domingo, 13 de noviembre de 2022

METAFÍSICA (Jean-Mark Vivenza)

 

Diccionnnaire de René Guénon.

Jean-Mark Vivenza

Le Mercure Dauphinois . Grenoble 2002 Pp. 299-302

 

METAFÍSICA.

Por definición, La metafísica se interesa en el dominio que está más allá de la física , más allá del mundo material inmediato, por encima de la naturaleza, y que, por lo tanto, puede llamarse propiamente "sobrenatural", además, como escribe Guénon, "según su composición esta palabra "Metafísica "significa literalmente 'más allá de física", tomando "física" en la  acepción que este término siempre tuvo siempre para los antiguos, la de "ciencia de la naturaleza" en toda su generalidad". Se podría decir, paralelamente, que el objeto de La metafísica siendo “ilimitado y universal", supera cualquier otro punto de vista más o menos especializado, ya sea de orden religioso o teológico, marcada por la influencia de elementos sentimentales que socavan la pureza intelectual de la doctrina inmemorial. "El punto de vista teológico, escribe René Guénon, no es más que una particularización del punto de vista metafísico, una particularización que implica una alteración proporcional". El ejemplo se nos da de forma muy elocuente en Occidente, en la utilización teológica de la visión unívoca llevada sobre el Ser* en ciertos griegos, producto el mismo en su tiempo de una estrechamiento trágico del campo hermenéutico. Por eso la metafísica occidental que, desde Aristóteles, identifica la metafísica al conocimiento del "Ser en tanto ser", reduce el inmenso campo real de la Metafísica a la sola ontología, es decir que ella  toma "la parte por el todo" y no es en definitiva más que una Metafísica, incompleta, y por decirlo claramente, "falsa". Para la Metafísica auténtica, es decir en posesión de todo su amplitud verdadera " el Ser puro no es ni el primero ni el más universal de los principios, pues es ya una determinación; es necesario ir más allá del ser, y es incluso eso es lo que cuenta más". Por esta razón, el Conocimiento metafísico es un conocimiento "supra-racional, intuitivo e inmediato", una intuición intelectual pura, lo que quiere decir no-sensible, "sin la cual", dice vigorosamente René Guénon, "sin la cual no hay verdadera metafísica".

En efecto, el dominio de lo sensible como cualquier otro dominio limitativo, debe ser imperativamente superado para alcanzar el dominio del Conocimiento metafísico. Los fenómenos que tienen tal importancia en la tradición aristotélica, no hacen en realidad , más que desviar al investigador de su objeto esencial, y encerrarlo  en la positividad de un juicio existencial parcial, donde solo triunfa la muy estrecha lógica de la prueba y de la "causa". "En tanto no se supere la naturaleza, es decir el mundo manifestado en toda su extensión, afirma Guénon, se está todavía en el dominio de la física”. Ahora, es precisamente esto mundo sobre el cual importa esta "superación" radical, so pena de hundirse en una pseudo-metafísica reducida a la grosera ontología común de lo visible, pues "no hay conocimiento verdadero y válido más que el que tiene su raíz profunda en lo universal y lo informal". Esta metafísica "reducida", que se presenta en Occidente como el modelo mismo de la aproximación fundamental, tendría que hacer sonreír por su pueril pretensión a la "verdad" si, desgraciadamente, su  capacidad de hacer daño no hubiera  llevado a consecuencias desastrosas que, hoy día  ahora se expresan tan pavorosamente en el mundo moderno, mundo no contento con haber sometido a la lógica de lo verificable y lo y cuantificable los seres y las cosas , ha terminado por transformar al hombre mismo en un miserable mecanismo finalizado. Por lo tanto, Guénon tiene perfectamente razón en insistir como lo hace, en la necesidad de los occidentales que quieran comprender la perspectiva de la Tradición, de emprender, dejándose enseñar por la Metafísica verdadera, una apertura liberadora más allá de la dictadura de la razón y de lo sensible para alcanzar el dominio de lo inmutable mediante el despertar salvador del "intelecto trascendente". Sin embargo, es importante ver que "no es en tanto hombre que lograr esto, sino como ese ser que es humano en uno de sus estados, y es al mismo tiempo otra cosa y más que un ser humano". Esto explica por qué "es la toma de conciencia efectiva de los estados supraindividuales lo que es el verdadero objeto de la metafísica, o, mejor aún, que es el conocimiento metafísico mismo". Esto es sin duda uno de los puntos más importantes de la comprensión metafísica, pues el individuo, lejos de ser una ser cerrada, o acabado, "no representa en realidad más que una manifestación transitoria y contingente del ser verdadero; no es más que un estado especial entre una multitud indefinida de otros estados del mismo ser; y este ser es, en sí, absolutamente independiente de todos sus manifestaciones (...)". Esto significa concretamente, que lo que subsiste de más esencial en el individuo, es decir no su pequeño "yo*" sin interés, sino su "Si", permanece inalterable, estable y representa ese "Centro" principial del ser con el cual entra en contacto e el "intelecto trascendente" , que está en el origen del Conocimiento metafísico. El "intelecto trascendente", no lo olvidemos, es lo que permite afirmar que un ser "es todo lo que él conoce", sobre todo porque esta identificación por el conocimiento, es "el principio mismo de la realización metafísica".

