'Abd αΙ-Karîm al-Jîlî
DE LA CUALIDAD DE DIVINIDAD
(al-ulûhiyah)
Ext. de "al Insân al-Kâmil" ("Del
Hombre Universal"). Traducido del árabe y comentado por Titus Burckhardt. París, Dervy-Livres, 1975.
***
Debes
saber que la Naturaleza divina, que abarca todas las
realidades
del Ser y las mantiene en sus grados respectivos, es llamada
"Cualidad
de Divinidad" (al-ulûhiyah) (1). Y yo entiendo por
"realidades
del Ser" (hagáϊq al-wujûd) a la vez los principios
(ahkam)
que condicionan los diferentes estados de manifestación
(mazâhir)
y lo que se manifiesta, es decir, Αllâh (al-hagq) (2) y la
criatura
(al-khalq) al mismo tiempo. La "Cualidad de Divinidad"
significa
entonces aquello que totaliza las dignidades divinas (aspectos
divinos)
a la vez que todos los grados de existencia, y que asigna a
cada
cosa lo que le viene del Ser. El Nombre ΑΙΙâh designa al Maestro
de
esta dignidad suprema que no puede pertenecer más que a la Esencia
absoluta.
La afirmación suprema de la Esencia es entonces la de la
"Cualidad
de Divinidad", que engloba y sintetiza todas las afirmaciones,
y
rige toda Cualidad y todo Nombre.
La
"Cualidad de Divinidad" corresponde a la "Madre del Libro"
(umm
al-kitâb)
(3), como la Unidad
(al-ahadiyah) (4) corresponde al
"Corán"
(al-qur'ân) (5), la Unicidad
(al-wâhidiyah) (6) a la
"Discriminación"
(al-furgân) (7), y la Clemencia (ar-rahmâniyah)
(8)
al "Libro Glorioso" (al-kitâb al-majîd) (9). 0 también,
según
el antiguo simbolismo en uso entre los iniciados, la "Madre del
Libro"
es la "Sustancia principial" (mâhiyatu kunhi-dh-dhât) (10),
el
"Corán" la Esencia, la Discriminación las Cualidades, y el
"Libro"
la Existencia (11). Si Αllâh quiere, explicaremos estos
símbolos
más adelante; por lo demás, si conoces el simbolismo
habitual,
y concibes la realidad
(al-hagîgah) a la que aludimos,
sabrás
que el sentido de ambas analogías es esencialmente el mismo.
De modo que, si asimilas lo que acabamos
de decir, sabrás que la Unidad (ahadiyah) es el Nombre más supremo de cuantos
se encuentran en la denominación de la "Cualidad de Divinidad"
(al-ulûhiyah), y que la Unicidad (al-wâhidiyah) es el primero de los descensos
divinos (tanazzulât) de la Unidad (al-ahadiyah).
La Dignidad más suprema de las contenidas en la Unicidad (al-wâhidiyah) es la "Clemencia"
(ar-rahmâniyah), la suprema
afirmación
de la "Clemencia" es el "Señorío" (ar-rubûbiyah), y la
suprema afirmación del "Señorío" se halla en el Nombre divino
al-malik (El Rey),
de manera que el orden jerárquico de estos aspectos divinos es, en sentido
ascendente: al-malikiyah (Ιa Realeza), ar-rubûbiyah (el Señorío),
ar-rahamâniyah (Ια Clemencia), al-wâhidiyah (la Unicidad), al-ahadiyah (la
Unidad), y, en último lugar, al-ulûhiyah (Ια "Cualidad de
Divinidad"), pues ésta otorga a las realidades de la existencia y de la
no-existencia aquello que tienen de realidad, y lo engloba todo, mientras que
al-ahadiyah (la Unidad) es una realidad contenida en la suma de las realidades
del Ser.
La "Cualidad de Divinidad" es entonces superior a
la Unidad; en consecuencia, el Nombre Allâh es el Nombre supremo, superior al
nombre al-ahad (el Uno).
La Unidad es la afirmación más exclusiva de la Esencia por Si misma, mientras que la "Cualidad de Divinidad" es
la afirmación sublime de la Esencia por Si misma y por lo otro que Ella misma.
Es
por ello que los iniciados no tienen acceso al estado de la
Unidad
(al-ahadiyah),
mientras que el acceso al estado de conocimiento
de
la "Cualidad de Divinidad" (al-ulûhiyah) no les está prohibido;
pues
la Unidad es Esencia pura, en la que no aparece ninguna Cualidad, y
con
mayor razón ninguna criatura; no hay entonces correlación
posible
entre Ella y lo creado, sea cual sea la perspectiva que se
adopte
(12). Ella no pertenece sino al "Anciano" (al-gadîm), al
"Subsistente
por Si mismo"
(al-gâϊmu bi-dhâtihi), al que nada de
Si mismo le permanece
oculto, en el sentido en que, si tú eres ΈΙ,
tú
nό eres tú, pero ΈΙ es ΈΙ mismo, y si ΈΙ es tú, ΈΙ no
es
ΈΙ, aunque tú seas tú mismo.
