolla el sentido de las responsabilidades, ayuda a prever las consecuencias. - " el hombre se hace lo que contempla ": otra fórmula que incita a velar por los entornos de vida, por la naturaleza de las preocupaciones y las ocupaciones habituales; porque si el hombre influye sobre el medio donde vive, el medio influye sobre él también impregnando con sus elementos imponderables el trasfondo de la mirada de la que no somos conscientes. - " todo es doble ": descubriremos poco a poco la ambigüedad de todo ser, de todo encuentro, de toda relación, que todo lo que no toca es anceps, "de doble filo", que toda situación está sujeta a inversión, que conviene ver los aspectos contrarios del que todo acontecimiento es portador, y de suspender o de matizar la opinión que se puede tener.

Estos soportes de reflexión integrados a lo vivido introducen a un conocimiento más preciso de sí. La " ciencia de los humores " que es la psicología ayudará paralelamente a explorar las partes constitutivas de la psique, a tomar nota y conciencia de sus contradicciones internas, de las tendencias maestras o difusas que dividen para reinar, a reconstruir estos constituyentes armonizándoles, con el fin de que ninguna "función" domine exageradamente las otras y no haga bascular en la tentación neurótica. Este careo con sí mismo es la etapa preliminar pero indispensable para la cara a cara con Dios. La ascensión hacia el Sí supremo comienza con la bajada en el mí más íntimo. “Nadie puede conocer a Dios, si no ha conocido primero a sí mismo ", declara  Filocalia; al qué hace eco el hadith: " Quien se conoce conoce su Señor "... Es un hecho que pueden testimoniar todos los que

1. Si esta ley parece inadmisible en el caso de desgracias que sobrevienen a inocentes, no olvidaremos que no llegamos totalmente vírgenes a la existencia, que al karma individual se sobreimpone  el karma colectivo y que por fin, lo que juzgamos como manifestación del "mal" no es  considerada semejantemente in divinis.

2. Isaac de Ninive llega a afirmar que " aquel  que se ve a tal como él es, es más grande que el que resucita a los muertos”. Él mismo comienza de  hecho por resucitarse a sí mismo.

 

 se entregaron a la experiencia psicológica, solamente con tal que ésta haya sido dirigido por un terapeuta unido a los principios de orden espiritual: situarse de modo auténtico ante  un problema, cualquiera que sea, hace que ciertos "milagros" comiencen a producirse. Los acontecimientos exteriores se ponen de parte para encorvar el destino, como si se ligaran, discretamente primero, con el sujeto para ayudarle; las circunstancias contrarias se atenúan, se transforman en un sentido que no era posible imaginar, o cambiar por su voluntad. Hay ya como una raja en el implacable cadena de efectos y causas. Muy lentamente se clarifica, soluciones salen a la luz o se imponen. La mirada elige una visión nueva que le permite discernir más allá de las apariencias el perfil de otra vida, ciertas ocasiones justas para coger el momento justo. La emergencia de otro orden a partir del primer caos prepara el encuentro con lo Uno.

Es solamente cuando haya tenido revelación de sus numerosos "yo" y de su tiranía que el buscador de la verdad podrá sin trampas decir a Dios: " ¡Hágase tu voluntad! "; solamente cuando haya tomado medida de sus pequeñeces y de sus mediocridades es cuando la súplica: " ¡ ten piedad de mí! " Revelará todo su sentido; solamente cuando haya alcanzado su individuación podrá sacrificar el “sí mismo” al Sí. - Conversión Lenta en el sentido plenario del término, donde se apartará primero de su persona como ser social con el cuál se había identificado, para volver a ser poco a poco la personalidad que realmente se es, y unirse por fin a esta Persona que no es nadie como "yo", sino la Identidad princesa, la Entidad transpersonal 1. Conversión hecha

1. Cuando Polyphème ("Palabra numerosa ") demanda a Ulises quien es, se oye responder a Outis, "Nadie". Para el Cíclope, cuya "persona la opacidad monocular - caricatura del tercer Ojo - conducir al literalismo, "Nadie" es una persona: confiere al ser a la nada, confunde el ser y el nombre. Para Ulises, "Nadie " no  es persona; e identificándose a este no ser por sacrificio del yo, simboliza el Yo supremo, enterrado en la lana protectora que se lo disimula al profano, como jîvâtma lo es en el corazón del corazón, solamente visible y nombrable  para el que, conociéndose a si mismo , se hizo lo que es.

 

de metamorfosis sucesivas, de tanteos, de dudas, de maduraciones secretas, de aparentes estancamientos; respuesta a la llamada que lo Divino le envía sin cesar a cada ser humano; encontrando por modos de vida, de ascesis, de oración adaptada a cada uno el  " lugar de Dios ", el núcleo del ser irreductible y eterno, el "Yo" divino en nosotros, que nos une a nosotros, a todos los seres del universo y al "Juego" divino mismo; Restableciendo la comunicación con Logos, la circulación de las Energías espirituales en nosotros y alrededor de nosotros, haciendo recobrar la Unidad total e indivisible librándose de las mentiras confortables y de las  ilusiones asesinas, desgarrar los "velos" que esconden la Realidad vinculándonos a ella, abrirse fervientemente a la Gracia, hija de la Luz increada.

