viernes, 24 de mayo de 2013

Doctrina del crédito social 5


Teoría del Crédito Social

 

Este nombre se le dio a un sistema de análisis económico y filosofía política impulsado por el ingeniero escocés Clifford Hugh Douglas, quien durante la primera guerra mundial trabajaba en el análisis de costos de una fábrica de aviones en Famborough, Inglaterra. Sus análisis le llevaron a sospechar que los métodos de financiación de la industria hacían imposible para las personas comprar todos los bienes ofrecidos en el mercado. La consecuencia era "pobreza en medio de la abundancia", productos no vendidos, competencia feroz, estancamiento de los negocios, desempleo, rivalidades en el comercio internacional, y finalmente, la guerra.

 

Él expresó esto inicialmente en un artículo publicado en 1919 bajo el título "La ilusión de la superproducción". Crédito Social es el título de uno de sus libros escritos al comienzo de los años 20. Su mensaje central es que nuestro sistema monetario debería organizarse de acuerdo con los intereses de la sociedad, pues la capacidad de las gentes para escoger su modo de vida particular en un mundo maravillosamente productivo y eficiente por la tecnología se destruye por quienes tienen el poder para controlar el crédito bancario.

 

En su análisis monetario señala los siguientes problemas:

1. La mayor fuente de dinero en una economía moderna no es la imprenta del banco central o la casa de la moneda, sino los créditos otorgados por el sistema bancario. El crédito bancario se sustenta en el dinero en efectivo, monedas y billetes que posee en sus bóvedas, emitido por el gobierno a través de su banco central, o de propiedad de sus ahorradores. Cuando hace un préstamo mediante un crédito, crea una cuenta de banco por el monto correspondiente.

 

2. Por lo anterior, cada vez que los bancos hacen un préstamo, aumentan el suministro de dinero disponible en el mercado.

 

3. Las empresas pagan dinero a los consumidores a través de jornales, salarios y dividendos. Los consumidores pagan este dinero a otras empresas en los precios de los productos colocados para la venta en el mercado. En cortos intervalos de tiempo, este proceso se repite en cada período de pago. Las personas no se sientan sobre grandes cantidades de dinero en efectivo por mucho tiempo; el dinero que reciben se gasta o se invierte rápidamente.

 

4. Al colocar productos o servicios para la venta, una industria gasta dinero en dos formas:

a. Pago de sueldos y jornales a las personas empleadas de manera directa y entrega dividendos a sus dueños.

b. Paga los costos indirectos por concepto de edificios, maquinaria y equipos usados, incluyendo la amortización del capital prestado para financiar su adquisición y el pago de intereses por el crédito bancario.

 

5. Los métodos modernos de producción dependen cada vez más de la maquinaria que de la mano de obra como una manera de lograr que la producción sea más barata y se genere de una manera más eficiente.

Por consecuencia, se dedica más y más mano de obra a la fabricación de bienes de capital y equipos (De trabajadores de los países industrializados) que la que se destina a la elaboración de los productos y su colocación en el mercado (De trabajadores de los países importadores de la maquinaria). Por lo tanto, durante cualquier período de pago disminuye el balance entre cuántos ingresos reciben aquellos que pueden gastarlos en el mercado y los precios de lo que se les ofrece en venta, los cuales son necesarios para que los negocios recuperen sus costos.

6. Cuando a las personas se les paga para fabricar bienes de capital con salarios que provienen de un préstamo bancario, en lugar de ahorros, aumenta el dinero disponible por razón del préstamo bancario, pero la oferta de productos no aumenta de la misma manera. "Mucho dinero a la casa de pocos productos", y los precios aumentan. Así tenemos inflación.

 

7. Después de que los nuevos activos de capital se han instalado, el fabricante tiene que intentar recuperar el costo de su maquinaria a través de los precios, con el fin de amortizar el préstamo bancario. Cuando esto pasa, tenemos "Muy poco dinero" para pagar los precios naturales por los productos que se ponen en venta.

