TRATADO IX.3 Alquimia
del rezo
(Abbé Henri Stéphane
1907-1985 , Introducción al esoterismo cristiano, Capítulo IX, La Oración)
“No sabemos lo que debemos pedir en nuestros rezos. Pero el
propio Espíritu ruega por nosotros con gemidos inefables; y el que sondea los corazones
conoce los deseos del Espíritu; sabe que ruega según Dios para santos
“(Epístola a los Romanos VIII, 26),
Los “deseos del Espíritu”, es la “espiración del Soplo”:
“Esta divina Persona, como espirando su espiración divina, eleva y dispone el
alma de un manera muy elevada a espirar ella misma en Dios al misma espiración de amor que el
Padre espira en el Hijo y el Hijo en el Padre, y que es este mismo
Santo-Espíritu que espiran en ella en esta transformación, “ 6.
El Padre pronuncia el Verbo, y de allí procede el Espíritu.
El alma (anima) es la Respiración de
Dios en el hombre y en el Cosmos.
5, “Entre
tus manos, Señor, vuelvo a poner mi espíritu” (Oficio de Completas).
6, San Juan de la Cruz, Cantico espiritual A, estrofa .38.
Dividido por la “caída” esta Respiración “debe volver de
nuevo a la Unidad del Espíritu : in unitate Spiritus Sancti.
El Verbo se encarna en la Virgen - anima mundi, Substancia universal, Inmaculada Concepción - bajo la
acción del Espíritu. “ El alma del mundo “se reintegra así en la Unidad; es asumida
“por el Espíritu; es la Asunción del
Virgen. Así debe ser en el alma del hombre devenida “virgen”.
La Virgen, fecundada por el Espíritu, genera el Cristo-Jesús.
El alma del hombre, devenida “virgen”
bajo la acción del Espíritu, profiere el Nombre divino de Jesús: es “la oración
de Jesús” practicada en el hesicasmo 7 . En realidad, es el Padre quien engendra el Hijo Único
por el Espíritu Santo en el alma que se han convertido en “virgen” y que “la
transforma” - alquimia - en “la espiración divina” ( anima cambiada en Spiritus),
La “oración pura” es
pues una “alquimia” del alma.
7 Ver Relatos de un peregrino ruso. La frase
que sigue aclara un pasaje difícil del tratado V.9 (p.238)
No hay comentarios:
Publicar un comentario