G.E.T.V.: SOBRE EL FINAL DE LOS TIEMPOS
En referencia a la duda planteada en "El
Conciliabulum", puede ser interesante indicar aquí algunas observaciones
sacadas de la propia obra de Guénon. En el capítulo titulado "Lugar de la
tradición atlante en el Manvantara" (en Formas tradicionales y ciclos
cósmicos) en una nota a pie de página, leemos que, tras precisar que la
duración de la civilización atlante debió ser igual a un "gran año"
(es decir, 12.960 años solares), Guénon dice que "en cuanto al cataclismo
que puso fin a ésta, ciertos datos concordantes parecen indicar que tuvo lugar
7200 años antes del año 720 del Kali-Yuga, año que es el punto de partida de
una era conocida, aunque quienes actualmente lo emplean no parezcan saber su
origen ni su significado". ¿A qué tradición se refiere? La nota en
cuestión va seguida de algunas alusiones a la relación entre la tradición
hebrea y la atlante, y llega a decir que "parece que el ciclo atlante haya
sido tomado como base en la tradición hebrea". Si esta "era
conocida" fuera entonces la judía, que actualmente (1998) corresponde al
año 5758, sumándole 720 años nos dará el año del Kali-Yuga en que nos
encontramos, es decir, el año 6478. Exactamente el mismo cómputo de tiempo se
halla en el calendario masónico de Rito Escocés.
Por otra parte, en la misma obra (cap. "Algunas notas
acerca de la doctrina de los ciclos cósmicos"), Guénon, tras establecer
las relaciones entre los diversos Yugas (según la tetraktys pitagórica, es
decir, 4, 3, 2, 1), indica que lo que debe ser considerado en las cifras que en
la tradición hindú se dan de la duración del Manvantara es solamente el número
4320, y no los ceros más o menos numerosos de los que va seguido. Transcribiré
algunos párrafos íntegros de este capítulo:
"Si la duración del Manvantara es 4320, las de los
cuatro Yugas serán respectivamente 1728, 1296, 864 y 432, pero, ¿por qué número
deberán ser éstas multiplicadas para obtener la expresión de su duración en
años? Es fácil observar que todos los números cíclicos están en relación
directa con la división geométrica del círculo: así, 4320 = 360 x 12...".
"La base principal (de los períodos cíclicos) en el orden cósmico es el
período astronómico de la precesión de los equinoccios, cuya duración es de
25920 años, de tal manera que el desplazamiento de los puntos equinocciales es
de un grado cada 72 años. El número 72 es precisamente un submúltiplo de 4320
(72x60), y 4320 es a su vez un submúltiplo de 25920
(4320x6)...". "¿qué múltiplo o submúltiplo del
período astronómico de que se trata corresponde realmente a la duración del
Manvantara? El período que más frecuentemente aparece en diferentes
tradiciones, a decir verdad, es quizá menos el de la precesión de los
equinoccios que el de su mitad: es en efecto ésta la que corresponde
especialmente a lo que era el "gran año" de los persas y los griegos,
calculado a menudo por aproximación en 12000 o 13000 años, siendo su duración
exacta de 12960 años. Dada la particular importancia que es así atribuida a
este período, es de presumir que el Manvantara deberá comprender un número de
estos "grandes años"... "¿cuál será este número?..."
Encontramos fuera de la tradición hindú una indicación
precisa: "entre los caldeos, la duración del reinado de Xisuthros, que
manifiestamente es idéntico a Vaivaswata, el Manu de la era actual, está fijada
en 64800 años, o sea, exactamente cinco "grandes años"..."
"El número cinco, siendo el de los bhutas o elementos del mundo sensible,
debe naturalmente tener una importancia especial desde el punto de vista
cosmológico..."
Vemos, pues, que Guénon alude más o menos a una duración
total del Manvantara equivalente a cinco grandes años, es decir, 64800 años (lo
que es igualmente 4320x15). Según la relación establecida entre los Yugas, el
Krita-Yuga comprenderá dos grandes años, el Treta-Yuga uno y medio, el
Dwâpara-Yuga uno, y el Kali-Yuga medio. Si calculamos esto en años ordinarios,
las duraciones de los Yugas serán respectivamente de 25920 (6x4320, o 2x12960),
19440 (4,5x4320, o 1,5x12960), 12960 (3x4320) y 6480 (1,5x4320, o 12960x0,5)
años, en total 64800 (4320x15, o 12960x5). Más adelante, Guénon indica que
podemos decir, sin temor a equivocarnos, "que estamos en una fase avanzada
del Kali-Yuga"; y también que sería imprudente precisar más, con objeto de
evitar ese tipo de predicciones a las que las doctrinas tradicionales siempre
han puesto obstáculos. No obstante, si tomamos como base las observaciones
obtenidas, y si, tal como en un principio se ha dicho, nos encontramos
actualmente en el año 6478 del Kali-Yuga, no es difícil deducir que faltarían
tan sólo 2 años para el final del Manvantara, es decir, para el año 2000, o el
6480 del Kali-Yuga. Pero esto sería así si se adopta como base del cálculo la
identificación entre la tradición hebrea y esa "era conocida"
mencionada en un principio.