Las personas reciben una cantidad A en cada día de pago, y los empresarios deben cobrar precios equivalentes a A + B. Ese precio no puede pagarse a menos que:

las personas se endeuden para comprarlos al momento de la oferta, o el gobierno se endeuda con los bancos para financiar la expansión, o las empresas venden por debajo del costo, y van a la quiebra, o ganamos una guerra de precios, poniendo a los extranjeros en deuda con nosotros por nuestra ventaja en exportaciones, o si ellos no pueden o no quieren pagar, entonces: Participamos en una guerra, exportamos tanques y bombas al enemigo sin esperar que paguen por ellos y financiamos esto con endeudamiento del gobierno.

"Una fábrica o cualquier otra organización productiva tiene además de su función económica como productor de bienes, una función financiera. Puede verse de un lado como un mecanismo para la distribución del poder de compra a los individuos a través de los sueldos, salarios y dividendos, y de otro lado, como un fabricante de precios, de valores financieros. Desde este punto de vista, su pago puede dividirse en dos grupos.

Grupo A: Todos los pagos hechos a los individuos sueldos, salarios y dividendos.

Grupo B: Todos los pagos hechos a otras organizaciones (materias primas, cargos bancarios y otros costos externos)" Ahora, el flujo del poder de compra de los individuos está representado por A, pero, puesto que todos los pagos van dentro de los precios, el flujo de los precios no puede ser menor a A + B.

Puesto que A no comprará A + B, una proporción de lo producido, al menos equivalente a B debe distribuirse por una forma de poder de compra que no está comprendida en el grupo descrito como A." (C.H.Douglas, The Monopoly of Credit, 1951 Edition p.140)

 

8. Si no se hace ninguna de las cosas anteriores, los negocios quedan forzados a despedir trabajadores, el desempleo aumenta, la economía se estanca, se dejan de pagar los impuestos, los gobiernos recortan sus servicios y tenemos una diseminación de la POBREZA, cuando físicamente todos nosotros podríamos vivir en la ABUNDANCIA.

Las personas se vuelven ingobernables y desmoralizadas, sin darse cuenta de que su falla no es necesariamente el resultado de su incapacidad o falta de habilidades, sino en lugar de eso, de la manera como "el sistema" opera.

"No es necesaria ninguna formación en economía para entender la situación actual. De un lado tenemos una enorme y creciente capacidad para producir bienes y servicios necesarios para el desarrollo de la civilización y la cultura. Por el otro, tenemos una inmensa población incapaz de comprar a las tiendas lo que ellas mismas están ansiosas de venderles, en un mal llamado problema del desempleo que le impide producir otros más. El mero sentido común y ordinario parece bastar para reconocer que sólo una cosa permanece entre esta casi ilimitada capacidad para producir y lo que de hecho es en definitiva una capacidad limitada para consumir, y es el sistema monetario, el cuello de botella que separa la producción del consumo".

(Es estúpido, ¿no es así? Pero es el resultado directo de la manera como trabaja el sistema bancario. Douglas, "The Monopoly of Credit (1951 edition) pp 87,88)

 

“Democracia” Económica. Detrás de esta grieta en el sistema de precios, que lleva a una pobreza evitable en un mundo lleno de riqueza, Douglas vio algo más siniestro: el poder de las finanzas para controlar la dirección de la economía, para controlar las vidas de la masa de personas a través de la amenaza del desempleo y de la pobreza, para hacer o destruir industria, para controlar la dirección de los partidos políticos, para limitar los programas de gobierno, para estimular la competencia en el comercio y aún guerras reales, y en suma, para destruir la democracia y convertirse en el gobierno oculto del mundo.

Pero el poder financiero es tan fácil de ocultar que no se ha identificado una manera efectiva mediante la cual puedan las personas controlarlo para su beneficio.

