L’Orthodoxie
hier-demain . Troisíéme partie: La Vie
Ion BRIA
E. Buchet/Chastel.
Paris 1979
¿ Donde está Juan, ”el Apóstol amado”, el teólogo?
Comencemos la descripción de la Vida ortodoxa citando la
analogía que quiere que cada gran familia confesional- la Ortodoxia, el
Catolicismo y el Protestantismo- detentan cada una el espíritu de los tres
apóstoles, Juan, Pedro y Pablo, La esencia de la vida y de la tradición
ortodoxa concuerda de manera muy precisa con el espíritu del apóstol Juan,
espíritu de luz, de amor y de libertad. La vocación de la Ortodoxia es
precisamente de redescubrir , a partir del mensaje joánico, la envergadura
cósmica del Logos (Verbo) de Dios, misterio de nuestra vida escondida en Dios
con Cristo. El Evangelio de Juan anuncia en efecto que la Palabra, el Hijo de
Dios, está entre nosotros como “la verdadera Luz que ilumina al hombre que
viene a este mundo” (Juan I/9). Es la persona del Hijo de Dios que es la fuente
de la Vida, pero par recibirlo, hay que recuperar el sentido dinámico de la
Encarnación de la que está profundamente penetrado el Evangelio de Juan. A
veces no comprendemos bien la historia de la Iglesia antigua, ni su lucha para
encontrar la verdadera expresión de la Revelación divina, que las palabras y
los conceptos humanos no pueden proclamar plenamente.
Pp. 192-193
No se puede hablar de Ortodoxia sin recordar la Tradición, ¡una
realidad eclesial de una gran riqueza y de una gran complejidad! Es triste que
esta realidad tiende a devenir, en la época de las confrontaciones confesionales,
pretexto de selección y de exclusión y perder la facultad de “com-prender” lo
que tenía en otro tiempo. En la Ortodoxia hay una relación muy estrecha entre
el espíritu joánico y el espíritu apostólico. La verdad de Cristo pasa en la
historia de los hombres: la sucesión apostólica es el vínculo y el pueblo de
Nueva Alianza el receptáculo.
p.204
No hay comentarios:
Publicar un comentario