RELATOS TAOÍSTAS
La continuidad |
Lie Tzu
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El «continuo» (la continuidad) es la ley más general del mundo, se distingue de la cohesión, del contacto. Si tomamos un cabello y le suspendemos un peso, se produce la ruptura. El cabello se rompe, no la continuidad. La continuidad no puede cortarse. Quizás alguno no nos crea. A ellos les probaré con ejemplos, que la continuidad es independiente del contacto. Cian-ho, pescaba con un sedal hecho de un solo hilo de seda natural; una aguja curvada le servía de anzuelo, una ramita de junco era su caña y medio grano de trigo el cebo. Con este rudimentario equipo sacaba de un profundo lago, peces enormes sin que se le rompiese el sedal, sin que se le enderezase el anzuelo y sin que se le doblase el junco. El rey de C’iú se enteró y le pidió una explicación. Cian-ho le respondió: «En un tiempo, el célebre arquero P’u-z’ié-ze, con un arco muy débil y una flecha hecha de un simple alambre de hierro, alcanzaba a las grullas grises en las nubes gracias a su concentración mental que establecía la continuidad entre su mano y el blanco. Yo, por cinco años me entrené para obtener el mismo resultado en la pesca con sedal. Cuando arrojo el anzuelo, mi mente, completamente vacía de cualquier otro pensamiento, va derecho hacia el pez a través de mi mano y de mi aparejo; se establece así la continuidad, y el pez es capturado sin sospechar nada y sin oponer resistencia. Si tu, mi rey, aplicases el mismo procedimiento al gobierno de vuestros súbditos, obtendrías el mismo resultado». «Gracias» dijo el rey... Es así, como la voluntad realiza la continuidad entre la mente y su objeto♦ |
viernes, 11 de septiembre de 2015
RELATOS TAOÍSTAS La continuidad
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