Jean Biès
RETOUR A
L’ESENTIEL
Quelle spiritualité pour l’homme d’aujourd’hui?
Delphica.
L’Age d’Homme. Lausanne 2004
MODALIDADES
DE UNA REFORMA INTELECTUAL
LA MUTACIÓN
INICIÁTICA
En el estado
de extrema confusión donde ha llegado la humanidad , parece evidente que a
menos de una destrucción definitiva del planeta, la única salida reside en un
total cambio de las mentalidades, , en que los intelectuales, o una parte de
ellos, tendrían que tomar la iniciativa. Por encima de los Derechos humanos,
este cambio no puede ser más que una proclamación de los Derechos de Dios como
manifestación de infinito, de belleza y de inteligencia, posibilidad de
arraigamiento y de relación, abertura de los dones, puesta en orden de las prioridades
esenciales, superación de las oposiciones , primicias y promesas de una
realización espiritual. Derechos perpetuamente contestados, burlados y
traicionados, y que se trata de restaurar no por cierto con refuerzo de
publicidades inoportunas.-El Espíritu volverá " como un ladrón "-,
pero en lo íntimo de las existencias. En el seno mismo de un adormilamiento general, es posible percibir a veces una
aspiración más urgente al Todo Otro, a un tipo de conocimiento-conciencia
ocultado por varios siglos de filosofías totalmente nacidas de un racionalismo
relativista que creyó que resolvió
definitivamente el Misterio eliminándolo de sus investigaciones.
Es de tales
sistemas de los que se trata en primer lugar de apartarse. Es fácil comprender en
qué medida la " instrucción profana
" es perjudicial para la formación
de una mentalidad supramental. Una tal instrucción somete el cerebro a una
impregnación tóxica de temas primarios, de interpretaciones erróneas, de
lugares comunes de los que es luego difícil o imposible de liberarse,
levantándolo a automatismos que se volverán pronto certezas, quitándole todo
poder de fervor o de admiración privilegiando una actitud sistemáticamente
crítica. No es exagerado pensar que tal
forma de instrucción ha sido inventada y reglamentada como una máquina de
guerra sólo para destruir desde el interior toda veleidad mística. Si, en una
fase cierta de ahogo o de desgaste de una espiritualidad instalada, que no estando
unida más a la Esencia que tenía como misión traducir y reflejar, ha podido ser necesario instaurar
un espíritu nuevo, éste, dando al mundo un cierto aire de libertad, cayó a su vez
en la facilidad y en la presunción, aceleró la decadencia " reemplazando
la Luz por las " luces ", y creencias incomprendidas vueltas
supersticiosas, por mitos evolutivos vueltos totalitarias. Entonces, es fácil
declarar caducadas las doctrinas de las que no se comprende su contenido
verdadero o sea por deficiencia metafísica, o sea porque las llaves que abren
el acceso están perdidas para la mayoría de los humanos,. Sí
Dios tiene
en alguna parte tendencia a descuidar aparentemente a los hombres de hoy (los
cuales Le han olvidado piadosamente), el rechazo por estos mismos hombres de las soluciones
posibles a desgracias, incluidas en los enunciados sapienciales, es una actitud
de la que sólo ellos, son totalmente responsables. La pérdida del
"intelecto", único que pone en
contacto directo con lo Absoluto, y su sustitución por el "mental"
discursivo está en el origen de todos los males del mundo moderno 1.
Por poco que
se examine los sistemas enseñados, nos damos cuenta que los argumentos que
trazan contra lo espiritual no se sostienen más que por el desconocimiento que tienen de él tanto los
que los expresan como aquellos delante
de los cuales son expresados. La construcción del pensamiento o la maestría del
estilo pueden valer la estima; ellos no sabrían garantizar la expresión de la
verdad. ¿Cómo Marx, por ejemplo, podía ver
1. Podríamos citar aquí la palabra de
Chesterton: " el loco no es el hombre que perdió la razón, sino el que ha
guardado más que ella. " Pascal, lo
mismo, denuncia los dos excesos
contrarios: " excluir la razón, no admitir más que la razón. "
en la
religión otra cosa que lo que le presentaba la institución clerical de su
tiempo, que ella misma, no sospechaba más la existencia del núcleo central
constituido por el esoterismo, y se aglomeraba en los poderes temporales
establecidos? ¿Cómo Freud, preso de sus propias neurosis, y, como Marx, hijo
del cientificismo los finales de siglo, podía estar informado sobre teosofías
que, haciendo referencia a lo Impersonal, excluyen toda imagen paterna de Dios
y toda vía devocional? ¿Cómo podía proclamar Sartre al hombre condenado a la
libertad negando a Dios, mientras que la voluntad humana no puede ser
verdaderamente libre más que unida a la
idea de infinito, el mismo receptáculo de todos los posibles y la transposición
de lo Absoluto en lo relativo ? ¿Cómo Gide, nacido del protestantismo esclerosado
de su infancia y prisionero de su propia liberación amoralista, podía sospechar
la existencia de la gratuidad del acto en el Karma-yoga, en lugar y sitio del
" acto gratuito ", o la del método tántrico que sacaban la positividad
del "mal"? ¿ Y cómo Valéry, príncipe de sofística (afortunadamente
salvado por la poesía), que no reconocía más que a la Europa cartesiana una plena
legitimidad de existencia, podía, desde el fondo de un narcisismo cerebralizado,
comprender que alcanzar una lucidez superior exige la renuncia al
"mental" y al "yo"? En un tiempo en que el Cristianismo ya
se había ya vaciado de su sustancia esotérica, ¿que podían conocer exactamente bien estos autores, de una
espiritualidad tomada en su sentido de "gnosis"?
