domingo, 20 de agosto de 2017

El Simbolismo (Abbé Henri Stéphane 1907-1985)

TRATADO IV. 1 El Simbolismo

(Abbé Henri Stéphane 1907-1985 , Introducción al esoterismo cristiano, Capítulo IV,Mitos)

1 ) Principio general (1)
Dios ha  creado todo por su Verbo o su Palabra. En el Pensamiento eterno del Padre, la creación no puede ser más que un acto eterno. Así todas las cosas subsisten eternamente en Dios, no en virtud de una necesidad inherente a la Naturaleza divina, sino en virtud de un decreto divino, libre y enteramente  gratuito, y por tanto eternamente querido por la Bondad Soberana y la lnfinita Caridad de Dios-Amor.

Cada cosa tiene pues su Realidad Ideal o Espiritual en el Verbo divino (su raíz “ontologica” en el Ser Supremo);  es el Mundo Invisible de las Ideas o de las  Esencias de los seres.
Pero esta Existencia Ideal de los seres no es más que un aspecto de su Existencia Total. Si no hubiera más que esta Existencia Ideal, los seres serían idénticos al Ser Supremo del que no se distinguirían  bajo ningún aspecto. Esta confusión panteista es impensable; conduce lógicamente sea a la negación de los seres , sea a la del Ser Supremo.
Es pues necesario que los seres tengan una “existencia manifestada “, que su Existencia Ideal, Espiritual, Eterna, Invi-

1.La fecha de este pequeño Tratado es dudosa, pero de las expresiones como “manifestación universal”, “voluntad del Cielo” indican una lectura de Guénon y de Matgioi, lo que colocaría el Tratado hacia 1942-1943.

sible “se realiza “se actualiza” en  un modo “real” material temporal, visible. Es el Mundo Visible donde nosotros vivimos, pensamos, actuamos.
Este Mundo Visible es necesario hemos dicho, para permitir  a los seres “constituirse” ser distintos del Creador, para permitirles realizar la plenitud de su Existencia Total, pues la  Existencia Ideal y existencia“real” son dos aspectos conexos y complementarios.
Como vivimos en el Mundo Visible, donde tenemos que “realizar” a través de las vicisitudes del Espacio y del Tiempo nuestra Existencia Total, estamos tentados de atribuir  a este mundo una “consistencia” más real que al otro. En realidad es la Existencia Ideal de los seres la que debe ser contemplada  como la única real, siendo la otra “ilusoria” o pasajera, ya que es  “el modo o ilusorio de la manifestación universal” con relación a la única Realidad de la Unidad Principial, de donde derivan todos los seres. El Mundo Visible aparece por consiguiente como una “figura”, una “sombra”, un “vestigio” una “signo”, un“símbolo” del Mundo Invisible del que es la “manifestación.

Contemplaremos pues el Mundo Invisible como Real, en el sentido fuerte de la palabra, y el mundo visible como “ilusorio” y  a lo sumo como “real” en la medida en que es la “manifestación  simbólica “del precedente, permitiendo a las criaturas “realizarse” en la Existencia Total y de distinguirse de Ser Supremo, es decir, de la Unidad primordial. Se podrá hablar equivalentemente del Mundo Real y del mundo de las “apariencias”. 

Colocándose en puntos  de vista más particulares, se hablará del mundo espiritual y del mundo material, del hombre interior y hombre exterior, del hombre espiritual  y del hombre carnal, etc.  Estas distinciones no son totalmente equivalente a la distinción fundamental entre Mundo Real y mundos de las “apariencias”, ya que en la medida en que  el mundo de los espíritus “se encarna” en el mundo material,  participe en “el modo ilusorio de la manifestación universal”, pero no se identifica al único  Real que, por definición, escapa por su Transcendencia al mundo de la“manifestación”.  Nos contentaremos con esta simple observación, no queriendo entrar en consideraciones metafísicas demasiado sutiles y fuera de propósito.
 
