Con seguridad, no
existe más bello testimonio de la unidad trascendente de las religiones que la
asombrosa declaración de uno de los grandes maestros islámicos de la Gnosis,
as-Sheykh al-Akbar Muhyíd-Din lbn 'Arabi, que vivió en Andalucía a fines del siglo
xii y comienzos del xiii:
“Mi corazón
se ha abierto a todas las formas: es pasto de las gacelas, claustro de monjes
cristianos, templo de ídolos, la Caaba del peregrino, las tablas de la Tora y
el libro del Corán. Yo practico la
religión del Amor; en cualquier dirección que sus caravanas avancen, la
religión del Amor será mi religión y
fe."
No hay comentarios:
Publicar un comentario