El único
aspecto positivo de las filosofías modernas seguramente no reside en el hecho
de que segregan la duda, la náusea y la angustia, precipitado la "
devaluación gigantesca " que denuncia Gabriel Marcel; reside más bien en que ellas, acabando en las
posiciones existenciales extremas , como lo observó Heidegger, han agotado
todas las formulaciones y las combinaciones posibles: callejón sin salida que incluso,
si no fuerza a morir a la filosofía , puede hacerla levantarse para una nueva
aventura; una aventura que consiste en una reconquista paciente de lo Existente,
del Ser y del Sobre-ser, , a partir de la Nada, recorriendo, pero a contrapelo,
las diferentes etapas de la Realidad, expresándolas en un lenguaje sin duda
diferente, adaptado y recreado.
Esta
tentativa de salvamento necesita el rechazo de la casi totalidad de los
sistemas establecidos; y principalmente, el individualismo
que, por orgullo luciferino o simple vanidad, se pretende en medida de zanjar
las cuestiones más altas a las cuales respondieron espíritus infinitamente más
cualificados que los de hoy, y prefiere la originalidad a la verdad cueste lo
que cueste; - el naturalismo, que
niega la existencia de todo lo que está por encima del plano instintivo y
fenoménico, porque el instrumento intelectivo que lo conduciría más allá le
falta: - el relativismo, que reduce
toda cosa y las iguala sin consideración a la variedad de los
"órdenes" y a diferencia de las "naturalezas"; - el nihilismo por fin, que, proclamando a la
muerte de los arquetipos, arrastra la del hombre que es el portador y el fiador,
imponiéndole en cierto modo, así como a la naturaleza entera, como una segunda
Caída...
A este rechazo
de las filosofías oficiales viene a añadirse naturalmente el de todos los
errores que segregan, a los que el tiempo acaba por dar una pátina de autenticidad,
y la multiplicación, la consistencia de una realidad indiscutida. Citaríamos
por lo menos el Igualitarismo, que no
es en absoluto la igualdad jurídica, (sobre el que nadie sueña con discutir lo
bien fundado), cuando la biología demuestra la diferencia innata de los seres
desde este momento de su concepción; el Trabajo
que erige en ideal la maldición de Yahvé sobre Adam, y la Técnica, que no libera al hombre de una parte más que para automatizarle
de otra; la Fraternidad, que pretende
fundar relaciones de afecto entre "hermanos" entre los que cada uno
mismo es, y que no se entienden más que para negar exclusivamente la existencia
de un padre común; el Estado que
organiza y controla con un desprecio total de lo humano hasta la vida privada
de los individuos, reducidos a no ser más que abstracciones intercambiables; el
Hombre por fin, convertido él mismo en su propia trascendencia: - tantas
místicas que son sólo mistificaciones, mitos mayúsculos que no son sólo más que
caldos de cultivo de la mentira, se añaden a la confusión, son incluso en el
origen de fanatismos monstruosos.
En un mundo
de más sentido común y mejor fe, donde sería admitida la pluralidad de los
puntos de vista simultáneos y complementarios que irían de una menor verdad a
una verdad más grande, sería sin duda posible retornar a estos
"ídolos" para reencontrar las "ideas" subyacentes, de
buscar el polo positivo que ocultan, en la medida en que el error absoluto no existe.