No obstante, que quien reciba esta
revelación sepa que se trata de una de las revelaciones de la Unicidad
(al-wâhidiyah), pues en el estado de la Unidad (al-ahadiyah) ninguna
mención de "tú" o de "ΈΙ" podría convenir. -¡Compréndelo!
Por otra parte, hablaremos de la Unidad en su momento, si Allâh nos lo
permite.
Debes
saber, además, que la existencia (aΙ-wujûd) y la
no-existencia
(al-adam)
(13) se hallan por así decir en
confrontación
recíproca, y que la esfera de la "Cualidad de
Divinidad"
las engloba a ambas; pues la "Cualidad de Divinidad" une los
contrastes,
tales como lo eterno (al-gâdim) y lo efímero
(al-hadîth),
Allâh (al-hagq) y la criatura (al-khalq), o la
existencia
y la no-existencia, de modo que lo [lógicamente] necesario
aparece
en Ella como [lógicamente] imposible tras ser afirmado como
necesario,
y a la inversa, lo contradictorio, tras ser afirmado como
tal,
aparece como necesario; igualmente, Allâh (al-hagq) aparece en la
"Cualidad
de Divinidad" bajo la forma de la criatura, tal como lo
expresó el Profeta al
decir: "Veo a mi Señor bajo la forma de un adolescente imberbe",
mientras que la criatura aparece a imagen de Allh, según la sentencia divina:
"ΈΙ creó a Adán a su imagen" (14). Es así que los contrastes aparecen
en la "Cualidad de
Divinidad", pues
Ella da a cada cosa, de todas las que Ella abarca, la realidad que posee. Allâh (al-hagq) aparece, en la
"Cualidad de Divinidad", en Su dignidad más perfecta y más alta, en
Sus
afirmaciones
[puramente] universales y en Sus Nombres más nobles. Por otra parte, lo
contingente aparece en la "Cualidad de Divinidad" en todos sus géneros y
según todos sus cambios y sus ausencias o afirmaciones posibles. En cuanto al
Ser (aΙ-wujûd), se revela en la "Cualidad de Divinidad" en
toda la perfección
de su jerarquía, tanto en sus aspectos unitivos, que enlazan a la criatura
con Allâh, como en sus aspectos separativos. La no-existencia se revela en la "Cualidad
de Divinidad" en su "interioridad" (butûn), su limpidez, y
también según su "aspecto" más perfecto, como no-siendo en su
"extinción" (fan) (15) pura.
Esto no puede ser conocido por la razón ni concebido por el pensamiento; sólo aquel que ha
alcanzado la intuición divina saborea el gusto puro de esa revelación total que
se llama el "Desvelamiento divino" (at-tajallî al-ilâhî); y éste es
el objeto de la
perplejidad
(hayrah) de los perfectos de entre los iniciados. El Profeta aludió al secreto
de la "Cualidad
de Divinidad" cuando dijo: "Yo soy de entre vosotros el que mejor
conoce a Allâh (16) y quien más le teme"; no temía ni al Señor (ar-rabb)
ni al Clemente (ar-rahmân), sino a Allâh, y es también lo que expresó con estas
palabras: "No percibo lo que hará de mí, ni lo que hará de vosotros";
dijo esto cuando conocía mejor que cualquier otro, y por Allâh mismo, lo que
existe y lo que emana por parte divina; pero con ello quería decir:
"Yo no sé bajo qué aspecto ÉΙ se revela en ese Desvelamiento divino".
Y es que ÉΙ se revela según el principio de ese estado, principio que no está
sujeto a ninguna ley ni a ningún contraste, de modo que Έl es cognoscible y no lo
es, o es Incognoscible y no lo es; pues no hay ningún limite en
el que este estado divino se detenga distintamente; tampoco el conocimiento
distintivo se relaciona con esto, sea cual sea el punto de vista adoptado,
puesto que es imposible que Allâh tenga un limite, y
no hay medio de conocer lo que no tiene limite. Pero Allâh (al-haqq)
se revela en este estado por vía de totalizaciόn y de integración.
Los perfectos se distinguen en su participación con esta
revelación por sus capacidades para transponer lo integral en
conocimiento
distintivo, con respecto al cual el Grande, el Elevado en
Si mismo (al-muta')
les
aproxima, y ello en razón de lo que de las huellas de la Plenitud infinita
(al-kamâl) aparece en sus confines...
La
"Cualidad de Divinidad" se manifiesta por sus efectos, pero Ella no
es accesible a una visión directa; se conoce Su "principio de
actuar", pero no
puede asimilarse Su contorno. En cuanto a la Esencia, es evidente sin que se
conozca Su "dónde"; se la ve directamente sin que se la pueda
probar... (17).
