¿QUÉ ES LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO?
Por Joaquín Sama
Un siglo después de que Carlos Marx creyera descubrir que “Toda la Historia de la sociedad humana es una historia de lucha de clases” entre ricos y pobres, feministas radicales norteamericanas formadas en universidades alemanas, creyeron descubrir que las verdaderas clases sociales en lucha eran los hombres contra las mujeres, actuando los primeros como clase dominante y explotadora, mientras las mujeres eran las víctimas explotadas y oprimidas por los hombres.
A esta base conceptual se le añadió a continuación una serie de principios doctrinarios, entre los que destacan los siguientes:
1.- La sexualidad no es algo que nos venga dado por la naturaleza, sino por la cultura.
2.-Los varones han dividido a la Humanidad arbitrariamente en femenino y masculino, siendo la feminidad un invento del varón para tener a la mujer como esclava.
3.-El matrimonio es una institución creada por los hombres con el fin de someter a la mujer mediante el embarazo y los hijos.
4.-Para conseguir una sociedad justa hay que suprimir las dos clases sociales en pugna, pero estas no son proletarios y burgueses como dijo Carlos Marx, sino el hombre y la mujer, así que es necesario olvidar la palabra “sexo” y sustituirla por “género”.
La ideología de género está impregnada de fobia hacia la maternidad y el matrimonio, que según esta ideología genera violencia machista contra las mujeres.
Llegados a este punto conviene recordar las tres vías por las que se puede llegar a conclusiones erróneas: 1ª.-Por desconocimiento; 2ª.-Porque el fanatismo ofusque el entendimiento; y 3ª.-Por ambos motivos a la vez. La ideología de Género es un buen ejemplo de conclusiones erróneas por la tercera vía.
Todo el cuerpo doctrinal de la Ideología de Género carece de concordancia con la naturaleza de los hechos. Y sin embargo, está consiguiendo extenderse por numerosos países. Por un lado, los grupos de gays y lesbianas, se han dado cuenta de que con la Ideología de Género ser homosexual “es normal”. Por otro, los gobiernos y las Naciones Unidas han visto en la Ideología de Género una manera eficaz de controlar el crecimiento de la población. Y por otra parte, los poderosos lobbys abortistas y de reproducción asistida, encuentran en esta ideología una magnífica forma de incrementar el volumen de sus negocios.
A diferencia del marxismo clásico que aspiraba a transformar la sociedad, la Ideología de Género va más allá e intenta cambiar a la misma naturaleza humana en su identidad, a través del lenguaje, la moral, las costumbres, las leyes, las instituciones, de siempre asociadas a la dualidad hombre-mujer.
En ESPAÑA hubo un furibundo seguidor de esta ideología, traducida en leyes durante ocho años, sin que hayan sido derogadas:
-Ley Integral de Violencia de Género. Discrimina al hombre en razón de su sexo, lo hace sospechoso de violencia, lo criminaliza. Una simple denuncia lo convierte en reo.
En torno a esta Ley se ha montado en nuestro país un negocio de 23.000 millones de euros en el 2015, el llamado por las mismas feministas el negocio del maltrato, en forma de subvenciones a organizaciones feministas, Juzgados de Familia, procuradoras, abogadas, casas de acogidas, pagas a maltratadas, psicólogas y asistentes sociales, etc, negocio que culmina con lo que ellas mismas denominan la bala de plata, consistente en despojar a los hombres de sus bienes en un proceso de divorcio.
Se silencia intencionadamente el número de hombres fallecidos a manos de mujeres: en el 2015, veintinueve, sin que sepamos cuántos fallecimientos más pudieron darse por envenenamientos o por sobredosis farmacológicas, el método más usado por las mujeres para eliminar a sus parejas, muertes que normalmente pasan desapercibidas.
A lo anterior hay que añadir el número de suicidios acaecidos en ESPAÑA. El año pasado se acercó a 9.000, la mayoría de hombres, mil de ellos en proceso de divorcio, privados de sus hijos, de su honor, de su patrimonio… y llevados por esta Ley a la desesperación.
Y todo ello sin que la Ley haya sido útil para disminuir el lamentable número de mujeres fallecidas a consecuencia de crímenes pasionales, intencionadamente divulgados y magnificados por los colectivos feministas para continuar justificando el flujo de dinero público.
-Ley del Matrimonio homosexual. Se iguala por ley lo que es diferente, violentando por ignorancia y fanatismo ideológico el resultado de 3.500 millones de años de Evolución, cual es lo femenino y masculino: en el caso de la mujer, una sola célula reproductora cada 28 días, el óvulo, de tamaño 250.000 veces mayor que el espermatozoide, la célula reproductiva masculina, 400 millones de ellas en cada eyaculación, realidades biológicas que determinan las diferencias conductuales de complementariedad entre hombres y mujeres, y de cuya percepción se ven privados por esta Ley los hijos adoptados por parejas de homosexuales.