Se podría pretender, por ejemplo, redescubrir en el igualitarismo la
perspectiva que es la del Islam a propósito de la igualdad de los hombres en la
muerte y delante del Juez supremo; extraer del individualismo la parte de única
y de irreemplazable incluida en toda criatura; reorientar la tecnología en un
sentido taoísta, recurriendo a estructuras ligeras, á técnicas dulces, que
atentan lo menos posible para la orden
natural 1. Demasiados intereses y rivalidades
desgraciadamente están en juego para que tal actitud pueda tener un papel
importante y un transformador.
El remedio
por excelencia, y probablemente el único, es la sustitución hecha a los
sistemas incriminados de las doctrinas metafísicas como ciencia de los
principios ontológicos universales. Las fuentes manifestadas son el conjunto de
las Escrituras sagradas, acompañadas de sus interpretaciones y comentarios
esotéricos que despliegan el contenido escondido, así como las palabras de los
grandes sabios, " antorchas de cristal " vivientes que, a lo largo de
la historia humana, ilustran y actualizan por el testimonio de una experiencia
vivida las verdades principiales.
¡ El Conocimiento verdadero no sabría padecer
solo por el proceso dialéctico, o tal actividad glandular del cerebro! No puede
serlo más que por la " intuición intelectiva " desembocando en la
evidencia interior y objetiva; es identificación del conocido y del conociente.
La Tradición es
1. Esta interpretación por la alto de
ciertos conceptos ha sido propuesta por Shri Aurobindo en L’Ideal la Unité humaine,in fine, a partir de la tríada republicana
y masónica: " libertad, Igualdad, Fraternidad ".
transmisión
escrupulosamente fiel e ininterrumpida de este Conocimiento. De origen
supramental, se expresa con la ayuda de símbolos que da lugar a lecturas
múltiples y concordantes, a través de tratados teóricos, a través de
mitos, de apotegmas, de diálogos,
historias o " leyendas doradas " adaptados a los tipos diversos de
mentalidades y de sensibilidades. Es este habitus
simbólico y mítico que se trata de restituir comenzando por ponerse
humildemente al estudio de estos textos, o de algunos de ellos, para
impregnarse de su atmósfera, abrirse tiene su esencia.
Al nivel macrocósmico, revelarán los planos de la
realidad que se extienden de la " manifestación cósmica " a los
diferentes planos superiores del Ser (descrito en sus atributos) y de Sobreser
(descrito apofáticamente): la doctrina del tiempo cualificado en el cual
reposan los ciclos cósmicos; la noción de Avatara que se manifiesta en las
fases cruciales del devenir humano para restaurar la Revelación primordial. -
al nivel microcósmico, describirán al
hombre en sus diferentes capas físicas, mentales, psíquicas y espirituales, así
como las vías prácticas que, por las "obras", la "gnosis" o
la "devoción", conducen a la obtención de los " estados
superiores ". Sería tan imposible como inútil abrazar la totalidad de
estos dominios. Pero todo investigador viene a descubrir poco a poco eso hacia
lo que le inclinan preferentemente las tendencias de su naturaleza: simbolismo,
cosmología, hermetismo, psicología, metafísica; Y al nivel práctico, las vías
secas o las vías húmedas.
Múltiples,
aunque asfixiadas por las instancias oficiales, son las publicaciones serias
que conciernen a estos dominios. Ninguno tiene más el derecho a quejarse de no ser
informado sobre eso: el desarrollo de estas áreas del conocimiento es
espectacular, aunque sea marginal, hasta el punto de constituir un " signo
de los tiempos 1 ".
1.El Zohar, 1, 118 tiene, indica que
a la llegada de la era mesiánica, " hasta los niños conocerán los Misterios…, entonces propagados a todo el
mundo ".
Se podría,
como Quintiliano pensando la biblioteca del orador, abastecer una
"bibliografía" ideal a todo candidato al cambio de conciencia. No la fijaremos
aquí. Pero se no permitirán recordar que además del imponente corpus de los
textos sagrados de Oriente y de Occidente, todo lector puede tener acceso hoy a
las traducciones de los grandes comentadores y las místicas de todas las
religiones. Para el Cristianismo solo, citaríamos a vario Padres de la Iglesia,
en particular los griegos, demasiado
desconocidos, los "pneumatoforos"
del Desierto, los maestros del hesicasmo, los místicos renanos, los cabalistas y
los alquimistas. Todavía citaríamos los grandes nombres del Sufismo, como los
del Védánta, de Vishnuismo y del Tantrismo, y los " filósofos taoístas”.
