OTRA GIGANTESCA BURBUJA FINANCIERA Y
DE DEUDA
(El
Confidencial 14 septiembre 2012)
Hasta hace
poco parecía imposible un rescate de España sin que se hundiera el euro –“too
big to fail- y hoy, sin embargo, nadie parece extrañarse. Y lo que es peor,
se plantea el rescate a un país cuyo problema no es de liquidez sino de solvencia.
“El Banco Central Europeo (BCE) está colaborando en una gigantesca burbuja
financiera”, sentenciaba el jueves el Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Pero el tema es peor de lo que Alemania y el BCE creen. La economía española,
como consecuencia de las brutales subidas de impuestos al consumo, a la renta
de las familias y a la actividad productiva, se encuentra en caída libre, y eso
significa lisa y llanamente que España carece ya de capacidad para devolver su
inmensa deuda pública, que ha crecido en 400.000 millones de euros en cuatro
años, igual que la deuda del sistema financiero, que asciende ya a 892.000
millones de euros, 716.000 millones con bancos y cajas europeas y 176.000 con
la autoridad monetaria.
El
tamaño de la deuda externa de España es ya diez veces superior a la griega,
aunque su economía es solo cinco veces mayor. Eso lo tienen clarísimo los inversores privados, que
están huyendo de España a toda velocidad. Han sacado 220.000 millones en solo
seis meses, un 21% del PIB, algo que ninguna economía puede permitirse; solo
Alemania y el BCE parecen ignorar el desastre que tenemos encima. “Yo confío
plenamente en Rajoy”, dice la canciller Merkel, una ciega
declaración de “amor” totalmente fuera de la realidad, porque si algo ha
demostrado Rajoy es que nadie puede confiar en él. El 84% de los españoles ya
no confían en él y la mitad de sus electores no volvería a votarle.
Ahora el BCE
quiere comprar bonos a tres años, un rescate que, sin
controles creíbles sobre el uso del dinero y el control del gasto, será
un desastre para España y para los españoles. Váyanse haciéndose a idea de un hundimiento económico y social que durará varias
generaciones, y si lo visto les parece un desastre, ni se imaginan lo
que nos espera. Ni un solo euro llegará a la economía productiva, es solo dar
más droga a los drogadictos sin que se haya hecho reforma de verdad alguna.
Nada se ha
hecho de lo que se debe hacer, ni se ha reformado nada de la manera que se
hacen los negocios –los ricos no pagan impuestos, las grandes empresas pagan la
mitad de lo que teóricamente les corresponde y los grandes delincuentes
empresariales o no son procesados, o en los casos extremos, si son procesados y
condenados, son indultados por el gobierno– y menos aún
se ha controlado el despilfarro masivo dinero público con las regiones y los
ayuntamientos -completamente fuera de control- y el sistema financiero,
en situación desconocida. Y Rajoy ni sabe ni tiene ni la más mínima intención
de hacer nada.
Alemania impone, pero ni entiende ni controla junto con la UE los agujeros
en países como Italia, Grecia y España. Nunca nadie ha sido condenado por
construir aeropuertos sin uso, o llevado a la bancarrota a entidades
financieras gigantescas o arruinado regiones tan importantes como Cataluña o Valencia
por la desastrosa gestión de los fondos públicos españoles y europeos. Algunos
piden abrir un debate nacional sobre el rescate, algo así como sobre el sexo de
los ángeles, porque ya no hay dinero. El rescate no es la cuestión, es ya
inevitable, sino las condiciones. Y la única que nos salvaría del desastre es un referéndum: autonomías sí o no, y democracia real u
oligarquía. Esa debe ser la condición del rescate. Si no, corten el
grifo ya.
El dinero
inyectado desde Europa sin control ha arruinado España
Sin el
dinero que instituciones financieras, primero, y posteriormente el BCE
prestaron en forma ilimitada a una oligarquía política y financiera
absolutamente corrupta a partir de 2005, la burbuja inmobiliaria en España no
hubiera podido producirse. Y sin esas inyecciones España se hubiera visto
obligada a hacer sus deberes durante la época de los socialistas -de 2004-2011-
y no se encontraría hoy en una situación tan desesperada
que ha endeudado España por encima de lo asumible para varias generaciones.
En este contexto se tiene que hablar del irresponsable comportamiento de los
bancos europeos, cajas alemanas particularmente, que prestaron más de 700.000
millones de euros sin análisis ni control alguno a unos bancos y cajas
españolas absolutamente politizadas y corruptas.
