TRATADO IV. 1 El
Simbolismo
(Abbé Henri Stéphane
1907-1985 , Introducción al esoterismo cristiano, Capítulo IV,Mitos)
1 ) Principio general
(1)
Dios ha creado todo por
su Verbo o su Palabra. En el Pensamiento eterno del Padre, la creación no puede
ser más que un acto eterno. Así todas las cosas subsisten eternamente en Dios,
no en virtud de una necesidad inherente a la Naturaleza divina, sino en virtud de
un decreto divino, libre y enteramente gratuito, y por tanto eternamente querido por
la Bondad Soberana y la lnfinita Caridad de Dios-Amor.
Cada cosa tiene pues su Realidad Ideal o Espiritual en el
Verbo divino (su raíz “ontologica” en el Ser Supremo); es el Mundo Invisible de las Ideas o de las Esencias de los seres.
Pero esta Existencia Ideal de los seres no es más que un
aspecto de su Existencia Total. Si no hubiera más que esta Existencia Ideal,
los seres serían idénticos al Ser Supremo del que no se distinguirían bajo ningún aspecto. Esta confusión panteista
es impensable; conduce lógicamente sea a la negación de los seres , sea a la del
Ser Supremo.
Es pues necesario que los seres tengan una “existencia manifestada
“, que su Existencia Ideal, Espiritual, Eterna, Invi-
1.La
fecha de este pequeño Tratado es dudosa, pero de las expresiones como
“manifestación universal”, “voluntad del Cielo” indican una lectura de Guénon y
de Matgioi, lo que colocaría el Tratado hacia 1942-1943.
sible “se realiza “se actualiza” en un modo “real” material temporal, visible. Es
el Mundo Visible donde nosotros vivimos, pensamos, actuamos.
Este Mundo Visible es necesario hemos dicho, para permitir a los seres “constituirse” ser distintos del Creador,
para permitirles realizar la plenitud de su Existencia Total, pues la Existencia Ideal y existencia“real” son dos
aspectos conexos y complementarios.
Como vivimos en el Mundo Visible, donde tenemos que “realizar”
a través de las vicisitudes del Espacio y del Tiempo nuestra Existencia Total, estamos
tentados de atribuir a este mundo una
“consistencia” más real que al otro. En realidad es la Existencia Ideal de los
seres la que debe ser contemplada como la
única real, siendo la otra “ilusoria” o pasajera, ya que es “el modo o ilusorio de la manifestación
universal” con relación a la única Realidad de la Unidad Principial, de donde derivan
todos los seres. El Mundo Visible aparece por consiguiente como una “figura”, una
“sombra”, un “vestigio” una “signo”, un“símbolo” del Mundo Invisible del que es
la “manifestación.
Contemplaremos pues el Mundo Invisible como Real, en el
sentido fuerte de la palabra, y el mundo visible como “ilusorio” y a lo sumo como “real” en la medida en que es la
“manifestación simbólica “del
precedente, permitiendo a las criaturas “realizarse” en la Existencia Total y
de distinguirse de Ser Supremo, es decir, de la Unidad primordial. Se podrá
hablar equivalentemente del Mundo Real y del mundo de las “apariencias”.
Colocándose
en puntos de vista más particulares, se
hablará del mundo espiritual y del mundo material, del hombre interior y hombre
exterior, del hombre espiritual y del
hombre carnal, etc. Estas distinciones
no son totalmente equivalente a la distinción fundamental entre Mundo Real y
mundos de las “apariencias”, ya que en la medida en que el mundo de los espíritus “se encarna” en el
mundo material, participe en “el modo ilusorio
de la manifestación universal”, pero no se identifica al único Real que, por definición, escapa por su
Transcendencia al mundo de la“manifestación”. Nos contentaremos con esta simple observación,
no queriendo entrar en consideraciones metafísicas demasiado sutiles y fuera de
propósito.
2) Papel del símbolo,
su eficacia
Situemonos en primer
lugar en el punto de vista divino. Dios, hemos dicho, escapa por su
trascendencia al mundo de la “manifestación”“; la Creación no añade nada a su
Gloria esencial. Dios no puede actuar más que para su propia Gloria; añadamos incluso
que es el único en poder rendirse gloria a sí mismo, en la generación eterna de su Verbo y la efusión de Amor del Espíritu.