Entre nuestros contemporáneos, conviene añadir, además de los pensadores
independientes como Simone Weil, Huxley, Hesse, a Berdiaev, - susceptibles de
ciertos tanteos debidos a la independencia misma de sus búsquedas-, la tropa
del "esoteristas", cuyos trabajos exhaustivos y a menudo notables por
la importancia científica y la amplitud del pensamiento han atraído la atención
de numerosos dominios olvidados o incomprendidos: los viajes iniciáticos, las
ciencias sagradas, la estructura de los mitos, la de las sociedades
tradicionales, el significado de los símbolos, los ritos y los sueños, lo
imaginario y el imaginal, las técnicas de despertar; - toda las investigaciones
que corresponden a evidentes preocupaciones de un número creciente de hombres decepcionados,
inquietos, lúcidos, negando que su ser
se deje tener.
Sería
fastidioso de citar todos los nombres, deshonesto olvidarlo. Nos acordaremos no
obstante de pensar que René Guénon es y
queda un iniciador incomparable por el rigor de su doctrina y la
claridad de su exposición; y qué su continuador (más que discípulo), Frithjof
Schuon, aparece como un federador de las tradiciones espirituales y el primer
puente de arcos fiables entre Islam y Cristianismo 1.Luis
Massignon, Enri
1. Tenemos derecho a considerar a
Guénon o Schuon como inspirados del profeta Elías . Éste designa Maestro
invisible del Esoterismo universal. En
el fin de los tiempos, la "bajada" de Elías se generaliza a través de las
diversas religiones entre las cuales es revelada su unidad transcendental”. La
función de Elías se puede ser ejercida por otros a los cuales se encuentra
delegada,
Corbin
contribuyeron a hacer conocer mejor el Sufismo y el Chiismo. Jung devolvió a la
Alquimia el lugar que había perdido; Scholem reabrió las vías de la Cábala. Los
nombres de Lossky y de Evdokimov son indisociables de la Ortodoxia. Ananda
Coomaraswamy ha aclarado con un espíritu raro de síntesis el sentido de las
artes y las mitologías asiáticas. Mircea Eliade ha dado un análisis definitivo
del Yoga. Jean Herbert tradujo lo esencial del mensaje de los " sabios de la
India contemporánea "; Julius Evola, explorado el Budismo tibetano. Debemos
a D.T. Suzuki de haber revelado el Zen á Occidente, como Marcelo Granet, el
pensamiento chino... Tantos nombres, si no más, serían a citar entre las
generaciones siguientes, que profundizan en la obra de sus antecesores o
roturan de nuevas tierras.
Quedamos
confundidos delante de la riqueza inmensa y espiritual de un siglo xx que
considerábamos solamente agnóstico y materialista. Podría que este siglo
aparezca un día como tan brillante, desde punto de vista divinista, como lo fue
el XVI, desde el punto de vista humanista. En el fondo de su noche, y quizá a causa
de ella, algo tan vivo como el Renacimiento se deja distinguir, que traduce el
deseo indiscutible de un segundo Nacimiento. Una corriente empieza, fundada
sobre la interdisciplinaridad universitaria,
la creación de institutos para el exégesis y el estudio comparativo de las
tradiciones, la exploración de las estructuras y de la energética del ser
humano: - movimiento de renovación de la investigación antropológica, bajo la
iluminación de disciplinas que pueden a títulos diversos reclamarse de la
Gnosis donde se armonizan y se conjugan los
datos de la Tradición Esotérica, las Ciencias físicas y humanas, la intuición
esotérica y las vivencias personales. ¿Hay que ver en este hormigueo del espíritu las
últimas precauciones tomadas, las últimas "provisiones" con vistas a
una larga hibernación de soledad y de sufrimiento?.. ¿Cuántos se decidirán a ponerse
en resumidas cuentas al estudio de estas disciplinas, aunque obligan a desgarradoras
puestas en tela de juicio?... Cualesquiera que sean las roturas o las
inflexiones del futuro, éste " pertenece, escribía ' autor de las Consideraciones inactuales, tiene las
que tengan la memoria más larga ". La rememorización de las sabidurías cuyas raíces
se zambullen de " la otra parte de la oscuridad " está en la misma
base del retorno. Tal actitud es la
única que puede hacer derribar los reproches habituales dirigidos a la
"religión", ya que el estudio del
interior más allá de todas las imaginerías , sobrecargas, limitaciones
exclusivistas y contradicciones
inherentes al exoterismo, más allá de todos los prejuicios que predeterminan o
subtienden tal o tal forma de sociedad, de moral, de política. ¿Podemos hablar
todavía, es verdad, de "religión" a este nivel? Parece que se
encuentra entonces devuelto al estado de " antes del comienzo " donde,
en la perfecta cohesión del Todo, nada tuviera que " ser ligado " o "ligar”.