2) Papel del símbolo, su eficacia
Situemonos  en primer lugar en el punto de vista divino. Dios, hemos dicho, escapa por su trascendencia al mundo de la “manifestación”“; la Creación no añade nada a su Gloria esencial. Dios no puede actuar más  que para su propia Gloria; añadamos incluso que es el único en  poder rendirse  gloria a sí mismo, en la generación eterna  de su Verbo y la efusión de Amor del Espíritu. Por lo tanto, toda criatura peligra, por el único hecho de que ella es “creada “es  decir “distinta” de lo Increada, del único Perfecto, por su imperfección  congénita, por su limitación, su “finitud” , peligra, dije, de ser un obstáculo a la “alabanza de gloria” (Éf, I, 12) que Dios se rinde a si mismo. Permítame el lector una comparación : Dios pronunciando su Palabra Creadora, profiriendo su Verbo Creativo - por un libre decreto de su Voluntad, por supuesto - canta su propia gloria ejecutando la  Sinfonía Eterna de su Gloria sobre el “teclado” de las criaturas. Importa  que las criaturas respondan dócilmente a los dedos del Divino  Ejecutante; es la sumisión  a la Voluntad del Cielo, el Fiat voluntas tua 2, cada criaatura aparece como una nota de la Sinfonia Eterna , e importa que esta nota sea justa, rinda el sonido  exacto querido por el divino compositor;toda falsa nota será apartada, como debe serlo del festín de las bodas el que no está revestido del traje nupcial (Mat. XXII).Pero la Sinfonía Eterna es una sinfonía divina; todo elemento extraño, toda nota falsa no sabría figurar aquí; esto quiere decir que todo elemento de la “manifestación” está  llamado, en tanto que  elemento de la “manifestación” aún no  “divinizado”, está llamado, digo, a “desaparecer” a borrarse con el fin de permitir hacer a la  Divina Sinfonía  su sonido divino,perfectamente puro, justo y santo. Toda criatura que quiera jugar su propia“cantinela” hará a las orejas del Divino Auditor un sonido execrable: es necesario que ella se borre, que deja caer su propio arco y se resigne al papel  de la cuerda que quiere hacer vibrar el Arco divino. ll es necesario que ella sea dilatada más allá de sus dimensiones finitas y limitadas de criaturas para permitir al lnfinito realizar en ella o más bien a través

2 “Hágase  tu voluntad ” (palabra del Padre Nuestro).

de ella, el Misterio de su Gloria Íntima,Misterio  de Pobreza y de Caridad de las Tres Personas.
3) Se puede enfocar  la cuestión desde otros puntos de vista.
a) Dios es Luz: El Verbo, en que todo ha sido hecho,es la luz de los hombres: “En él era la vida, y la vida era la Luz de los hombres, y la Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas  no lo han recibido “(Juan I, 4-5). “El mensaje que él nos hizo oír, y que nosotros os anunciamos a nuestra vez, es que Dios es Luz y que no hay  en él tinieblas. Si decimos que estamos en comunión con él y que vamos en las tinieblas, mentimos y no practicamos  la verdad “(1 Juan I, 5-6).

La creación deberá pues “ir en el Luz”, en otros términos, el símbolo deberá devenir una “pura transparencia “ a la Luz Increada. “Bienaventurado los corazones  puros ya que ellos verán a Dios “, más exactamente el corazón puro es un “cristal transparente “que permite a Dios verse y contemplarse él mismo en la Luz del Verbo, de realizar en él  Misterio de la Visión Beatificante.

b) Dios es Amor: (el lector está invitado a meditar 1 Juan IV, 7-21)
El amor puede definirse como el don de sí o mejor: el  éxtasis del ser que sale de sí para perderse en el otro; es el misterio de la Vida divina en el triple éstasis de las Personas divinas; es el Misterio de Pobreza, de despojo , de renuncia, de desnudamiento, de desposesión , de inmolación, de sacrificio , de pasión y de muerte..
La creación en quien Dios quiere realizar este Misterio deberá de alguna menera “morir”, perderse, anonadarse…”El que pierda su vida la encontrará…” Digamos en una palabra que el símbolo es un “puro desnudamiento”.

c) Dios es Vida: Dios es “fuente de vida”: el agua que yo le daría devendría en él una fuente de agua brotando hasta la vida eterna “(Juan IV, 14); digamos entonces que el símbolo debe devenir “pura permeabilidad” a la causa de Vida.

d) Dios es Justicia y Santidad: Hemos ya insinuado antes que la criatura debe convertirse en una nota “justa” de la Sinfonía Eterna, es decir, responder dócilmente al  Querer santificador  divino; diremos que el símbolo debe ser “pura docilidad, pura disponibilidad “entre las manos de Dios; “pura conformidad “ al Querer divino de Justicia y Santidad.


e) Dios es Unidad y Perfecta Simplicidad: Los elementos de la “manifestación “forman una “multiplicidad” queise opone de alguna manera a la Unidad y a la Simplicidad divinas, como las tinieblas se oponen a la Luz, es la “materia” la que se es el principio de esta multiplicidad, y la unidad se hace en la simplicidad del Espíritu, in unitate Spiritus Sancti 3; el símbolo deberá “desmaterializarse” para permitir la acción unificacante del Espíritu; digamos , a falta de algo mejor, que el símbolo debe ser “tendencia hacia la unidad”

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