Propuestas del Crédito Social

Vale la pena anotar que Douglas no estaba a favor de dirigir una acción política para lograr las reformas que quería lograr. Él consideraba que cualquier movimiento político era fácil de corromperse por el poder y viciar así los verdaderos principios para los cuales surge el Crédito Social.

 

Las propuestas hechas por Douglas estaban contenidas en "Tres Demandas":

1. Por una "Oficina de Crédito Nacional" – para calcular la cantidad de crédito que debería circular en la economía sobre una base estadística.

 

2. Por un "Precio Justo"- un mecanismo de ajuste de precios que absorba las ganancias inesperadas en tiempos de inflación y las regrese a la gente en forma de subsidios y menores precios cuando el costo de los bienes en el mercado exceda el dinero disponible para comprarlos.

 

3. Por un "Dividendo Nacional", para dar un ingreso básico garantizado a todos, sin importar si tienen o no tienen un trabajo.

 

Sobre esta base se pueden establecer principios y políticas para obtener:

-Poder individual para escoger. Las leyes deben proteger a los ciudadanos de los controles socialistas y de la explotación económica capitalista.

-Gobierno eficiente. Así como es físicamente posible y moralmente correcto, los políticos deben dar a las personas los resultados que ellas desean en el manejo de sus asuntos públicos.

-Seguridad económica. Un objetivo a lograr sin que se sacrifique nuestra libertad personal para escoger.

-Finalmente, debe asegurarse que lo que es físicamente posible y deseable y es moralmente correcto, puede y debe hacerse financieramente posible. "Con la continua carga de impuestos junto con un problema de desempleo sin resolver, el rompimiento del actual sistema financiero y social es seguro”. Nada lo parará; el asunto es cuánto tiempo tomará y qué tribulaciones deberemos sobrellevar mientras ello sucede.

Probablemente un relativamente corto período de tiempo servirá para decidir si podemos dirigir la poderosa máquina económica y social que crearemos o si ella nos dominará.

 

Conclusión

 

Digno de admirar, cómo el Ing. C.H.Douglas en 1920 expresa con absoluta claridad sus grandes temores percibiendo el futuro 89 años antes. Sin embargo el corto periodo de tiempo que Douglas pensó serviría para romper el sistema financiero y social, no solo no aconteció, sino que la poderosa maquinaria económica y social que imaginaba se crearía, resultó que efectivamente se creó a un tamaño colosal, y la cual nos ha venido dominando. Solo ha tomado 89 años para acabar de formarse y no se ve un rompimiento a corto plazo. Las raíces son profundas y sus operadores y creadores son muy poderosos, pues la han usado para su beneficio propio, abandonando a más de la mitad de los habitantes del globo en la pobreza extrema. El pequeño grupo de hombres que soñó Douglas capaces de impulsar el rompimiento no ha aparecido por ninguna parte. Se necesita ahora un cambio radical para eliminar el combustible que hace funcionar la monstruosa maquinaria económica, antes de que cual un Frankenstein, se vuelva contra su amo y de paso nos lleve a todos al abismo; el combustible se llama “dinero”, “dinero” combustible también controlado por los mismos operadores y dueños de la maquinaria económica.



***

La base para el crédito financiero

 

Existen dos formas de crédito, a saber, “crédito real” (la capacidad para suministrar bienes y servicios cuando y donde sean requeridos) y “crédito financiero” (la capacidad para suministrar dinero cuando y donde sea requerido). Debería existir una equivalencia entre el crédito real y el financiero. Cualquier cosa físicamente posible, si es deseada, debería hacerse financieramente posible. La base del crédito financiero debería ser, por tanto, el potencial de una sociedad para suministrar bienes y servicios.

El fin de una economía no es crear empleo sino suministra bienes y servicios con la máxima eficiencia y la mínima aportación física, ya sea humana o de cualquier otro tipo. Esto es, el fin de la producción es el consumo, y no crear trabajo. El dinero debería ser emitido en la medida en  que sea requerido para la producción, y cancelado al ritmo del consumo físico.

