Jorge Francisco Ferro:
LA MASONERÍA HINDÚ Y LA ORDEN DE VISHVAKARMA (1)
Desde tiempos inmemoriales existe en la India una fraternidad de artesanos y
constructores que, usando también la investidura del Cordón Sagrado, afirma
transmitir una iniciación particular que abraza todas las castas siendo
quizás un vestigio del estado de indiferenciación primordial (avarna) al que
aluden las escrituras sagradas hindúes.
Entre los distintos aspectos de la divinidad, Vishvakarma corresponde al de
Constructor de los Mundos, equivalente exacto del Gran Arquitecto del
Universo o Sublime Geómetra de los Mundos de la Masonería occidental.
Además, posee la cualidad de Gran Maestre de dicha fraternidad hindú de
constructores.
Según la tradición védica, Vishvakarma crucificó a su hijo Surya (el Sol)
sobre su trono giratorio que, esotéricamente, está simbolizado por la cruz
esvástica formada por cuatro escuadras masónicas unidas por sus extremos.
Esta fraternidad masónica hindú observa el último día del mes de Bakdra como
una solemne festividad dedicada a Vishvakarma, en la cual está absolutamente
prohibido tocar herramienta de trabajo alguna.
Las antiguas pagodas de Benarés y Mathura están construidas sobre una planta
crucial equilátera y, al igual que otros templos de la zona, tienen
esculpidos en sus muros símbolos masónicos universales y se suponen
construidos por los ancestros de la Orden de Vishvakarma.
El famoso viajero y escritor francés Jacolliot, mientras estudiaba las
antigüedades hindúes, recogió una tradición de los sacerdotes de Benarés
según la cual, en una remotísima época, "miles de edades antes de nuestra
era", la casta de los artesanos estaba dividida en dos subcastas, una de las
cuales tenía como símbolo y marca distintiva la Plomada y la otra tenía el
Nivel. Es interesante señalar que la Masonería operativa occidental tenía
una división semejante representada por los "masones redondos", cuyo símbolo
era el Compás y su color emblemático el rojo, y los "masones cuadrados",
cuyo símbolo era la Escuadra y su color era el azul.
Posteriormente, las dos subcastas aludidas se unieron en una sola para
resistir más eficazmente la presión de las dos castas superiores y todos los
templos antiguos de la India serían la obra de estos constructores.
Evidentemente, esta casta unida tendría un carácter mixto y dado el rechazo
de las dos castas superiores podría suponerse que se trataba de una mezcla
de arios y aborígenes entre los cuales habrían existido ciertas logias
artesanales desde antes del establecimiento del sistema de castas.
A principios de este siglo y aún bajo la dominación inglesa, en la zona de
Cochin, cuya dinastía reinante era de origen dravídico, los miembros de la
Orden de Vishvakarma reclamaban, en un panfleto, igual derecho que los
Brahmanes al uso del Cordón Sagrado, disputándoles a los mismos su autoridad
al afirmar que sus privilegios y su doctrina esotérica y simbolismo habrían
sido transmitidos a la Orden directamente por los Rishis antes de que éstos
fundaran la iniciación de casta de los Brahmanes, en aquellas remotas edades
previas al establecimiento de la herencia de las castas.
En tanto la casta de los Brahmanes utiliza símbolos naturales para expresar
las enseñanzas de los Vedas, la Orden de Vishvakarma expresa el significado
esotérico de los mismos por medio de símbolos artísticos, tales como planos,
proporciones, herramientas, figuras geométricas, etc. Es interesante señalar
que en Occidente ocurre algo similar entre los medios de expresión simbólica
de la Iglesia y la Masonería.
En la India, todos los templos, y aún las residencias privadas, están
construidas "según las reglas del Arte" y conservan el simbolismo
tradicional que conlleva una doctrina esotérica solo conocida por los
miembros de la fraternidad. Algunos funcionarios públicos de la
administración británica, que además eran masones occidentales, al
inspeccionar los locales de los gremios de constructores y artesanos
comprobaron que el simbolismo utilizado era en todo igual al de las logias
europeas.
Por lo tanto tendríamos que, al establecerse el sistema de castas, se toleró
la existencia de una Orden de constructores y artesanos como organización
independiente en razón de sus servicios prestados y su antigüedad. Algo
semejante ocurrió también en Grecia, donde los Artífices Dionisíacos estaban
al margen de los estamentos sociales, al igual que sus herederos, los
Colegios Romanos de Artífices.