Desde un punto de vista puramente histórico, Guénon pensaba que Occidente había tenido, en la antigüedad y en la Edad Media, en su poder una doctrina metafísica completa, reservada sin embargo para el uso de una determinada élite, y que era capaz de conducir a la realización de las posibilidades del ser, realización que, "para la mayoría de los modernos es sin duda una cosa apenas concebible; si Occidente también ha perdido por completo el recuerdo de la misma", añade Guénon muy pertinentemente, es porque ha roto con sus propias tradiciones, y es porque la civilización moderna es una civilización anormal y desviada". Como vemos, la posesión de una doctrina metafísica completa, lejos de ser un simple enriquecimiento para eruditos, es muy por el contrario, la base indispensable para la restauración de una civilización normal. Es pues indispensable, en nuestros tiempos actuales, pensaba Guénon, que los medios de la realización metafísica puedan ser presentados a los que sean juzgados dignos, "sabiendo que deberán ser adaptados a las condiciones del estado humano, ya que es en este estado que se encuentra actualmente el ser que, partiendo de ahí, deberá tomar posesión de los estados superiores". Convendrá pues, para el ser, en su vía metafísica, servirse preliminarmente de palabras, signos, símbolos, ritos, etc. Y tomar como un punto de apoyo sobre “sus formas pertenecientes a este mundo donde se sitúa su manifestación presente" a fin de elevarse a continuación por encima de este mundo mismo, y alcanzar finalmente el "estado primordial ","el estado absolutamente incondicional liberado de toda limitación, razón por la cual es enteramente inexpresable, y todo lo que se puede decir no se traduce más que por términos de forma negativa: negación de los límites que definen y determinan toda existencia en su relatividad. La obtención de este estado, es lo que la doctrina hindú llama "Liberación", cuando ella lo considera con relación a los estados condicionados, y también " La Unión" cuando lo enfoca con relación al Principio supremo. Tal es el sentido profundo de la expresión "eterno” que, en cierta manera, resume en ella misma la esencia infinita de la verdadera metafísica, cuando la Tradición afirma que ella es de origen "no-humano" e "infinito".  

(Introducción general al estudio de las doctrinas hindúes Cap V " Caracteres esenciales de la metafísica", Cap VI " Relación de la metafísica y la teología", Cap VIII " Pensamiento metafíco y pensamiento filosófico", Cap X " La realización metafísica". El hombre y su devenir según el vedanta, Cap I " Generalidades sobre el vedanta", Cap II “Distinción fundamental del "Si" y del "yo", Cap VI " Los grados de la manifestación individual". Los estados múltiples del ser Cap III " El Ser y el No-Ser", Cap IV " Fundamento de la teoría de los estados múltiples" Cap XV " La realización del ser por el conocimiento", Cap XVIII " La noción metafísica de libertad". La Metafísica Oriental)

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