Bajo las modernas condiciones, el creciente despliegue de capital para la producción reduce la relativa necesidad de aportación humana. Esto crea dos grande problemas:

 1) en la medida en que los ingresos se hacen depender únicamente del empleo, los desempleados no tienen acceso a los bienes de consumo excepto vía transferencia de pagos por desempleo,

 y 2) el factor capital en los precios en realidad da lugar a que el ritmo de flujo de costes financieros y precios exceda progresivamente el ritmo de flujo de ingresos efectivos del consumidor en cualquier ciclo de producción dado.

Esta “brecha” entre precios mínimos e ingresos es “cerrada” por una continua expansión de préstamos bancarios que se acumulan, exponencialmente, como deuda no devuelta. Esta expansión de deuda, sin embargo, no liquida los costes financieros de la producción sino que se traspasan como una carga sobre futuros ciclos de producción, resultando en una escalada de costes inducidos, es decir, inflación de precios. Esto directamente choca con la realidad económica: el coste físico de la producción es en realidad satisfecho a medida que la producción tiene lugar, y los costes financieros de la producción deberían de satisfacerse simultáneamente, al mismo ritmo. Esto es, el dinero debería emitirse al ritmo de la producción, y cancelado al ritmo del consumo. El coste verdadero de la producción es el ratio de consumo dividido por el ratio de producción en un tiempo determinado; por regla general siempre y de manera creciente menor que el valor de uno.

Podemos decir, brevemente, que el problema central de la economía moderna es un problema de contabilidad deficiente del coste financiero industrial. Esto es, que el consumidor es cargado (apropiadamente) en los precios al consumo con la depreciación de capital, pero no correctamente abonado(como se requeriría en un sistema económico realista) con la apreciación de capital, el cual -este último- normalmente deja bastante atrás el ratio de depreciación de capital.

Con el uso creciente de capital físico y la eficiencia mejorada de la producción, deberíamos experimentar, continuamente, una caída en el nivel de precios y un incrementado poder adquisitivo, con creciente tiempo libre.

Estos objetivos realistas requieren:

 1) un apartamiento respecto a pseudomorales concepciones erróneas acerca de que el derecho a consumir esté atado necesariamente a un ingreso ganado en el proceso de producción. Cualquier relación de este tipo es lógicamente insostenible allí donde el factor capital de producción está reemplazando al trabajo. Esto se confirma cuando análisis matemático científicos claramente demuestran una tendencia progresiva a que la distribución de ingresos financieros se vaya quedando rezagada de manera creciente respecto a la generación de costes financieros.

2) La inyección de créditos compensatorios para el consumo, creados sin coste alguno, en la economía, y desde fuera del sistema generador de precios financieros industrial existente, para equilibrar el total de precios con el total de ingresos financieros. Estos nuevos créditos al consumo, emitidos sin deuda, liquidarían el “exceso” de antiguos precios y costes financieros industrial, y serían cancelados como poder adquisitivo cuando se usaran para repagar anteriores préstamos de los bancos para el negocio (o, alternativamente, ser reemplazado por capital circulante, donde solamente se reemitirían como poder adquisitivo a través de nueva producción que crearía una nueva serie entera de costes financieros y precios).

Las propuestas del Crédito Social incluyen la emisión de Dividendos (para consumo) Nacionales a todos los ciudadanos como un derecho para beneficiarse de la propiedad en el capital nacional por vía de herencia, y la institución de un Precio Compensatorio por el cual una porción de los créditos al consumo requeridos serían pagados a los minoristas para efectuar una bajada en el nivel de precios. La variable, aunque normalmente creciente, cantidad de Dividendos y Precio Compensatorio se determinarían de manera independiente, estadísticamente, a intervalos apropiados.

Fuente Periódico San Miguel

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