Por lo tanto, toda criatura peligra, por el único hecho de que ella es “creada
“es decir “distinta” de lo Increada, del
único Perfecto, por su imperfección congénita, por su limitación, su “finitud” ,
peligra, dije, de ser un obstáculo a la “alabanza de gloria” (Éf, I, 12) que
Dios se rinde a si mismo. Permítame el lector una comparación : Dios
pronunciando su Palabra Creadora, profiriendo su Verbo Creativo - por un libre
decreto de su Voluntad, por supuesto - canta su propia gloria ejecutando la Sinfonía Eterna de su Gloria sobre el
“teclado” de las criaturas. Importa que
las criaturas respondan dócilmente a
los dedos del Divino Ejecutante; es la sumisión
a la Voluntad del Cielo, el Fiat voluntas tua 2, cada criaatura aparece como una nota de la Sinfonia
Eterna , e importa que esta nota sea justa, rinda el sonido exacto querido por el divino compositor;toda
falsa nota será apartada, como debe serlo del festín de las bodas el que no está
revestido del traje nupcial (Mat. XXII).Pero la Sinfonía Eterna es una sinfonía
divina; todo elemento extraño, toda nota falsa no sabría figurar aquí; esto
quiere decir que todo elemento de la “manifestación” está llamado, en tanto que elemento de la “manifestación” aún no “divinizado”, está llamado, digo, a
“desaparecer” a borrarse con el fin de permitir hacer a la Divina Sinfonía su sonido divino,perfectamente puro, justo y
santo. Toda criatura que quiera jugar su propia“cantinela” hará a las orejas
del Divino Auditor un sonido execrable: es necesario que ella se borre, que
deja caer su propio arco y se resigne al papel de la cuerda que quiere hacer vibrar el Arco
divino. ll es necesario que ella sea dilatada más allá de sus dimensiones
finitas y limitadas de criaturas para permitir al lnfinito realizar en ella o más
bien a través
2 “Hágase
tu voluntad ” (palabra del Padre Nuestro).
de ella, el Misterio de su Gloria Íntima,Misterio de Pobreza y de Caridad de las Tres Personas.
3) Se puede enfocar la cuestión desde otros puntos de vista.
a) Dios es Luz: El
Verbo, en que todo ha sido hecho,es la luz de los hombres: “En él era la vida,
y la vida era la Luz de los hombres, y la Luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no lo han recibido “(Juan I,
4-5). “El mensaje que él nos hizo oír, y que nosotros os anunciamos a nuestra
vez, es que Dios es Luz y que no hay en
él tinieblas. Si decimos que estamos en comunión con él y que vamos en las
tinieblas, mentimos y no practicamos la
verdad “(1 Juan I, 5-6).
La creación deberá pues “ir en el Luz”, en otros términos,
el símbolo deberá devenir una “pura transparencia “ a la Luz Increada. “Bienaventurado
los corazones puros ya que ellos verán a
Dios “, más exactamente el corazón puro es un “cristal transparente “que
permite a Dios verse y contemplarse él mismo en la Luz del Verbo, de realizar en
él Misterio de la Visión Beatificante.
b) Dios es Amor:
(el lector está invitado a meditar 1 Juan IV, 7-21)
El amor puede definirse como el don de sí o mejor: el éxtasis del ser que sale de sí para perderse en
el otro; es el misterio de la Vida divina en el triple éstasis de las Personas
divinas; es el Misterio de Pobreza, de despojo , de renuncia, de desnudamiento,
de desposesión , de inmolación, de sacrificio , de pasión y de muerte..
La creación en quien Dios quiere realizar este Misterio
deberá de alguna menera “morir”, perderse, anonadarse…”El que pierda su vida la
encontrará…” Digamos en una palabra que el símbolo es un “puro desnudamiento”.
c) Dios es Vida:
Dios es “fuente de vida”: el agua que yo le daría devendría en él una fuente de
agua brotando hasta la vida eterna “(Juan IV, 14); digamos entonces que el símbolo
debe devenir “pura permeabilidad” a la causa de Vida.
d) Dios es Justicia y
Santidad: Hemos ya insinuado antes que la criatura debe convertirse en una nota
“justa” de la Sinfonía Eterna, es decir, responder dócilmente al Querer santificador divino; diremos que el símbolo debe ser “pura
docilidad, pura disponibilidad “entre las manos de Dios; “pura conformidad “ al
Querer divino de Justicia y Santidad.
e) Dios es Unidad y
Perfecta Simplicidad: Los elementos de la “manifestación “forman una
“multiplicidad” queise opone de alguna manera a la Unidad y a la Simplicidad divinas,
como las tinieblas se oponen a la Luz, es la “materia” la que se es el
principio de esta multiplicidad, y la unidad se hace en la simplicidad del
Espíritu, in unitate Spiritus Sancti 3; el símbolo deberá “desmaterializarse” para
permitir la acción unificacante del Espíritu; digamos , a falta de algo mejor,
que el símbolo debe ser “tendencia hacia la unidad”
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