Arbitrariamente se sustituye al padre-madre por padre 1-padre 2, o bien madre 1- madre 2, experimento de ingeniería social avalado por dudosos informes elaborados por psiquiatras y psicólogos homosexuales, propulsores de la Ideología de Género.
Bajo la excusa de extender supuestos derechos, al igualar la unión de dos hombres –virimonio-, o dos mujeres –femimonio-, con el matrimonio entre un hombre y una mujer, se desdibuja intencionadamente el matrimonio tradicional como el pilar básico de donde surge la vida, la crianza y la educación de los hijos en la complementariedad de hombres y mujeres, abriéndose además la puerta a posibles nuevos tipos de uniones legales en aras de una mayor libertad: hombre-cabra, mujer-perro, etc. ¿Por qué no?
-Ley del Divorcio “Exprés”. Esta medida legal arrebata el valor que tiene la continuidad del matrimonio de cara a la educación y estabilidad emocional de los hijos. El desprecio de la Ideología de Género hacia la institución matrimonial, lleva a la frivolización de este lazo que puede romperse ante cualquier desencuentro.
El resultado es un enorme volumen de separaciones matrimoniales que saturan los Juzgados de Familia creados exprofeso, abogados tramitadores, mediadores matrimoniales, etc, y, lo que es peor, miles de niños criándose en familias desestructuradas, hombres y mujeres con hijos de dos o más parejas diferentes que, unidos por nuevos lazos, conforman verdaderos batiburrillos inevitablemente conflictivos.
-Ley Orgánica de Educación. Aparece la asignatura “Educación para la Ciudadanía” por medio de la cual se les imponía a los estudiantes la visión doctrinaria de la moral del Gobierno. Se repite continuamente la palabra “género”, se presentan como normales tendencias sexuales que estadísticamente no lo son ya que la homosexualidad afecta a un 2% de la población, cifra que los lobbys de gays y lesbianas exageran deliberadamente.
-Ley Reguladora de la Transexualidad. En realidad, lo que viene es a permitir que se cambie la inscripción en el Registro Civil, sin necesidad de cambiar el aspecto sexual de la persona, contribuyendo de esta forma a difuminar la diferenciación masculino -femenino, en aras al igualitarismo totalitario de género.
-Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley del Aborto). Se le concede a la mujer el derecho a cercenar una nueva vida en desarrollo, una nueva vida que ha concebido con otra persona, a la que no se considera, aunque a él pertenezca la mitad de esa nueva vida que se gesta. El “derecho a la maternidad”, como hipócritamente invoca la Ley, es en realidad el derecho a no ser madre, a desligar el amor y la sexualidad de la maternidad.
Se banalizan las relaciones sexuales como una irrefutable muestra de progreso, cuando los encuentros sexuales con la única motivación de la satisfacción física nos aproxima a especies menos evolucionadas que la nuestra, alejándonos de los logros conseguidos por la Humanidad en cuanto a la formación del vínculo amoroso para la procreación y cuidado de la descendencia, lo que ha sido reconocido y potenciado por todas las Culturas.
Se fomenta la frivolidad y falta de responsabilidad en las relaciones sexuales, cuyas consecuencias debe sufragar con sus impuestos el resto de la sociedad, que abona el gasto ocasionado en clínicas abortistas concertadas y en el propio Sistema Nacional de Salud, así como el coste añadido a consecuencia de los numerosísimos tratamientos de tipo psicoterapéutico y/o psicofarmacológico destinados a reparar el indeleble desgarro emocional que provoca el aborto en la mujer.
La Ideología de Género está introduciendo un poderoso factor de infelicidad en la sociedad occidental, sobre todo en la juventud, al convertir en presuntos maltratadores y asesinos al 50% de la población. La desconfianza que generan las noticias sesgadas sobre violencia pasional, demostrado por la Ciencia que es bidireccional, ha introducido un factor de sospecha generadora de inquietud, que se suma a la producida por los propios postulados de esta ideología, contradictorios con los más íntimos sentimientos naturales de las personas.
En la Historia abundan los ejemplos de cómo un reducido grupo de exaltados es capaz de arrastrar a millones de personas al desastre, partiendo de su propia e intensa emotividad en forma de resentimiento, agresividad, sexualidad anormal, ambición de poder o cualquier otro tipo de emociones e intereses vinculantes de grupo, que muestran disfrazados como ideología liberadora. La dictadura que impuso Lenin, con millones de muertes y 70 años de falta de libertad, o la toma del poder por el nacionalsocialismo de Hitler, son claros ejemplos de lo que antecede. Hagamos lo posible para que la llamada Ideología de Género no llegue a convertirse en un ejemplo más de totalitarismo aberrante a lo largo de los últimos cien años.
Joaquín Sama
Psiquiatra
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