*
* *
Lo que, a
nivel teórico, corresponde a la desestimación de los sistemas reduccionistas y
a su sustitución por el estudio de las doctrinas tradicionales, se acompaña, al
nivel práctico, de una desestimación simétrica de los acondicionamientos
modernos.
A cada uno corresponde
tomar las medidas elementales de higiene que se imponen en la vida cotidiana,
de modo que las influencias negativas, las distracciones sobrevenidas, las
solicitaciones múltiples, - sirenas hechiceras del mundo contemporáneo-, invadan
lo menos posible su vida profunda, no encuentran ninguna fisura por donde
pasar. El Budismo enseña que nada de lo que sea condicionado puede ser real. Lo
que vale para la individualidad humana vale para el mundo que lo rodea, le da
forma, lo inviste. Se trata aquí de romper, sin pesar ni prórroga con modos de
vida, maneras de ser, comportamientos-reflejos, prejuicios adquiridos desde la
infancia, y por eso, indesarraigables en los seres sin personalidad; de
mantener sin parecerlo una insularidad protectora y defensiva, que no excluye
no obstante los encuentros con los compañeros de búsqueda; porque en este
dominio también, " no es bueno que el hombre esté solo”. Esta no es una de
los menores astucias del Príncipe de este mundo, experto en organizar la
masificación desde que esta mata la iniciativa, como de impedir al mismo
tiempo, por todos los medios, que se conozcan las individualidades similarmente
vueltas hacia los " secretos del Polo "... Esta compañonería no
excluye la confrontación al desierto interior, la purificación necesaria que no
debe más que a ella misma el todo de sus
efectos.
Sale de la simple higiene mental el hecho de no
dejarse impresionar sin medida con la omnipotencia de la Subversión. Existen en
efecto muchos consuelos que se tiene demasiado a menudo la culpa de olvidar. Importa
bastante poco al hombre que no estima pertenecer al mundo actual que éste venga
a zozobrar; verá más bien allí una purificación necesaria, aunque sea dolorosa
para él. Además, la Subversión se traiciona siempre por algún lado; basta con
ejercer un poco su mirada para descubrir allí alguna anomalía, deformidad o contradicción
interna. La "solidificación" del mundo jamás es completa a tal punto
que no subsiste allí ninguna entrada de aire: siempre hay un límite a lo
horrible; siempre están allí hogares de resistencia, aunque estuvieran
enterrados en el corazón de algunos individuos olvidados ellos mismos en el
anonimato colectivo. Si alcanza a sobrepasar la barra de las pruebas, el
oprimido se encuentra a sus anchas y se
sabe vencedor. Las estructuras colocadas por la Subversión son cada vez más
inestables a medida que pasa el tiempo, y que se acelera; se gastan, se
suprimen mutuamente o se neutralizan a medida que ellas se hacen más complejas;
las puestas en tela de juicio se multiplican; la noción misma de "materia"
se ve sometida a revisión. Se afirma igualmente la idea que cuanto más se
instala y se impone un sistema inverso, más se acerca el momento de su caída.
Todo enderezamiento final exige una caída previa: toma de conciencia que se
hace ante de la asfixia general, la incoherencia, las amenazas confirmadas de
una desintegración 1. Es pues bastante vano
lamentarse de la época; hasta es hacer el juego de las fuerzas disolventes
limitarse a una actitud negativa. Conviene más bien dejar a los derrotistas
llorar sobre lo que desaparece.
Este margen
preventivo con respecto a los condicionamientos se adjunta naturalmente a una práctica
regular: meditación, concentración, fases de silencio mental durante las cuales
suspender pensamientos, recuerdos, asociaciones, o desecharlos con oración;
invocación de un Nombre divino confiado y perseverante, creando un estado de
paz mental propicio al despertar de una conciencia segunda; - vías todas que
cada uno, sin duda privado de la ayuda del maestro exterior, tendrá que encontrar
por sí mismo hasta con vistas a la emergencia de un nescio quid que permite cooperar de nuevo con los
"dioses", activa la memoria de los arquetipos, despierta a una
dimensión a la vez crucial y universal devolviendo al origen y reenviando a lo
último, proyectando hacia el exterior y reuniendo en el interior: punto de
partida de toda alquimia espiritual de la que volveremos a hablar, y la que
hace vivir el otro nacimiento,
anticipa nuestra muerte, identifica al Sí.
