A LUZ DE UNA CANDELA
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO, PREMIO CERVANTES
Diario de Ávila 25 abril 2010
Contaban lo que pasaba
En un tiempo, aunque ahora no lo parezca, el periodismo fue naíf o, para decirlo más exactamente, fue primitivo en el sentido en que se habla de los primitivos italianos, es decir, de Giotto, Cimabúe o fray Angélico; como una maravillosa tabla del mundo o el mirador de un globo aerostático, y allí se veían los caminos, los bosques, los mares y los océanos, los países, las ciudades y aldeas, y a los hombres, mujeres y niños, a los animales domésticos o feroces, pintados admirablemente; e incluso los reyes y gentes principales se paseaban por allí, y se les veía en su casa o en la calle, como vemos a las gentes que están en los cuadros holandeses.
Se veía, según se iba leyendo, la tabla que el periodista había pintado o desde el globo al que se nos había invitado a subir, aunque también a veces había allí dibujos que el mismo periodista o un dibujante trazaban. Y entonces los periódicos eran como los cuentos que comprábamos de niños, o los que nos traían los Reyes. Incluso si en ellos había también cosas tristes, y hasta terribles, porque el mundo es el mundo, nunca jamás hubo Arcadia alguna en ninguna parte, y entonces se producía como un desprendimiento de muchas pieles de búfalo que decía Maestro Eckhart, y nos tornamos sensibles a la desgracia ajena.
Y el caso es que los periódicos habían nacido primeramente, digamos que como chismorreo, es decir, como del eterno impulso de las mañanas del mundo, y que ha ocurrido siempre a todo hombre, desde el tiempo de las cabañas prehistóricas hasta hoy, que, al levantarse de la cama, ha abierto la ventana de su estancia, y se ha maravillado de que allí siguiera el mundo, y enseguida ha sentido la necesidad de investigar lo que ha ocurrido en él durante la noche, porque cada mañana es una gozosa extrañeza de que aún estemos vivos, y entonces se sienten deseos de hacer una gira por el mundo entero, y de enterarse de lo que ha ocurrido. Y, si puede ser, también o sobre todo en tierras lejanas.
Digamos entonces que los señores políticos y las gentes de los dineros se percataron del extraordinario instrumento que se les venía a las manos, si lograban hacer de los lectores partidarios o cofrades, y compradores; y si las mercancías, en vez de ser, aparecieran transformadas por las palabras en puras maravillas, porque el papel es tan mansa criatura como el jumento y se deja cargar con lo que sea, hasta con los arsenales del odio y de la muerte. Y así serían ya las cosas en adelante, pero, en cuanto los políticos aparecieron en los periódicos, junto a los vendedores de
crecepelo y los delincuentes, perdieron todo su encanto, porque fueron convertidos en bocinas de todos ellos, y la vida escapó de los papeles. Y luego ya, dentro del sistema tecnológico, todos somos arrastrados por las pensares y sentires que se nos imponen, la pura eficacia y la absoluta irrelevancia de las nociones de bien o de mal que no sean las convenidas. Porque eso es lo que hay en el mundo.
lunes, 26 de abril de 2010
lunes, 12 de abril de 2010
"Subsidios", "Prebendas Políticas" etc. etc.
Es muy corto, tremendamente claro y se aplica 100% a nuestra realidad social:
“Subsidios” “Prebendas Políticas”, etc..etc..
Pensamiento de A.Rogers (1931)
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.. El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, y eso... mi querido amigo...
...es el fin de cualquier nación.
“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.
Dr. Adrian Rogers, 1931
Pastor americano
“Subsidios” “Prebendas Políticas”, etc..etc..
Pensamiento de A.Rogers (1931)
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.. El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, y eso... mi querido amigo...
...es el fin de cualquier nación.
“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.
Dr. Adrian Rogers, 1931
Pastor americano
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