Libertad
La más importante es la de ser la ley para sí
mismo y de obedecerse a sí mismo hasta llegar a ser lo que se es. La libertad
absoluta, no es para todos los hombres; hay millones de individuos que no
podrán jamás ser libres; no llegará a serlo más que el que ya lo es
potencialmente. Se llega a ser libre aprendiendo a elegir, por tanto a
sacrificarse y a renunciar. A continuación, está la lucha por la libertad, que
es muy diferente. Oponerse a las reglas que violan la justicia elemental o
imponen elecciones contra natura es justa en sí. Incluso si los que se rebelan
han perdido el norte quizá y proponen utopías insensatas, en el plano estricto
de la lucha por la libertad, son no obstante dignos de atención y de interés.
Después está el remedo de la libertad; o más
precisamente los remedos de las libertades. Se trata de reivindicaciones de
libertades individuales, civiles, de cruzadas por los “derechos”; en suma es el
circo donde se desahogan los esclavos lobotomizados, así es en nuestros días.
Que todas estas “libertades” se concreticen por privación de libertades comunes
como la de fumar y por la reglamentación y la trivialización de las
transgresiones, es una cosa de la que la mayor parte de la las gentes no
parecen darse cuenta. Domesticados y conformistas, apáticos y prisioneros, pero
la libertad en la boca.
Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editios du Lore. 2008 P. 166
No hay comentarios:
Publicar un comentario