Tal
compromiso se acompaña de la reducción de las acciones inútiles, de las
necesidades artificiales. Esto será ganancia de energía que de no participar en
la religión del rendimiento, en la aceleración, en la agitación, de quedar en
el "ojo" del ciclón sin padecer por el delirio colectivo, acordándose
de lo que decía Tagore del baile: " una meditación extática en el centro
inmóvil del movimiento "... Qué la profesión ejercitada sea, en lo
posible, el despliegue de su naturaleza, la epifanía de una vocación,
contribuye de este hecho a la realización interior. Las acciones no
indispensables no hacen,
1. Solvet
saeclum in favilla, " el mundo se desagrega en cenizas brillantes
", canta la liturgia católica. Pero favilla
significa también " chispa original ", " polvo germinativo
": el fin es recomienzo.
en cuanto a
ellas, más que crear nudos, complicar una vida en sí complicada, poner en
marcha trenes de ondas de consecuencias inesperadas e inexorables. Toda vida se
ritualiza desde que los actos se hacen gestos conscientes, devueltos a su
principio; la acción será allí en primer lugar no actuar, es decir no ausencia
de acción, sino acción transparente y
solamente ponderada en su esencia 1.
Dejaremos
las disputas vanas que queman inútilmente un tiempo que no se recobra, fuerzas
vivas que se reconstituyen menos rápidamente de lo que se agotan. –Sacaremos
las lecciones que se imponen de todo lo que aparentemente se presenta como
contrario u hostil: enfermedad, desilusión, fracaso, contratiempo, discerniendo
allí la parte positiva de la que no dejan de contener. – Admitiremos que la
voluntad del Destino no es forzosamente el nuestro; nos adaptaremos flexibilidad,
diplomacia, y si es necesario, en un espíritu de renuncia, con sus veredictos,
los cuales jamás son totalmente definitivos. - Encontraremos los rastros del
Divino en la actividad artística, cuyas repercusiones son profundas sobre el
que se entrega a eso; al arte, - principalmente la música, que vehicula menos las
ideas que las células vibratorias, y a este título es más
"primordial"-, el arte está totalmente designado para sugerir los confines
de lo Otro, los glacis de lo Absoluto, y servir por ello de soporte a su
contemplación, por poco que transfigure los datos brutos de la naturaleza,
sugiera el misterio a través de una serie de sublimaciones.
Tomaremos
por sujeto de meditación activa, de rumia, ciertos axiomas de contenido casi
inagotable, ayudando a la madurez y tejiendo en la vida una atmósfera sapiencial.
Citemos: " todo lo que llega a un
hombre se le parece ": Fórmula que indica que las vibraciones que
constituyen nuestro estado interior son de naturaleza a imantar ciertos
acontecimientos,
1. " Cada individuo resucita asumiendo
la forma de lo que, por su obra, ha tomado morada en lo más secreto de él mismo
", decía Sheikh Ahmad Ahsa' i.
a determinar
por allí nuestro destino 1. - " los
seres son los herederos de sus actos ": fórmula complementaria de la
precedente, ilustrando la ley del karma que, haciendo pagar hasta lo "último que tienes ", desarrolla
el sentido de las responsabilidades, ayuda a prever las consecuencias. - "
el hombre se hace lo que contempla ":
otra fórmula que incita a velar por los entornos de vida, por la naturaleza de
las preocupaciones y las ocupaciones habituales; porque si el hombre influye
sobre el medio donde vive, el medio influye sobre él también impregnando con sus
elementos imponderables el trasfondo de la mirada de la que no somos
conscientes. - " todo es doble
": descubriremos poco a poco la ambigüedad de todo ser, de todo encuentro,
de toda relación, que todo lo que no toca es anceps, "de doble filo", que toda situación está sujeta a
inversión, que conviene ver los aspectos contrarios del que todo acontecimiento
es portador, y de suspender o de matizar la opinión que se puede tener.
Estos
soportes de reflexión integrados a lo vivido introducen a un conocimiento más
preciso de sí. La " ciencia de los humores " que es la psicología
ayudará paralelamente a explorar las partes constitutivas de la psique, a tomar
nota y conciencia de sus contradicciones internas, de las tendencias maestras o
difusas que dividen para reinar, a reconstruir estos constituyentes
armonizándoles, con el fin de que ninguna "función" domine
exageradamente las otras y no haga bascular en la tentación neurótica. Este
careo con sí mismo es la etapa preliminar pero indispensable para la cara a
cara con Dios. La ascensión hacia el Sí supremo comienza con la bajada en el mí
más íntimo. “Nadie puede conocer a Dios, si no ha conocido primero a sí mismo
", declara Filocalia; al qué hace
eco el hadith: " Quien se conoce conoce su Señor "... Es un hecho que
pueden testimoniar todos los que
1. Si esta ley parece inadmisible en el
caso de desgracias que sobrevienen a inocentes, no olvidaremos que no llegamos
totalmente vírgenes a la existencia, que al karma individual se
sobreimpone el karma colectivo y que por
fin, lo que juzgamos como manifestación del "mal" no es considerada semejantemente in divinis.