Hay un secreto que se refiere a la "Cualidad de
Divinidad", y que consiste en que cada cosa particular, sea preexistente o
efímera, no-manifestada o manifestada, implica en su esencia todas las demás
cosas particulares que entran en el dominio de la "Cualidad de
Divinidad", de manera que las existencias pueden ser comparadas a espejos
enfrentados, de los cuales cada uno refleja el conjunto de los restantes. Ahora
bien, considerando que en cada uno de estos espejos enfrentados se encuentran
todos los demás, y que cada uno de ellos no contiene entonces en particular
sino lo que el mismo refleja, es
decir,
que deja fuera de sí todos los múltiples reflejos
reverberados
por los demás espejos, es justo afirmar que cada ser singular no contiene sino
lo que llega a su propia esencia y nada más; pero si, por el contrario, se
considera que la totalidad de los espejos está contenida en cada uno de ellos,
puede decirse con toda justicia que cada ser singular contiene en si la totalidad
de las existencias. En realidad, toda esta cuestión es como una corteza que
envuelve el sentido a considerar; te fue planteada como una trampa, a fin de
que tu pájaro caiga en el lazo de la Unidad (al-ahadiyah) y de que reconozcas
así en la Esencia
misma lo que le proviene de las Cualidades. Abandona entonces la corteza
y toma el núcleo; no seas de aquellos que ignoran la faz, -¡rasga el
velo!
NOTAS:
1. La
palabra ulûhiyah deriva del término ilâh, que significa "divinidad" o
"dios" (en un sentido general indicado por la inicial minúscula).
Podría tomarse ulûhiyah por "Divinidad", pero con la reserva
de que la palabra debe designar entonces la "cualidad de divinidad" y
no el "Ser divino", distinción que la lengua alemana expresa con los
términos "GF6ttlichkeit" y "Gottheit"; en francés, podría
encontrarse una distinción análoga en los términos "royauté"
("realeza") y "roi" ("rey"), designando el
primero la "cualidad de rey", y el segundo al "ser real".
Si bien traducimos al-ulûhiyah por "la Cualidad de
Divinidad", no se trata en absoluto de una "cualidad divina", ya
que la palabra "cualidad" no posee aquí más que una función verbal,
así como la palabra
"carácter", que es usada en el mismo sentido.
2. La
raíz HQQ implica los significados de justicia, verdad y realidad. La expresión
al-hagq puede ser tomada para significar a "Allâh". La palabra
derivada hagîqah significa aspecto verdadero, principial, o, en una acepción
especial, "sentido interior" de un símbolo. Hemos traducido aquí
hagîqah por "Realidad", para
expresar asilo que se
opone a la ilusión, o más bien aquello a lo que la ilusión se opone. Cf. la
expresión del Profeta: likulli dhi haggin hagîgah: "A cada cosa real (o
verdadera) corresponde una Realidad (o Verdad) principial".
3.
Simbolizada
por el tintero que contiene las letras (al-hurûf) de la existencia en estado de
indiferenciaciόn, o las letras del Libro Sagrado. 'Abd al-Karîm al-Jîlî
establece una analogía entre la "Madre del Libro" y el simbolismo
cristiano de la Virgen, madre de Cristo, que es "Palabra de Allâh"
4.
Derivado de ahad, uno.
5.
Derivado
de la raíz QR': leer, recitar.
6.
Derivado de wâhid, único, solo.
7.
AI-furgân,
es decir, el Libro sagrado bajo su aspecto de "discriminación", que
corresponde a la distinción principial; ahora bien, ésta se relaciona con el
aspecto divino de la Unicidad.
8.
Derivado de ar-rahmân.
9.
Otra
designación del Corán, o de la revelación como tal, bajo su aspecto de
manifestación divina beatífica.
10. Mâhiyah
deriva del pronombre relativo mâ, "que", y significa, según la
acepción más exterior, "de lo que está hecho". Kunh se traduce, bien
por "fondo primordial", "naturaleza íntima", bien por
"límite extremo". La expresión mâhiyatu kunhi-dh-dhât concierne al
aspecto pasivo de la Esencia; es la transposición más elevada de la idea de
sustancia, y puede relacionarse con la expresión taoísta "perfección
pasiva". De todas estas analogías resulta que la expresión ulûhiyah es
equivalente a la Omni-Posibilidad.
11. "No
hemos omitido nada en el Libro [eterno]" (Corán, VI, 38).
12.
Es
decir, que sólo la Esencia puede conocer a la Esencia; la criatura es
aniquilada en el estado de la Unidad suprema.
13.
Esta
palabra, que comienza con la gutural ayn, difiere fonética y etimológicamente
del nombre de Adán.
14.
Literalmente:
"...en Su forma". Es una frase de inspiración divina (hadîth qudsî)
pronunciada por el Profeta.
15.
El
sentido de al-fan â corresponde al de la palabra sánscrita nirvâna, al igual que fan â ul-fan, la "extinción
de la extinción", corresponde al pari-nirvâna.
16. Literalmente:
"Quien conoce mejor por Allâh". De manera general, el iniciado es
llamado al-'ârifu bi-llâh, "el conocedor por ΑΙlâh".
17.
Omitimos
los pasajes que contienen parábolas demasiado estrechamente ligadas a arabismos
como para poder ser traducidos sin necesidad de amplios comentarios.
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