Alemania y
Europa empezaron entre 2002 y 2007 a entregar dinero a España como si fueran
cromos. Gracias a ese disparate, decenas de bancos y cajas que deberían haber
sido cerradas permanecieron abiertas y la oligarquía política de la mano de la
empresarial construyó lujosos polideportivos en cada pueblo, palacios de
congresos en cada ciudad, parques temáticos ruinosos, decenas de universidades
sin alumnos, hospitales sin enfermos, los AVES y las autovías más lujosas de
Europa, mientras se mantenían la red de mercancías y la red carreteras
secundarias más obsoletas del mundo desarrollado. Un despilfarro y una
corrupción monstruosas –las comisiones pagadas son las mayores de la historia
de España- que en nada ha mejorado la competitividad del país.
Lo que al
parecer el presidente del BCE, Mario Draghi, ofrecerá a España es más de
lo mismo. Un rescate precautorio de entre 20.000 y 100.000 millones de euros a
un año, renovables dos veces por seis meses. Hay varias posibilidades, pero la
más probable es una línea de crédito con “condicionalidad reforzada”, una
auténtica tomadura de pelo, pues la “condicionalidad” se refiere a que España
deberá adoptar la medidas de corrección del déficit que le dé la gana al
gobierno, es decir, subir más impuestos, recortar
pensiones y prestaciones de todo tipo y bajar salarios, pero nada de reducir el
despilfarro autonómico.
Draghi dice
también que se realizaran auditorías de las cuentas públicas para “comprobar si
se cumplen o no los objetivos de déficit. Y si no se cumplen, particularmente
si se alejan mucho, el rescate preventivo pasará a ser rescate en toda regla”.
El planteamiento es tan absurdo que uno no entiende cómo se ganan el sueldo los
burócratas del BCE y de la Comisión. ¿Qué es eso de que comprobarán si se
cumplen o no los objetivos de déficit? ¿Es que no se han enterado de que el Estado está gastando el doble de lo que ingresa, y que la
subida del IVA aportará solo 2.500 millones de aquí a fin de año? ¿Es
que no se han enterado que las
regiones y los ayuntamientos están todos quebrados y siguen gastando sin
límite? ¿Es que no han visto que con las
cifras a julio el déficit 2012 va a superar de largo el 10% del PIB?
¡A ver si se
enteran en Alemania y en el BCE: España no cumple ya ni
de lejos los objetivos de deuda, ni de crecimiento ni de nada, y cuanto
más dinero le den a este Gobierno, mayor ruina supondrá para las futuras
generaciones de españoles, porque ni un euro de ese dinero irá a la economía
productiva, solo a tapar los agujeros bancarios y al despilfarro de regiones y
ayuntamientos! ¿A qué viene entonces entregar más dinero a un gobierno
irresponsable y corrupto, que arruine más aún a varias generaciones de
españoles?
Y luego el
colmo del sarcasmo, “el objetivo del programa preventivo es apoyar políticas
sanas”. ¿Qué entienden los burócratas del BCE por políticas sanas? ¿Darle
23.000 a Bankia que, como nos dice su presidente, nos lo “devolverá” dentro de
20 años? ¿Seguir financiando los agujeros de CCAA y Ayuntamientos, que han
despilfarrado ya más de 40.000 millones en 2012, y ahora necesitan 18.000 más y lo que sea menester, porque literalmente no les da la gana
recortar gasto ni despedir a sus parientes, a sus amantes y a sus amigos? Y
esto no es retórico, es exactamente lo que está pasando. Ni el pueblo español,
ni el alemán, ni ningún otro se merecen unas instituciones europeas tan profundamente ignorantes y
irresponsables.
Claro que el
primer premio corresponde al líder de la oposición, Sr. Rubalcaba,
responsable principal junto con Zapatero de la ruina de España, que ha
encontrado la solución a todos nuestros problemas: por tercera vez los
socialistas anuncian “una gran reforma fiscal” –¡hombre, no iba a ser una
pequeñita!– y ¡cómo no! la enésima “ley de sostenibilidad social y de los grandes
expresos europeos”. Pero no se crean que esto es todo, no, Rubalcaba tenía un
arma secreta. “Les digo a los europeos que los socialistas no aceptaremos ni un
recorte más”, o sea seguir gastando el doble de lo que
se ingresa y la diferencia que la pongan los alemanes y el BCE sin condición ni
límite alguno, y además, los 140.000 millones de deuda que vencen anualmente. ¿Pero cómo no se nos habría
ocurrido antes?
*Stefanie
Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista;
Roberto
Centeno es
catedrático de Economía de la Universidad Politécnica
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