2. Isaac de Ninive llega a afirmar que
" aquel que se ve a tal como él es, es más grande que el que resucita a
los muertos”. Él mismo comienza de hecho
por resucitarse a sí mismo.
se entregaron a la experiencia psicológica,
solamente con tal que ésta haya sido dirigido por un terapeuta unido a los
principios de orden espiritual: situarse de modo auténtico ante un problema, cualquiera que sea, hace que
ciertos "milagros" comiencen a producirse. Los acontecimientos
exteriores se ponen de parte para encorvar el destino, como si se ligaran,
discretamente primero, con el sujeto para ayudarle; las circunstancias
contrarias se atenúan, se transforman en un sentido que no era posible
imaginar, o cambiar por su voluntad. Hay ya como una raja en el implacable cadena
de efectos y causas. Muy lentamente se clarifica, soluciones salen a la luz o
se imponen. La mirada elige una visión nueva que le permite discernir más allá
de las apariencias el perfil de otra vida, ciertas ocasiones justas para coger
el momento justo. La emergencia de otro orden a partir del primer caos prepara
el encuentro con lo Uno.
Es solamente
cuando haya tenido revelación de sus numerosos "yo" y de su tiranía
que el buscador de la verdad podrá sin trampas decir a Dios: " ¡Hágase tu
voluntad! "; solamente cuando haya tomado medida de sus pequeñeces y de
sus mediocridades es cuando la súplica: " ¡ ten piedad de mí! "
Revelará todo su sentido; solamente cuando haya alcanzado su individuación
podrá sacrificar el “sí mismo” al Sí. - Conversión Lenta en el sentido plenario
del término, donde se apartará primero de su persona como ser social con el cuál
se había identificado, para volver a ser poco a poco la personalidad que
realmente se es, y unirse por fin a esta Persona que no es nadie como
"yo", sino la Identidad princesa, la Entidad transpersonal 1. Conversión hecha
1. Cuando Polyphème ("Palabra
numerosa ") demanda a Ulises quien es, se oye responder a Outis, "Nadie". Para el
Cíclope, cuya "persona la opacidad monocular - caricatura del tercer Ojo -
conducir al literalismo, "Nadie" es una persona: confiere al ser a la
nada, confunde el ser y el nombre. Para Ulises, "Nadie " no es persona; e identificándose a este no ser
por sacrificio del yo, simboliza el Yo supremo, enterrado en la lana protectora
que se lo disimula al profano, como jîvâtma lo es en el corazón del corazón,
solamente visible y nombrable para el
que, conociéndose a si mismo , se hizo lo que es.
de
metamorfosis sucesivas, de tanteos, de dudas, de maduraciones secretas, de
aparentes estancamientos; respuesta a la llamada que lo Divino le envía sin
cesar a cada ser humano; encontrando por modos de vida, de ascesis, de oración
adaptada a cada uno el " lugar de
Dios ", el núcleo del ser irreductible y eterno, el "Yo" divino
en nosotros, que nos une a nosotros, a todos los seres del universo y al
"Juego" divino mismo; Restableciendo la comunicación con Logos, la
circulación de las Energías espirituales en nosotros y alrededor de nosotros,
haciendo recobrar la Unidad total e indivisible librándose de las mentiras
confortables y de las ilusiones
asesinas, desgarrar los "velos" que esconden la Realidad
vinculándonos a ella, abrirse fervientemente a la Gracia, hija de la Luz
increada.
*
**
Trabajar en
liberarse no es solamente lograr su encarnación, es también trabajar en liberar
otros. Y por ahí, constituir quizá el principio de una " raza del corazón
" que no saca del pasado contra el presente, sino de lo eterno para el
futuro, una " raza de los Guardianes " salvaguardando, transmitiendo
los valores esenciales; frente a las multitudes del adormecimiento gregario,
una escuadra de "Egrégores" que alimenta el fuego del despertar.
La peor
amenaza no está en absoluto en la vitrificación atómica, sino en la
desertificación interior del humano, el lento olvido de toda trascendencia, la
insensibilidad a lo suprasensible, la ausencia de todo vibrato metafísico. La
salvación vendrá de " minorías creadoras " de las que habla Toynbee.