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Trabajar en liberarse no es solamente lograr su encarnación, es también trabajar en liberar otros. Y por ahí, constituir quizá el principio de una " raza del corazón " que no saca del pasado contra el presente, sino de lo eterno para el futuro, una " raza de los Guardianes " salvaguardando, transmitiendo los valores esenciales; frente a las multitudes del adormecimiento gregario, una escuadra de "Egrégores" que alimenta el fuego del despertar.

La peor amenaza no está en absoluto en la vitrificación atómica, sino en la desertificación interior del humano, el lento olvido de toda trascendencia, la insensibilidad a lo suprasensible, la ausencia de todo vibrato metafísico. La salvación vendrá de " minorías creadoras " de las que habla Toynbee. Ni hermandad escondida, ni comunidad misionada, ni caballería celestial, sino simple reunión de hombres de buena voluntad y de sólida doctrina, de acuerdo sobre los principios de base, capaces de ofrecer sus servicios a las fuerzas positivas de querer cósmico, de ser las correas de transmisión de lo Divino, sus agentes operativos que se aplican, lejos de toda desmesura, lejos de todo sectarismo e iluminismo, a quitar el cierre a la luz... Esfuerzo insensato posiblemente, locura a los ojos de los hombres, como retornar el tiempo, trastocar la lógica de las cosas, para fundar con " el pequeño resto" una nova progenies, implantarla en el corazón de la desagregación, invertir la inversión, sin caer en un pasotismo agravada de  nostalgias no más que en un futurismo atestado de quimeras, sino  permaneciendo firme en el corazón del eterno Presente.

La familia intelectual parece ser cada vez más tenida aparte, suplantada por los clanes políticos que requisaron todas las delanteras de escena. Ser intelectual equivale cada vez más a ser un marginal, un soñador, un inútil; a menos que al aparecer como un molesto, un "despertador", el intelectual sea el hombre a denunciar, eventualmente a abatir.

El alejamiento pulido en el cual están tenidos los últimos civilizados, el silencio circunstanciado del que se rodea sus obras, hace que falten en los lugares donde les necesitaríamos más. Entonces, algunos siempre hicieron todo para impedir para que todo se deshaga. Más directamente que otros, ciertos están en contacto con las energías psico-mentales y espirituales de una fuente creadora eterna, unidos a las reservas milenarias de una Sabiduría inagotable, proveídos una mirada que lleva más lejos, que les permite percibir mejor ciertos posibles del futuro, seguir más tiempo el punteado de las consecuencias, detectar los peligros de "tentaciones" tales como la voluntad de poder, la expansión inmoderada, la usurpación divinizante. Es hacia tales hombres que deben de mirar los que desean contribuir al paso de un ciclo a otro. Todo hombre es convidado a esta tentativa, con tal solamente que a la dispersión exterior, a los honores, a los homenajes, prefiera una vida de concentración meditabunda, al sentido literal de los textos y de los acontecimientos, sus sentidos simbólicos, a la historicidad de los hechos, lo transhistórico, a los existencialismos reductores, la esencialidad amplificadora, a lapalabra diversa, brillante pero contradictoria, este domingo del lenguaje que es el silencio fundamental.

Si la cohorte de los que procuran edificar un "cosmos" que sucede al "caos" se acrecienta en número y se confirma en calidad, si el derecho a la existencia les es concedido, no cabe duda que " el Amor que mueve el sol y otras estrellas " les responderá verdaderamente con su ayuda, efectuará verdaderamente "cambio de los polos " La instauración de Bassiléia, de "  Poder real " divino en estos hombres se propagará necesariamente por contaminaciones sucesivas a otro hombres. Será redescubierto poco a poco un Absoluto irreductible a toda "prueba" como a todas las "contestaciones" cientifistas, ordenador de toda cosa, despejado de las arborescencias coaguladas del raciocinio. Se producirá una mutación iniciática.

Pero desde ahora, en la noche helada de una barbarie de cara infrahumana, el menor gesto de sacrificio, la menor intención desinteresada, la menor invocación contribuye a hacer a su autor una " lámpara viva " encendida en el nicho del corazón. La menor chispa será recogida con el  respeto que rodea en el período de escasez los productos más raros, a partir del cual reconstituir un incendio que sea el único  contrapoder a la conflagración nuclear. Porque, dice Heráclito, " escaparemos posiblemente fuego sensible, pero es imposible escapar fuego inteligible”.

Hay el viento de la Historia, pero hay el soplo del Espíritu. El viento de la Historia procede por caídas sucesivas en una gravedad aumentada; el soplo del Espíritu no da el aire de tocar a eso. Uno babea su odio, lanza clamores, levanta murallas de puños; el otro se borra, afeita las paredes, lee por todas partes su aviso de persecución. El viento de la Historia impone su presencia a golpes de cañón; el soplo del Espíritu se contenta con ser Espíritu. Y es el que no matará. Se confunde con estas brisas ligeras que sólo la inclinación de los trigos traiciona a ratos la presencia. Sutil, escapa de todas las redes; silencioso, a todas las mordazas. Es el que predice perdonando al soldado que le apunta: " tú también, un día, tú serás Buda. "...

 

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