El funcionario de la administración colonial inglesa C. Purdom Clarke (2),
quien había adquirido práctica y experiencia entre los masones constructores
hindúes, afirmaba que los masones y carpinteros de la India, que además eran
escultores, constituían una Orden independiente que reclamaba privilegios
especiales de origen divino los cuales, a pesar de que a menudo estaban
opuestos a los intereses de los Brahmanes, casi siempre se les concedían.
Estos artesanos son los depositarios y custodios de los antiquísimos textos
denominados Shastras de los cuales 32, o 64 como afirman algunos, contienen
las enseñanzas particulares de los iniciados en el gran templo de Madura; en
el año 1881, mientras uno de estos Shastras era leído en público, un
arquitecto de la fraternidad, a partir de los detalles del texto, diseñó la
representación de una de sus deidades. El dibujo parecía una hilera de
figuras sin ningún significado, semejante a una tabla de logaritmos, pero
cuando fueron puestas por escrito en líneas calcadas a ambos lados del canon
central apareció una representación de Vishnú con su flauta parado en una
sola pierna. El arquitecto iniciado explicó algo del procedimiento indicando
que el canon central estaba dividido en 96 partes y que la pagoda de Cochín,
en Travancore, tenía un cuarto reservado para el arquitecto del templo cuyas
paredes estaban decoradas con dibujos de gran tamaño semejantes a los
utilizados por él; estos diseños eran como los ajedrezados usados en el
antiguo Egipto y tan conocidos por la Masonería europea hasta nuestros días.
Según relatos de miembros de la Orden de Vishvakarma, los celos de los
Brahmanes y de otras hermandades artesanales hicieron que los libros
sagrados que poseían se mantuviesen en el más estricto secreto, entre los
cuales sobresalían los Shastras dedicados a la arquitectura civil, en uno de
los cuales se afirmaba que "un arquitecto debe ser conocedor de los ciencias
en su totalidad, siempre atento a su vocación, generoso, sincero, y huir de
la enemistad o los celos."
El primer tipo de piedra clave de bóveda usada en los edificios por los
primitivos constructores arios tenia forma de "tau" (T), y la de diseño en
forma de cuña triangular, aunque muy antigua también, era posterior a la
primera. Según el Vastu Shastra, el antiguo templo hindú constaba de siete
atrios, como los de Srirangman y Mavalipuram, cuyos siete muros se referían
alegóricamente a las siete esencias del cuerpo humano. En el centro de estos
atrios había un asiento elevado sin ninguna cobertura. A la entrada, los
fieles debían purificarse obligatoriamente pasando ante un fuego que siempre
permanecía ardiendo con tal propósito. Los Goparams o torres de entrada
representan la montaña donde reside la Deidad, rodeada por siete jerarquías
de seres purificados. Por ejemplo, semejante es el palacio del rey de Siam
que tiene siete techos y el monarca sólo puede habitar el nivel más alto.
La tradición hindú sostiene que los persas y los griegos provenían de
linajes de maharajás pertenecientes a las casta de los khsatriyas, lo cual,
unido al hecho histórico de que en ciertas partes de la India el sistema de
castas no pudo ser establecido totalmente, parece indicar el origen de las
peculiares características de los misterios que se celebraban en los países
gobernados por los Brahmanes, los que no constituían una práctica
generalizada.
De este modo, se podría establecer que la casta sacerdotal de los Brahmanes
seguía los rituales de Maha Deva mientras que los rituales mitraicos eran
practicados por la casta de los khsatriyas, tal como se observó hasta en las
legiones romanas.
Finalmente, los constructores y artesanos se agruparon en torno a la Orden
de Vishvakarma y otras organizaciones semejantes dando fundamentos ciertos a
las afirmaciones de los miembros de la Orden, coincidentes con los
sacerdotes de Benarés, sobre el estatuto que recibieran de Brahmanes y
khsatriyas de confinarse en un sistema cerrado de castas y de instruir como
talladores de piedras y aguateros a los antiguos pueblos conquistados.
NOTAS:
1. Artículo publicado en la revista Âtma-Jñâna, año I, n° 5,
noviembre-diciembre de 1992.
2. Ars. Quat. Cor., VI, p. 99.
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