Ni hermandad escondida, ni comunidad misionada, ni caballería celestial, sino simple
reunión de hombres de buena voluntad y de sólida doctrina, de acuerdo sobre los
principios de base, capaces de ofrecer sus servicios a las fuerzas positivas de
querer cósmico, de ser las correas de transmisión de lo Divino, sus agentes
operativos que se aplican, lejos de toda desmesura, lejos de todo sectarismo e
iluminismo, a quitar el cierre a la luz... Esfuerzo insensato posiblemente,
locura a los ojos de los hombres, como retornar el tiempo, trastocar la lógica
de las cosas, para fundar con " el pequeño resto" una nova progenies, implantarla en el
corazón de la desagregación, invertir la inversión, sin caer en un pasotismo
agravada de nostalgias no más que en un
futurismo atestado de quimeras, sino permaneciendo firme en el corazón del eterno
Presente.
La familia
intelectual parece ser cada vez más tenida aparte, suplantada por los clanes
políticos que requisaron todas las delanteras de escena. Ser intelectual
equivale cada vez más a ser un marginal, un soñador, un inútil; a menos que al
aparecer como un molesto, un "despertador", el intelectual sea el
hombre a denunciar, eventualmente a abatir.
El
alejamiento pulido en el cual están tenidos los últimos civilizados, el
silencio circunstanciado del que se rodea sus obras, hace que falten en los
lugares donde les necesitaríamos más. Entonces, algunos siempre hicieron todo para impedir para que todo se deshaga.
Más directamente que otros, ciertos están en contacto con las energías psico-mentales
y espirituales de una fuente creadora eterna, unidos a las reservas milenarias
de una Sabiduría inagotable, proveídos una mirada que lleva más lejos, que les
permite percibir mejor ciertos posibles del futuro, seguir más tiempo el
punteado de las consecuencias, detectar los peligros de "tentaciones"
tales como la voluntad de poder, la expansión inmoderada, la usurpación
divinizante. Es hacia tales hombres que deben de mirar los que desean
contribuir al paso de un ciclo a otro. Todo hombre es convidado a esta
tentativa, con tal solamente que a la dispersión exterior, a los honores, a los
homenajes, prefiera una vida de concentración meditabunda, al sentido literal
de los textos y de los acontecimientos, sus sentidos simbólicos, a la
historicidad de los hechos, lo transhistórico, a los existencialismos
reductores, la esencialidad amplificadora, a lapalabra diversa, brillante pero
contradictoria, este domingo del lenguaje que es el silencio fundamental.
Si la
cohorte de los que procuran edificar un "cosmos" que sucede al
"caos" se acrecienta en número y se confirma en calidad, si el
derecho a la existencia les es concedido, no cabe duda que " el Amor que
mueve el sol y otras estrellas " les responderá verdaderamente con su
ayuda, efectuará verdaderamente "cambio de los polos " La
instauración de Bassiléia, de
" Poder real " divino en estos
hombres se propagará necesariamente por contaminaciones sucesivas a otro hombres.
Será redescubierto poco a poco un Absoluto irreductible a toda
"prueba" como a todas las "contestaciones" cientifistas,
ordenador de toda cosa, despejado de las arborescencias coaguladas del
raciocinio. Se producirá una mutación
iniciática.
Pero desde
ahora, en la noche helada de una barbarie de cara infrahumana, el menor gesto
de sacrificio, la menor intención desinteresada, la menor invocación contribuye
a hacer a su autor una " lámpara viva " encendida en el nicho del
corazón. La menor chispa será recogida con el respeto que rodea en el período de escasez los
productos más raros, a partir del cual reconstituir un incendio que sea el único
contrapoder a la conflagración nuclear.
Porque, dice Heráclito, " escaparemos posiblemente fuego sensible, pero es
imposible escapar fuego inteligible”.
Hay el
viento de la Historia, pero hay el soplo del Espíritu. El viento de la Historia
procede por caídas sucesivas en una gravedad aumentada; el soplo del Espíritu
no da el aire de tocar a eso. Uno babea su odio, lanza clamores, levanta
murallas de puños; el otro se borra, afeita las paredes, lee por todas partes
su aviso de persecución. El viento de la Historia impone su presencia a golpes
de cañón; el soplo del Espíritu se contenta con ser Espíritu. Y es el que no
matará. Se confunde con estas brisas ligeras que sólo la inclinación de los
trigos traiciona a ratos la presencia. Sutil, escapa de todas las redes; silencioso,
a todas las mordazas. Es el que predice perdonando al soldado que le apunta:
" tú también, un día, tú serás Buda. "...
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