Comprender el regionalismo y el tradicionalismo
Nigel Pennick
http://www40.brinkster.com/celtiberia/regionalismo.html
Cuando las cosas que hacemos y usamos no son hechas localmente, u organizadas localmente, entonces comprometemos seriamente la identidad local. La influencia de los mass-media, la industria, el comercio y las presiones de la globalización son de hecho inmensas. Por comodidad, beneficio o por simple ignorancia, se desestiman formas locales de hacer las cosas, reemplazándolas por la uniformidad de lo estandarizado. Incluso si esto fuera deseable, como afirman algunos políticos, este tipo de posturas no es sostenible en el mundo moderno. Filosóficamente, se promueve la ilusión humana del predominio sobre la naturaleza, un camino de vía única que, en ausencia de lo sagrado, depende de la creciente explotación de unos recursos que están rápidamente disminuyendo en nuestro limitado mundo. Estas técnicas no provienen ni del mundo natural ni de la naturaleza humana, y sin embargo están perpetuando sistemas que parecen llevarnos ineludiblemente hacia su inevitable final.
La dislocación humana es el resultado inevitable de esta experiencia individual de separarse del medio ambiente local, las estaciones y el clima. Existen muchas facetas de este hecho dentro de nuestras sociedades contemporáneas. Los edificios con aire acondicionado, e incluso los coches, niegan las condiciones predominantes del medio al tiempo que dilapidan valiosa energía y contribuyen al calentamiento global. La iluminación eléctrica se mantiene innecesariamente toda la noche, negando la oscuridad y difuminando la luz de las estrellas, con el consiguiente impacto medioambiental. La hora que vemos en el reloj ya no está relacionada con la posición del sol: las zonas horarias y el denominado "horario de verano" (daylight saving time) suplanta lo natural por lo artificial. La hora local ya es apenas reconocible, ya que la hora oficial centralizada se cuela en las casas gracias a los medios electrónicos.La percepción de las estaciones, también sufre dislocación por culpa del comercio. En Inglaterra, los festivales tradicionales pasan desapercibidos para la mayoría de la gente. Pocos reconocen Pentecostés, San Juan o Santiago. Las decoraciones navideñas adornan las calles desde principios de noviembre hasta finales de febrero, mientras que los Huevos de Pascua hechos con chocolate aparecen en las tiendas alrededor de la Noche de Reyes (¡si es que saben lo que es!). Los catálogos de compras para el invierno aparecen en medio del verano, y los del verano en pleno invierno. Incluso los fenómenos naturales son apenas reconocidos como una realidad que suceda localmente. Los reporteros de televisión de Inglaterra denominan a los aguaceros del Mar del Norte mediante el término Anglo-Hispánico estadounidense de Tornado. Las tradiciones locales y la sabiduría tradicional es de esta forma ignorada, y suplantada por otro tipo de consideraciones no del todo apropiadas.
Cada una de estas (y otras) consideraciones pueden parecer insignificantes en si, pero el efecto acumulativo de todas ellas es nuestra dislocación respecto al lugar, el tiempo y la identidad. Esta pérdida de diversidad cultural y la consecuente disminución de la calidad espiritual de nuestra existencia cotidiana es equivalente para la vida humana con la pérdida de habitats ecológicos y de esta forma la pérdida de diversidad en la naturaleza. La extinción de las variaciones locales conlleva el empobrecimiento cultural y a la alienación social así como a una desvaloración del medio ambiente local. De esta forma, las características intrínsecas que expresan la cultura local son infravaloradas y son substituidas por otras menos adaptadas y menos apropiadas dentro de las importanciones comerciales globalizadas. La verdadera cultura local en todos los niveles es reemplazada por mitologías electrónicas. El resultado de estos hechos es que mucha gente se siente ahora separada de su contexto.
A lo peor, nuestra identidad, que hace lo que nosotros somos, no puede ser por más tiempo definida en base a una cultura local colectiva y sus valores compartidos. Cuando esto sucede, donde estamos deja de tener relevancia para nosotros. Nos hemos convertido en personas transferibles. Somos reducidos a individuos alienados, nuestra identidad viniendo solo de nuestros nombres de familia, nuestra herencia genética, y la documentación que nos obligan a llevar como sujetos del estado y clientes de negocios. Aparte de esto, nos identificamos por las modas que seguimos. En vez del contexto de la cultura local, está la construcción de identidades personales alrededor de productos de consumo, cultos y subculturas de moda. Estos individuos no tienen ninguna misión en la vida más que ser consumidores de lo que se les ofrece, y alimentar a nuevos individuos que les sustituirán cuando no puedan seguir consumiendo.
