PARMENIDES - FRAGMENTOS DE "SOBRE LA NATURALEZA ".
1 Las yeguas que me trasportaban, allá me condujeron,
a donde el ímpetu de mi alma se arrojaba.
Por la famosa ruta de los dáimones se lanzaron,
por la ruta que lleva a todas las ciudades
a los hombres que están despiertos.
Por allí me condujeron.
Hasta allí los hábiles corceles que arrastraban el carro
me llevaron con porfía.
Las Doncellas guiaban la senda.
Cada eje,
ardiente en el cubo,
a ambos lados soportando las rápidas ruedas,
chillaba su flautín,
cuando las Doncellas del Sol,
abandonando la mansión de la Noche,
presurosas me escoltaron a la Luz del día,
con sus manos vigorosamente despejando el velo que las cubría.
Allí estaban las Puertas que dan
a los caminos de la Noche y del Día.
Arriba el Dintel expandido a ambos lados,
abajo el Umbral de piedra.
Celestes Puertas cerradas por muy sólidos batientes,
cuyos cerrojos
que van y vienen
guarda la Justicia,
la de los muchos castigos.
A ella se aproximaron las Doncellas,
a ella dijeron melosas palabras,
persuasivas, habililidosas,
hasta lograr que descorriera el cerrojo.
Las Puertas se abrieron entonces de par en par,
retrocedieron los goznes de los batientes
forrados de cobre y tachonados de clavijas y broches.
Por las Puertas adelante,
por el ancha ruta,
guiaron las Doncellas el carro y las yeguas.
Y la Divinidad me acogió benévola,
mi mano derecha tomó en su mano,
y hablando así me dirijió estas palabras:
¡ Oh Doncel cuyas riendas sostienen inmortales aurigas !
¡ Tú a quien hasta nuestra Morada atropellan los corceles !
¡ Salud !
¡ No ha sido un hado funesto
quien te arrostrara a este camino,
tan alejado de la común ruta de los mortales,
sino el Orden Necesario y la Justicia !
Es menester que de todo seas informado,
ya del corazón inquebrantable
de la Verdad bien redonda,
ya de las humanas opiniones,
a las que es imposible otorgar fé verdadera.
Con todo
es menester que las aprendas
y con lealtad juzgues su valor
recorriendo en búsqueda,
de parte a parte,
todas las cosas a través del Todo".
. . .
2 "Además considera en tu mente con firmeza,
lo que aparece,
y lo que no se ve,
porque es imposible cercenar el Ser
del Ser que lo acompaña."
" Por todos lados,
absolutamente,
a través del Universo todo,
nunca el Ser se aparta del Ser,
ni de nuevo se une a él."
. . .
3 No importa por donde empiece,
de nuevo otra vez llegaré hasta allí.
. . .
4 Vamos pues aún te digo
que cuidando del secreto iniciático que oyeras
entiendas que hay sólo dos únicos caminos para indagar:
uno, de que el ser es, y otro, de que el ser no es.
. . .
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