domingo, 30 de junio de 2019

Gregorio de Palamas, interpretación ortodoxa del Filioque (Jean Meyendorff)


Gregorio de Palamas, interpretación ortodoxa del Filioque

Introduction a l’etude de Grégoire Palamas. Deuxième Partie VI
Jean Meyendorff
Patrística Sorbonensia Ed. Seuil 1959

Personalidad.

 La controversia de la antilatina a la que pagó su cuota en la correspondencia con Akindynos y Barlaam, en 1337-1339, y especialmente en sus dos Tratados apodícticos, se basaba esencialmente en el argumento tradicional de la primacía de la hipóstasis sobre la esencia: su pensamiento era enteramente personalista y él no podía dejar de considerar la doctrina de la  "doble Procesión" como un ataque a las propiedades de las hipóstasis 10. Los latinos "no pueden escapar de los que los reprochan de introducir dos principios del Espíritu 11", porque el Padre y el Hijo, en tanto hipóstasis, son dos y no uno, y que la procesión es un acto hipostático del Padre...... Son uno por naturaleza, pero el Espíritu también posee esta naturaleza única y  deberí hacerse  proceder por sí mismo si la procesión

10. Este punto lo hemos tratado brevemente en nuestra introducción a
la Primera Carta a Akindynos, en Theologlff, XXV, 1954, pp. 610-612.
11. Título de esta Primera Carta a Akindynos.

Fuera concebida como un acto de la naturaleza...... La hipóstasis del  Padre es el principio activo de la unidad divina: “ Dios es uno, escribe Palamas, no sólo porque su naturaleza es una, sino también porque las personas que proceden remontan a una persona única 12, "Esta es una paráfrasis de San Gregorio  Nacianceno: "La naturaleza es una en los Tres, es Dios; pero lo que los hace su unidad es el Padre 13. "En Dios,  el origen es por lo tanto hipostático 14" y si los latinos aceptan que el Padre y el Hijo no constituyen más que un solo origen del Espíritu, deben reconocen también que el Hijo es  homo-hipostático" al Padre 15. Este tema se desarrolla a lo largo de los Tratados Apodícticos, cuya novedad es sin embargo en introducir en el debate el argumento de Gregorio de Chipre de que el concilio de 1385 había ratificado oficialmente.

El doctor hesicasta explica en este sentido los pasajes patrísticos, especialmente los de San Cirilo de Alejandría, en el que se afirma que el Espíritu proviene de los dos" (ξ &IQoTv), o  "del Hijo ", o aun " por el Hijo". " Cuando lo oigas decirlo, escribe Palamas, que el Espíritu Santo procede de los Dos, porque él proviene esencialmente del Padre a través del Hijo, debéis comprender su enseñanza en el siguiente sentido: lo que se vierte, son los poderes y las energías esenciales de Dios, pero no la hipóstasis divina del Espíritu 18." La hipóstasis del  Espíritu Santo no viene del Hijo; no es dada ni recibida por nadie, sino  sólo la gracia divina y la energía divina 17. "Señala que los pasajes patrísticos que parecen favorables a la doctrina latina no afirman que el Espíritu procede de la hipóstasis del Hijo, sino de la naturaleza del Hijo", que proviene naturalmente de él 18. Sin embargo, lo que viene de la naturaleza es energía, no hipóstasis. Es, en efecto, innegable que los pasajes patrísticos que son objeto de éstas contestaciones tienden todos por su contexto a demostrar la divinidad del Hijo con un argumento soteriológico: Sólo Dios puede conceder el don del Espíritu, como Cristo es Dios, tiene una naturaleza común con el Padre. El Filioque Occidental también fue proclamado por los concilios españoles de los siglos VI y VII, en primer lugar como argumento antiarriano.

12. Tratado Apodíctico, I, Coisl. 100, fol. 29 ν. (ed. Constantinople, 1627, p. 38).
13. Oratio, XLII, 15, PG, Xxxvi, 476 B; citado por Palamas, ibíd., fol. 23 (ed. cit., p. 24).
14. Tratado Apodíctico, II, ibíd., fol. 4β ν (ed. cit., p. 76).
15. Ibídem, fol. 58 (ed. cít., p. 100).
16. Ibíd., fol. 41 (ed. cít., pág. 63).
17. Ibíd., fol. 51 (ed. cit., pág. 86).
18. Ibídem, fol. 57 v. (ed. cit., p. 99)

Palamas deduce de ello que, desde el "derramamiento" del Espíritu a  partir del Padre y del Hijo es una prueba de lo “consubstancial”; sólo una energía y no la hipóstasis divina puede provenir de esta sustancia común, porque la hipóstasis del Espíritu participa por sí misma de esta última y no puede venir de ella misma 19. La hipóstasis del Espíritu no se manifiesta y no se encarna, como la del Hijo, sino que manifiesta al Hijo. Para probar, en sus escritos antibarlaamitas y antiakindinistas de que la energía es bien distinta de la esencia, Palamas busca mostrar que los carismas del Espíritu que nos son concedidos por la gracia no acordados por la hipóstasis misma del Espíritu: éste último no se ha comunicado ni en Pentecostés ni en los dones espirituales de que nos habla el Nuevo Testamento. A este respecto, Palamas distingue las expresiones neotestamentarias que se hablan de “El Espíritu  con el artículo, y los que mencionan πνεϋμα sin artículo: este último se refiere a los dones o energías espirituales 20 y provienen naturalmente del Padre y del Hijo, pero también del Espíritu mismo, pues la entera esencia de Dios es la causa α "de las energías.... 21 El Hijo es sin embargo, el único canal de la efusión hacia nosotros de la gracia santificante, porque sólo Él se ha encarnado. También, Resume Palamas su pensamiento en estos términos: “ El Espíritu Santo pertenece a Cristo por esencia y por energía, porque Cristo es Dios; sin embargo, según la esencia y la hipóstasis, él le pertenece, pero no procede de Él, mientras que según la energía, le pertenece y procede 22."

19. Ibid, fol. 62 ν (ed. cit., pág. 110).
20. Ibíd. fol. 36 (ed. cit., págs. 54-55)
21. ibíd., fol. 40 (ed. cit., pág. 62).
22. Ibid, fol. 44 v. (ed. cit., p. 71); véase J. MBYENDORFF, The First Letter,
p. 612; cf. Carta à Athanase of Cyzantium, Colsl. 98, fol. 9.
23. Traité apodictique, I, Ibíd., fol. 24 (ed. cit., p. 26).


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