LA CONSERVACION HOLISTICA
Incluso al nivel tan avanzado en que nos encontramos en el proceso de dislocación, pasos hacia la re-localización son posibles cuando todos los elementos de la identidad local son tenidos en cuenta. En algunos lugares, se promueven intentos para dar la vuelta a la carrera globalizadora. En 1998, por ejemplo, organizaciones conservacionistas se reunieron en Escocia para crear un nuevo proyecto englobando las Islas Argyll de Coll, Islay, Oronsay y Tiree. Anterior a este proyecto, que fue promovido por el Heritage Lottery Fund, la vida salvaje, el campo, las tradiciones culturales y la herencia histórica habían sido tratadas separadamente, como si no tuvieran conexión entre ellas. El nuevo proyecto, al que se le dio el nombre Anglo-Gaélico de Nádair Trust, se fundó en mayo del 2000.
Nádair es un modelo absolutamente integrado para la auténtica renovación en un contexto regionalista. El lugar donde la revista "The regionalist" se escribe, entre los megaparques agroindustriales a las afueras de Cambridge y los Parques de la Ciencia, donde la cultura local y el paisaje sagrado ya ha sido seriamente, sino totalmente, dañado, este proyecto holístico y de renovación es algo más que un desafío.
EL PAISAJE ESPIRITUAL
A diferencia de las modas siempre cambiantes del comercio global, el regionalismo promueve la estabilidad y la continuidad de la cultura humana. Se manifiesta holísticamente, a través de toda la gama de culturas humanas y su interacción con el ambiente. Implica estar presente en su propio contexto, ya que si uno no sabe de donde vienen las cosas, entonces no se puede entender donde se encuentra uno y cual es el significado concreto.
Por ejemplo, las construcciones locales lo son en primer lugar porque usan materias primas locales, hechas por artesanos especializados. Pero no solo están hechos de materiales regionales, sino que están orientados hacia los vientos predominantes y situados de acuerdo a los principios tradicionales de la región. Al ser del lugar los hace completamente adaptados a su existencia en ese lugar, con la utilización más económica posible de energía en construcción y uso. A través del tiempo, las gentes han mejorado y adaptado sus edificios locales de acuerdo a los últimos descubrimientos, sin llegar a perder vista de sus tradiciones. Resumiendo, esta forma de construcción en nuestros días no es supersticiosa, nostálgica o de culto a lo pintoresco o con deseos de petrificación. Tampoco es un ejercicio de Romanticismo Naturalista. Si seguimos la guía del tradicionalismo radical, llegaremos a comprender lo que se ha perdido con el abandono de la mayor parte de las tradiciones vernáculas.
De acuerdo con la tradición espiritual europea, que ha sido la forma mayoritaria de entendimiento aquí durante la mayor parte de la historia humana, cada lugar tiene un único guardián o espíritu tutelar, que puede ser considerado como el alma de un lugar, o el "anima loci". Los romanos lo reconocieron y veneraron como "genius loci", el espíritu del lugar, que puede tomar muchas formas culturales. Están los espíritus del lugar que refleja las formas naturales del campo; aquellos relacionados con alguna característica particular, como una colina sagrada, pozo sagrado, árbol de espíritu, y aquellos que se han manifestado a los humanos con apariciones sobrenaturales. Algunos se identifican con fundadores y fundadoras, héroes y santos cuyas leyendas nos informan del carácter sagrado del lugar. Cuando son reconocidos, el lugar se fortalece.
Estos seres tienen existencia real o mítica, o bien son guardianes, santos patrones y sus caracteres históricos están indefectiblemente unidos con la identidad del lugar. Los caracteres adscritos a ellos según la tradición, historia mítica o leyenda refleja de alguna manera el núcleo interno de la identidad de estos lugares. Sus fundadores pueden ser los reyes británicos Bladud de Bath y Gwrgan Varvtwc de Cambridge. La emperatriz Richelis es recordada en Andlau (Alsacia), junto con su osa. Hay quienes de sus lugares de enterramiento se convirtieron en lugares de peregrinación, como los reyes Pabo Post Prydain de Llanpabo, en Anglesey, Athelstan en Malmesbury y St. Edmund en la sepultura de St. Edmunds. También existen los guardianes de personajes históricos como Sir Bevis de Southampton, Guy de Warwick y Lady Godiva de Coventry.