¿Podríamos encontrar otros resultados si tomamos como base
otra tradición? Es evidente que ni la tradición cristiana ni la musulmana nos
pueden servir de base debido a su aparición más reciente, y no encuentro ningún
otro cómputo que pudiera aclarar algo todos estos cálculos.
Por otra parte, el análisis de algunos de los ciclos
fundamentales, estudiados a partir de los ciclos cósmicos más usuales, y sin
tener en cuenta relaciones causales con hechos históricos determinados, nos
puede ayudar con vistas a determinar cuáles pueden ser las circunstancias
cíclicas en que se den momentos críticos fundamentales en el transcurso del
Kali-Yuga, tomando como base simplemente los 6480 años de la última fase del
Manvantara. Un análisis de estas características requeriría, no obstante,
desarrollos mucho más amplios que los que aquí pueden ofrecerse. Sin embargo,
podríamos añadir algunos cálculos curiosos:
1º. 2160 años antes del final del Kali-Yuga habría un
intervalo de transición bastante significativo, es decir, finalizan y empiezan
diversos ciclos: los de 72, 108, 144, 216, 360, 432, 720 y 1080 años, al mismo
tiempo que este momento coincidiría con la mitad exacta de los ciclos de 288,
864, 1440 y 4320 años.
2º. 2592 años antes del final del Kali-Yuga nos encontramos
otro momento crítico, en el cual, sin darse ninguna coincidencia entre mitades
justas de ciclo alguno, la transición afectaría a los ciclos de 72, 108, 144,
216, 288, 432, 864 y 1296 años.
3º. Remontándonos algo más en el tiempo, vemos que 3240 años
antes del final del Kali-Yuga coinciden las mitades exactas de los ciclos de
144, 432, 720, 1296, 2160 y 6480 años, y nos encontramos en el momento de la
transición de los ciclos de 72, 108, 216, 360, 648 y 1080 años.
Obviamente, la elección de tales ciclos no es casual; Guénon
indica en El esoterismo de Dante (cap. 8, nota 74) que "los más
importantes de los números cíclicos son 72, 108 y 432; es fácil observar que
éstos son fracciones exactas del número 25920, con el cual están inmediatamente
vinculados por la división geométrica del círculo; y esta misma división es aun
una aplicación de los números cíclicos".
De acuerdo con las afirmaciones de Georgel y Guénon, el 2º
momento crítico aludido, el de los 2592 años antes del final del Kali-Yuga,
coincidiría casi exactamente con el siglo VI a. C.
De modo que, si las observaciones de Georgel a propósito del
"fin de los tiempos" parecen un tanto apresuradas, ¿qué decir de los
resultados obtenidos según las cifras dadas por Guénon? Por otra parte, las
apreciaciones de Georgel, así como todos sus cálculos a este respecto,
establecen el 2030 como el "fin de nuestra era" atendiendo
simplemente a tres profecías (1):
1. La profecía evangélica referente a la destrucción de Jerusalén,
tal como está establecida en el Apocalipsis de san Juan (es decir, los dos
milenios contados a partir de la muerte de Cristo).
2. La "profecía del fin del mundo", de origen
mongol, publicada por Ossendowski en su libro Bestias, hombres y dioses, y que
efectivamente anuncia lo siguiente:
"Dentro de cincuenta años (en 1891), tres grandes
reinos aparecerán, que vivirán felices durante 71 años. Habrá después 18 años
de guerras y destrucciones. Entonces, los pueblos de Agartha saldrán de sus
cavernas subterráneas y aparecerán sobre la superficie de la tierra".
Los cálculos serían, pues: 1891+50+71+18=2030.
3. La Profecía de los Papas, llamada "de san
Malaquías", cuya clave numérica (basada en el número 111), según Raoul
Auclair, sería: 1143+(8x111)=2031.
En resumen, el asunto presenta ciertas oscuridades, más
cuando, al parecer, todavía sería necesaria la irrupción de ciertos
acontecimientos que dieran una idea más exacta del momento cíclico en que nos
encontramos.
También, por otra parte, algunas ramas del esoterismo
islámico anuncian actualmente para el año 2000 la
"segunda aparición de Cristo".
Lo que importa en todo esto es que el fin de un ciclo no
puede interpretarse como el fin de un mundo. Lo que termina con el ciclo son
ciertas virtualidades que, con él, han agotado sus propias posibilidades en el
tiempo. De modo que podría decirse que, sea cual sea la fecha exacta del final
del Kali-Yuga (y esto tan sólo Dios lo sabe), lo que debe de ello esperarse es
una transmutación del mundo corpóreo que, habiendo agotado sus posibilidades,
está en condiciones de recibir una nueva existencia, con un "nuevo cielo y
una nueva tierra".
NOTAS:
1. Cf. Georgel, Chronologie des derniers temps, Milano,
Archè, 1986. En sus restantes obras, se limita a tomar esta fecha del 2030 como
una verdad demostrada, de modo que sirve de piedra fundamental a toda su
teoría.
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