Los dioses y diosas, así como los santos mitológicos de la iglesia, tienen también su sitio. San Sidwell es recordado en Exeter. Zisa es recordada en la ciudad de Augsburg en Bavaria, que fue en su DIA el sepulcro de esta diosa Sueba. El antiguo rey Británico, Leir, del rey Lear de Shakespeare, es recordado en el nombre de la ciudad de Leicester, con su estatua en Watermead. Las personificaciones también son tenidas en cuenta, como en el caso de la estatua de Bavaria en Munich y Portlandia en Portland, Oregon.
En julio de 2001, la estatua de St. Edmund se levantó en el centro comercial de Bury St. Edmunds, Suffolk, East Anglia, la ciudad que lleva su nombre. Hay ya muchas referencias a Edmund, el rey de East Anglia asesinado por los soldados daneses en el 870 durante el asedio a la ciudad. Al mismo tiempo, el Príncipe Carlos puso el primer ladrillo en la edificación de la nueva torre central de la catedral. Su diseño está de acuerdo a la arquitectura religiosa de Suffolk.
Parte del trabajo en la campiña de las Midland asociado al Metro de las Midlands implica un nuevo tranvía entre Birmingham y Wolverhampton, en 1998 supuso la inauguración de la estatua de Sleipnir, el legendario caballo de Woden con ocho patas. Fue colocado sobre una colina en Wednesbury, donde antes se situaba un templo al dios de Mercia. Es un bello ejemplo de lo que puede hacerse para celebrar la identidad local.
LAS MÚLTIPLES POSIBILIDADES DE LAS TRADICIONES LOCALES
Tradicionalmente, la identidad local siempre ha estado presente en artefactos hechos por humanos. Los edificios locales reflejan la materia prima del lugar y el medio ambiente. Las herramientas locales están perfectamente adaptadas a las necesidades locales. Las tradiciones locales de vestimenta para diario o vestidos ceremoniales para ocasiones especiales incorporan diseños tradicionales que reflejan la identidad local e individual. Un bello ejemplo es el modelo de suéter de los pescadores que define simultáneamente cada puerto de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Dinamarca, mientras que tiene variaciones por clanes familiares que les identifica individualmente.
Otras formas culturales pueden retratar lo local de una forma creativa. La pieza orquestral de William Jackson realizada en 1990 y titulada "St. Mungo: A Celtic Suite for Glasgow" refleja la base espiritual de los símbolos de la ciudad de Glasgow, que vienen de la leyenda de San Kentgern (popularmente conocido como San Mungo). Un siglo antes, estos emblemas se habían rehabilitado bajo una forma moderna por el notable arquitecto Charles Rennie Mackintosh en algunos de sus edificios de Glasgow, re-interpretando la leyenda símbolo fundacional de la antigua Stranthclyde. Este tipo de comprensión de las tradiciones nos devuelve un proceso creativo del que pueden surgir nuevas formas, absorbiendo la esencia local.
Pero, debemos siempre tener en cuenta, conociendo la naturaleza intrínseca del ser humano, que cualquier buena idea puede ser usada para propósitos perversos. Debido a esta posibilidad, debemos ser conscientes de algunos que intentarán hacer de la identidad regional el pretexto para el enfrentamiento étnico y el nacionalismo excluyente. Quienes asi actúan no están desarrollando la conciencia regional, sino que están negando el pluralismo y la diversidad que existe en cada región. Este proceso se realiza escogiendo solo sus temas sectarios según sus intereses, mientras que tratan de borrar cualquier otro. Desde el principio hasta el final del siglo pasado, Europa fue sacudida en guerras que provenían justamente de esta percepción puesta en acción. De acuerdo con uno de los temas de la Espiritualidad Tradicional Europea, es la función del Bardo, portador de la tradición local, el utilizar sus habilidades y sabiduría para traer la paz y la reconciliación.
Nigel Pennick es una autoridad en antiguas creencias, tradiciones, runas y geomancia. Entre sus libros destaca "The Ancient Science of Geomancy" y "The pagan book of days".
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